02/07/2012 – Resulta que el ajedrez puede servir de medicina sin efectos secundarios también para la
hiperactividad o, más técnicamente, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TBAH) Ese
cuadro, diagnosticado en muchos niños, cursa con problemas de impulsividad, distracción
y actividad continua, especialmente en la escuela. En Collado Villalba, el psiquiatra Hilario Blasco
y el ajedrecista Luis Blasco del Club 64 (en la foto) han realizado un
experimento con 44 niños de ambos sexos, entre 8 y 16 años, diagnosticados con TBAH.
Recibieron una hora de clase de ajedrez a la semana durante un trimestre, con un
programa diseñado para ellos, potenciando el cálculo, la memoria, la
retención fotográfica, la atención y la toma de decisiones. Además jugaron muchas partidas en casa, en la clase y en el club. Los efectos positivos se notaron ya un mes y medio después de empezar las clases.
Leontxo García en "No es un día cualquiera" de Radio Nacional de España dedicó gran parte del programa
a este tema y nos facilitó dos archivos en formato PDF:
un estudio de la Universidad de La Laguna elaborado por
psicólogos que demuestra que el ajedrez no sólo desarrolla lo que podríamos llamar "inteligencia pura", sino también muchas cualidad psicológicas,
un aspecto mucho más novedoso. Además, las
diferencias entre los niños ajedrecistas y los futbolistas o baloncestistas
es mucho mayor después del curso de ajedrez.
Resumen del estudio Collado-Villalba (en formato Word).