19/02/2004 – Se llama El pequeño Fritz. Ataca primero a los niños. Luego
a sus profesores y a sus padres. Incluso a los abuelos. Esa ha sido la experiencia
en la escuela Lämmersieth de Hamburgo. El entusiasmo de los niños
por el ajedrez alcanzó el 75%. Y presenta efectos secundarios: los niños
se muestran más tranquilos y relajados. Así de fácil. Además,
no entiende de fronteras ni de culturas.
La
experiencia alemana.
La
experiencia española.
¿Quiere
tener su propia experiencia?