ChessBase 16 - Mega package Edition 2022
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Precisamente allí, se ha desarrollado anualmente el famoso torneo memorial “Carlos Torre Repetto”, ya cercano a su XXXII edición y que tantas alegrías ha traído al ajedrez mexicano y latinoamericano en general.
Pero allí también reside un personaje que ha estado ligado al ajedrez local por más de 30 años y que recién le fue celebrado su 70 aniversario de existencia con una concurrida conferencia. Nos referimos al maestro internacional de ajedrez Ramón Huerta Soris.
El maestro Huertas Soris, es de origen cubano y gracias a su trabajo a favor del ajedrez mexicano ha sido acogido como un hijo más; hecho que le hace sentir legítimamente merideño.
Hemos sido amigos, colegas, compañeros de ruta por más de 30 años; hemos compartido, sueños, proyectos y frustraciones; y siempre hemos estado atentos por participar o apoyar movimientos a favor de la noble causa del ajedrez en las escuelas.
Además, Ramón Antonio, ha sido el entusiasta prologuista de mi libro “Ajedrez patrimonio cultural de la humanidad” y asiduo participante en programas de difusión ajedrecística.
En esta oportunidad, en Conversando con … accedió a una entrevista en la cual intentamos explorar algunos de los recovecos de su mente ágil, prolífica y siempre joven. Por la extensión de la misma, la dividimos en dos partes.
Uvencio Blanco Hernández: Entre tus estudios se encuentran los relacionados con Química y posgrados en Enzimología, Inmunología Básica e Inmunología Clínica. Los mismos te permiten tener una visión un poco más amplia respecto al tema de la pandemia que actualmente nos afecta y que está transformando al mundo. ¿Cómo te las has arreglado para sobrellevarla y qué impacto está teniendo sobre los merideños y en particular en el ajedrez mexicano?
Ramón Huertas Soris: Soy profesor desde mi médula, la mayoría de las veces que hablo intento trasmitir conocimientos. Esta pandemia es una crisis y como tal tiene una componente de utilidad, en este caso para reconsideraciones del ser humano sobre su mundo interior en las que se ha favorecido el ajedrez, apto totalmente para trasmitirse online. Efectivamente la docencia del ajedrez ha incrementado su demanda y los docentes del lenguaje ajedrez, en México y el mundo todo, debemos promover más que nunca el optimismo hacía el futuro humano.
Desde tu confinamiento has continuado ejerciendo una función pedagógica. ¿Podrías hablarnos de tu desempeño en un ambiente eminentemente digital y para el cual estábamos poco preparados?
Enfrento dos tareas polares: ajedrez en edades tempranas en que oriento a docentes que imparten ajedrez online y ajedrez de alto rendimiento atendiendo a la preselección sub-16 de México; en ambos casos han surgido totales limitaciones en lo presencial y lo productivo ha sido haber encontrado nuevas vías y procedimientos usando la tecnología digital. Considero que la enseñanza al servicio de la formación humana integral ha ganado terreno en esta crisis porque, imprescindiblemente, debemos convocar a los educandos a un proceder educativo centrado y sustentados en mejores estados de consciencia de los que aprenden; ambas cosas sirven tanto para infantes como para ajedrecistas que ya coquetean y rozan la maestría en ajedrez.
El maestro Huerta Soris es gran aficionado a la cría de gallos de pelea; actividad que le ha rendido satisfacciones. Para ti, uno de tus oficios más preciados es el de entrenador de ajedrez; un área de trabajo particularmente compleja. Cuéntanos sobre tu experiencia durante estos últimos 30 años en México.
En 1968 me tocó ser el docente de un equipo muy fuerte de todavía escolares, que logro medallas nacionales. En 1971 actué como entrenador de un aspirante al título nacional juvenil sub-20 en Cuba que alcanzó el subcampeonato y a finales de ese año asumí la responsabilidad de entrenar a una jugadora que había sido dos veces campeona nacional antes de retirarse por tres años, Nora Laya Cabrera, la que para retomar el título debía destronar a la que por tres años se había coronado campeona, Asela de Armas; fue un reto muy fuerte entrenar a una jugadora de muchísimo talento pero muy desvinculada en teoría y práctica ajedrecística, fue muy intenso ese entrenamiento que sí culminó exitosamente.
Durante un taller de ajedrez para padres (2019)
En 1975 se me acercó un niño que rebasaba mi pasión y mi tiempo que compartía como profesor de Química y el demandante ajedrez competitivo, se trata del hoy GM Jesús Nogueras, era incansable y trabajamos muy duro mientras yo maravillado lo veía crecer casi por día: pronto mejor promesa juvenil cubana, convertirse en el Gran Maestro más joven del mundo en ese momento y Campeón Nacional de mayores; más tarde ascendería a eliminatorias de candidatos. A mí, estos retos asumidos me proyectaron a hacerme Maestro Internacional, a integrar la preselección nacional y a contar con 2440 de Elo que en ese tiempo era considerado alto en Cuba.
En 1985 pasé a convertirme en el entrenador de la Preselección Nacional Juvenil, que en corto tiempo logró ganar dos veces el campeonato nacional de mayores, dos coronas panamericanas sub-20 y con el ahora gran maestro Walter Arencibia Rodríguez, el Campeonato Mundial Juvenil en Gausdal 1986. Debo destacar que la mayoría de los juveniles de estas preselecciones se titularon como GMs. Dos novedades en la preparación determinaron tales altos resultados: la investigación teórica en las aperturas con carácter de trabajo en equipo y el entrenamiento diferenciado en táctica. Futuras experiencias con el equipo nacional de Costa Rica y con jóvenes talentos en México demostraron que los altos títulos magistrales sí podían lograrse con dichos métodos.
En el ajedrez, como en la mayoría de los deportes, se estima que el entrenamiento con mujeres es diferente al de los hombres. Recientemente vimos a una de tus pupilas, la joven Lili Ivón Fuentes Godoy de México, ahora WMI con media norma de WGM, acompañarte en la conferencia que, sobre ajedrez y emociones, nos diste esta semana con motivo a tu 70 cumpleaños. ¿Pudieras referirnos en qué consiste tal incompatibilidad y cómo la manejas?
He entrenado a varias jugadoras femeninas que alcanzaron titulaciones magistrales y he podido apreciar que sus puntos fuertes y puntos débiles difieren en aspectos claves del ajedrez masculinos. Las féminas por una reversible programación educativa/cultural, factible de revertirse, tienen procesos mentales más lentos, pero la componente intuitiva más desarrollada hace en las ajedrecistas una buena compensación al citado punto débil. Es reconocido que una excelente orientación espacial es más natural en hombres, pero las mujeres compensan con tomas de decisiones asumidas con mayores grados de compromiso y seriedad. En conclusión, desde ya hace años hemos propuesto que el entrenamiento ajedrecístico debe ser centrado inicialmente en los puntos fuertes, por lo que se aprecia que hay diferencias en el entrenamiento que procede en ajedrez femenino y masculino. Por ejemplo, la mencionada ajedrecista nos mostró desde niña una muy desarrollada capacidad para mantener la moral competitiva y la energía alta en posiciones inferiores logrando revertir la ventaja, dicha cualidad es muy poco frecuente entre ajedrecistas masculinos y nos basamos mucho en ella para su entrenamiento.
Eres un profesional que a lo largo de tus escritos y conferencias has introducido nuevos conceptos asociados al ajedrez. En ese sentido, ¿qué significado tiene la expresión “Personalidad Optima del Ajedrecista” (POA)?
El rendimiento deportivo combina facultades con actitudes, las primeras están en función de las esferas cognitiva y psicológica, siendo particulares para la disciplina de que se trate; las segundas, son esencialmente dependientes de procesos volitivos y son aplicables a cualquier disciplina, son generales. Queda manifiesto que las tres esferas, la cognitiva, la psicológica y la volitiva actúan como fundamentos del rendimiento en ajedrez, que en proporción adecuada definen una personalidad teórica de aspiración que llamamos Personalidad Optima del Ajedrecista.
Continuará ...
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