Miércoles, 3 de agosto de 2011
Campeonato Panamericano de Ajedrez de Veteranos 2011
La razón de mi vida
Por Carlos A. Ilardo, con fotos de Graciela Manteiga
El maestro internacional argentino Raimundo García, de 76 años, se adjudicó el II Campeonato Panamericano Senior, que se realizó en la ciudad balnearia de Mar del Plata y se clasificó para disputar el Mundial de la categoría, en Opatija (Croacia), entre el 14 y 27 de noviembre próximo.
El maestro Raimundo García
Un argentino, el maestro internacional Raimundo García, de 76 años, logró la clasificación para el Campeonato Mundial Senior, tras adjudicarse el II Panamericano de la categoría que se disputó, entre el 28 de julio y el 4 de agosto último, en los salones del hotel Dorá, en la ciudad de Mar del Plata.
La prueba con u$s 3000, en premios y que reunió a 13 jugadores, entre ellos tres extranjeros, fue organizada por la Federación Argentina de Ajedrez (FADA) junto a la federación marplatense (FMA) y la Confederación de Ajedrez para América (CCA). Gustavo Bacino y José Luis Lovece fueron los árbitros del certamen que se disputó bajo el sistema suizo a siete ruedas.
“Hoy para mí el ajedrez es casi la razón de mi vida” nos contó el flamante ganador y representante argentino en el Mundial y agregó, “ahora que ya he pasado los 70 años no me detuve aún en analizar si elegí de manera correcta en no dedicarme el 100% por 100% al ajedrez”.
Es que Raimundo García conoció el ajedrez en 1942, a los 6 años. Desde entonces siempre estuvo ligado al estudio y perfeccionamiento. Durante casi 30 años fue representante de la histórica entidad, el Club Jaque Mate.
[Event "Panamericano Senior"]
[Site "Mar del Plata"]
[Date "2011.07.31"]
[Round "4"]
[White "Leskovar, Mario"]
[Black "García, Raimundo"]
[Result "0-1"]
[ECO "A16"]
[WhiteElo "2317"]
[BlackElo "2316"]
[PlyCount "90"]
[EventDate "2011.??.??"]
[EventCountry "ARG"]
[SourceDate "2011.07.28"]
1. c4 g6 2. Nc3 Bg7 3. g3 Nf6 4. Bg2 O-O 5. d3 d6 6. Nf3 Nc6 7. O-O Nh5 8. Bd2
f5 9. e3 e5 10. Rb1 Nf6 11. d4 e4 12. Ne1 Bd7 13. b4 a6 14. f3 Qe7 15. Nc2 exf3
16. Qxf3 Rae8 17. Qe2 h5 18. b5 axb5 19. cxb5 Nd8 20. Nb4 Be6 21. Qd3 Qf7 22.
d5 Bc8 23. a4 b6 24. e4 Nb7 25. Na6 Nc5 26. Nxc5 dxc5 27. exf5 Bxf5 28. Rxf5
gxf5 29. Qxf5 Ng4 30. Qxf7+ Rxf7 31. h3 Bd4+ 32. Kh1 Ne3 33. Bxe3 Rxe3 34. d6
cxd6 35. Nd5 Rxg3 36. Nxb6 Kf8 37. Kh2 Be5 38. Kh1 Rfg7 39. Rf1+ Ke7 40. Rf2
Re3 41. Bf1 Bd4 42. Nd5+ Kd7 43. Nf6+ Ke6 44. Nxh5 Rg5 45. Re2 Kf5 0-1
[Event "Panamericano Senior"]
[Site "Mar del Plata"]
[Date "2011.08.03"]
[Round "7"]
[White "Cristóbal, Rubén"]
[Black "García, Raimundo"]
[Result "0-1"]
[ECO "A01"]
[WhiteElo "2157"]
[BlackElo "2316"]
[PlyCount "114"]
[EventDate "2011.??.??"]
[EventCountry "ARG"]
[SourceDate "2011.07.28"]
1. b3 e5 2. Bb2 d6 3. g3 Nf6 4. Bg2 g6 5. c4 Bg7 6. d3 O-O 7. Nd2 Nc6 8. e4 Nd7
9. Ne2 Nc5 10. Qb1 Nb4 11. Nc1 a5 12. O-O f5 13. a3 Nc6 14. Ne2 Be6 15. Qc2 Qd7
16. Bc3 fxe4 17. Nxe4 Nxe4 18. Bxe4 Bh3 19. Bg2 Rae8 20. b4 Bxg2 21. Kxg2 axb4
22. axb4 Qf5 23. f3 Nd4 24. Bxd4 exd4 25. g4 Qg5 26. Ng3 Re3 27. Rf2 Be5 28. b5
Qf4 29. Raf1 h5 30. gxh5 gxh5 31. Kh1 Kh7 32. Ne4 Rg8 33. Qd1 Kh6 34. Rg1 Rxg1+
35. Kxg1 c6 36. bxc6 bxc6 37. Qf1 d5 38. cxd5 cxd5 39. Ng3 Bf6 40. Qh3 Re5 41.
Re2 Rxe2 42. Qxh5+ Kg7 43. Nxe2 Qe3+ 44. Kf1 Qxd3 45. Qg4+ Kf8 46. Qc8+ Kg7 47.
Qd7+ Kf8 48. Qxd5 Qd1+ 49. Kf2 d3 50. Nf4 d2 51. Qd6+ Kg7 52. Qd7+ Kf8 53. Qc8+
Kg7 54. Qd7+ Kh6 55. Qh3+ Kg7 56. Qd7+ Kh6 57. Qe6 Qe1+ 0-1
“Antes de casarme le dije a mi novia (mi actual mujer, Teresita) mirá que voy a jugar ajedrez toda la vida, y ella si bien nunca le gustó que juegue tanto, igualmente lo aceptó. Yo tuve que adaptarme a las circunstancias, trabajaba mediodía en la municipalidad de la ciudad de Buenos Aires y, el otro mediodía se lo dedicaba al ajedrez. Me preocupé por formar una familia, y hoy estoy muy orgulloso de mi esposa, mis cuatro hijos (Laura, Paula, Raimundo Alejandro y María Elvira), y mi nieta. Son todo para mí”, contó García que en 1964 obtuvo el título de maestro internacional, en el mismo certamen en el que logró empatar con el ex campeón del mundo, el armenio Tigran Petrosian.
“Sí es cierto en mi vida me enfrenté con muy buenos jugadores. Fui rival de Smyslov, Keres, Stein y muchos otros soviéticos; ellos eran la clase superior, los avanzados. Desde chico, a medida que iba avanzando en el ajedrez, mi ídolo fue el ex campeón mundial Mikhail Botwinnik. Mi admiración era tan grande que adopté su forma de trabajo estudio e investigación”, dijo el maestro internacional.
¿Y de los argentinos, qué recuerdos tiene?
Y, de Najdorf para acá, jugué con todos. Me enfrenté a Pilnik, Eliskases, Bolbochán, Panno, Rosseto, Guimard, etc. Sin dudas que el más duro fue Don Miguel, porque uno con Panno podía jugar y empatar, pero con El Viejo era una lucha a muerte. En 1968 comencé a advertir que mi juego iba mejorando porque logré varios empates con Najdorf hasta que recién en 1969 le pude ganar la primera partida.
El veterano maestro, Raimundo García ganador del campeonato argentino (1963) y representante olímpico en Tel Aviv (1964), La Habana (1966), Lugano (1968) y Skopje (1972), con la tranquilidad que entregan los años de experiencia y el conocimiento también se atreve a trazar su visión sobre las razones de la caída del ajedrez argentino.
“El tema principal pasó por la falta de recambio; a los jugadores que se quedaron en el país tras el comienzo de la Guerra en 1939, los siguieron otros, Panno, Redolfi, Shocron y muchos más. Pero después la siguiente camada de discípulos fue más y cada vez más restringida. ¿Cuál fue el talento más desperdiciado?, yo creo que nuestro mejor jugador argentino fue Oscar Panno, él pudo llegar más arriba del 3er puesto en Gotemburgo en 1955, pero priorizó otras cosas de su vida. En los años 80 y 90 también hubo un grupo de jóvenes, entre los más conocidos, Tempone, Zarnicki y Spangenberg, pero ellos se vieron obligados a decidir cómo vivir. Si preferían vivir mal jugando ajedrez o vivir mejor realizando otra actividad, y obviamente, decidieron esto último”.
El tema parece no tener solución, entonces.
Y la prueba está a la vista; hoy si nuestros jugadores progresan es por propia iniciativa. Por eso Felgaer se mudó a Chile, Peralta a España, Kovalyov a Canadá. Ellos no pueden salir a buscar auspiciantes, esa creo que es la mayor falla de nuestros dirigentes. ¿Si yo pensé serlo?, tal vez hace unos años, ahora ya soy mayor, sólo quizás vuelva a trabajar con los jóvenes si se lleva a cabo un proyecto del que me hablaron en el Club Argentino.
¿Y cómo está preparado para el mundial?
Estoy ilusionado. Lo del año pasado, mi participación en el Mundial en Arco (Italia) fue un milagro. Ahora, este Panamericano cayó del cielo. La verdad es que no hay un plan en esta categoría. Con mi triunfo me aseguran hospedaje y comida en Croacia, pero deberé luchar con el tema del pasaje que es un mal crónico de todos los jugadores. Sólo deseo que los dirigentes de la FADA lo consigan a través de la Secretaría de deportes o el Enard. Me parece que después de la experiencia en 2010, este año podría hacer un papel mejor (en 2010, García finalizó 17°, con 7,5 puntos, entre 150 jugadores y quedó a un punto del vencedor el francés Anatoly Vaisser), creo que entendí cómo debo prepararme y que estilo jugar. Es que muchos sólo van para no perder, juegan muy defensivo y hay que tener líneas de juego preparadas para contrarrestarlos.
Raimundo García, socio del Club Argentino desde 1975, entiende el juego. Por eso, habla, juega, piensa y sueña como un maestro. Le sobra experiencia.
El torneo y Mar del Plata
Entre el 28 de julio y el 4 de agosto se realizó en la ciudad de Mar del Plata, el II Campeonato Panamericano Senior; una competencia que reunió a 13 jugadores, entre ellos tres extranjeros, los brasileños Lincoln Lucena, Herman van Riemsdijk y Marcio Netto Baeta. Sin dudas que el bajo número de participantes atentó contra el brillo del certamen. Varias de las mejores figuras del ajedrez vernáculo, Oscar Panno, Miguel Quinteros, Carlos Bielicki, Samuel Schweber, Roberto Debarnot, Oscar Cuasnicú, Carlos E. Juárez y Jorge Rubinetti, por distintas causas personales, estuvieron ausentes. Una verdadera pena dado que ya se sabe de las dificultades para que este país vuelva a ser sede de alguna prueba internacional.
El hotel Dorá fue el lugar del encuentro
Es que frente a las diversas crisis (política, económica y deportiva) que atraviesa el ajedrez doméstico deberá sumarse el nuevo golpe que le han asestado: la ausencia de competencias internacionales en su territorio.
La decisión de FIDE América, que comanda el cubano Jorge Vega Fernández desde su adoptiva patria en México, de borrar a la Argentina como sede de las principales competencias del Continente: Panamericanos, Sudamericanos, Continentales, Mundiales, Zonales, etc., tiene el rigor político del castigo y marginación. El cambio de voto argentino, en las elecciones presidenciales de FIDE realizadas en Khanty Mansyisk, en septiembre de 2010, a favor del candidato opositor, el ruso Anatoly Karpov en lugar del
establishment oficialista que comanda el calmuco Kirsan Ilyumzhinov, ha comenzado a pasar factura.
La Argentina, por lejos, el país con mayor tradición ajedrecística de todo el continente americano, mientras se extienda esta sanción retorcida y subterfugia, no figurará como sede de ningún certamen importante del calendario de la FIDE. La realización del Panamericano Senior sólo fue posible por la astucia de algunos dirigentes y que las federaciones del Continente desconocían esta prueba por lo que ninguna se mostró interesada ante FIDE América para solicitar su organización. Ahora, frente a la repercusión del certamen, El Salvador será sede en 2012.
Los participantes
Rubén Cristóbal
Raimundo García frente al tablero
Herman van Riemsdijk
Osvaldo Ravier
Eduardo Vasta
Mario Leskovar
Miguel Ángel Estavillo
Marcio Netto Baeta
José Buonzeiro
Lincoln Lucena (Brasil)
Jorge Szmetan
José Copié
Néstor López Paz
La sala de juego
Bacino y Lovece, los árbitros
La ceremonia de clausura
Lucena (subcampeón) y Raimundo García (el campeón)
Vista de la ciudad de Mar del Plata
El Club de Pescadores
Torreón del Monje
El ex hotel Provincial, ahora NH
Texto: Carlos A. Ilardo
Fotos: Graciela Manteiga
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