ChessBase 17 - Mega package - Edition 2024
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Steinitz revolucionó el ajedrez gracias a su visión estratégica del juego. Desde que en el siglo XVIII François-André Danican Philidor (1726-195) nos señalara la importancia de los peones (“Los peones son el alma del ajedrez”) ningún jugador contribuyó tanto a la teoría ajedrecística como Steinitz. Sus postulados neopositivistas sobre el medio juego de una partida, basados en el análisis, en la observación de pequeños matices hasta la fecha desapercibidos (la pareja de alfiles, el dominio de casillas débiles, el ataque por ambos flancos, la búsqueda de posiciones sólidas, el estudio de finales…) representaron una ruptura de 180º grados, un jaque mate definitivo (su reinado duró 28 años) al estilo predominante de la época, el conocido como estilo romántico, que buscaba el arte por encima del análisis o la estrategia. Es gracias a Steinitz que el ajedrez se convirtió en un juego-ciencia.
Steinitz.
Steinitz
Como él mismo dejó escrito:
“Me hallaba 20 años más adelantado que mi tiempo. Jugaba bajo ciertos principios que eran desconocidos para Zukertort y para el resto de mis rivales. Básicamente, mis ideas no eran comprendidas. Hasta que jugadores contemporáneos como Lasker, Tarrasch, Pillsbury, Schlechter y otros, ya por fin han comprendido mis ideas, las han adoptado, y como es natural, han perfeccionado la obra teórica que yo mismo inicié”.
De carácter irritable y malhumorado, demostró sin embargo que era un hombre de nobleza que también respetaba a sus rivales. Steinitz, por ejemplo, se negó en rotundo a aceptar ser coronado como mejor jugador del mundo mientras su admirado Paul Morphy (1837-1884) siguiera vivo. Otro detalle de su grandeza se produjo cuando perdió el título de Campeón del Mundo (1894) contra el alemán Emanuel Lasker, quien había bebido del manantial de sus teorías. Steinitz reconoció la superioridad de Lasker con un gesto increíble: se puso en pie y gritó en la sala : “¡Tres hurras por el nuevo campeón! ¡Hurra, hurra, hurra!”.
Steinitz contra Lasker, sucesor en el trono mundial. (Foto: Wikipedia)
Tras esta apasionante biografía Roberto López y el maestro Azuaga juegan al tragamonedas, un divertido recurso pedagógico para practicar con los más peques. El maestro Azuaga agradece la gentileza y originalidad al reconocido experto en ajedrez infantil Esteban Jaureguízar.
Por supuesto, no faltan las secciones más habituales del programa. Especial mención para el concurso literario de micro-relatos que dio comienzo hace 2 semanas. El plazo para enviar los relatos expira el próximo 31 de marzo y ya se están recibiendo muchos y muy buenos escritos. Ya saben: pueden enviar un relato de no más de 120 palabras al correo ajedrezsocialandalucia@gmail.com con el asunto “CONCURSO REIKIAVIK“. Todos deben comenzar con la siguiente frase:
Cuando abrió el tablero, no encontró a la dama blanca.
Es decir, las 120 palabras en realidad comienzan desde la segunda frase del relato. Aquel oyente que envíe el mejor microrrelato ganará un libro de la obra Reikiavik, de Juan Mayorga, editado por La Uña Rota, con prólogo del filósofo Fernando Broncano y firmado por el reparto de la obra Daniel Albaladejo, César Sarachu y Elena Rayos.
Reikiavik en el estudio de "El Rincón del Ajedrez"
Además, el microrrelato ganador será ambientado y leído desde los micrófonos del programa.
La frase de la semana del programa dice así:
¿Quién dijo esto? Mándanos la respuesta y podrás ganar un saludo y un aplauso radiofónico.
Lo saben de sobra, pero esto es El Rincón del Ajedrez, un proyecto de radio en el tablero.
Emitido en El rincón del Ajedrez de Radio Victoria
