¿Frío o calor?

Algunos llaman a Gran Canaria el "pequeño continente" por la amplia gama de paisajes que reúne. De hecho, Gran Canaria es todo un compendio de microclimas y escenarios, combinando en muy pocos kilómetros zonas desérticas y montañas de frondosidad tropical, abruptos acantilados y extensas playas de arena o vegetación europea, americana y africana. En invierno, además, es posible broncearse al sol al mismo tiempo que las cumbres de las montañas están nevadas.

Las Palmas de Gran Canaria se sitúa en el cuadrante nordeste de Gran Canaria, a 18 kilómetros, 20 minutos por autopista, del Aeropuerto Internacional de Gran Canaria. Con un movimiento anual de diez millones de pasajeros, el aeropuerto -en el que operan más de cincuenta compañías- ofrece un servicio permanente todos los días del año. Gran Canaria es la tercera isla de las orientales del Archipiélago canario, situado a 150 kilómetros de la costa africana y a 1.350 de la Península Ibérica y Europa. Traducidos en tiempos: a dos horas y media de Madrid, a cuatro de las principales ciudades europeas y a seis de América.

La Playa de las Canteras en Las Palmas

La situación del Archipiélago junto al Trópico de Cáncer y la influencia de los vientos alisios proporcionan a Las Palmas de Gran Canaria temperaturas medias de 17º centígrados en invierno y 25º en verano. Los alisios -llegados del norte europeo- traen aire fresco y húmedo. Las nubes procedentes del continente filtran los rayos solares y la corriente marina de aguas frías del Golfo regula las oscilaciones térmicas, haciéndolas muy suaves. El resultado, según el departamento de climatología de la Universidad de Syracusa (EEUU), es el mejor clima del mundo.

El Puerto de La Luz y de Las Palmas es la segunda entrada a la ciudad. Está conectado con 380 puertos del mundo a través de 30 líneas marítimas y a él llegan de forma constante pasajeros nacionales e internacionales en buques de cruceros de turismo.

Nuestra ciudad, con 525 años de historia, fue en sus inicios más campamento militar que urbe. El Real de Las Palmas, levantado en la margen derecha del barranco Guiniguada, fue el primer centro urbano ultramarino de Europa y sirvió como ejemplo para crear centenares de ciudades en América, desde la Patagonia a Estados Unidos.

El 24 de junio de 1478 es la fecha de fundación de la ciudad. En poco tiempo, el Real de Las Palmas pasó de bastión militar -desde el que se inició la conquista de Gran Canaria- a floreciente villa. Donde hoy se ubica la Ermita de San Antonio Abad y la Casa de Colón, hincaron los castellanos sus pendones.

Finalizada la conquista de la Isla, seis años después, se dio inicio a la colonización con el reparto de tierras y la introducción de la caña y la fabricación de azúcar destinada a los mercados europeos. Es este cultivo el que determina el primer impulso económico, demográfico y urbanístico importante de Las Palmas de Gran Canaria. Permite el ‘salto’ al otro lado del Guiniguada y da lugar a la formación de Triana. Un barrio, desde sus comienzos, comercial y marinero, pues también aquí -en el actual parque de San Telmo- se ubica el primer puerto.

Durante siglos, la capital grancanaria se limitó a una y otra zona, debido a las murallas que sirvieron para su defensa ante la multitud de ataques piráticos que padeció en los siglos XVI y XVII. Así, mientras en octubre de 1595 las milicias de canarios rechazaron la embestida de 27 navíos capitaneados por los británicos John Hawkins y Francis Drake; en junio de 1599, los holandeses, al mando de Van der Does, protagonizaron uno de los episodios más trágicos de nuestra historia, con el saqueo y el incendio de las edificaciones más representativas.

La industria de la cochinilla y la construcción del nuevo puerto en el XIX sacan a la ciudad del largo letargo de los siglos anteriores, sólo amortiguado por las innovaciones de la Ilustración. A mediados de centuria la ciudad comienza a extenderse hacia la bahía de La Isleta, hacia el actual Puerto de La Luz, cuya construcción en 1883 propició la modernización de la ciudad. Sin el Puerto, Las Palmas de Gran Canaria sería otra.
Por el mar llegaron los viajeros y los pobladores que han ido conformando la imagen abierta y amable de los palmenses. Castellanos, flamencos, genoveses y portugueses buscaron aquí tierras libres para asentarse; hicieron parada de camino a América o emplearon la ciudad como plataforma tricontinental. Las Palmas de Gran Canaria es un crisol de razas y culturas, una sociedad cosmopolita.

La Plaza Puntilla

Gran Canaria cuenta con todos los alicientes necesarios para que residentes y visitantes de la isla encuentren los atractivos necesarios durante su estancia.

En educación el grado de escolarización de la población alcanza el 100%, formación bilingüe y una prestigiosa universidad pública. Los costes laborales se sitúan entre los 450 € aproximadamente del salario mínimo y los 1.200 € de sueldo medio de un profesional.

La oferta de cultura y ocio es amplia y variada, presentando múltiples opciones. Además de ser uno de los destinos turísticos de mayor reconocimiento internacional, una extensa representación de cocina internacional y regional y la posibilidad de realizar deportes náuticos o practicar el golf todo el año existe la posibilidad de acudir a espectáculos, museos, exposiciones y eventos de reconocido prestigio internacional tales como festivales de música clásica, jazz, ópera, teatro y danza, museos como el de la Ciencia, la Casa de Colón, o el Museo Canario o disfrutar del folclore canario la artesanía tradicional o la historia aborigen de Canarias.

El Norte montañoso, de orografía dura y poco accesible desde el mar, contrasta con el trayecto hacia el Sur, llano, de costas bajas y playas arenosas. La autopista baja desde Las Palmas, pegada al litoral Este de la isla, pasando junto al aeropuerto de Gran Canaria y siguiendo hasta la punta de Maspalomas, en el extremo Sur, donde están las urbanizaciones turísticas que se prolongan por la costa de Mogán, ya en el Suroeste.

El Sur propiamente dicho comienza en el aeropuerto. La autopista conduce directamente a la zona turística integrada por las playas de San Agustín, El Inglés, Maspalomas, Meloneras, etc. Son 17 kilómetros de costa, con dunares como el que rodea el llamado Oasis de Maspalomas, poblado de palmeras alrededor de La Charca, lugar de parada de aves migratorias. El dunar de Maspalomas ocupa unas 400 hectáreas protegidas que sólo pueden recorrerse a pie o en camello.

Singulariza la zona el Faro de Maspalomas, que se eleva 65 metros cerca del Oasis. Los hoteles, los restaurantes y los lugares de esparcimiento, entre los que figuran dos parques acuáticos, un pueblo del Oeste americano y Palmitos Park, amén de otros muchos lugares de interés, se distribuyen en agudo contraste con las dunas desiertas. El campo de golf de 18 hoyos y el parque temático Mundo Aborigen destacan también entre la variada oferta de esta auténtica gran ciudad especializada en el ocio y el esparcimiento.

Comida canaria

La cocina Canaria, en realidad, tiene su comienzo después de la conquista, ya que los aborígenes solo nos legaron el gofio, pues su comida, como la de todos los primitivos era muy parca: harina de cebada, mariscos, fruta, leche, algo de carne y miel silvestre. La gastronomía en la isla también está diferenciada por las zonas que lo componen. Desde la cumbre hasta la medianía se ha conservado la gastronomía tradicional. En los Municipio sureños podemos encontrar, al igual que en el resto, la típica comida canaria, como son: aceitunas con mojo, papas arrugadas, los mojos (de aceite y vinagre, de azafrán, mojo verde, entre otros), los quesos (con leche de cabra, oveja o vaca, juntas o por separado), los chicharrones (corteza de la pata de cerdo), los pulpos a la vinagreta, los potajes (de berros, de coles o de verduras) y los pucheros. También debemos mencionar el cabrito frito o en adobo y el conejo en salmorejo, típico de la zonas cumbreras. En las zonas costeras son muy corrientes los caldos de pescado, pescado frito, pescado salado y el sancocho canario, acompañado por la pella de gofio (gofio amasado con agua, miel y ron).

Los postres típicos de la isla están elaborados con los productos que proporcionan las zonas altas y de medianía, como es la miel y los productos secos.

Tirajana cuenta con almendros generosos en calidad y cantidad, siendo la base de nuestros dulces y confites. Caben destacar los mazapanes, bienmesabe y el frangollo.

El vino de Fataga, joven y suave, los rones de caña, los licores caseros como la guindilla (guinda macerada durante mucho tiempo en ron) y el mejunje (ron, miel y naranja, aderezados con especias), figuran entre lo que se puede beber antes, durante y después de cada comida.

Enlaces:

Gran Canaria

Reportajes en la web de ChessBase:

Cursillo Playchess.com en Las Palmas