
Alexander Morozevich: “¡No estoy abandonando la lucha!”
Entrevista de Yuri Vasiliev
Tras su brillante victoria en la Superfinal del Campeonato de Rusia del año
pasado, en la que estableció un hito al lograr 6 de 6 durante la prueba, el gran
maestro moscovita Alexander Morozevich tiene actualmente la cuarta mejor
puntuación del mundo, con un Elo de 2765, por detrás tan solo de Anand, Kramnik
y Topalov [En el original se dice la tercera mejor, lo que no parece correcto]

El nombre "Morozevich” nunca falla para atraer a miles de espectadores por
Internet a cualquier torneo. No obstante, Alexander decidió no jugar ni en Wijk
aan Zee, ni el Morelia-Linares, los dos torneos más prestigiosos de comienzos de
año. Sus muchos seguidores, que tanto aman su estilo fiero y creativo, esperaban
que al menos tomase parte en la siguiente prueba clásica de alto nivel en el
calendario, el súper torneo de abril en Bakú, que marca el comienzo del
Grand Prix de la
FIDE. Sport Express (“SE”) ya ha publicado los detalles de este ciclo
bianual de seis torneos. ¡Pero Morozevich ha decidido dejar pasar la oportunidad
de participar en él! ¿¡Por qué!? SE le ha preguntado al propio interesado.
Morozevich: Todo el sistema para jugar el campeonato
mundial, del que este Grand Prix es una parte, me ha parecido que falla por su
base. Júzguenlo ustedes mismos: en primer lugar, su duración (es un ciclo de
casi ¡cuatro! años) En 2008 comenzamos la clasificación para el duelo de
2011. Eso no pasaba ni en los días de rivalidad entre Botvinnik y Smyslov. Entre
que se determinen los ganadores del Grand Prix y la Copa del Mundo y la disputa
del encuentro por el campeonato mundial hay un periodo de 18 meses. Durante ese
tiempo podría cambiar toda la jerarquía del ajedrez mundial.
En segundo lugar, es inmanejable. Para llegar al encuentro final de
candidatos, hay que tomar parte en ¡cuatro! torneos en el transcurso de dos
años. Para los jugadores de primera fila, eso es una gran interferencia en su
planificación individual del calendario de torneos.
Pero la gota que colmó el vaso en mi decisión fue que Global Chess [la
empresa a la que la FIDE ha dado la responsabilidad de organizarlo todo. Y.V] no
se las ha arreglado en realidad para organizar el Grand Prix. Se pide a los
jugadores que firmen un contrato para tomar parte en cuatro torneos, sin tener
ninguna información definida sobre donde o cuando se disputarán. No creo que sea
correcto que yo deba estar de acuerdo por adelantado para jugar donde quiera que
ellos me digan.
Muchos de sus colegas están dispuestos a jugar, incluso con unas
condiciones tan vagas…
Por lo que sé, Anand, Kramnik y Topalov también han rehusado, aunque tenían
previsto jugar. Sin embargo, mi postura no depende de la opinión de nadie más.
Ya me he enfrentado a una situación similar antes del campeonato mundial por KO
en Las Vegas 1999. Y tampoco jugué allí…
Tus numerosos seguidores probablemente quedarán desilusionados porque
optes por quedarte fuera de la lucha por el campeonato mundial…
No, al rechazar jugar en el Grand Prix de la FIDE, no estoy abandonando la
lucha. Aún hay otra opción para pelear por el título: la Copa del Mundo de 2009.
Es cierto que el sistema que ha escogido la FIDE para el actual ciclo
del campeonato mundial ha recibido muchas críticas por su duración y rigidez,
pero ¿qué sistema te parecería más dinámico y moderno?
No he pensado detenidamente esta cuestión, pero estoy seguro de esto: el
ciclo debe durar menos de dos años. Los torneos por el título de San Luis 2005 y
México 2007 atrajeron gran interés del mundo del ajedrez. Creo que este formato
se debía haber mantenido para la competición de candidatos y que el ganador
jugase un encuentro con el campeón o un duelo final de candidatos con el
vencedor de la Copa del Mundo.
¿Pero como escoger los ocho participantes afortunados?
Me preguntas demasiado. No quiero quitarle el sustento a la FIDE. Diseñar el
sistema es su prerrogativa… (risas)
Los aficionados al ajedrez rusos han comenzado a hablar de una cierta
“discriminación”, considerando el hecho de que nuestros jugadores ya no son
invitados a los súper torneos. Así, en el torneo principal de Wijk aan Zee,
solo jugó Kramnik, en Morelia-Linares no tenemos a nadie, ni tampoco en Sofía
y ahora no esta nada claro que vayamos a tener representante en Bakú…¿Qué
piensas de esto?
¡No, no! (sonriendo) No hay discriminación. Ya en el otoño pasado, cuando mi
entrenador Alexey Kuzmin y yo diseñamos nuestros planes de cara a la campaña de
invierno, decidimos concentrarnos en la Superfinal de Rusia. Las características
de mi estilo, con la máxima lucha en todas las partidas hacen que sea necesario
que descanse entre torneos fuertes. Enero fue elegido como mes de desconexión.
Morelia-Linares es otro asunto. Tras experimentar el año pasado el "encanto"
de jugar un torneo en dos continentes distintos, con dos husos horarios y dos
condiciones climáticas distintos, me convertí en opositor a tal "diversidad".
Ese torneo con transbordo de mente y solo tres días para aclimatarse antes del
comienzo del segundo ciclo perturba todo el ritmo del torneo, el estado de ánimo
y el dinamismo. Por cierto, creo que tanto Kramnik como Mamedyarov comparten mi
opinión. Si lor organizadores escuchan nuestros puntos de vista y devuelven la
primera manga de la prueba al Viejo Continente, el próximo año el “Wimbledon del
ajedrez” tendrá al menos dos grandes maestros rusos.
¿Y cuáles son tus planes inmediatos?
Mi siguiente torneo es el Melody Amber. Comienza a mediados de marzo en Niza.
por supuesto, no es ajedrez clásico, sino una mezcla de rápido y a la ciega.
Prácticamente jugarán los diez mejores del mundo. "El torneo del espectáculo de
Mónaco", como se le conoce, es una competición enormemente entretenida. Sería
estupendo ampliar los horizontes geográficos de este tipo de torneos. Quizás
podríamos organizar también uno en Rusia y luego combinar ambos en un Grand
Prix.