Para ganar, primero debes aprender
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Exponerse a una conversación con Judit Polgar (Budapest, 23-7-1976) lleva consigo dosis de prudencia debido a los méritos que arrastra el personaje. Lydia nos ayuda con la traducción. La ajedrecista magiar está considerada como la mujer más destacada en la historia de la disciplina. Casada con Gustav, un veterinario del zoo de Budapest, en estos momento su maternidad - tiene dos hijos de tres y un año - es lo más importante. Sin embargo, a sus 31 años ha roto fronteras en el ajedrez hasta ser incluida en el ‘top ten’ de un mundo eminentemente masculino. Fue la primera persona en alcanzar el título de gran maestro a los quince años. Polgar compite desde hoy en Vitoria en la Liga de Campeones con el difícil objetivo de romper los pronósticos que dan a Veselin Topalov como favorito. Próximamente verá publicada su biografía.
EL CORREO: Bienvenida. ¿Qué le ha llevado a participar en el Torneo de Ajedrez Liga de Campeones?
Judit Polgar: Recibí una invitación hace unos meses y me pareció muy interesante. Hasta ahora nunca había participado en un torneo de este tipo que combina el carácter profesional con una causa benéfica.
¿Con qué expectativas llega a Vitoria?.
Desarrollar buenas partidas y estar lo más arriba posible en la competición.
Tras una vida dedicada al ajedrez, ¿en qué momento de su carrera diría que se encuentra?
Ahora mismo estoy en el puesto número 20 del ranking. En los últimos tres años he tenido a mis hijos –Hanna y Oliver–. Los parones de estar embarazada, dar a luz y demás me han llevado a un bache en mi juego del que estoy intentado recuperarme. Participar en torneos como éste es importante para volver a estar en el ‘Top 10’.
A finales de los noventa declaraba que para usted era más importante ser feliz que llegar a ser una gran estrella en el tablero.¿Sigue pensando lo mismo?
Judit con Oliver y su marido Gusztav ("Guszti")
Sí, pero soy consciente de que jugar al ajedrez sigue siendo parte de mi felicidad. En estos años me he casado y he sido madre. Ahora tengo una vida muy estable y estoy muy contenta con ella.
No debe ser sencillo compaginar su maternidad con el alto nivel de competición.
Es complicado organizar vida personal y profesional, pero intento hacer lo posible para compaginar la atención a mis hijos con la participación en torneos importantes. Soy feliz con el ajedrez y con mis hijos, pero es complicado organizarlo todo.
Su padre, Lazslo Polgar, experimentado pedagogo, formó a sus hijas alejado de las aulas. Él tenía una tesis particular: “Un genio no nace, sino que se hace”.¿Se puede educar la inteligencia?
Sí, creo en lo que decía mi padre. Es importante centrarse en un área de la educación. Debería ser una asignatura obligatoria en los colegios. En Brooklyn se experimentó iniciando en el ajedrez a niños problemáticos. A medida que iban avanzando con las piezas y el tablero, sus notas iban mejorando. Es un ejemplo a seguir.
Family: Susan (Zsuzsa), father Lászlo, mother Clara, Judit and Oliver
Ayuda al ajedrez a resolver los problemas cotidianos, tal y cono señala Gary Kasparov en su último libro.
Sí, creo que el ajedrez es una buena manera de entrenar la mente para enfrentarse a la vida diaria. El ajedrez tiene muchos aspectos que se pueden aplicar a la cotidiano como la planificación, la concentración y las combinaciones. Aprendes a ganar, pero también a perder, a ser creativo...
¿Tiene sexo el ajedrez?
No creo que tenga sexo. Hombres y mujeres deberíamos jugar en un ajedrez unificado. Hay mujeres que prefieren competir entre ellas y que están en contra de un ajedrez así porque obtienen buenos resultados, pero la mujer debería competir con el hombre. Es algo que la Federación Internacional debería considerar
Puede darse en el siglo XXI una revolución femenina en este deporte.
Actualmente el papel de la mujer está cambiando en todas las áreas. Personalmente, prefiero no mirar al ajedrez desde un punto de vista femenino, si no ver su evolución por países. India y China están mejorando a pasos agigantados y sus ajedrecistas son los que van a liderar la revolución del siglo XXI. Son naciones que van a liderar al mundo no sólo en el ajedrez, sino en cualquier otro aspecto.
La valoración de Judit Polgar en julio de 2006 cuando obtuvo el Elo más alto
¿Qué sentimiento le produce cuando hablan de usted como la mejor ajedrecista de todos los tiempos?
Llevo jugando desde que tengo cinco años y ya me he acostumbrado a los calificativos. Es algo a lo que no le doy más importancia. Será algo que pueda contar a mis nietos, pero nada más.
¿Ha tenido ídolos Judit Polgar?
Nunca he tenido ídolos en el ajedrez. Dependiendo de las épocas he seguido más a unos ajedrecistas que a otros, ciertas jugadas, ciertos momentos...
¿Cómo se definiría sobre el tablero?
Fotos de Judit de la Enciclopiedia de jugadores de ChessBase (1988,
1989, 1993, 1996, 1996 (y la famosa foto del sombrero) y 2002
Me caracterizo por ser una jugadora muy agresiva, de ataque. Con las piezas negras es más difícil serlo, pero también intento desarrollar esta faceta con ellas.
Se identifica más con una ficha más que con otra.
Mi favorita es el caballo.
Son tan importantes como se dice las miradas en una partida de ajedrez.
Para mi el ajedrez es un juego psicológico, y dentro de este juego personal están las miradas. Pero no considero que tengan esa importancia que se le quiere dar.
Qué opinión le merece la polémica que se ha generado en los últimos años en torno si el ajedrez es o no un deporte.
Es una pregunta que se ha formulado en muchos países. Se puede decir que en las últimas décadas el ajedrez se ha convertido más en un deporte que en una ciencia. Yo lo veo más desde un punto de vista artístico.
Con qué aficiones se entretiene una Gran Maestro.
Me gusta mucho la naturaleza, los animales e ir al teatro. Pero claro, ahora al tener dos hijos, no me queda tiempo libre e intento compaginar aficiones y familia.
¿Qué queda de aquella chica con quince años que, en su momento, se proclamó como la primera ajedrecista de todos los tiempos en obtener el título de Gran Maestro, en la Judit Polgar de ahora?
Probablemente una persona más experimentada. Cambia la vida y con ellas las prioridades. Mi punto más fuerte ahora son mis hijos. Por lo demás, sigo siendo la misma. En breve se va a publicar mi biografía.
Usted ha cumplido muchos de los objetivos que se ha propuesto, desde entrar en los 10 primeros puestos del ranking mundial a ganar a jugadores como Kasparov. ¿Por dónde pasan en este momento sus metas?
Desde un punto de vista personal mi objetivo es educar a mis hijos para que en el día de mañana sean felices, puedan valerse por sí mismos y tener éxito. Apoyarles en lo que quieran hacer. Hagan lo que hagan, su madre va a estar ahí. Desde un punto de vista más profesional, al tener familia ahora elijo mucho más los torneos dónde juego, por qué y contra quién. Quiero jugar al ajedrez hasta que me siga apasionando. En el momento en el que me deje de divertir, dejaré este mundillo.
Muchísimas gracias por su atención. Para concluir le ofrezco una pregunta abierta a alguna cuestión que le gustaría resaltar a título individual.
Quisiera destacar este torneo, es algo muy peculiar que no se ha hecho nunca hasta ahora. Se trata de un evento profesional, pero con un trasfondo solidario, algo hecho con tanto sentimiento como para querer crear un hospital en El Congo. Felicito a los organizadores por ello.
Anteriores reportajes en castellano sobre Judit Polgar en ChessBase:Fotos: David Llada
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