
Amunnata Lamwanna, una vidente de Tailandia que usa el sobrenombre de Ajarn
Nong, utiliza las piezas de ajedrez para visionar el futuro de sus clientes.
No sabe jugar al ajedrez, sino que pide al cliente que escoja al azar
cinco piezas y las coloque sobre el tablero, que la vidente asocia con la carta
astral tailandesa, y en función de eso hace sus predicciones.
"Necesitaba un método nuevo e innovador para atraer a los clientes en un
negocio masificado", comenta la vidente, quien cobra por cada sesión de 1.000 a
1.500 bat (entre 25 y 40 euros).
Por cada pregunta que se formule habrá que escoger otras dos nuevas piezas y
colocarlas en el tablero.
El peón, que representa a Venus, una pieza con propiedades femeninas,
altruistas y de personalidad abierta, mientras el caballo, en alusión a la
Tierra, resalta un carácter más directo, ingobernable, desconfiado y trabajador,
un comportamiento unido al hombre, según la futuróloga. El rey, que simboliza a
Júpiter, posee un temperamento frío, calculador y reflexivo, por su parte la
reina, en referencia a Saturno es la pasión, el impulso y la temeridad.
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