Mi Rumanía
He estado mirando la pantalla del ordenador con la página vacía de mi programa de edición de texto durante apróximadamente media hora. Eso describe bastante bien el estado emocional en el que me encuentro. Antes de escribir estas líneas, he intentando ordenar mis pensamientos, mis emociones, las sensaciones y los sentimientos que tengo relacionado con el país en el que nací y me crié, Rumanía.
Ya les digo, esto va a ser más una declaración de amor a mi país, que un artículo de ajedrez. Estoy segura de que aquellas personas que pasen mucho tiempo fuera de su país me comprenderán perfectamente. Es que simplemente estoy enamorada de mi patria. Es mío. Me acepta de manera incondicional. Aquí puedo ser quien soy y como soy de verdad. Es aquí donde vive mi familia, donde aprendí a hablar y a escribir, a jugar al ajedrez.
Es difícil explicar, por que me apasiona tanto Rumanía, ¿pero no es así con todo tipo de amores en general? Supongo que la razón principal es tan fácil como: ¡soy rumana! Pero también les puedo dar algunas razones turísticas que hablan a favor de mi país de origen.
¡Acérquense a Rumanía! Tenemos un país con unas raices gloriosas. Recuerden que la base de nuestro idioma es latina y no eslava, con lo cual las personas hispanohablantes nos comprenderán bastante bien. Tenemos de todo: unas montañas preciosas, unos bosques encantados, unas playas paradisíacas, unos lagos glaciales, volcanes, pueblos pintorescos, ciudades modernas, edificios que parecen monumentos a los tiempos del comunismo, sitios que son Patrimonio Cultural de la UNESCO y junglas de betón. Ya les digo, se quedarán perplejos al ver la enorme diversidad.
Los rumanos tenemos la hospitalidad en nuestra sangre. A la primera vista, especialmente si usted no conoce nuestro doloroso pasado, podría parecer que somos una nación estresada, frustada, cínica, desilusionada y sin fé en la política y en sus respresentes con sus "inovadoras plataformas". En una gran parte es culpa de la historia que nuestra naturaleza franca y alegre se haya visto afectada por los años del comunismo. Sin querer entrar en demasiados detalles, los rumanos han aprendido lo que es el miedo, pero bien aprendido. Han tenido que aprener a desconfiar, a dudar.
"Cautela" es la palabra clave y la razón por la que a veces no nos abrimos al cien por cien. Hace falta algo de paciencia con nosotros y no hay que preocuparse si fruncimos el ceño una o dos veces (¡no es nada personal!) Si es usted del extranjero, no espere ser mimado y tratado con mucha cordialidad desde el primer segundo. A muchas personas del extranjero, el alma de los rumanos les parece demasiado abrupta, muy directa y quizá incluso demasiado difícil de digerir.
Años de pobreza y opresión podría haber tenido el efecto de que nos enfrentásemos unos a otros, pero no ha sido el caso. Aunque las cicatrices se siguen notando, los rumanos tienen familias y amigos. Nos respetamos unos a otros y estamos contentos. Somos muy trabajadores, ambiciosos, orgollosos y también muy religiosos.
La frase que quizá mejor define como somos es esa: "¡Aguanta y sonríe!" Al menos siempre procuramos tomarnos los contratiempos con humor y la mala suerte solamente es otra razón más para gastar una broma y reírnos.
Al verse como indicador que alguien no está a gusto en casa si deja comida en el plato o alcohol en el vaso, si nos visita, habrá que "aguantarse y sonreírse" si quiere hacer un favor a los rumanos. No se aceptarán excusas como "Pero si estoy totalmente lleno/llena y realmente no puedo comer más". Lo único que haría sería ofender a sus anfitriones. O sea que no se acerque a Rumanía si está a régimen.
Tampoco es que cueste mucho esfuerzo, eso de vaciar los platos... ¡La comida rumana está muy rica!
¡Otra razón importante, quizá la más importante para usted es que también podrá jugar al ajedrez aquí! Cada vez hay más torneos, entre ellos el abierto internacional que actualmente se está disputando en mi ciudad natal, Iasi. El premio para el primer clasificado del grupo A es de 5.000 euros. ¡No está nada mal! La verdad es que el torneo está teniendo muy buena acogida.
Abierto de Iasi 2014
La inauguración
Erwin l'Ami con sus compañeros
Ekaterina Atalik
Benjamin Bok
Alexandr Fier
Tener que jugar en la propia ciudad siempre tiene una carga psicológica adicional. Como además había cambiado de husos horarios más de lo que aguanta el cuerpo humano en condiciones normales, preferí tomarme un descanso, relajarme y simplemente acompañar y respaldar a mi marido, Erwin l'Ami en el torneo. La verdad es que, al pasear por la sala de juego ya me están entrando las ganas de volver a tocar las piezas... Pero eso tendrá que esperar de momento.
Erwin l'Ami, el marido de la autora, Alina
Las partidas para reproducir
La clasificación tras 4 rondas
Fotos y texto: Alina l'Ami
Traducción: Nadja Wittmann (ChessBase)
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