El libre albedrío en la práctica del ajedrez

por Uvencio Blanco Hernández
10/11/2023 – Hemos afirmado que el ajedrez es una escuela promotora de valores, y aquí lo ratificamos. El ajedrez es un ejemplo del ejercicio pleno de neuro derechos tales como el “libre albedrío”; ya que, en la práctica, sus oficiantes tienen la necesidad de tomar decisiones autónomas, aún en un marco tan estricto como las Leyes del Ajedrez. Artículo por Dr. Uvencio Blanco. | Foto: Nadja Wittmann (ChessBase)

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En un momento determinado de su partida, el joven conductor de las piezas blancas tiene tres posibilidades para continuar con su iniciativa en la jugada 21: Cxe5, Txe5 y De3. Finalmente, y luego de pensar cerca de 15 minutos, jugó Ce5, lo que permitió a las negras igualar después de maniobras muy precisas. El entrenador, que había hecho seguimiento a la partida y que esperaba por la mejor 21. De3, preguntó a su pupilo ¿por qué había escogido 21. Cxe5? A lo que este respondió: ¡porque me gustó!

Evidentemente, en caso de que este jugador haya hecho un “análisis” más o menos aceptable de la viabilidad de cada una de las tres jugadas candidatas, decidió ejecutar 21. Cxe5 porque la consideró “la mejor o más fuerte” en dicha posición. Al parecer, en el ejercicio de su “libre albedrío” resolvió ejecutar esa y no otra.

Ahora bien, ante situaciones como esta y en nuestro ejercicio profesional ¿cómo debemos actuar? ¿qué sugerencias o recomendaciones dar a nuestros entreandos? ¿qué sigue?

II

La palabra "albedrío" proviene del latín "arbitrium", que significa "juicio" o "sentencia". La palabra "albedrío" es una deformación vulgar del vocablo latino "arbitrium", en la que se produce una disimilación de la "r" en "l" y una sonorización de la "t" en "d".  Así, el término "albedrío" se refiere a la voluntad o la autonomía de una persona al actuar.

La idea de albedrío por lo general aparece incluida en la noción de libre albedrío, empleada con frecuencia en el ámbito de la religión y la filosofía. Según estas disciplinas, el libre albedrío implica que el ser humano dispone del poder para decidir y actuar por su cuenta, sin estar atado a una divinidad o al destino.

En consecuencia, entendemos que el libre albedrío es la capacidad de los seres humanos de tomar decisiones autónomas; por sí mismos, es decir, de elegir entre varias alternativas sin estar sujetos a presiones, necesidades o limitaciones o a una predeterminación de origen divino. Visto así, el libre albedrío es un derecho fundamental que se relaciona con la libertad y la responsabilidad de las personas por sus acciones.

En la filosofía, el libre albedrío ha sido uno de los debates centrales, y se ha discutido si todo hecho en el universo es causalmente inevitable o si al menos algunos hechos ocurren por azar.

En la teología, la cuestión del libre albedrío ha sido importante para conciliar la omnipotencia y omnisciencia de Dios con la libertad humana.

Ahora bien, tengamos en cuenta que cuando hablamos de libre albedrío, nos encontramos con una serie de términos y significados que le son próximos. Por ejemplo, sinónimos como: libertad de elección, voluntad libre, libre elección, autodeterminación, poder de elección, volición y capacidad de decisión.

En este último ejemplo, la capacidad de decisión, encontramos un acercamiento muy estrecho con el constructo “toma de decisiones”.

III

En el caso del ajedrez, desde la jugada 1 del planteo, los jugadores están tomando decisiones -correctas o equivocadas- pero decisiones o acciones que se pueden justificar o no, en el marco de las reglas y características propias de esta disciplina. Inclusive, desde un enfoque cognitivista, hemos definido al ajedrez como “Juego de la mente en el cual se verifica un continuo de elaboración, propuesta y resolución de problemas, de toma de decisiones y generación de pensamiento lógico matemático, crítico y creativo en situaciones de incertidumbre”. (Glosario de ajedrez, 2022).

Según este enfoque, el libre albedrío está estrechamente relacionado con la toma de decisiones, ya que se refiere a la capacidad de las personas para elegir operaciones, vías, alternativas o simplemente, tomar acciones autónomas en el marco de una situación dada. En este sentido, presentamos algunas ideas clave sobre el libre albedrío y la toma de decisiones:

  • La ciencia nos dice que la toma de decisiones presenta una paradoja, ya que nuestras decisiones conscientes son inconscientemente iniciadas.
  • Nuestros actos voluntarios, son involuntariamente generados, construidos en nuestro cerebro.
  • Nuestras neuronas son las que toman las decisiones y nos "provocan" la ilusión de que hicimos una elección. Probablemente esto se debe a que nuestros circuitos cerebrales han sido entrenados a lo largo de nuestra vida.
  • La toma de decisiones es un proceso complejo que involucra factores biológicos, psicológicos, ambientales y sociales.
  • En la práctica, nuestras decisiones están condicionadas por múltiples factores, y es difícil determinar en qué medida somos libres para tomar decisiones autónomas.
  • El ejercicio del libre albedrío es un elemento necesario del desarrollo personal. Sin él, no podemos tomar la clase de decisiones que nos permiten crecer y desarrollarnos como personas.
  • Es importante estudiar las opciones y tomar decisiones autónomas, pero también es importante buscar la guía divina en la toma de decisiones importantes.

Aquí es pertinente mostrar algunos ejemplos de decisiones libres, tomadas por nosotros a lo largo de nuestra vida:

  • La elección de con quién pasamos el tiempo -amigos y conocidos- es una de las decisiones más importantes que podemos tomar en nuestras vidas, y es una decisión que podemos tomar de forma autónoma.
  • La elección de una carrera o un campo de estudio es una decisión importante que puede tener un gran impacto en nuestra vida, y es una decisión que podemos tomar de forma autónoma.
  • La elección de dónde ir y qué hacer en nuestro tiempo libre es una decisión que podemos tomar de forma autónoma.
  • La elección de casarse y tener hijos es una decisión importante que puede tener un gran impacto en nuestra vida, y es una decisión que podemos tomar de forma autónoma.
  • La posibilidad de tomar decisiones que afectan nuestra salud y bienestar es un derecho fundamental, y es una decisión que podemos tomar de forma autónoma.
  • Conocer tus fortalezas, debilidades, valores y metas es una decisión que puedes tomar de forma autónoma.
  • Decidir enfocarte en el presente en lugar de preocuparte por el pasado o el futuro es una decisión que puedes tomar de forma autónoma.
  • Decidir confiar en tus instintos y tomar decisiones basadas en tu intuición es una decisión que puedes tomar de forma autónoma.

IV

Además, la libertad de elegir es un aspecto importante en el deporte en general. Evidentemente, el libre albedrío está presente en el ámbito deportivo.

Tengamos en cuenta que el deporte, los juegos y la actividad física en general, implica el ejercicio de la facultad de resolver y actuar por sí mismo. Esto es, los deportistas tienen la capacidad de tomar decisiones autónomas en el campo de juego, tales como elegir qué jugada hacer, cómo ejecutarla y cómo reaccionar ante las acciones de los demás jugadores.

La toma de decisiones en el deporte puede ser influenciada por factores poderosos como la presión del público, la estrategia del equipo y la habilidad del oponente; pero, los deportistas también pueden tomar decisiones libres fuera del campo de juego, como elegir qué deporte practicar, qué equipo unirse y cómo entrenar.

Así mismo, debemos tener en cuenta que la creencia en el libre albedrío puede influir en la forma en que los deportistas se perciben a sí mismos y a sus habilidades, hecho que puede afectar su rendimiento.

Entendido como deporte, el ajedrez es un ejemplo de libre albedrío, ya que los jugadores tienen la capacidad de tomar decisiones autónomas en su campo de juego: el tablero de ajedrez.

Durante la partida de ajedrez, el libre albedrío es un hecho, lo que significa que los jugadores tienen la libertad de elegir qué jugada hacer, cómo ejecutarla y cómo reaccionar ante las acciones de los demás jugadores. Sin embargo, al igual que en el deporte en general. la toma de decisiones en el ajedrez puede ser influenciada por factores como la apertura y estrategia del oponente, la distribución de las piezas, la estructura de peones, el tiempo, el dominio del espacio, el turno, la diferencia de rating, etc.

Por supuesto, los ajedrecistas también pueden tomar decisiones libres fuera del tablero, como elegir qué aperturas estudiar, cuál será la rutina de preparación teórica y física, la participación en programas de entrenamiento y en torneos, etc.

Discusión

La palabra "albedrío" proviene del latín "arbitrium" y se refiere a la voluntad o la autonomía de una persona al actuar. Es la capacidad de las personas para tomar decisiones autónomas y es un derecho fundamental que se relaciona con la libertad y la responsabilidad de las personas por sus acciones.

El libre albedrío y la toma de decisiones están estrechamente relacionados. La toma de decisiones es un proceso complejo que involucra múltiples factores, por lo que es difícil determinar en qué medida somos libres para tomar decisiones autónomas.

Hay muchas decisiones que podemos tomar de forma autónoma, las cuales, siendo libres, pueden tener un gran impacto en nuestra vida; desde elegir bien a nuestros amigos hasta decidir qué estudiar, trabajar o formar una familia. Estas decisiones pueden ayudarnos a alcanzar nuestras metas y vivir una vida plena y satisfactoria.

El libre albedrío está presente en el ámbito deportivo, tanto en el campo de juego como fuera de él. Los deportistas tienen la capacidad de tomar decisiones autónomas y la creencia en el libre albedrío puede influir en su rendimiento; sin embargo, sus acciones están reguladas por las distintas reglas, normativas y condiciones de juego características de cada disciplina.

En este sentido, el ajedrez es un ejemplo de libre albedrío, ya que los jugadores tienen la capacidad (y obligación), de tomar decisiones autónomas sobre el tablero.

La toma de decisiones en el ajedrez puede ser influenciada por factores como la estrategia del oponente, la posición y el tiempo remanente, entre otros. Los ajedrecistas también pueden tomar decisiones libres fuera del tablero, como elegir qué aperturas estudiar, qué torneos jugar y cómo entrenar.

Hemos afirmado que el ajedrez es una escuela promotora de valores, y aquí lo ratificamos. El ajedrez es un ejemplo del ejercicio pleno de neuro derechos tales como el “libre albedrío”; ya que, sus practicantes tienen la capacidad para tomar decisiones autónomas aún en un marco tan estricto como las Leyes del Ajedrez.

Conclusiones

Con base en lo anteriormente expresado y ante situaciones como la planteada con el joven que respondió a su entrenador que había jugado 21. Cxe5… porque “le gustó” sugerimos:

  • Estamos de acuerdo que el ejercicio del libre albedrío es un acto de libertad y un derecho humano reconocido.
  • Además, sabemos que es una acción íntimamente relacionada con una habilidad fundamental: la toma de decisiones.
  • Pero, a su vez, la toma de decisiones -al generar acciones específicas que impactan algún aspecto de nuestra realidad- trae consecuencias y, por lo tanto, genera responsabilidades en quien la ejerce.
  • En el deporte -una actividad reglada- la toma de decisiones afecta los resultados, por lo que el ejercicio del libre albedrío / toma de decisiones implica responsabilidades importantes.
  • En la práctica del ajedrez, el objetivo de la partida es rendir al rey contrario. Esto nos lleva a buscar -mediante las opciones que nos ofrecen las propias Leyes del Ajedrez- la forma más precisa y económica de acceder al único punto que nos aporta ganar la partida.
  • Implica que, en el ajedrez, el libre albedrío y la toma de decisiones también tienen sus responsabilidades; y más delicadas aún por ser personalísimas e intransferibles. Entonces, aprovechemos la oportunidad para hacerle saber a nuestros entrenados, que no hay forma de acusar a otros de nuestros propios errores, limitaciones conceptuales o carencias técnicas sobre el tablero. Cada persona debe hacerse completamente responsable de todas y cada una de las decisiones que, autónomamente, tome sobre un asunto particular de su realidad.
  • Finalmente, más allá de la importancia que tiene el conocimiento y dominio de procesos como el análisis, el cálculo y la valoración posicional en jóvenes ajedrecistas, el momento es oportuno para que estos internalicen que la toma de decisiones relativas a una jugada, combinación o plan de juego determinado no derivan de actitudes caprichosas, inconstantes o volubles; no ocurren porque “me gustó” sino que son consecuencia de una concepción científica del juego. Una actitud positiva en la que el ajedrecista demuestre que “lo hice con base en esta evaluación concreta …”
  • Llegamos a la conclusión de que, aunque se tenga una excelente intuición, es necesario desarrollar en uno mismo la capacidad de profundizar continuamente en los detalles concretos de una posición y, cuando sea necesario, calcular exactamente las variantes (Mark Dvorevsky)

Enlaces


Uvencio Blanco Hernández, Venezuela. Comisión Ajedrez y Educación FIDE. Escritor, Investigador, Conferencista, Árbitro Internacional, Organizador Internacional, Entrenador, Profesor de Ajedrez ECU y Lead School Instructor FIDE.