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Gregory Peck, actor norteamericano de dilatada carrera cinematográfica, era un gran aficionado al ajedrez. Estaba dotado de gran talento para la actuación al mostrar varias de las virtudes esperadas en un grande del cine: carisma, elegancia, cultura, atractiva presencia física, caballerosidad, naturalidad, sentido del humor, filantropía y respeto por el oficio.
Hace 20 años fallecía uno de los más grandes actores de la cinematografía mundial: Gregory Peck. Venido al mundo el 5 de abril de 1916 en la ciudad de La Jolla en San Diego - California, estudió en la Universidad de California en Berkeley, donde conoció el teatro en el Neighborhood Playhouse School of the Theatre, arte que le llevaría hasta el estudio de Lee Strasberg en Nueva York, y de allí a los estudios de Hollywood.
Peck, un "mito del cine clásico" y un hombre íntegro y honesto en su vida personal y profesional.
La Vanguardia
Peck era conocido por ser un ávido lector y disfrutaba discutiendo literatura con sus compañeros de reparto. Según un artículo en Factinate, la abuela de Peck lo llevaba al cine una vez a la semana cuando era niño, lo que tuvo un impacto en su futura elección de carrera.
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Durante más de tres décadas se mantuvo como estrella y protagonista de filmes clásicos como: Las llaves del reino (1944), Spellbound (1945), Duelo al sol (1947), La barrera invisible (1947), Cielo amarillo (1948), David y Betsabé (1951), El mundo en sus manos (1952), Vacaciones en Roma (1953), Moby Dick (1956), Horizontes de grandeza (1958), La hora final (1959), Los cañones de Navarone (1961), La conquista del Oeste (1962), Matar a un ruiseñor (1962), El oro de Mackenna (1969), Yo vigilo el camino (1970), La profecía (1976), El general rebelde (1977), Los niños del Brasil (1978) y Gringo viejo (1989), entre otros.
Peck es uno de los actores más premiados por la industria y crítica cinematográfica. Entre sus lauros destacan: el Premio Óscar al mejor actor en 1962 por “Matar a un ruiseñor”. También recibió nominaciones para el Óscar por su actuación en Las llaves del reino (1944), The Yearling (1946), Gentleman's Agreement (1947) y Twelve O'Clock High (1949). Así mismo, recibió el Premio Humanitario Jean Hersholt de 1967 como reconocimiento a su labor en causas humanitarias; Globos de Oro al mejor actor dramático de 1947 con The Yearling y en 1963 con To Kill a Mockingbird; el Premio Cecil B. DeMille de 1969; el Premio a la trayectoria profesional; premios SAG; Premio de Honor en el Festival Internacional de San Sebastián 1970 y el Premio Donostia de 1986.
Gregory Peck jugando ajedrez durante la filmación de "To Kill a Mockingbird"
No se cuenta con información sobre cómo Gregory Peck aprendió a jugar al ajedrez. Sin embargo, según una entrevista con el hijo de Peck, su padre, que era un ávido jugador de ajedrez, fue quien le enseñó a jugar al ajedrez.
Es posible que Peck aprendiera a jugar al ajedrez de su padre o de otros miembros de la familia y, más adelante, probablemente con algunos compañeros de la universidad y su grupo de teatro.
Peck, "el único santo de Hollywood", nunca se vio envuelto en ningún escándalo. Estaba comprometido con causas humanitarias y podría haber sido presidente de Estados Unidos. Fue una estrella de la ética.
El Mundo
Gregory Peck jugando ajedrez en el set de filmación de "The Guns of Navarone" (1961)
Si bien no hay evidencia de que Peck haya practicado otros juegos o pasatiempos en los sets de películas, era conocido por su amor por la literatura y por pasar tiempo con su familia. Efectivamente, era conocido por jugar al ajedrez dentro y fuera del set de sus películas, y jugaba al ajedrez con sus hijos y otros familiares.
En una entrevista con China Daily, el hijo de Peck mencionó que su padre le enseñó a jugar al ajedrez. Así mismo, según un artículo en la página de ajedrez de Bill Wall, Peck le enseñó a Mary Badham —quien interpretó a Scout en Matar a un ruiseñor— cómo jugar al ajedrez entre escenas cuando ambos tenían tiempo libre.
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Igualmente, la actriz Polly Bergen mencionó que Peck le enseñó a jugar al ajedrez entre escenas cuando ambos protagonizaron Cape Fear en 1962.
Gregory Peck era conocido por jugar al ajedrez dentro y fuera de los sets de sus películas, aunque no se dispone de información sobre si Peck era un jugador regular en torneos de ajedrez, si jugaba al ajedrez por correspondencia o si era un ajedrecista federado. De allí que es posible que Peck jugara al ajedrez casualmente y no participara en ninguna competencia formal.
Peck, un "refugio de honestidad y dignidad para Hollywood".
San Diego Union - Tribune
Sin embargo, está claro que disfrutaba jugando al ajedrez durante su tiempo de inactividad en el set. Algunos ejemplos documentados son los siguientes:
Gregory Peck, dotado de gran talento para la actuación, mostró varias de las virtudes esperadas en un grande del cine: carisma, atractiva presencia física con 1.90 de estatura, caballerosidad, elegancia, naturalidad, sentido del humor, humildad, filantropía y seria responsabilidad en el ejercicio de su oficio.
Luego de una larga y rutilante carrera en los escenarios, fallece por complicaciones con una bronconeumonía, a los 87 años, el 12 de junio de 2003. Sus restos se encuentran sepultados en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles en California.
