Otro formato para el mundial FIDE (!?)

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Como están las cosas

En la actualidad Kramnik es el único campeón mundial de ajedrez reconocido.

El próximo campeonato mundial de la FIDE tendrá lugar en Ciudad de México, entre el 12 de septiembre y el 1 de octubre de 2007 (www.chessmexico.com). Será una liga a doble vuelta entre ocho jugadores, siguiendo la pauta marcada por el disputado en San Luis. Cuatro jugadores acceden por su clasificación en el mundial de 2005 (con Kramnik en sustitución de Topalov) y otros tantos lograrán su pase en el torneo de candidatos que se disputará en Elista el próximo mes de mayo.

Además, en noviembre o diciembre de 2007 se disputará en la ciudad siberiana de Khanty-Mansiysk una nueva Copa del Mundo.

Resumen de la nueva propuesta de la FIDE

En pocas palabras: en el futuro, la FIDE planea mantener la Copa del Mundo en años impares. El ganador será el retador y jugará el siguiente campeonato del mundo, que se desarrollará en los años pares.

El formato de la Copa del Mundo cambiará, ya que el actual no ha sido aceptado por los grandes maestros de primera fila y también ha sido difícil encontrar patrocinadores. Según el esquema propuesto por la FIDE, los 128 participantes se dividirán en 16 grupos de 8 jugadores cada uno, que disputarán torneos de liga. Los 16 ganadores jugarán agrupados en dos ligas de ocho jugadores. Quienes venzan se las verán en un encuentro a cuatro partidas.

El ganador de la Copa del Mundo será el retador del título de Campeón del Mundo y disputará un encuentro con el defensor a 12 o 16 partidas.

Más abajo pueden encontrar la propuesta formal, presentada por Berik Balgabaev, asesor del Presidente de la FIDE.

En segundo plano Berik Balgabaev, asesor personal del presidente de la FIDE Kirsan Ilyumzhinov (derecha)

Algunos aspectos destacables

Se simplifica el ciclo
Todos los años habrá una gran competición de la FIDE, lo que debería favorecer la consecución de patrocinadores.
La participación de la FIDE en las bolsas de premios tendría una cadencia más regular.
Se contaría con un calendario de competición más armonioso y estable.
La FIDE podría concentrarse cada año en la prueba en cuestión, sin "distracciones".
Se amortigua el factor suerte en la Copa del Mundo.
Todas las partidas se jugarán con el mismo control de tiempo.
Los desempates sólo serán necesarios en la final.
Los jugadores más débiles tendrán la posibilidad de enfrentarse a otros siete, en vez de verse apeados de la copa en las primeras jornadas.
Los grandes maestros de primera fila tendrán más difícil argumentar su no participación.
Es más fácil de planificar.
Los organizadores tendrían más oportunidades para lograr una cobertura digna de la prueba.
Es más fácil negociar las condiciones de alojamiento y manutención, con mayor estabilidad de los participantes.