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Estimado lector, esta pregunta nada tienen que ver con ciencia – ficción; se trata de tecnología dura y pura; de esa que consumimos día a día.
Estamos viviendo una experiencia histórica fascinante, irrepetible en el devenir de la humanidad. Nunca como ahora, ciencia y tecnología habían estado tan desarrolladas y a nuestra disposición. Tan obvias y cercanas.
Aunque pueda parecer que estamos hablando de un futuro lejano, actualmente ya existen en el mercado interfaces cerebro-computador o también conocidos como Brain Computer Interface (BCI), se trata de dispositivos que son capaces de llevar a cabo una interacción directa entre cerebro y ordenador. Lo indicado lo realizan recogiendo y midiendo tanto las señales como la actividad del cerebro, para lo cual es indispensable contar con el software adecuado de captura y procesamiento, siendo esta neurotecnología incluso capaz de extraer características de interés relacionadas con las intenciones y estado mental del usuario, pudiendo llegar incluso a ejecutar acciones en consecuencia. (Pérez Bastardo, 2023)
Sin embargo, los riesgos y amenazas asociadas a ellas están allí al acecho de nuestra propia torpeza y carencia de sentido común. Según esto, hay áreas de nuestro diario que hacer, susceptibles de ser afectadas por tales tecnologías. Una de ellas, los neurodatos y, por extensión, nuestros neuroderechos. En consecuencia, los neuroderechos deben ser protegidos de las distintas formas de intervención que nos ofrecen las neurotecnologías.
Esta situación debe ser observada, vigilada y denunciada en el contexto de marcos legales y éticos sólidos, que garanticen el derecho humano a la privacidad y libre albedrio. Y tengamos cuidado, porque al final, las agredidas son nuestras dignidad y libertad; joyas poco comunes por estos tiempos, … por estos mundos.
Neurodatos es un término que se refiere a los datos obtenidos a través de la neurotecnología, que se utiliza para capturar y analizar la actividad cerebral. Los neurodatos tienen las siguientes características:
Entonces, los datos cerebrales o neurodatos podrían utilizarse además para derivar estados emocionales y cognitivos, procesos asociados con la personalidad, pensamientos o sentimientos. Incluso podrían revelar significativamente más información que la que es necesaria para la finalidad para la se supone se ha recogido.
Las interfaces cerebro-computadora permiten registrar la actividad generada por el cerebro. Esta actividad depende de factores internos y externos al individuo, que actúan sobre una cierta base genética. Estas tecnologías permiten la recopilación de neurodatos que, al estar asociados a personas físicas identificadas o identificables, son datos personales. Estas tecnologías podrían permitir la elaboración de perfiles, también podrían inferir nuevos datos personales, modificar el comportamiento y podrían ser ellos mismos mecanismos de identificación biométrica y autenticación. (Agencia Española de Protección de Datos)
Es por ello que debemos recalcar que los neurodatos son considerados datos personales sensibles y están sujetos a protección especial bajo la ley de protección de datos.
De hecho, la tecnología de neurotecnología permite la captura de neurodatos en tiempo real y también puede utilizarse para generar estímulos neurológicos con el fin de alterar la actividad cerebral y modificar el comportamiento de una persona.
Hemos llegado a un punto en nuestra evolución, en el cual el conocimiento, sentimientos y experiencia propios están en riesgo. Son aspectos que potencialmente se pueden configuraren términos de biodatos o neurodatos que necesitan ser protegidos de las amenazas propias de la neurotecnología. Amenazas que atentan contra el sentido del yo.
El "sentido del yo" es un concepto importante en el contexto de las neurotecnologías y los neuroderechos. Se refiere a la identidad personal, a la percepción individual de quiénes somos y la naturaleza del yo. Es la conciencia de nuestra individualidad, son nuestras características, nuestras experiencias y nuestra autonomía; susceptibles de ser alterados por posibles desviaciones de la neurotecnología.
Entonces, proteger el sentido del yo es importante porque garantiza la integridad y la autonomía de las personas. Al preservar nuestra identidad personal, podemos mantener el control sobre nuestras decisiones, pensamientos, emociones y acciones.
La neurotecnología puede conectarse con redes digitales y difuminar la línea entre la mente y la máquina, lo que podría afectar la percepción de la identidad personal. Además, la neurotecnología puede utilizarse para inferir estados emocionales y cognitivos, lo que podría afectar la privacidad y la protección de datos personales. En este sentido, los neuroderechos buscan proteger la privacidad, la autonomía y la dignidad de las personas en el contexto de la neurotecnología.
El derecho a la identidad personal, en particular, busca proteger la capacidad de las personas para controlar su propia identidad y evitar ser manipulados o influenciados de manera indebida a través de la neurotecnología.
La protección del sentido del yo en el contexto de las neurotecnologías es crucial debido a los posibles riesgos de manipulación y alteración de la identidad personal. Algunas de las razones por las cuales es importante proteger el sentido del yo son:
Los riesgos de la alteración del sentido del yo por las neurotecnologías pueden incluir:
La neurotecnología es un campo que engloba diversas tecnologías desarrolladas para entender el cerebro humano, visualizar sus procesos y, en algunos casos, controlar, reparar o mejorar su funcionamiento. Estas tecnologías incluyen métodos o dispositivos electrónicos que interfieren con el sistema nervioso para monitorear o modular la actividad neural.
Algunas aplicaciones de la neurotecnología incluyen:
La neurotecnología también está relacionada con las tecnologías cognitivas, que son derivadas de la inteligencia artificial y permiten realizar tareas que antes solo podían realizar los humanos, como la visión artificial, el aprendizaje automático y el procesamiento de lenguaje natural.
Continuará…
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