'Probablemente he llegado a campeón mundial demasiado pronto'

por ChessBase
13/11/2008 – Ruslan Ponomariov nació el 11 de octubre de 1983 en Ucrania. A la temprana edad de catorce años llegó a ser el jugador más joven de la historia en lograr el título de gran maestro. En 2002, a los 18 años, derrotó a su compatriota Vassily Ivanchuk y ganó el Campeonato del Mundo de la FIDE. El duelo por el título mundial contra Garry Kasparov, inicialmente previsto para el año siguiente, finalmente fue suspendido. En esta entrevista podrán leer, como Ponomariov encontró pelo por toda la cama después de una visita al salón de la "Campeona Mundial de Peluquería", como se le curaron unos sabañones al bañarse en agua helada y que su sueño sería recorrer las estepas de Mongolia a caballo. Interesante entrevista traducida al castellano...

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Ruslan Ponomariov: “Probablemente llegó a ser campeón del mundo demasiado pronto”

El pasado día 11 de octubre, el primer y hasta ahora único campeón del mundo ucranio, cumplió 25 años. He aquí los extractos de una entrevista con él, realizada por GM Dmitry Komarov para la revista rusa "Sobytiya".

Cuando perdí contra mi padre, casi me entraron ganas de golpearle

"Probablemente llegué a campeón mundial demasiado pronto", recuerda Ruslan Ponomariov, sentado en la cafetería donde nos encontramos con él, cerca de su casa en Poznyak, Kiev. “La gente esperaba demasiado de mi y procuré hacer lo mejor que podía para cumplir con este nuevo estatus. Pero no era nada fácil. Hoy en día, no existe ningún jugador dominante, ni siquiera si es campeón del mundo, como en el caso de Karpov o Kasparov. Son importantes hasta los más pequeños detalles y, si algo sale mal, nuestros rivales se aprovecharán de ello sin piedad. Sí, es cierto que últimamente he desaparecido un poco en la sombra, pero el ajedrez sigue siendo mi profesión. Sigo trabajando mucho en ello. En fin, tú mismo sabes que si no te entrenas y actúas lo mejor que puedas, no podrás lograr nada.

Pregunta: ¿Cómo fue que te coronaste campeón?

Respuesta: Comencé a jugar con mi padre cuando apenas tenía siete años. Al principio solía perder mucho y me enfadaba terriblemente. Casi me entraban ganas de golpear a mi padre. Cuando se dio cuenta de ello empezó a ofrecerme tablas y más adelante empecé a lograr vencerle. La cosa llegó a ser menos interesante. Pero entonces apareció un entrenador de ajedrez en nuestro colegio y se formó un grupo. Empecé a acudir y poco a poco me puse a estudiar la teoría. A continuación jugamos competiciones en las regiones vecinas y luego también en otras ciudades. Fue entonces que surgió el deseo de llegar a ser jugador de ajedrez profesional.

P: Sé que durante un período de seis años, desde que ganaste el campeonato, has logrado a conseguir dos grados más altos de formación profesional.

R: Desde los tiempos de la era de la Unión Soviética, en nuestra sociedad reinaba la opinión de que uno debería tener una formación universitaria. Así que elegí el Instituto de Derecho que no quedaba lejos de mi casa en Kramatorsk, con lo cual podía estudiar sin que hubiese conflictos con los demás aspectos de mi vida. Mi tesis con el título "Retos y perspectivas para una legislación mejorada en competiciones deportivas internacionales" fue dedicado al análisis del contrato de mi duelo suspendido contra Garry Kasparov. Mi formación deportiva superior fue obtenida más bien por casualidad. Tras un largo intervalo, la Universidad Estatal de Educación Física de Kiev ofreció la especialización en ajedrez y decidí no solamente apoyar a mis amigos, ganando a nuevos estudiantes dándoles un ejemplo personal, sino también a desarrollar mis propios conocimientos. Este verano terminé mi tesis sobre análisis de software de ajedrez. Me invitaron a quedarme en la escuela superior, pero no quise. Ya tenemos suficientes profesores.

Q: ¿Es lucrativa tu profesión?

A: El ajedrez no es un deporte para ganar mucho dinero, especialmente en comparación con el fútbol, tenis o golf. El hecho de que el ajedrez no sea deporte olímpico tiene efectos en su prestigio y su popularidad. El otro día me llamaron las autoridades de hacienda. Aparentemente habían leído en la prensa que yo ganaba muchísimo dinero [por su victoria en el Campeonato del Mundo, Ruslan cobró unos 380.000 USD, limpios. - D.K.]. Les tuve que explicar que los periódicos no siempre publican hechos ciertos. Por cierto, me pagué todas las sesiones de entrenamiento de mi propio bolsillo. Y a veces eso incluso salió en mi contra. Contraté a Veselin Topalov para ser mi entrenador cuando me estaba preparando para el duelo contra Kasparov y le pagué una importe cantidad de dinero. Pero tal y como resultó obvio, ganó algo más de dicha cooperación. Ahora está en la cima de la lista de la FIDE y yo estoy en la posición 22.


Sergey Karjakin, Ruslan Ponomariov y Veselin Topalov en Bilbao 2005

P: ¿Te pagan un sueldo estatal?

R: El sueldo por ser miembro de la selección de Ucrania son dos mil hryvnia [Alrededor de 350 USD] al mes. Pero lo rechacé. Quiero que el ajedrez se respete y pague de manera apropiada. En cierto momento, la carrera de un deportista termina. Hace cuatro años escribí francamente en "Facts" que los ganadores de la Olimpíada de Ajedrez [El estado pagaba diez mil hryvnia por este éxito] deberían recibir un reconocimiento parecido al que reciben los ganadores de las medallas de oro en los Juegos Olímpicos. Desde entonces no ha cambiado nada y por eso nunca he vuelto a jugar en el equipo nacional durante los últimos tres años. Antes, cuando era un niño, fue interesante jugar para el equipo. En un momento dado me dejaron fuera, debido a varias intrigas. Pero en 1998 ganamos la medalla de bronce y yo logré ganar el punto decisivo. Luego gané el oro tanto en el Campeonato del Mundo como en la Olimpíada. De esta manera he demostrado que soy profesional y ahora les toca a los funcionarios demostrar lo mismo.

P: ¿Por qué no quisiste jugar en un supertorneo tradicional como el de Foros?

R: Que yo sepa, algunos de los participantes, incluyendo algunos extranjeros, recibieron un dinero por participar, además de los premios. La primera vez jugué gratis, pero ahora insisto en que las condiciones deberían tener más o menos el mismo nivel que los otros torneos internacionales de mayor importancia. ¿Por qué los ucranios, y no solamente los ajedrecistas, deben ganar menos que los residentes en países europeos?

P: ¿Alguna vez has reflexionado por qué el dinero es importante?

R: Independencia económica significa libertad y la posibilidad de elegir. Uno puede aceptar unas propuestas y rechazar otras. Por ejemplo, si Ucrania fuese más rica, estaríamos en condiciones de hacer nuestra propia política, pero tal y como están las cosas, son otros los países que deciden cuál debe ser el destino de los ucranios.

P: ¿Y cómo te gustaría gastar tu dinero duramente ganado?

R: Tengo un sueño. Quisiera recorrer las estepas de Mongolia a caballo. Uno de mis amigos del instituto de educación física ha viajado a la Antártida y me ha traído una moneda como recuerdo. Cuando estoy escuchando sus historias sobre el hielo y los pingüinos me entran ganas de ver también la Antártida. Ya me he enterado de que ese placer me costaría alrededor de 10.000 euros.

P: ¿No tendrías miedo de morirte por el frío ahí a fuera?

R: No hace falta tenerle miedo al frío. En diciembre pasado tuve sabañones en mi oreja. El médico me dijo que tomara antibióticos y que me metiera en la cama un mes. Pero justo entonces fui a un bautizo y mis amigos me persuadieron para meterme en un agujero en el hielo con ellos.

P: ¡Vaya! ¿Qué ocurrió?

R: Hasta entonces nunca había intentado bañarme en invierno. Por supuesto, estaba un poco nervioso. Pero cuando el cura bendijo el agujero de hielo, en forma de una cruz, me metí en el agua con los demás. Fue maravilloso y al día siguiente mi oreja se había curado completamente. Un mes más tarde estuve en España. Claro, hace mucho menos frío que en Kiev, pero aún así hacía bastante frío y no me pude resistir a bañarme en el Atlántico.

P: ¿Y cómo te mantienes en forma?

R: Hace diez años empecé a jugar al fútbol pero pronto decidí que me parecía un deporte demasiado violento, me rompí la pierna y con eso lo dejé. El footing siempre me ha parecido aburrido, así que me compré una bici. Pero cuando me había recorrido todos los distritos de Kiev, también empecé a aburrirme. Además, nuestra capital no es precisamente muy amable con los ciclistas. No hay carriles bici de manera que te pasas todo el tiempo a punto de ser atropellado por algún coche. Por eso, ahora suelo ir al gimnasio y a la piscina; hago ejercicios con pesas de 5 kilos todos los días.

P: Muchas personas famosas no solamente suelen ir al gimnasio sino que también acuden a salones de belleza, peluquerías, etc. ¿Tú también?

A: Cuando me coroné campeón del mundo, decidí que debería empezar a preocuparme por mi apariencia. Me acerqué a un salón en Moscú de nombre "Dolores”. La dueña es la "campeona del mundo de peluquería". Pagué unos 100 dólares para un corte de pelo completamente normal. Volví al hotel, fui a la cama y cuando me levanté a la mañana siguiente, mi pelo estaba por toda la almohada. Desde entonces suelo ir al peluquero normal.

P: ¿Sueles ir al campo a menudo?

R: A mi me encanta entrenarme en algunas zonas del campo en Ucrania. Lo que me gusta especialmente es pescar carpas en los lagos. Alguna vez fuimos a pescar a un lago que estaba repartido en sectores con barreras y no logramos pescar nada. Luego el dueño del centro turístico donde estábamos alojados nos llevó a ver a un señor mayor. Resultó ser muy majo y no solo nos permitió pescar en su lago particular sino que también compartió con nosotros algunos delicatessen como hígado de liebre y un aguardiente que había destilado de manera ilegal.

P: ¿Te gusta cantar?

R: Efectivamente, me encanta cantar. Cosa distinta es que no tengo talento alguno. En cambio mi hermana sí. Ella está terminando sus estudios de violín y se está preparando para ir al conservatorio. Me acuerdo cuando fui a un bar de karaoke por primera vez en mi vida en Lausana y me quedé asustado de lo bien que cantaban los clientes. No tenían canciones rusas en el repertorio, pero aún así me levanté, esperé mi turno y hasta me aplaudieron un poquito. Ya me gustaría encontrar un sitio parecido en Kiev.


Ruslan con su hermana menor, Ludmilla, que quiere ser violinista profesional

P: ¿Cuáles son los recuerdos más impresionantes que te has llevado de tus viajes?

R: Una vez me invitaron a una dacha en Barvikha, cerca del famoso Rublevo-Uspenscom Shosse, donde viven todos esos millonarios rusos. Mi amigo tenía una casa de madera relativamente modesta de dos habitaciones, pero hasta esa casa le costó tres millones de rublos. Me asomé por la puerta para respirar un poco de aire fresco por la mañana y vi algo como un balneario de lujo y al lado había una iglesia. Pensé: qué bonito, después de un tratamiento relajante uno puede ir directamente a rezar un poco. Se lo comenté a mi amigo y éste estalló de risa porque resultó que esto no era un balneario sino la dacha de uno de los nuevos millonarios rusos.

Y el año pasado viajé por primera vez a la República Checa, para jugar en el torneo en Karlovy Vary. Pensé que podría familiarizarme con la cultura checa y encontrarme con algunos checos del lugar. Pero resultó que la lengua local era el ruso y que casi todo el mundo era de Rusia o Ucrania.

El año pasado, Ruslan Ponomariov conoció a su novia Inés en el torneo de la "Liga de Campeones" en el País Vasco (España) Inés tiene 21 años y estudia filología. Ruslan no desveló muchos detalles de su relación con su novia, pero Inés publicó algunas fotos de sus vacaciones con Ruslan en su blog. Este año, Ruslan la visitó varias veces y en junio Inés le devolvió la visita a Kiev.

R: No, no tengo planes para casarme. Debido a los muchos viajes que hacemos y, por qué no decirlo, nuestros caracteres egoístas, los jugadores de ajedrez solemos tener una tasa alta de divorcios.

P: Desde luego, tu colega Alexei Shirov, hace poco, se divorció por tercera vez. ¿Te da pena?

A: ¿Por qué me debería dar pena? Quizá uno debería alegrarse por él (se ríe). Una vez que una relación está rota, ¿para qué prolongarla? Uno siempre debería mirar el lado positivo de las cosas y seguir adelante. El caso es que debería ser capaz de ganar un dinero razonable para apoyar a sus cuatro hijos. En serio, la clave para resolver los problemas de la vida cotidiana es evitar conflictos con las personas más cercanas y más queridas y concentrarse en lo más importante. Y la cosa más importante para mi ahora mismo es el ajedrez.

Traducción al castellano: Nadja Woisin, ChessBase


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