Wolfgang Unzicker (1925-2006) fue uno de los mejores jugadores alemanes de la posguerra. Sin embargo, no se dedicó profesionalmente al ajedrez. Como abogado, trabajó en el gobierno de la Alta Baviera, y en 1971 se convirtió en juez del Tribunal Administrativo de Múnich.
Unzicker ganó seis veces el campeonato alemán entre 1948 y 1965. De 1950 a 1982, participó en 13 Olimpiadas de ajedrez en el equipo nacional alemán. En 1950 y 1964 ganó la medalla de bronce con el equipo, y en 1950 la medalla de oro individual por la mejor actuación en el tablero 1. También jugó cinco veces con el equipo nacional alemán en Campeonatos Europeos por Equipos.
Master Class Vol.13 - Tigran Petrosian
Considered a master of prophylaxis, Petrosian sensed dangers long before they actually became acute on the board. In his prime, Petrosian was almost invincible. Let our authors introduce you into the world of Tigran Petrosian.
Más...
A pesar de ser un aficionado, Unzicker participó en torneos internacionales de primera fila y también tuvo mucho éxito en ellos. Por ejemplo, quedó cuarto en la II Copa Piatigorsky de 1966 y dejó atrás a numerosos jugadores de talla mundial, incluido nada menos que el campeón del mundo Tigran Petrosian.
Wolfgang Unzicker 1960 | Foto: http://www.wolfgang-unzicker.de/
En 1960, Unzicker fue invitado al Torneo Internacional de Grandes Maestros de Buenos Aires con muchos otros jugadores de la élite mundial. Tras la Olimpiada de Ajedrez de 1939, muchos jugadores europeos se habían quedado en Argentina debido al inicio de la Segunda Guerra Mundial, que se convirtió así en una de las naciones más fuertes en el ajedrez mundial. Mieczysław (Miguel) Najdorf era el más conocido de ellos. El austriaco Erich Eliskases, que había jugado en el equipo del Gran Imperio Alemán en 1939, tampoco había regresado a casa desde Argentina.
Eliskases fue uno de los jugadores que representaron al país anfitrión en el torneo de Buenos Aires. Además, jugaron los argentinos Bernardo Wexler, que emigró de Rumanía con su familia cuando tenía siete años, Carlos Guimard, Héctor Rossetto y Alberto Foguelman. Los organizadores argentinos habían invitado a Mark Taimanov y Viktor Korchnoi, de la Unión Soviética. Estados Unidos estuvo representado por Samuel Reshevsky, Pal Benko, que emigró de Hungría a Estados Unidos en 1957, Larry Evans y el joven Bobby Fischer, que entonces sólo tenía 17 años.
El prodigio estadounidense ya había llamado la atención anteriormente con numerosos resultados sensacionales. En 1958, Fischer había ganado el Campeonato Nacional de Estados Unidos. Acabó sexto en el Torneo Interzonal de Portoroz de 1958 y ocupó los primeros puestos en los torneos de Mar del Plata y Zúrich de 1959. En abril de 1960, había compartido el primer puesto con Boris Spassky en otro torneo en Mar del Plata, terminando al menos dos puntos por delante del resto de los participantes.
Muchos otros jugadores de primera fila de distintos países acudieron a Buenos Aires. Además de Unzicker, Wolfgang Uhlmann también representó los colores alemanes, aunque su escudo estaba decorado con un martillo, un compás y un anillo de espigas de centeno.
Los participantes y organizadores del torneo de 1960 en Buenos Aires | Foto: http://www.wolfgang-unzicker.de/
Bobby Fischer era uno de los favoritos para ganar el torneo dados sus éxitos anteriores, pero obtuvo un resultado lamentable. Empezó empatando contra Foguelman y Szabo, luego venció a Rosetto y empató contra Ivkov. En la quinta ronda, Fischer perdió contra Eliskases, de 47 años. Tras empatar contra Pachmann, perdió contra Wexler en la séptima ronda y también contra Uhlmann en la octava. Firmó dos tablas más contra Tajmanov y Reshevksy. Después, Fischer se enfrentó a Unzicker con negras. La partida tuvo un final rápido e inesperado.
Tras esta derrota, Fischer quedó en 17ª posición (de 20) con 4 puntos en 11 partidas.
A continuación, Fischer consiguió dos victorias más, pero en la última ronda también perdió contra Benko. Fischer terminó en 13ª posición con 8½ puntos en 19 partidas. El torneo de Buenos Aires fue sin duda uno de los peores torneos de la carrera de Fischer. ¿Cómo podría explicarse la debilidad de Fischer en este torneo?
Mucho más tarde, la razón que provocó el mal desempeño de Fischer se reveló en la autobiografía de Pal Benko, de la que fue coautor Jeremy Silman. Se dice que Larry Evans, amigo y mentor de Fischer, le presentó a una joven antes del torneo, que luego entabló una relación muy intensa y prolongada con el gran maestro estadounidense. En la sala del torneo, Fischer carecía así de fuerza y energía y en ocasiones parecía sufrir falta de concentración, como pudo verse en su partida contra Unzicker.
Fischer más tarde acuñaría el dicho: "¡El ajedrez es mejor!".
Enlaces