03/02/2003 – En la cuarta partida Kasparov conducía las negras. Inicialmente fiel a su estilo, arrancó con una Defensa Siciliana... pero la variante Taimanov, en la jugada 8 se convirtió en una formación erizo que sacó al programa del libro. ¿Sucedería lo mismo que en la primera partida? Los indicios parecían augurarlo y los Grandes Maestros que comentaban la partida también. Con h3 y f3 el blanco dejaba agujeros negros frente a su enroque. Kasparov maniobraba a distancia, con la dama en b8 y el alfil en a8. Y en esto
Deep Junior, como si estuviese cansado de la guerra fría, abrió las hostilidades en el flanco de dama: b4, a4, a5... Pronto situó un peón en b6 despreocupándose del material. En la jugada 49 el ordenador tenía un peón de más, que era precisamente el susodicho peón de b6. Pero las cuatro torres estaban presentes en el tablero y, una vez que se bloqueó el flanco de rey, las partes acordaron tablas, pues aunque el ordenador opine que su posición es ventajosa, no tiene forma de progresar. Kasparov aguantó el tipo y el miércoles, con blancas, tendrá su penúltima oportunidad de romper el marcador a su favor.
Para reproducir la partida.
Reportaje con fotos.