XIII EDICIÓN DEL AJEDREZ VIVIENTE DE XÀBIA (ESPAÑA)
Panorámica del recinto
El sábado 26 de julio se celebró en Xàbia, España, el XIII AJEDREZ VIVIENTE
DE XÀBIA. Este evento cultural que en 2002 recibió el Título de FIESTA DE
INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL, congregó a unas dos mil personas y a numerosos
medios de comunicación.
Los niños que permanecieron en el tablero vestían de piezas de ajedrez
El Ajedrez Viviente de Xàbia es un grupo de teatro creador de una modalidad
escénica, singular y diferenciada, que supone una nueva forma de entender esta
centenaria variedad de ajedrez, que ha sido denominada “Ajedrez Viviente
Teatral”. En realidad, el espectador asiste tanto a una obra teatral como a la
contemplación del desarrollo de una partida, de tal forma que no es preciso
saber jugar al ajedrez para entender y disfrutar la representación.
Don Santiago concentrado en su papel
El invitado de honor que leyó los movimientos de las piezas blancas fue el
bioquímico Santiago Grisolía, Premio Príncipe de Asturias y en la actualidad
Presidente del Consejo Valenciano de Cultura. El profesor Grisolía fue candidato
al premio Nobel por sus trabajos de investigación, entre los que cabe resaltar
el descubrimiento de la enzima que transforma el amoniaco en urea que es
eliminada con la orina y además es menos tóxica, y que se sitúa en la
encrucijada metabólica del ciclo de Krebs-Henseleit. El campeón escolar Lautaro
Molina llevó las negras y el narrador fue el prestigioso neurocirujano
valenciano Manuel Bordes.
La casualidad hizo que el profesor Grisolía que condujo las blancas llevara
precisamente ese color y Lautaro el negro (con estética punky): un contraste
desde todos los sentidos
La elegante decoración del escenario
Se representó “E PUR SI MUOVE”, escrita por el director del Ajedrez Viviente,
Rafael Andarias. La frase que dio título a la obra la murmuró Galileo Galilei,
según cuenta la leyenda, ante el Tribunal de la Inquisición cuando fue condenado
por defender la teoría de que la Tierra gira en torno al Sol. “E pur si muove”,
“Y sin embargo se mueve”, es la quintaesencia de los científicos ante los
convencionalismos de la sociedad y de la autoridad; y además, condensa los
obstáculos que se han topado, a lo largo del Tiempo, y que aún perduran hoy día
entre nosotros.
La Luna dando vueltas a la Tierra con todos los planetas y el Sol (el niño con
la capa de la derecha) girando a su alrededor
Como todos los años, el Ajedrez Viviente de Xàbia no se limitó a una simple
representación teatral, sino que además procuró mantener un componente cultural,
divulgativo y de crítica constructiva. La elección del tema y de la partida, así
como la presencia de una personalidad de la relevancia del Prof. Grisolía
persiguió cuatro objetivos fundamentales que se desprendieron a lo largo del
desarrollo de la obra: contribuir a inculcar el amor a la Ciencia en la
Juventud; reivindicar una mayor presencia de las noticias científicas en los
medios de comunicación; hacer un llamamiento a la sociedad y sus estamentos para
que se valore más a los científicos; y mostrar los beneficios que la práctica de
este milenario juego pueden reportar a la formación de los escolares.
La Defensa Francesa que sirvió de base para la obra
La partida que sirvió de base para la representación fue la que disputaron
Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906 por sus investigaciones
sobre el sistema nervioso y gran aficionado al ajedrez, y su colaborador Bruno
Solano en Zaragoza, 1898. La partida real finalizó con el mate de las blancas en
la jugada 35, pero en licencia creativa, su desarrollo se modificó en su parte
final y se prolongó hasta la jugada 48 con una variante ficticia, sin modificar
el resultado ni el espíritu de la misma, obra del M.I. Francisco Sánchez Guirado.
El argumento mostró la pugna que desde hace milenios mantienen los que
defienden y aman la Ciencia contra los que la desprecian o hacen un mal uso de
ella, encarnando ambos bandos las blancas y las negras respectivamente. Todas
las áreas que hacen posible el ajedrez viviente brillaron a una gran nivel:
libreto con sus escenas y texto, vestuario, maquillaje, atrezzo, decoración del
recinto, selección musical, megafonía, luminotecnia y efectos especiales.
Hemos de alabar la excelente actuación del narrador y la interpretación de
los 46 niños, los pequeños actores y actrices de entre 6 y 14 años que bordaron
los papeles, pues esta edición conllevaba una mayor dificultad por la novedad de
hablar a lo largo de la obra.
Sí, es quien hizo de Harry Potter hace dos años
Atenta a lo que le respondió el narrador
“E pur si muove” contó con espectaculares momentos como el sorprendente
arranque de la escena inicial en la que un grupo de niños aparece con grandes
globos de colores que representan el Sistema Solar, situándose la Tierra y la
Luna en el centro y el resto girando a su alrededor. Enseguida, irrumpe Galileo
(personaje que apareció varias veces durante la representación) que los corrige
colocando al Sol en el centro. En ese momento, el bando negro le hace gestos de
desprecio obligándole a que se marche y luego los niños sueltan los globos
elevándose majestuosamente dando comienzo al desarrollo de la partida teatral.
El saber científico de los egipcios se empleó en la construcción de las
pirámides que representó un tormento para los ciudadanos
A lo largo del argumento se mostraron las aportaciones a la Ciencia de la
práctica totalidad de la culturas del mundo: prehistoria, egipcia, griega,
árabe, americana precolombina, china… De entre todas ellas, podríamos destacar
la india en la que una niña se sentó en posición de asana de yoga desplegando un
precioso mandala ante sí y poniéndose a meditar, representando con ello que su
cultura fue pionera en ahondar en la mente humana, mediante dicha figura
artística que ayuda a penetrar en nuestro mundo interior, antesala de la
psicología actual.
Otra escena memorable fue cuando Galileo, llevando un telescopio, vuelve a
entrar en el tablero y llama a ambos monarcas para que miren hacia el cielo a
través de su artilugio. El Rey blanco acepta gustoso, pero el negro se opone al
tiempo que su bando se tapa los ojos. En ese momento, Galileo mira hacia fuera
del tablero haciendo un gesto con la mano, apareciendo dos encantadoras niñas
con atuendo de la época llevando un perrito, haciéndole mirar por el telescopio
para demostrar que no es peligroso, recreando lo que, según se dice, sucedió en
realidad cuando el sabio italiano hizo mirar a su perrito para defender que sus
teorías eran ciencia y no brujería.
Galileo escrutando el firmamento
El perrito Floppy dispuesto a mirar por el telecopio (era tan blanquito que con
la potente luz del cañón parece camuflarse en la foto)
Descubriendo el Principio de Conservación de la Energía golpeando una bolas
El Rey blanco hace girar un Peón para mostrar la Fuerza Centrífuga
El tablero se llenó de humo para demostrar las propiedades de los gases
Más adelante, el recinto retumbó con el sonido de una tormenta con sus
truenos, lluvia y caída de rayos junto con un espectacular efecto de luces, al
tiempo que un Alfil blanco cogía una cometa acompañado de un Peón que asía su
cola y corriendo por el tablero, rememorando el descubrimiento de Benjamín
Franklin que voló una cometa en un día de tormenta para demostrar que los rayos
eran corrientes eléctricas.
Un momento que sobrecogió a los espectadores fue cuando todo se quedó a
oscuras iluminado únicamente por una suave luz azul-frío mientras se escuchaba
una música triste y el narrador leía el siguiente texto: “La Segunda Guerra
Mundial asola la Tierra, y enseguida sufrimos los efectos del mal uso de la
Ciencia por parte de las naciones. La medicina realiza experimentos en seres
humanos, la química obtiene gases letales para el exterminio en masa y la física
usa los descubrimientos de Einstein para fabricar la primera bomba atómica.
Nunca antes la Ciencia y el mundo han caído tan bajo”.
Las blancas se lamentan del mal uso que se dio al descubrimiento de la dinamita
de Alfred Nobel
La escena de la Segunda Guerra Mundial estremeció a todos
El bando blanco preocupado por el mal uso que se hace de la Ciencia.
Acto seguido, se dio un giro más optimista a la obra con escenificaciones que
resaltaron la vertiente beneficiosa de la Ciencia acompañado de sendas
narraciones entre las que podemos destacar la siguiente: “Tras años para olvidar
pero, al mismo tiempo, para no borrar de la memoria con el fin de que no se
vuelvan a repetir, los científicos retoman la iniciativa. Los geólogos estudian
la superficie de La Tierra, Watson y Crick descubren la estructura en doble
hélice del ADN, Severo Ochoa comienza a descifrar el código genético, Hawking
estudia la Cosmología y tantos otros investigadores de todo el mundo promueven
el desarrollo de la Ciencia como nunca antes se ha hecho... “
Un Peón negro avanza y disloca el hombro a un Peón contrario. El Rey blanco lo
explora…
… hacen una radiografía...
… y el Rey la examina… Se escenificaron los avances de la medicina a finales del
siglo XIX.
Las blancas inician el ataque final
La escena final fue un digno colofón de una representación para recordar, al
aparecer todos los niños en el tablero y formar con sendas cuerdas de colores la
figura del ADN en honor del ilustre Invitado de Honor, el profesor Grisolía que
a sus 85 años aceptó gustoso la invitación de estar presente en el Ajedrez
Viviente de Xàbia.
Formando el ADN en homenaje al profesor Grisolía
El narrador Manuel Bordes, el director Rafael Andarias, los jugadores Santiago
Grisolía y Lautaro Molina, y Clara Sapena, presidenta de la Comisión de Fiestas
organizadora del evento.
La foto de familia
Gabinete de Prensa del Ajedrez Viviente de Xàbia
Fotografías: Guiomar Ramírez-Montesinos y Jeannine Cantó
Para mayor información sobre las ediciones anteriores, pueden consultar las
páginas web
www.comissioloreto.e.telefonica.net y
htttp://www.ajedrezvivientexabia.com
(nueva en construcción)
Ajedrez Viviente de Jávea 2007