05/03/2012 – La madre de Bobby, Regina Fischer estuvo casada con el físico alemán Hans Gerhardt Fischer con quien tuvo una hija. Pero Gerhardt no era el padre biológico de Bobby, aunque fue así figurase en su pasaporte. Tras la separación de su
marido, Regina volvió a Estados Unidos para trabajar dando clases o como enfermera. Cuando nació su segundo hijo, Bobby, Regina estaba en Chicago y se relacionaba con otro físico, el húngaro Paul Nemenyi, un simpatizante comunista que solía dejar atónitos a quienes se cruzaban en su camino por su prodigiosa inteligencia.
Nemenyi había ganado la medalla nacional de matemáticas siendo un adolescente en Hungría
y parece que tenía memoria fotográfica. En las fotos que hay de él hay cierto parecido con el aspecto de Fischer. Quizá nunca lo averigüemos con total certeza, ya
que la única prueba concluyente sería la genética. Tampoco sabemos si Bobby conocía quién era su verdadero progenitor. Pero igual le interesa mucho más cómo comenzó la carrera de Fischer, cómo aprendió a jugar, qué pensaba su madre de todo aquello y quienes fueron las personas que descubrieron su verdadero talento. Todo eso y mucho más lo podrán leer en el extenso y extraordinariamente interesante
artículo sobre Fischer por E. J. Rodríguez, en Jot Down Cultural.