¿Quién puede ser gran maestro?
por Manuel López Michelone
El máximo título que otorga la Federación Internacional de Ajedrez – FIDE (aparte de la de campeón del mundo, destinado sólo a unos cuantos elegidos), es el de gran maestro internacional. En el mundo de hoy no hay más de mil titulados con este galardón y en México tenemos en total cuatro grandes maestros: Marcel Sisniega, Gilberto Hernández, Juan Carlos González y Carlos Torre (ya fallecido). Para poderse convertir en gran maestro se necesita cumplir con ciertos requisitos que la FIDE exige: dos o tres normas (actuaciones específicas en torneos internacionales) además de un rating no inferior en el momento de obtener el título, a 2500 puntos Elo.
Ser gran maestro conlleva un enorme honor y además, una gigantesca responsabilidad. Todos aquellos que hemos podido enfrentar a un jugador de esta jerarquía sabemos dos cosas: (a) que el rival hará todo para ganarnos y demostrar por qué es gran maestro y (b) que queremos nosotros ganarle y así poner “su cabeza” en nuestra pared. Evidentemente la tarea no es sencilla y la realidad es que la fuerza de un gran maestro es tal que pocas veces puede un jugador de esta categoría ser derrotado por alguien muy inferior a su nivel. Aunque desde luego, las sorpresas ocurren. En el torneo Carlos Torre in memoriam hace un par de años, Aníbal Muci, un jugador local relativamente desconocido, venció a un gran maestro de más de 2600 puntos Elo. Lo más curioso es que para ese entonces, Muci no tenía rating (había dejado de jugar por muchos años), por lo que para colmo, el gran maestro fue derrotado, oficialmente, por un no clasificado.
Evidentemente este tipo de sorpresas es poco común (de ahí el calificativo de ‘sorpresa’), pero no por eso menos meritorio. Lo importante aquí sería pensar: ¿qué se necesita para llegar a ser gran maestro? La respuesta es obvia en algunos aspectos: dedicación, trabajo constante, quizás una mente obsesiva para el ajedrez, búsqueda de la verdad, etc. Sin embargo, todas estas cuestiones no llevan a alguien necesariamente al título de gran maestro. ¿Qué más se necesita?
Jonathan Levitt, en su libro “Genius in chess”, hace un breve repaso de las características que los genios ajedrecísticos han tenido, pero más aún, ha especulado sobre el talento ajedrecístico y cómo desarrollarlo. Es claro que el tema es complejo, porque los genios en ajedrez simplemente lo son y no sabemos las razones de su amplia capacidad en el tablero. Se dice de Capablanca, que aprendió a jugar al ajedrez viendo a su padre jugar, es decir, nadie le enseñó el movimiento de las piezas, o bien, de Sammy Reshevsky, el cual fue niño prodigio.
GM Samuel Reshevsky
Los estudios de psicólogos al pequeñín Reshevsky no resolvieron ninguna de las dudas planteadas. En los últimos tiempos, se cuenta la anécdota sobre Sofía Polgar (tan extraordinaria para el ajedrez como sus dos hermanas), que cuando era niña, se encontraba en el baño de madrugada, resolviendo un problema de ajedrez. Su padre la vio y le dijo qué dejara las piezas, que era hora de dormir. La respuesta de la niña aún me sorprende: “es que las piezas no me dejan a mí”.
Sofia Polgar
Levitt, gran maestro británico, ha encontrado una serie de pruebas para medir la capacidad y el posible talento ajedrecístico. Indudablemente todas ellas son una interesante especulación al respecto y quizás se necesiten años de pruebas con muchos grupos de trabajo y control, para así llegar a un resultado definitivo sobre el valor intrínseco de estas pruebas para medir el talento potencial de un ajedrecista.
John Levitt
Aquí presentamos una, quizás la más famosa, la cual se menciona en otros libros (como en el de Adrian de Groot), como una buena manera de ver si un jugador llegará lejos dentro del mundo del ajedrez. Desde luego cabe destacar que el desarrollo de un ajedrecista tiene que ver necesariamente con su ambiente cotidiano. No es gratuito que los rusos hayan creado a los más grandes exponentes del ajedrez mundial. El entorno es clave en el desarrollo de todo jugador.
Quien quiera hacer la prueba que Levitt menciona, he aquí las instrucciones: Del diagrama que se presenta aquí, se trata de recorrer con un caballo todas las casillas (en donde no quede atacado), en el menor tiempo posible, el recorrido debe hacerse desde a1, siguiendo por b1, c1, d1, e1, f1, g1, h1, h2, (no g2, pues está atacada por el peón negro de f3), f2, (no e2, por la razón expuesta anteriormente), d2 etc. El tiempo normal para un gran maestro es de menos de 2 minutos y medio. ¿En cuánto tiempo puede hacerlo usted?