Guerra al fentanilo

por Uvencio Blanco Hernández
20/06/2023 – El fentanilo es un opiáceo sintético muy potente, altamente peligroso con potencial para causar sobredosis y la muerte porque, súbitamente, puede detener la respiración de sus usuarios. Un narcótico o Sustancia de Abuso que, según la AMA, solo tiene aplicación analgésica. No mejora el rendimiento deportivo; ni las habilidades cognitivas asociadas con ventajas en la práctica del ajedrez. Artículo por Dr. Uvencio Blanco. | Foto: Nadja Wittmann (ChessBase)

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Guerra a los opiáceos

En países de alto desarrollo como los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia y España, el consumo recreativo de drogas sintéticas o de diseño se ha disparado peligrosamente en los últimos 15 años; convirtiéndose en uno de los factores generadores de gran cantidad de víctimas mortales. Una de tales sustancias es el fentanilo, cuyo consumo se ha incrementado de manera alarmante; situación lo que está generando estragos, principalmente en los Estados Unidos.

La oleada de sobredosis por consumo de opiáceos es uno de los factores determinantes para que la esperanza de vida en EE.UU. haya caído desde 2015. No se vivía una disminución de esta medida desde la llamada «Gran Guerra», que junto con el impacto de la epidemia de la «Gripe española» de 1918, provocó que la esperanza de vida de los estadounidenses, entonces la potencia global emergente, cayera entre 1915 y 1918.

Opiáceos, la guerra que diezma EE.UU.

Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, los opiáceos (entre los que se incluye la heroína) fueron responsables de 64.000 muertes en 2016; en 2017 el número se incrementó ligeramente; mientras que a finales de 2018 el gobierno de los EE. UU. estimó que unos 91 ciudadanos, la mayoría jóvenes, fallecían diariamente por abuso de estas sustancias.

Las estadísticas oficiales hablan de que un 75% de las muertes fueron provocadas por el abuso de pastillas analgésicas (heroína o fentanilo). La estimación provisional de 2017 alcanzó las 66.000 muertes.

Solo entre 2019 y 2022, las muertes por sobredosis de este opiáceo han aumentado en más del 90 %. En 2021 se le atribuyeron unos 70 000 fallecimientos mientras que en 2022 los números estuvieron en poco más de100.000, solo en ese país. Esto implica que ciertamente “la esperanza de vida vuelve a caer en la primera potencia económica mundial, asolada por una oleada de sobredosis y el aumento de los suicidios”.

Esto quiere decir que, de mantenerse esta tendencia, cerca de 350.000 a 800.000 personas, la mayoría jóvenes menores de 35 años, podrían fallecer durante la próxima década si el gobierno central no toma medidas en el asunto. Implica, además, que este tipo de droga de abuso tiene altas probabilidades de ser utilizadas con mayor frecuencia por parte de deportistas interesados en aplicaciones dopantes.

Sin embargo, los medios refieren que ya no es un fenómeno exclusivamente estadounidense. Por ejemplo, según las estadísticas del Plan Nacional sobre Drogas (EDADES 2022) de España, el 15,8 % de la población de 15 a 64 años reconoce haber tomado analgésicos opioides con o sin receta en alguna ocasión. Concretamente, el consumo del fentanilo se ha incrementado del 3,6 % en 2020 a un 14 % en 2022. Además, cabe destacar que muchas veces el fentanilo y/o algunos de sus derivados se combinan con otros fármacos como el alcohol, la heroína o metadona, lo que incrementa sus efectos y, en consecuencia, la adicción al fármaco o, incluso, la muerte.

¿Qué es el fentanilo?

El fentanilo es un opiáceo sintético que se utiliza para tratar el dolor de moderado a intenso. Se obtiene de la planta adormidera (Papaver somniferum), cuyo uso es conocido desde tiempos antiguos.

Fue sintetizado por vez primera en 1960 por el médico e investigador belga Paul Janssen, utilizado a partir de 1963 como analgésico intravenoso y con fines recreativos entre los años 70 y 80.

Se estima que el fentanilo es hasta 100 veces más potente que otros opiáceos como la morfina, la heroína o la oxicodona. Por sus estructura y efectos, pertenece a la clase de medicamentos denominados analgésicos narcóticos. Suele inyectarse, pero también puede introducirse en una vena, añadirse a una solución intravenosa o pulverizarse en la boca.

Fentanilo: uso y abuso

Ya hemos dicho que el fentanilo farmacéutico es un opiáceo sintético aprobado para el tratamiento del dolor intenso, normalmente el del cáncer avanzado. Se prescribe en forma de parches transdérmicos o pastillas y puede desviarse para su uso indebido y abuso en varios países occidentales.

El fentanilo fabricado clandestinamente se vende en los mercados de drogas ilegales por su efecto similar al de la heroína; ocurriendo que, en los últimos años, se ha registrado un fuerte incremento en el mercado negro de los opiáceos sintéticos, convirtiéndose en el fármaco de moda en el mundo de las sustancias psicoactivas.

Este producto ilegal se vende como polvo, gotas vertidas sobre papel secante como pequeñas golosinas, en goteros para los ojos o vaporizadores nasales o en forma de pastillas que tienen el aspecto de opioides recetados. A menudo esta sustancia se mezcla con heroína y/o cocaína como producto combinado -con o sin conocimiento del consumidor- para aumentar sus efectos eufóricos.

Según un nuevo informe de los CDC publicado en 2021, el fentanilo fabricado ilícitamente tiene muchas más probabilidades de estar implicado en una sobredosis mortal que otras drogas comunes. La cantidad de fentanilo en las drogas ilegales, así como en las pastillas falsificadas, es completamente aleatoria, incluso en el mismo suministro. Una porción o píldora puede no contener fentanilo, mientras que otras porciones y píldoras del mismo suministro pueden contener fentanilo.

Estos compuestos estupefacientes tienen un potencial adictivo y de toxicidad muy elevado, e inclusive, son más baratos y fáciles de conseguir. Evidentemente, para el consumidor ignorante o desprevenido, estas variables aumentan el riesgo de sobredosis.

Su acción sobre el cerebro

En humanos, el sistema nervioso central contiene a su vez, un circuito cerebral de la recompensa el cual comprende diferentes estructuras como: corteza prefrontal, área tegmental y el núcleo accumbens. Estas estructuras actúan en la regulación del placer, memorización de estímulos provenientes del entorno, facilitando procesos de aprendizaje y controlando la conducta.

Allí, el fentanilo interviene uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en estas áreas que controlan el dolor y las emociones. Después de ingresar en el cerebro, interactúa con los receptores de opioides facilitando la liberación de dopamina, anulando el dolor, dándole al usuario una sensación de calma con reducción de la ansiedad.

La dopamina es un neurotransmisor, un mensajero químico que se genera principalmente en el cerebro. Es una molécula sintetizada en las neuronas perteneciente a la clase catecolaminas. Entre sus funciones se encuentran los sistemas de recompensa, el control de las hormonas (hipófisis) y las funciones motoras. De tal manera que actúa cuando sentimos placer y es la responsable de la búsqueda de recompensas.

La utilización de fármacos como el fentanilo dispara los niveles de dopamina en cortos periodos de tiempo. De hecho, se ha verificado que entre los efectos del fentanilo se encuentran: sensación de felicidad extrema, sedación, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, problemas para respirar y pérdida del conocimiento.

Además, la aparición del ansia por conseguir y consumir la sustancia se relaciona con neuro-adaptaciones en la corteza cerebral, el hipocampo y otras regiones cerebrales. Precisamente, tras un consumo de este fármaco, comienzan a producirse las primeras neuro-adaptaciones que afectan al estriado dorsal, región implicada en la formación de hábitos.

Estudios han revelado uno de los peligros por uso indebido del fentanilo al provocar un deterioro en la respiración alrededor de cuatro minutos antes de que haya cambios en el estado de alerta y a una concentración hasta 1700 veces más baja en comparación con otros fármacos que causan sedación y, puede ser mortal, particularmente cuando es utilizado de forma recreativa fuera del control médico.

Fentanilo y sus aplicaciones en el deporte

En el deporte el fentanilo es una sustancia que se utiliza a menudo para aprovechar algunas de las lagunas del sistema antidopaje legislado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). En la Lista de Sustancias y Métodos Prohibidos por la AMA 2023 está la categoría S7: Narcóticos - Sustancias Específicas. Se trata de las llamadas Sustancias de Abuso: diamorfina (heroína), buprenorfina, dextromoramida, fentanyl y sus derivados, hidromorfona, metadona, morfina, nicomorfina, oxicodona, oximorfona, pentazocina y petidina.

Existe una gran cantidad de analgésicos no narcóticos (los antiinflamatorios no esteroides - AINE) que no producen muchos de los trastornos típicos generados éstos, que están permitidos por la legislación vigente. Al respecto, el deportista debe consultar con su médico y verificar si alguno de sus componentes pudiera estar presente en la Lista.

El rendimiento deportivo bajo efectos del fentanilo

En un contexto médico, los narcóticos son utilizados en los deportes porque incrementan la capacidad de soportar el dolor, lo que permite entrenar durante y mantenerse en competencia por un mayor tiempo. Al reducir o eliminar el dolor, permite al deportista competir pese a lesiones o enfermedades.

Sin embargo, los analgésicos narcóticos dan una falsa sensación de resistencia al cansancio e invencibilidad y modifican el umbral de dolor, por lo que pueden conllevar a no reconocer la posibilidad de peligro o riesgo en la competencia.

Ahora bien, en relación con el rendimiento deportivo, no hay estudios o evidencias que respalden la afirmación de que el fentanilo mejora el rendimiento deportivo. Por lo tanto, no se recomienda el uso de este medicamento para intentar mejorar el rendimiento deportivo, ya que puede ser peligroso para la salud.

En este sentido, el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) reconoce al fentanilo como una droga letal y lo ha incluido en su Programa de Boxeo Limpio, cuyo objetivo es garantizar que los boxeadores no utilicen drogas para mejorar el rendimiento ni otras sustancias prohibidas.

Igualmente, no existen estudios que sugieran que el fentanilo pueda potenciar las capacidades cognitivas o mejorar el rendimiento intelectual de manera alguna. En consecuencia, no existen pruebas que apoyen la afirmación de que el fentanilo pueda mejorar el rendimiento en ajedrez.

Conclusiones

  • El fentanilo es un opiáceo sintético derivado de la planta adormidera (Papaver somniferum), un fármaco muy potente, hasta 100 veces más que otros opiáceos como la morfina, la heroína o la oxicodona.
  • Es una droga que puede tener graves consecuencias si se utiliza de forma incorrecta en contextos ajenos al médico. Es altamente peligrosa y puede causar sobredosis y muerte, ya que puede detener la respiración de las personas.
  • La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) categoriza al fentanilo en el grupo S7: Narcóticos - Sustancias Específicas. Se trata de las llamadas Sustancias de Abuso en la Lista de Sustancias y Métodos Prohibidos 2023.
  • No es cierto que el fentanilo mejore el rendimiento deportivo; solo tiene aplicación analgésica.
  • Tampoco existen investigaciones que sugieran que el fentanilo potencie habilidades cognitivas por lo que no puede incrementar alguna variable del rendimiento en ajedrez.
  • Dadas las características del fentanilo y su potencial devastador para la salud humana, estimamos que los ajedrecistas nada tienen que buscar o probar con él.

Fuentes y enlaces


Uvencio Blanco Hernández, Venezuela. Comisión Ajedrez y Educación FIDE. Escritor, Investigador, Conferencista, Árbitro Internacional, Organizador Internacional, Entrenador, Profesor de Ajedrez ECU y Lead School Instructor FIDE.