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Amo el ajedrez porque su práctica es un ejercicio de libertad, compartida con mi oponente y supervisada el inexorable tiempo.
Seguidamente y desde la perspectiva de un divulgador del ajedrez y el libre pensamiento, intentaré establecer brevemente algunas correlaciones entre los constructos libertad, libre albedrío y toma de decisiones, términos íntimamente asociados al ejercicio del ajedrez. De hecho, me permito afirmar ante mis lectores que “Amo el ajedrez porque su práctica es un ejercicio de libertad, compartida con mi oponente y supervisada el inexorable tiempo”. Una percepción o certeza que, seguramente, es compartida por muchos de ellos.
En una oportunidad Ralph Waldo Emerson (1803-1882) escritor, filósofo y poeta estadounidense. líder del movimiento del trascendentalismo a principios del siglo XIX, afirmó que "Una vez que tomas una decisión, el universo entero conspira para hacer que ocurra". Emerson nos sugiere que una vez que se toma una decisión, el universo de alguna manera apoya su realización. Es una expresión de la creencia en el poder de la toma de decisiones y la manifestación de objetivos.
La toma de decisiones está estrechamente relacionada con el constructo libre albedrío y, estos a su vez, con las neuro tecnologías que han comenzado a florecer en este S. XI. Al extremo que ya hablamos de la “neurociencia del libre albedrío”; un novedoso campo de estudio que utiliza técnicas de neurociencia para investigar cómo el cerebro toma decisiones y cómo esto se relaciona efectivamente con el libre albedrío.
Así mismo, la neurociencia del libre albedrío es uno de los temas más impactantes y urgentes en el debate del neuroderecho. De allí que el libre albedrío es un tema importante en el contexto de los neuroderechos y las neuro tecnologías.
La plataforma NeuroRights Initiative establece cinco neuroderechos, entre los que se incluyen el libre albedrío, la identidad personal, la privacidad mental, el acceso equitativo y la protección contra los sesgos.
El libre albedrío se refiere a la capacidad de las personas para tomar decisiones de forma libre y autónoma, sin manipulación o influencia mediada por las neuro tecnologías. Sin embargo, algunos autores han cuestionado la inclusión del libre albedrío como un derecho humano en el marco de los neuroderechos, argumentando que todavía es muy prematuro el debate como pretender incorporar una nueva categoría de derechos humanos que puede ser inconveniente o innecesaria.
Debemos concienciar que, para la adecuada comprensión de estos temas, la libertad es una de las condiciones necesarias para que una acción sea genuinamente moral, y la existencia o inexistencia del libre albedrío presenta como base las estructuras cerebrales que configuran la decisión y la acción.
No puedes ser libre si no eres responsable: la verdadera libertad no implica “derechos”, porque los derechos te son otorgados por otros y no te implican en absoluto. Solamente eres libre cuando respondes de cada acto que realizas. (Mircea Eliade. Fragmentarium, 2004)
Por otra parte, la regulación de los neuroderechos podría incluir límites éticos para el uso de la neuro tecnología, a fin de proteger la privacidad mental y la integridad psíquica de las personas, y garantizar el acceso justo y equitativo al aumento de la inteligencia.
El libre albedrío es un tema que ha sido objeto de debate durante siglos, y no hay una respuesta definitiva sobre su existencia o no existencia.
Algunos filósofos y científicos argumentan que el libre albedrío no existe, sino que es una percepción o una ilusión. Según esta perspectiva, nuestras decisiones están determinadas por factores biológicos, psicológicos y ambientales, y no por una voluntad libre y autónoma.
Otros filósofos y teólogos sostienen que el libre albedrío es una realidad y una capacidad esencial de los seres humanos. Según esta perspectiva, el libre albedrío es la capacidad de las personas para tomar decisiones autónomas y es un derecho fundamental que se relaciona con la libertad y la responsabilidad de las personas por sus acciones.
“La libertad es muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio.” (José Martí. Escritor y revolucionario cubano)
La existencia del libre albedrío ha sido un tema central en la historia de la filosofía y de la ciencia, y se ha abordado desde diferentes perspectivas. Algunos experimentos han tratado de corroborar la existencia del libre albedrío, pero los resultados no son concluyentes.
Existen algunos artículos que discuten los neuroderechos y la neurociencia del libre albedrío. Estos artículos proporcionan información valiosa sobre el tema y pueden ser útiles para comprender mejor la relación entre el libre albedrío y los neuroderechos.
El libre albedrío es un concepto central en la filosofía y ha sido objeto de debate durante siglos. Hemos visto que básicamente se refiere a la capacidad de los seres humanos de tomar decisiones autónomas, es decir, de elegir entre diferentes alternativas sin estar sujetos a presiones, necesidades o limitaciones. Se trata de un concepto estrechamente relacionado con la libertad y la responsabilidad moral.
La existencia del libre albedrío ha sido un tema central en la historia de la filosofía y ha sido abordado desde diferentes perspectivas.
Algunos filósofos han argumentado que el libre albedrío es incompatible con el determinismo, es decir, la idea de que todo hecho en el universo es causalmente inevitable.
Otros filósofos han cuestionado la posibilidad de resolver el problema del libre albedrío desde la neurociencia, argumentando que nada garantiza que la ciencia empírica sea capaz de ofrecer resultados significativos al respecto.
Desde el punto de vista de la religión, el libre albedrío es un tema importante que ha sido abordado por diferentes tradiciones religiosas.
Por ejemplo, en la religión judeo - cristiana, el libre albedrío es la capacidad y el privilegio que Dios nos da de escoger y actuar por nosotros mismos.
El albedrío es esencial en el Plan de Salvación y fue una de las principales cuestiones que surgieron en los diferentes concilios. En la teología cristiana, la cuestión del libre albedrío ha sido importante para conciliar la omnipotencia y omnisciencia de Dios con la libertad humana.
La libertad es como la vida, sólo la merece quien sabe conquistarla todos los días. (Johann Wolfgang von Goethe, filósofo alemán)
La doctrina del libre albedrío fue retomada por otros teólogos cristianos de la Edad Media y consagrada oficialmente por la Iglesia Católica en el Concilio de Trento.
En el judaísmo, la existencia del libre albedrío es una verdad evidente, íntimamente vinculada a la justicia divina, que premia y castiga por los actos.
En el islam, el libre albedrío constituye la base en la que se asiente la responsabilidad del ser humano sobre sus actos.
