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Transcripción de la entrevista
Ubicación: Chennai
Fecha: 26 de diciembre de 2008.
Entrevistadores: Sriram Srinivasan y Jaideep Unudurti (Outlook
Business)
Comenzaste a jugar torneos a la edad de ocho años más o menos...
Sí. Creo que incluso antes. Aprendí más o menos cuando tenía seis. Probablemente durante los primeros seis meses, estuve en casa, luego me uní a un club, así que es muy probable que mi primer torneo fuera en torno a esa edad.
¿Cómo era el ambiente ajedrecístico por aquel entonces? ¿Había algún torneo próximo en el que tomar parte a intervalos regulares?
Seguro, teníamos un ambiente ajedrecístico razonablemente bueno. Teníamos algunos organizadores muy entusiastas. Algunos chicos que se unieron para formar un club. Recuerdo que solían ir allí prácticamente todos los días. Me acuerdo de ver a muchos de ellos durante años. Así que era un círculo pequeño, pero muy apasionado y comprometido. Ni siquiera teníamos nuestro primer gran maestro en aquella fase. Creo que sólo teníamos un maestro internacional cuando yo empecé.
El Sr Aaron…
Manuel Aaron. Hacia 1980 empezamos a conseguir cuatro. Así que era un mundo muy pequeño. Pero tuve bastantes oportunidades de jugar. Recuerdo que en el club de ajedrez Tal, en un momento dado aquellos chicos decidieron que iban a organizar un torneo cada semana. Fue fantástico para practicar. Podía ir al club todas las semanas. Todos los fines de semana tenía en el torneo. Iba y jugaba el torneo completo. Era bueno, porque esa es la mejor forma de crecer.
Manuel Aaron (nacido en 1935) fue el primer maestro de ajedrez indio en la
tradición moderna. Dominó el ajedrez en India desde los años 1960 a los 1980,
fue campeón nacional de India nueve veces entre 1959 y 1981.
¿Tenías ocho o nueve años? ¿Tenían los otros chicos tu misma edad? ¿O eras tú el único niño del club?
Hubo una pequeña pausa. Creo que tenía ocho años u ocho y medio cuando marchamos a Filipinas. Pasé allí un año y unos pocos meses y volví en algún momento de 1980, cuando tenía diez años. Cuando volví comencé a jugar al ajedrez otra vez. Creo que fue en 1980-81 cuando comencé a jugar torneos prácticamente cada fin de semana. Quizá jugué 30 torneos en un año. Todo 1981 fue así. Nada mas realmente, en el sentido de que tenía el hábito de ir al club a jugar partidas relámpago (Partidas de cinco minutos) El club funcionaba todos los lunes por la tarde, jueves por la tarde, segundos sábados y domingos, así que ése era mi horario de ir al club.
Volvamos a Filipinas. ¿Es justo decir que fue un año crítico porque en aquel momento Filipinas tenía mejor infraestructura ajedrecística?
Creo que es correcto. Filipinas acababa de organizar un encuentro por el campeonato mundial entre Karpov y Korchnoi. Así que en aquel momento llevaban mucho más camino andado. Tenían una federación muy activa. Recuerdo que incluso tenían un programa de televisión sobre ajedrez en aquellos días. Todos los días entre la una y las dos de la tarde. Así que cuando estaba en la escuela mi madre escribía las partidas y los problemas. Cuando volvía a casa desde la escuela me mostraba lo que había pasado. También me acuerdo de haberme unido a un club allí e ir a jugar muy a menudo. Mi interés por el ajedrez se hizo más profundo en Filipinas y cuando volví estaba prácticamente enganchado.
Al principio era solo “Vale, el ajedrez es una actividad divertida”. También jugaste al tenis. ¿Cuándo pensaste “Soy realmente bueno en esto y me dedicaré a ello”? ¿Fue una decisión consciente o fuiste involucrándote gradualmente?
Bueno en cuanto al tenis, nunca pase de los campos de entrenamiento y de ese tipo de cosas. Nunca fui a torneos. Así que muy pronto mi ajedrez había avanzado mucho más que mi tenis. Aún me acuerdo de ir a aquellos campamentos de tenis por la mañana, con todos aquellos otros chicos. Me enfadaba mucho ya que a las 5:30 de la mañana no podía ni jugar al tenis. Te hacían correr alrededor de las pistas unas pocas veces (risas) y luego tenías cuatro golpes de derecha, cuatro de revés y entonces salías y entraba el siguiente grupo. .
Sencillamente me gustaba el ambiente del ajedrez mucho más porque podía jugar todo lo que quería y era más de mi estilo. No obstante, jugaba muchas otras cosas. Jugaba al badminton. Mi padre estaba en el ferrocarril así que en el club ferroviario teníamos badminton, tenis de mesa... Jugaría con todos los demás niños de ferroviarios. Tenía una mezcla de otros deportes. Pero ninguno de ellos me era tan cercano. Ya en el segundo tercer año había avanzado más en ajedrez en ninguno de los demás juegos porque estaba jugando torneos.
¿Viste el encuentro Karpov-Korchnoi en Filipinas?
No, llegamos a Filipinas sobre un mes después de que hubiera finalizado. Fuimos a Baguio. Es un hermoso centro turístico en una ladera. Mientras estuvimos allí, mis padres me llevaron a ese sitio, "Mira, aquí es donde jugaron Karpov y Korchnoi. Fuimos a ver la sala. No lo sabía entonces por supuesto, Pero nueve años más tarde iba a ganar el mundial en la misma sala.
Una inspiración para el joven Anand: las grandes batallas entre Anatoly Karpov y Viktor Korchnoi. La primera fue una final de candidatos en 1974, en la que el ganador, Karpov, se convertiría en campeón del mundo por abandono, cuando quien detentaba el título, Fischer, no compareció para el encuentro. Después Karpov fue retado dos veces por Korchnoi: en 1978 en Baguio (Filipinas) y en 1981 en Merano (Italia). Karpov ganó los dos encuentros. |
¿Creíste subconscientemente incluso entonces que podrías optar por el ajedrez como carrera?
Probablemente sí. Nunca vi otra cosa como mi carrera. El momento en que se dudaría es primero en el "tenth standard" (equivalente a cuarto de E.S.O.) porque necesitas conseguir un grupo de tu elección y luego en el "twelfth standard" (equivalente a segundo de Bachillerato), cuando vas a pasar a la universidad. Hasta entonces, puedes aplazar la decisión y hacer como que ambas cosas son compatibles. Pero lo que claramente quería hacer era ajedrez. La razón por la que hubiera podido no haber elegido en el ajedrez sería si no hubiese obtenido progresos. Entonces empiezas a sopesar tus opciones de carrera. “¿Puedo ganarme la vida jugando al ajedrez?” y todas esas cosas.
Pero yo en esos momentos críticos obtuve resultados increíbles. Sobre "ninth standard" (equivalente a tercero de E.S.O.) logré progresos muy grandes; luego también en "tenth standard" (equivalente a cuarto de E.S.O.) tuve un buen año. Conseguí mi título de maestro internacional un poco antes. Así que eso era bueno. Y en "twelfth standard" (equivalente a segundo de Bachillerato), justo tras terminarlo, conseguí mi título mundial juvenil y el título de gran maestro en el lapso de pocos meses. Así que en los momentos en que podía haber dudado, no tuve necesidad de ello en absoluto. La elección llegó clara. Pero decidí ir a la universidad para mantener abiertas mis opciones. Tenía la sensación de que, como gran maestro, sería posible jugar al ajedrez para vivir. Sin embargo, también quería ir a la universidad porque sencillamente no quería perderme esa parte de la vida. No quería no haber ido nunca la universidad. Tras finalizar en la universidad, estaba claro. Ya era el número cinco del mundo. Tenía muy buenos resultados. En resumen diría que desde los seis años, a menos que viese muy buenas razones para no jugar al ajedrez, eso era lo que quería hacer. No había argumentos lógicos en contra.
En los 70s, Filipinas tenía a Torre. Finalmente India alcanzó a Filipinas como potencia ajedrecística. ¿Podemos especular que se debió a que Filipinas no tuvo un Anand, un jugador estrella que pudiese capturar la imaginación de la gente? ¿Podemos decir que es por eso por lo que fuiste capaz de iniciar una revolución ajedrecística en India?
Creo que es posible. Hay que decir que el efecto de Torre en Filipinas fue muy similar. Hubo un auge. Decayó al cabo de un tiempo. Pero Torre tuvo el mismo efecto y él tiene (creo) 15 ó 16 años más que yo. Así que el efecto también comenzó mucho más pronto en Filipinas, hacía 1974. Filipinas era un país asiático muy fuerte ajedrecística mente hablando. Ahora lo es menos, pero aún tienen un equipo decente. Claramente nadie ha llegado a la altura de Eugene. En India ha sobresalido más gente. India tiene varios jugadores entre los cien primeros, otro más entre los cincuenta mejores. También hemos avanzado en el ajedrez femenino. Tiene una base más amplia en India. La situación es comparable; ellos comenzaron mucho más pronto.
Una leyenda del ajedrez filipino: el GM Eugenio Torre¿Se necesita que surjan estrellas cada cierto tiempo para mantener alto el ambiente o pueden las infraestructuras mantenerlo funcionando?
Creo que son ambas cosas. No se trata de una cosa o la otra. Se alimentan mutuamente. Si ahora surgiese un jugador filipino muy fuerte, ya hay una base sobre la que puede construirse. Creo que se necesitan ambas cosas. Se necesita tener infraestructura, pero los niños ven muchos deportes y cuando se tienen alguien a quién pueden seguir, lo hacen. En España, el tenis y la F1 han crecido enormemente en los últimos tiempos. Se puede ver el efecto literalmente desde el día en que Alonso empezó a competir en la F1. Si él desapareciese, no creo que la F1 terminase allí. Se puede ver en Alemania que, tras Schumi, la F1 está decreciendo rápidamente. Se necesita un constante aporte de buenos jugadores para mantener una actividad viva. Para encender la imaginación de la gente.
Un factor muy importante son los torneos por grupos de edad. Se necesita esa cinta transportadora de sub-10, sub-12, sub-14 para poder seguir ascendiendo. ¿Cuál fue tu experiencia? ¿Pasaste los grupos de edad muy rápidamente?
Bueno, en aquel entonces sólo teníamos sub-16 y sub-20. Posteriormente encontraron que necesitaban subdividirlo tanto porque lo que estaba pasando era que los GMs estaban llegando tan fuertes a la edad de dieciocho años que se saltaban los mejores años del mundial juvenil. O quizá llegaban a grandes maestros a los 14 y entonces la gente tenía miedo de que nunca jugasen un mundial juvenil. En este momento diría que sub-20 no es tan importante; hay chicos de 17 años como Carlsen que no van a participar.
Aún es un resultado muy impresionante, pero no tanto como solía ser. Érase una vez gente como Spassky, Kasparov, Karpov, yo mismo que ganamos todos campeonatos mundiales juveniles en algún momento. Hasta alrededor de 1990 eso era un auténtico logro. Aún es bueno, pero Kramnik ya era tan fuerte a los 17 que no jugó el mundial juvenil. No ganó ninguno. Así que hay que mirar a los resultados infantiles sub-16. Ahora es necesario seguir los sub-14, sub-12 y ahí es donde te das cuenta de lo que están haciendo. Surya Ganguly, por ejemplo, jugó contra mucha otra gente como Aronian, Grischuk en las etapas sub-14, sub-16. Ahora todos ellos están en la cumbre del mundo del ajedrez.
Generaciones: (sentados) Mikhail Tal, Joel Lautier, Anand; (de pie) Bent Larsen,
Viktor Korchnoi, Garry Kasparov, Bessel Kok, Jan Timman, Boris Spassky
Creo que cuanto más pronto comienzas, mejores son tus opciones. El sistema está produciendo quizá jugadores muy jóvenes, que finalmente pueden convertirse en estrellas adultas. Casi es inaudito que alguien comience a los 16 y tenga alguna opción realista de llegar a lo más alto.
En cricket se tiene un camino muy claro. Juegas bien, entras en los zonales, Ranji y así sucesivamente. Todo el énfasis está en entrar en la selección de India. Una vez que lo consigues, el sistema se hace cargo. Cuando comenzaste en los 1980s, ¿cuánta infraestructura había?
Esencialmente el objetivo era llegar a ser gran maestro. Creo que había algunos sistemas de apoyo en India. Había unos pocos, digamos, patrocinadores o mecenas que cuidaban de los ajedrecistas, que les darían empleo cuándo llegarán a maestros internacionales. Cuando llegabas a gran maestro era cuando te pagaban para tomar parte en torneos. Como maestro internacional en algunas pruebas tenías algún tipo de compensación, pero esencialmente sabías que tenías que llegar a gran maestro para tener esa opción.
Yo tenía doble bonificación porque me convertí en campeón mundial juvenil y gran maestro. Fui invitado a pruebas muy prestigiosas, como el torneo Corus de Wijk aan Zee. Aquel fue un salto muy grande para mi. Y cuando lo gané, todas las puertas se abrieron. Comencé a recibir muchas invitaciones buenas. Básicamente aquello era lo que se necesitaba hacer. Había que ser gran maestro. Ahora hay muchos más grandes maestros de los que había en 1987, así que ahora probablemente necesitas un Elo de 2650 antes de que se haga cargo de ti el sistema. En mi época el Elo era de 2500 o 2550.
¿Has pensado en otra manera de hacer que la economía ajedrecística funcione? Hasta ahora la gente aquí ha sido muy precavida a la hora de hacer carrera en el deporte. Se supone que los ajedrecistas tienen una inteligencia por encima de la media así que presumiblemente tienen más opciones de hacer carrera. ¿Cómo sería una economía ajedrecística ideal?
Creo que en general es un sistema bastante bueno. Tenemos torneos en todos los niveles. Creo que una vez que el logras tu marca, de una forma u otra, o bien llegas a ser el mejor jugador de tu país o bien te conviertes en uno de los mejores del mundo. En el caso de Rusia, podrías ser el número ocho del país y aún tener que trabajar bastante para ser el primero. Pienso en el sistema tal y como es ahora, en tanto en cuanto sea estable. Hemos vuelto al sistema de tener sólo un campeón del mundo; eso es muy bueno para el juego. Y ahora muchos nuevos países están subiendo. Hay un noruego, Magnus Carlsen, que es cuarto del mundo; hay un italiano, hay un armenio, hay un ucranio. Así que ya entre los diez primeros se ve mucha diversidad, que es una cara muy interesante que presentar al mundo. Así que creo que el sistema es saludable. Ahora si mantenemos la estabilidad del campeonato mundial y crecemos a partir de aquí será muy próspero.
Creo que el razonamiento sigue siendo válido, cuando se llega a la edad de ir a la universidad, se puede ser muy bueno en ajedrez, pero puede que no se esté hecho para él. No se trata solo de que se puedes jugar al ajedrez, debes hacerlo. También tienes que querer ese estilo de vida, que tiene viajes, disputa de torneos... Es un tipo de vida diferente. A unos les gusta y a otros no. Quiero decir que hay ajedrecistas que lo mantienen durante 4 o 5 años, aman al ajedrez y luego dicen que ya no pueden soportar más los viajes y quieren intentar otras cosas. Es una decisión tan personal que no se puede influir. No obstante, si ves el planteamiento interesante tiras adelante.
Volvamos a los 80s. ¿Había una competición sobre quien sería el primer GM de India? Estabas tu y había otros jugadores prometedores, como el GM Barua. ¿Podrías describirnos aquellos años?
Realmente era una barrera mental. Alrededor de 1982 tuvimos esa idea de que, bien, en algún momento algún indio tenía que llegar a gran maestro. Parecía tan difícil de alcanzar. Era un gran muro. De alguna manera cuando estaba jugando, si la norma de GM estaba en 7, yo lograba 6 varias veces o incluso 6,5. Parecía que el último medio punto tenía truco. Una vez en el Reino Unido tuve una conversación con un árbitro. Me decía que en realidad cuando por fin llegase a GM sería muy suave. Seguirás fallando durante muchos meses hasta que en un momento dado serás lo bastante fuerte y lo conseguirás fácilmente, puede que incluso lo sobrepases. Así que no te inquietes por ello. Había tenido tres intentos. El primero en Calcuta, el segundo en Londres. Los fallé ambos por medio punto. En todos los casos tenía que ganar la última partida. Gané el mundial juvenil, que me dio una norma. Luego en Delhi la logré a falta de una ronda. No exactamente a falta de una ronda, sino que solo necesitaba las tablas en la última ronda y eso era mucho más fácil. En Coimbatore, incluso la superé. Necesitaba unas tablas en la penúltima ronda. Cuando por fin sucedió, me pareció que había borrado el pasado. Así que está claro que me había fortalecido mucho mientras intentaba lograr el título de GM.
Un Anand adolescente en su camino al título de GM
Resulta divertido que en los primeros dos o tres torneos tras llegar a GM no pudiera hacer norma de GM. Cuando te conviertes en gran maestro dejas de tener ese objetivo y de pronto no tienes ni idea de que estás haciendo o para qué estás jugando. A finales de aquel año tenía una profunda sensación de que tenía que apuntar a algo mucho más alto o de otro modo es fácil dejarse llevar. No obstante fue un gran logro. Recuerdo que cuando obtuve el mundial juvenil y el título de gran maestro estaba en todos los sitios en la prensa porque se veía como un auténtico gran logro. Por fin teníamos un gran maestro en ese juego intelectual y ese tipo de cosas.
Olvídate de convertirte en GM, había muy pocos indios que hubieran vencido a un GM en una partida de torneo. Estaba el Sr Aaron que había derrotado a uno…
Max Euwe…
Tu primera victoria fue contra el GM Mestel en 1985. ¿Puedes contarnos algo al respecto?
Para mi fue algo grande porque había derrotado por primera vez a un gran maestro. Por supuesto, posteriormente fui venciendo a otros grandes maestros con relativa facilidad, así que es divertido pensar en ello como en un hito. Tu observación es esencialmente correcta: el hecho principal que recuerdas de que has vencido a un GM significa que no habíamos vencido a muchos hasta aquel momento. Hablamos de la victoria de Barua sobre Korchnoi varios años. Mi victoria contra Mestel.
A comienzos de los 80s lo primero de todo era una gran barrera para convertirse en gran maestro, así que como resultado se tiende a mirar a gente que lo consiguió con un respeto reverencial y es difícil abrirse paso. En 1986 estaba derrotando a grandes maestros con bastante regularidad. Dejo de ser un logro; ahora tenía que ser conseguir una norma de GM, porque sabías que uno de ellos podía tener un mal torneo. El logro tenía que ser ganar el torneo o hacer norma de GM.
Volviendo de nuevo al ámbito de India en los 1980s, en la era de la preliberalización. Creo que tuviste problemas para viajar al extranjero a jugar torneos. ¿Puedes contarnos aquellos casos?
Teníamos este sistema: dado que necesitabas divisas, primero necesitabas que la federación aprobase tu viaje o que tramitase tu solicitud al ministerio de deportes, que la validaría. No recuerdo exactamente cual era el proceso. Del ministerio de deportes íbamos a aviación civil, con la aprobación del ministerio de deportes, y ellos nos emitían un billete de avión para Air India. Una vez tenías ese billete, ibas al Banco de la Reserva y obtenías la aprobación para adquirir divisas. Entonces estaba una sucursal de SBI o Thomas Cook, en algún sitio de Delhi, donde podías comprar divisas. Siempre me acuerdo que era a alguna hora realmente tardía. porque el billete lo expedían solo a las cinco de la tarde. A las nueve iríamos a ese Thomas Cook, que estaba abierto hasta tarde, conseguíamos nuestra moneda extranjera y el vuelo era hacia las 23:30. Era divertido porque incluso si pensaba en volar a Colombo había gente que iba a Delhi para obtener su autorización para adquirir divisas, daba toda la vuelta y luego volvía. A veces sucedía que llegaba tarde a los torneos porque la autorización no llegaba con suficiente rapidez.
Pasaríamos unos dos días rebotando entre esos diversos ministerios en Delhi. Es una historia que ya no puedo contar nunca más a nadie, porque India se ha liberalizado tanto que no es posible explicarlo. Para resumir, ahora si tienes la posibilidad de ir y no vas es porque no tienes dinero, no debido a la normativa. En aquella época las normas eran bastante absurdas.
Teniendo eso en cuenta, si hubieras tenido elección, ¿habrías preferido comenzar tu carrera ahora?
No estaba triste. Para ser justo, el ministerio de deportes nos daba mucho apoyo. Siempre nos daban algo de ayuda para ir a torneos importantes: un torneo importante al año y luego a alas olimpiadas. Si nos clasificábamos para cualquier mundial, siempre lo aprobaban con bastante facilidad. FERA [Foreign Exchange Regulation Act, Ley del Tipo de Cambio de Divisas] era una molestia, pero no estaba dirigida contra el ajedrez. El ministerio de deportes apoyaba mucho al ajedrez por los resultados que había logrado hasta entonces. Tenían que financiar también otros deportes. En ese sentido la estructura de apoyo era buena.
No tenía realmente ese sentimiento de que debería haber comenzado en otro lugar. Sin duda, si hubiese nacido en la Unión Soviética hubiera sido entrenado de una forma distinta. Debido a que era el mejor indio, también tenía un cierto caché. Muchos organizadores me invitaban primero a mi porque era el mejor jugador de India, así que tenían un estupendo jugador asiático que llevar al torneo. Hubiera tenido que ser el tercer o cuarto mejor ruso para obtener una invitación. Así que sus ocho mejores puede que hayan tenido un entrenamiento mejor que el mío, pero creo que al final la cosa se nivela. Realmente es un problema de lo que se hace con las oportunidades que se tienen. Me las arreglé muy bien y conseguir el título de GM durante la universidad también fue muy hermoso, porque me quitó toda la presión de encima. Iba a la escuela de comercio, pero interiormente sabía que no iba a ser contable.
¿Eras una estrella en la universidad? ¿Te apuntaba la gente con el dedo y decía “¡Oh allí está Anand!”?
Sí y siempre querían que apareciese para los actos culturales. Me hacían desfilar por allí para que pudiesen ligar con chicas (Risas). El director y todos ellos eran muy afectuosos. El subdirector me preguntaba: “¿Por qué has venido a la universidad? Te hemos dado todo el permiso que quisieras”. Yo diría: "No, no. Quiero encontrarme con los muchachos". Se alcanzó el punto en el que había muy poca resistencia a perder clases siempre y cuando acudiese a los exámenes.
Has mencionado a la Unión Soviética. En retrospectiva, tu éxito parece increíble porque los Soviets tenían un sistema muy amplio de captación y entrenamiento de talentos, no solo en lo que respecta al ajedrez, sino también para otros deportes. Tenían jugadores de talla mundial, de manera que hubieras podido tener compañeros de entrenamiento. Además de los Soviets estabas tu y estaba Fischer. Fischer al menos tenía la ventaja de provenir de EE. UU., que es un país rico. Tu tampoco tenías esa ventaja. ¿Crees que hubieras sido un jugador más fuerte aún si hubieses pasado por el riguroso entrenamiento de la “Escuela Soviética de Ajedrez”?
No, creo que mis días en el Club Tal [en Madrás] fueron más importantes que un entrenamiento. Hoy en día se ven muchos chicos como Magnus Carlsen que no llegan a través de un entrenamiento. Llegan de jugar al ajedrez en Internet. En vez de ir a un gimnasio, juegan cuarenta partidas al día en un servidor. Se pueden ver los resultados. Se pueden ver los reflejos tácticos que tienen. El entrenamiento ayuda; tiene su papel, no lo it has its role, no lo desmerezcamos. No creo que sea necesario en esa fase.
Anand en 1988
Casi diría que esa es la inspiración de lo que estamos haciendo en la Academia NIIT de Campeones de la Mente. Intentamos introducir a los niños en el juego y dejarlos jugar entre si. Creemos que eso es el 90% del trabajo. Si alcanzas un cierto nivel, que es tan fácil hoy en día, y la tecnología ha salvado la brecha que teníamos en los 80s con la información y todo eso. En los 80s, por ejemplo, con el Chess Informant, esperábamos durante cuatro meses, seis meses después de haber sido publicado. Si algún amigo tenía que viajar a Filipinas a un torneo incluyo lo podría comprar allí antes y tenías esa ventaja sobre tus rivales durante tres semanas. Y tenías muchos de los últimos avances que podías usar contra ellos. En estos tiempos de mirar partidas en directo y de descarga instantánea de bases de datos completas es difícil imaginar aquel mundo.
La tecnología ha equilibrado bastante la competencia. Por ejemplo, no hay grandes desventajas en el ajedrez por ser australiano. Si mejoras, las opciones están ahí. Es muy fácil jugar contra quien quieras. Para alguien de una remota parte del mundo, siempre que se tenga conexión a Internet, se puede practicar, interactuar con gente y acceder a las fases iniciales. Ahora es solo cuestión de si mejoras lo suficiente. Sin desmerecer al entrenamiento y los torneos, pero esto es una gran ayuda. Es por eso que en la academia es importante para me que simplemente comiencen aprendiendo a jugar. Juegan unas pocas partidas con sus amigos en la escuela y adquieren el hábito de jugar a menudo.
No tengo la impresión de que el entrenamiento fuese un problema (para mi). Cuando me estaba preparando para los encuentros de candidatos, entonces sí que el entrenamiento era muy importante. Si te metes en esto, con una actitud de “¡Oh! He jugado unas pocas partidas relámpago!” entonces estas adentrándote en ello un poco inocentemente. Allí necesitas a alguien que te guíe a través de algunas estrategias del mundo real, que tus oponentes pueden hacer. (El entrenamiento) no es necesario en una fase temprana. No creo que eso sea ninguna desventaja.
Los Soviets tenían la Casa de los Pioneros. ¿Es la Academia de Campeones de la Mente algo de ese estilo? ¿Quieres ampliar las fuentes del talento para ver quien tiene esa habilidad?
Es muy similar. Aquellas casas de pioneros tenían un hombre. Los niños que tenían la oportunidad de ir allí tenían tableros de ajedrez, la atmósfera, la infraestructura se creaba de forma que si querían jugar, podían jugar. Rusia no necesitaba empujar mucho a sus niños, lo hacían de manera natural. El trabajo de aquel hombre era la de una especie de posibilitador, de hacer que las cosas sucedieran y si alguien era interesante, señalarlo. Un nivel muy básico y luego avanzaría a posteriores fases.
Nuestra idea es muy similar a ese concepto completo. Esperamos que haya alguien en cada academia que quizás sea muy apasionado por el juego y que eche la bola a rodar. La idea no es meterse a entrenar. Eso es para otros. Nuestra idea es sencillamente que millones de niños aprendan a jugar. Nuestro planteamiento va por ese lado, así que si en los próximos años puedo crecer de una base de estudiantes de 2,5 millones a digamos diez millones, entonces el número de niños que están participando es 170.000 y podemos ampliar a digamos medio millón. Esas son las cifras que estoy deseando. La idea no es ir de uno en uno. La idea es captar a muchos niños para el ajedrez. De forma automática, eso será maravilloso también para el deporte. La idea es que jugar al ajedrez los ayudará a invertir su tiempo de forma más productiva y también de mejorar un poco sus habilidades académicas.
Te estás convirtiendo en un beneficio indirecto porque también estás aumentando el público potencial del ajedrez.
Exactamente. El mayor obstáculo para el ajedrez como deporte de espectadores es que la gente no sabe las reglas. De hecho no es que no pueda ser un juego para ver, sino que tiene ese obstáculo inicial. Si no sabes las reglas no tienes ni idea de lo que pasa. Ni siquiera puedes ver un objeto moverse. Ese es el obstáculo más grande. Por eso este proyecto me emociona. Si diez millones de personas de alguna manera entran en contacto con el juego en algún momento, simplemente aprenden las reglas, entonces sabes que algún día, incluso si no se han tomado el ajedrez en serio, puede que quieran verlo y obviamente esa es una gran oportunidad para el deporte. Así que el mayor obstáculo simplemente será ponerlos en contacto con el juego. Sin duda tenemos aún un carácter muy regional. El ajedrez siempre estuvo extendido en Tamil Nadu y el Sur. Tenía un punto de apoyo en Bengala y Maharasthra también. Esos era los bastiones del ajedrez. El Nordeste, el Norte por regla general casi no tienen vida ajedrecística real. Aquí hay un efecto nivelador, estamos enseñando ajedrez en varias áreas donde el ajedrez nunca tuvo apoyo. Y eso también es muy emocionante para mi.
Sriram Srinivasan, Viswanathan Anand y Jaideep Unudurti en el momento de la
entrevista
Muy pronto les ofreceremos la segunda parte (de tres)