Frederic Friedel:
El recorrido del caballo
En febrero de 2003 un niño de 9 años causó sensación
en el programa concurso de la televisión alemana Wetten dass..?,
que correspondería aproximadamente con lo que en la televisión
española se conocía como ¿Qué apostamos?
y cuyo formato consiste en que un grupo de candidatos proponen una serie de
pruebas que aseguran ser capaces de superar en directo, delante de las cámaras.
Por ejemplo, descorchar una botella de vino usando un sacacorchos unido al
tren de aterrizaje de un helicóptero.
El
chico se llama Xaver Neuhäusler y procede de Bavaria. La apuesta era que podía
completar un recorrido del caballo por el tablero de ajedrez, completamente
de memoria, empezando por cualquier casilla.
Lo que se conoce como recorrido del caballo (en inglés, knight's
tour) es una secuencia de 64 jugadas con el caballo ejecutadas de forma
que sólo pase una vez por cada casilla del tablero. Se le taparon los
ojos a Xaver y la casilla de inicio se le iba comunicando cada vez. Sin mucho
esfuerzo el muchacho iba dictando la secuencia de 64 casillas que servían
para completar el recorrido perfecto.
La reacción del público alemán antes ese logro fue arrolladora:
los periódicos dieron cuenta de ello, la gente lo discutía en
trenes y autobuses, en oficinas y escuelas y recibimos docenas de llamadas
pidiéndonos que contásemos la historia en nuestra web.
Bueno, pues eso es lo que estamos haciendo. Y nos conduce a un pequeño
dilema. ¿Deberíamos no sólo contar la historia que ha
producido semejante enorme interés sobre un tema relacionado con el
ajedrez? ¿Deberíamos unirnos a las especulaciones sobre el descubrimiento
de un futuro campeón de ajedrez o al menos dar testimonio de un hecho
prodigioso de pura genialidad? ¿O deberíamos dar una visión
más profunda? ¿Incluso si quita momentos de gloria a un niño
de 9 años? ¿Aplaudiría alguien si derribamos un mito
que ha movido a un país? Podrán ver nuestra decisión
al final del artículo. Pero primero echemos un vistazo a la mecánica
del recorrido del caballo.
Antecedentes tempranos
El recorrido del caballo sobre un tablero de ajedrez, según
se formuló originalmente, es una secuencia de jugadas efectuada con
dicha pieza de forma que se recorra todo el tablero, visitando cada casilla
sólo una vez. Las preguntas formuladas eran si el caballo podía
efectivamente andar dicho camino y, en caso afirmativo, cuantos tipos de recorridos
son posibles.
A la primera cuestión se respondió en el siglo IX, en un manuscrito
árabe de Abu Zakariya Yahya ben Ibrahim al-Hakim. El autor menciona
dos recorridos, uno de Ali C. Mani (que de otra forma hubiese sido un desconocido
jugador de ajedrez) y el otro de Al-Adli ar-Rumi, que tuvo su momento más
floreciente hacia 840 y se sabe que escribió un libro sobre el Shatranj,
la forma de ajedrez popular por entonces.
Un recorrido cerrado es aquel en el que la casilla final está
a un salto de caballo de la casilla inicial, como en el caso del segundo ejemplo
anterior. El maestro de Shatranj, As-Suli, que fundamentó sus trabajos
en los de Al-Adli (al que criticó), publicó los siguientes dos
recorridos cerrados:
El primer ejemplo muestra una simetría axial perfecta en la mitad
izquierda del tablero, mientras que el segundo se compone de dos recorridos
de la mitad del tablero casi simétricos.
El primer estudio matemático amplio del recorrido del caballo fue
presentado por el matemático del siglo XVIII Leonhard Euler (1707–1783)
a la Academia de las Ciencias de Berlín, en 1759. La Academia había
propuesto un premio de 4000 francos para la mejor memoria sobre el problema,
pero la recompensa nunca se llegó a adjudicar, probablemente porque
Euler era en aquella época el Director de Matemáticas de la
Academia de Berlín y suponemos que como tal no podía optar al
galardón.
Si quiere aprender a pelo un recorrido del caballo cerrado, escoja uno cualquiera
de los anteriores diagramas de Leonhard Euler. Aprender un recorrido cerrado
tiene la importante ventaja de permitirle empezar por cualquier casilla del
tablero y poder completar el recorrido desde ella.
¿Cuantos recorridos hay?
El número de recorridos posibles es sorprendentemente enorme. En realidad
es tan grande que su cuenta está fuera del alcance humano, incluso
empelando los más rápidos ordenadores existentes en la actualidad.
El problema debe abordarse de otra manera. En 1995 Martin Löbbing e Ingo Wegener
proclamaron que el número total de recorridos del caballo era 33.439.123.484.294.
Obtuvieron ese resultado tras hacer trabajar a 20 estaciones de trabajo Sun
durante 4 meses.
En 1997 Brendan McKay usó otro método (dividiendo el tablero
en dos mitades) y obtuvo como resultado 13.267.364.410.532. Para darle una
idea de la magnitud de dichas cifras, un ordenador investigando los recorridos
a la velocidad de un millón de recorridos por minuto necesitaría
más de 25 años para calcular el número de recorridos
dado por McKay.
El recorrido mágico
Si realmente quiere saltar a la fama no debería sólamente
aprenderse uno de los recorridos cerrados mostrados más arriba, sino
que debería lanzarse a por el recorrido mágico.
Si se numeran los saltos del caballo en un recorrido mágico resultará
un cuadrado mágico. Se trata de una disposición de los números
de 1 a n en una matriz, en la que cada número aparece sólo
una vez y en la que la suma de las entradas en cualquier fila, clumna o diagonal
es la misma.
Los recorridos completamente mágicos no son posibles en tableros de
n x n casillas, con números impares y se cree que tampoco
son posibles en el tablero de ajedrez de 8x8. El recorrido "más
mágico" del caballo en un tablero de ajedrez es el que se ilustra
en la imagen superior izquierda, en el que las diagonales principales suman
348 y 168. Combinando dos medios recorridos, como en la imagen de la derecha,
se puede obtener un recorrido completamente mágico, en el que las diagonales
suman 260, pero los puntos 32 y 33 no están unidos por un salto de
caballo de ajedrez.
Todos los recorridos mágicos de un tablero de ajedrez normal aparecen
listados aquí.
Hay 131 formas geométricas distintas.
Practicando el recorrido del caballo
En el siglo XIX H. C. Warnsdorff presentó un método práctico
de counstruir recorridos del caballo (Des Rösselsprungs einfachste und
allgemeinste Lösung, Schmalkalden, 1823). El objetivo es simplemente evitar
crear fines de trayecto, es decir, casillas en las que el caballo no pueda
continuar, al tener que saltar a una casilla ya visitada. Por esa razón
las posibles casillas deben examinarse antes de cada salto. Se cuenta el número
de posibilidades nuevas de salto que cada una tiene y se mueve a la que tenga
el número más bajo de nuevas opciones de salto.
Si quiere probar este método puede hacerlo en esta
excelente página de Gunno Törnberg. Contiene una aplicación
en Java que demuestra la eficacia de la regla de Warnsdorff. Al hacer clic
en una casilla se muestran todos los saltos legales, así como el número
de nuevas posibilidades de cada uno. Sólo tiene que escoger el valor
más bajo, o uno de ellos si hay varias posibilidades con la misma cifra.
He aquí
una sencilla aplicación que le permitirá practicar el
recorrido del caballo en general. En el mismo lugar hay también otra
aplicación que le resolverá el recorrido desde cualquier
casilla inicial.
El anterior es un delicioso programilla
(Un archivo ejecutable - exe - de 28 KB) que puede emplear para practicar
el recorrido del caballo.
Otro programa
en Delphi mayor (un ejecutable de 434 KB) le permite practicar y resolver
el problema, incluyendo los recorridos cerrados. En caso de que su interés
sea más amplio, el autor facilita el código fuente es su página
sobre el recorrido del caballo.
¿Cuán grande es la dificultad?
Volvamos a nuestro niño de 9 años del programa de televisión.
Como se mencionó al inicio de este artículo. Xaver Neuhäusler
fue capaz de completar a ciegas una recorrido del caballo desde cualquier
casilla inicial que le facilitase el presentador. ¿En que medida resulta
prodigioso este acontecimiento? ¿Hasta qué punto debemos sentirnos
impresionados?
Para comprobar el esfuerzo requerido para aprender el recorrido del caballo,
le preguntamos si podía hacerlo a un huésped que nos visitó
durante el fin de semana en el que se difundió el programa de televisión
en cuestión. Elizabeth
Pähtz es la actual campeona mundial sub-18 y estaba en Hamburgo para jugar
el primer Campeonato
de Alemania por Internet. "Solía ser capaz de hacer el recorrido
del caballo cuando era niña", nos dijo Elli, "pero he olvidado como
era" Así que le pedimos que lo aprendiese otra vez.
Empleando un recorrido del caballo de su elección, Ellicomienza a estudiarlo
de memoria.
¡No es tan fácil como parece!
Con algo de esfuerzo, Elli fue capaz de dominar el recorrido en 40 minutos.
Debe mencionarse que estaba en dolorosas circunstancias, debido a que le habían
extraído las muelas del juicio unos días antes. Así que
había algún problema con la motivación.
¿Y qué pasaría con alguien que no es un fuerte jugador
de ajedrez?. Thomas Friedel, de 20 años, dejó el ajedrez de
competición a los 14 años y ahora es un programador de pura
sangre. ¿Podría algún algoritmo mental servir para la
tarea?
Tras 12 minutos de estudio del diagrama Tommy anunció que podía
hacerlo. Y ciertamente, con Elli comprobando las jugadas, completó
el recorrido del caballo ayudándose con un tablero vacío.
Con alguna dificultad, Tommy fue capaz de dictar las casillas sin mirar al
tablero. Sólo pudo hacerlo desde una casilla inicial, pero apostó
que con medio hora de práctica lo lograría desde cualquier punto
del circuito cerrado. Quizás una hora, para hacerlo con más
fiabilidad, dictando las casillas con una venda en los ojos.
Perdón Xaver, por desmitificar tu gran actuación. Y perdón
a todo el mundo por haber roto la magia. Sólo podemos terminar dándoles
el siguientes consejo: escoja uno de los recorridos del caballo que les facilitamos
anteriormente, invierta una o dos horas en aprendérselo, use uno de
esos brillantes programillas para practicarlo y prepárese para su momento
de gloria. Si no puede acceder a un programa de televisión, al menos
es un gran truco para quedar bien en una fiesta.
Apéndices
Hay dos cosas que me gustaría añadir que surgieron una vez
publicado el artículo. La primera es que el programador de Hamburgo
Tim Spitzer grabó el programa Wetten dass..? y lo reprodujo
lentamente. De este modo pudo reconstruir el recorrido del caballo cerrado
que usó Xaver Neuhäusler. Aquí lo tienen:
Los recorridos del caballo de George Koltanowski
El segundo aspecto lo sometió a mi consideración un viejo amigo
al que no había visto desde hace muchos años. Tras leer mi artículo
me escribió para recordarme el más destacable recorrido del
caballo del que ambos hayamos sido testigos. Debo admitir con vergüenza
que se me había pasado completamente cuando traté el tema de
la joven estrella alemana de la televisión.
Sucedió hace muchos años, en un club de ajedrez de Estados
Unidos, donde un maestro a la ciega estaba dando una demostración de
sus extraordinarias habilidades. En un momento dado pidió un ayudante
entre el público y yo fui empujado y conminado por mis amigos a subir
al escenario. Una vez allí el maestro me dio un taco de notas adhesivas
y me pidió que escribiese nombres, palabras y números dictados
de forma aleatoria por el público. Cada nota se fue colocando en un
gran tablero mural, empezando por la casilla a8, siguiendo secuencialmente
hasta h1.
El público facilitó una gran variedad de palabras: nombres
de ciudades, familiares, números de teléfono, expresiones abstractas.
Era algo como: Dayton, Margaret-Lee Farrow, orgullo antes de caer, 212-783-4529,
Skippy el perro de mi papá. Mientras sucedía todo esto, el maestro
estaba sentado en su silla, escuchando al público, charlando con ellos.
Estaba completamente relajado y no hacía ningún esfuerzo visible
por memorizar las notas.
Una vez que se cubrieron todas las casillas, se vendaron los ojos del maestro.
Entonces pidió que alguien del público dijese las coordenadas
de una casilla del tablero. Empezando por ella, comenzó a repetir las
palabras y los números, mientras yo iba retirando las notas del tablero
mural. El orden de las notas resultó ser un perfecto recorrido del
caballo. Creo que sólo se equivocó ligeramente en una o dos
expresiones, del tipo Margaret-Mae Farrow en vez de Margaret-Lee. Acertó
todos los números perfectamente.
Ahora es una hazaña verdaderamente destacable. Todos quedamos muy
impresionados ¡Y no menos por el hecho de que el maestro estaba próximo
a los 90 años! Se trataba de George Koltanowski, uno de los más
grandes mentalistas que han existido.
George Koltanowski, 1903-2000, copyright (C) San
Francisco Chronicle 2000
George Koltanowski nació en Amberes el 17 de septiembre de 1903. Desarrolló
sus prodigiosas habilidades memorísticas estudiando juegos de memoria
cuando era niño y estuvo muy enfermo en cama durante un par de años.
A los 14 empezó a jugar al ajedrez y a los 21 jugó y entabló
con Siegbert Tarrasch en el torneo de Merano de 1924. A principios de los
años treinta era el mejor jugador belga, venciendo a Akiba Rubinstein
en Amberes en 1931 y entablando con Alekhine en Hastings 1936/37. Le fue reconocido
el título de MI en 1950 y en 1988 la FIDE le concedió el título
honorífico de Gran Maestro.
Koltanowsky logró varios records en otra área del ajedrez.
Durante siglos, los más grandes maestros del mundo pusieron a prueba
sus mentes jugando a la ciega. Durante mucho tiempo se creyó que una
si,multánea de tres partidas a la ciega era el límite de la
capacidad humana. Entonces, en 1933, Alexander Alekhine jugó con éxito
32 partidas simultáneas a la ciega. Posteriormente otros grandes maestros
hicieron polvo el record de Alekhine. Koltanowski estableció el actual
record, jugando 56 partidas a la ciega, en San Francisco en 1960. Jugó
las partidas de forma secuencial, a 10 segundos por jugada, durante 9 horas,
puntuando +50 =6. También dio enormes sesiones de partidas simultáneas
con el tablero a la vista, jugando 271 partidas en 1949 y 110 en 1955. Algunas
de ellas se describen en el artículo titulado The
Einstein Factor (El factor Einstein), que es de muy fácil
lectura y explica en términos generales porqué todo el mundo
debería jugar al ajedrez.
Cuando los Nazis entraron en Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial,
varios de sus familiares murieron en el Holocausto. Koltanowski estaba de
gira ajedrecística en América Central y se le permitió
emigrar a Estados Unidos, principalmente porque un consul en Cuba aficionado
al ajedrez quedó encandilado por una de sus demostraciones. Empezó
a escribir una columna para el San Francisco Chronicle. Había completado
las 19.000 entregas cuando murió a resultas de complicaciones tras
un fallo cardíaco, en febrero de 2000, a los 96 años.
Tienen una completa necrológica en los archivos del San Francisco
Chronicle: Grandmaster
Of Chess, George Koltanowski.
Frederic Friedel