ChessBase 16 - Mega package Edition 2022
Ideas nuevas, análisis precisos, y entrenamiento a medida. ChessBase es la base de datos de ajedrez particular de referencia en todo el mundo. Aprenda, disfrute y mejore su juego. Cualquier ajedrecista con ambiciones, desde el Campeón del Mundo hasta los jugadores de club o los amigos ajedrecistas aficionados, trabajan con esta herramienta.
Editorial:
Número 34 de la Revista coeditada por la Fundación Jóvenes y Deporte y el Club de Magic Extremadura, dirigida por Juan Antonio Montero. Antes de enumerar los contenidos, comentar que hay otra edición de los cursos de Ajedrez Social y Terapéutico, con plazo ampliado de inscripciones hasta el 20 de marzo.
Nuestro entrevistado es el Gran Maestro Iván Salgado, de sobra conocido por los aficionados al ajedrez por su vistoso juego, pero lo que creemos que muchos desconocen es el carácter polifácetico del gran ajedrecista gallego, y su complejidad intelectual y amplitud de miras. Creo, sinceramente, que una entrevista espectacular.
Luis Alberto Tardío es una de las últimas incorporaciones del Magic, Grado en Humanidades: se ha adaptado al Magic, pero el Magic se ha nutrido también de sus aportaciones. Lo explica en un gran artículo. Hernán Matías Cortés se ha destapado durante la pandemia como un incansable organizador de eventos: nos explica el secreto. Como también cuenta sus secretos como profesor y difusor del ajedrez el mexicano Luis Mariano Salazar, en un delicioso artículo. Y la colaboración habitual de la Red Internacional de la mano de Alberto Paredes, dedicada a una organización magnífica, que está descollando con fuerza, Chess Sin Fronteras.
Y por último, dos pesos pesados, argentinos ambos, referentes internacionales de la pedagogía y de la didáctica del ajedrez. Gran teórico y buscador de nuevas soluciones en la enseñanza del ajedrez el uno, Erni Vogel, indagando sobre uno de sus temas de estudio favoritos, la resolución de problemas; y el segundo, Esteban Jaureguízar, que trabaja para el Ministerio de Educación en Uruguay y que destaca por su desbordante creatividad: se pregunta qué es el tablero de ajedrez, y nos promete seguir respondiendo en próximos números.
Los que tenemos la fortuna de considerarnos amigos de Erni Vogel, conocemos bien las múltiples facetas que le adornan. Una de ellas es la de ser un original y divertido dibujante. Erni ha tenido la deferencia de dedicar un dibujo a la Revista. ¡Gracias de corazón!
Iván Salgado López consiguió el título de Maestro Internacional con dieciséis años y un año después el de Gran Maestro. Dos veces Campeón de España Absoluto, fue subcampeón del mundo sub-18 y ha ganado varios campeonatos nacionales de distintas categorías por edades. A día de hoy, es el único español en ganar el Campeonato Iberoamericano Absoluto. Ha terminado estudios de Entrenador y de Manager deportivo en la Academia Nacional del Deporte en Sofía (Bulgaria).
Conociéndote el público por tu carrera como jugador, me gustaría preguntarte por tu implicación en el ajedrez social y terapéutico.
Hasta el día de hoy siempre me he dedicado principalmente al deporte de élite, pero no he podido evitar desde hace años involucrarme un poco en el ajedrez social. Ahora mismo me viene a la cabeza una visita que hice a un psiquiátrico de Lugo con Pablo Castro (organizado por Xaquedrum). Durante una hora estuve enseñando a los pacientes del psiquiátrico que sabían jugar al ajedrez. Era increíble ver cómo durante las partidas de ajedrez podrían mantener su concentración y estar centrados, algo que no podían conseguir en su vida cotidiana.
¿Qué piensas de esta nueva corriente del ajedrez? Aparte de mi relación con el GM Pérez Candelario, plenamente convencido, me enorgullece que muchas figuras del ajedrez español tengan una opinión positiva.
Hasta hace muy poco, cuando hablábamos de deporte o ajedrez, nos centrábamos en esa visión competitiva, en esa lucha de uno contra uno en la que uno gana y uno pierde. Sin embargo, si nos remontamos a los orígenes del ajedrez, una de las teorías es que el ajedrez se inventó con la idea de que sirviera como terreno de pruebas a los líderes militares de la época, para que pudieran probar ciertas estrategias antes de utilizarlas en las batallas reales. A principios del XIV, Cessolis comparaba el ajedrez con la estructura social de la época. Comento esto porque el ajedrez, en todas las épocas de la historia, siempre ha tenido una profunda conexión con lo que pasaba en la sociedad. A día de hoy en Europa tenemos un porcentaje muy alto de la población por encima de los 65 años y distintas enfermedades como el Alzheimer están a la orden del día. Creo que el ajedrez terapéutico para estas personas es una herramienta simplemente maravillosa. Debo reconocer, que cada vez que estoy en casa con mis padres en Ourense y les veo jugar unas partidas de ajedrez me pongo muy contento, sé que su cerebro se mantiene activo y eso es muy positivo. Además de eso, no podemos olvidar el papel que tiene el ajedrez como elemento de inserción social. Hay muchos grupos sociales de riesgo que gracias a la práctica de ajedrez, gracias a tener ese punto positivo de unión, han conseguido superar un montón de dificultades y crecer como personas. En cuanto a esto, vosotros sois un ejemplo con el trabajo que hacéis en las cárceles y que tanto tú y Manolito me habéis comentado más de una vez.
¿Cuáles son tus relaciones con la Psicología?
A los 18 años empecé a estudiar Psicología por la UNED y la verdad que me gustaba mucho. Sin embargo, por dificultades a la hora de compaginar mis estudios con mi actividad deportiva (cuando yo estudiaba en España no disfruté de la ayuda necesaria que un deportista de élite se merece, espero que las cosas hayan cambiado), tuve que abandonar mis estudios después de casi completar los dos primeros años. Sin embargo, aprendí mucho y ese conocimiento siempre me ha servido. Sin ir más lejos, mi trabajo de fin de carrera de Manager deportivo tiene relación con las diferencias culturales, algo muy relacionado con la Sociología y la Psicología Social. Sin embargo, la asignatura que más me fascinó fue Psiconeurobiología (la más complicada de la carrera). Me acuerdo un mes entero estudiando entre 5 y 8 horas al día para entender cómo funciona el cerebro. Todavía esas horas de estudio me sirven a la hora de leer publicaciones relacionadas con el tema.
Tus intereses trascienden el ajedrez, no eres el prototipo del ajedrecista dedicado solo a ello, pero te mantienes como un rival temible. ¿No son incompatibles entonces ambas cosas?
Mi caso es más una excepción que otra cosa, pero en mi caso está muy relacionado por cómo evolucioné como adolescente. Hasta los 18 años tuve la suerte de que mis dos colegios (El Santo Ángel y Los Salesianos) me pusieron todas las facilidades posibles para sacar mis estudios adelante. A veces me atrasaban los exámenes, a veces me los adelantaban (recuerdo terminar una vez el curso un 25 de Mayo para irme a mis competiciones). Creo que si hubiera estudiado en una escuela de otro tipo en la que los profesores no hicieran todo lo posible para ayudar a sus alumnos, una de dos, o hubiera dejado el ajedrez o hubiera dejado de estudiar. Gracias a esos directores y profesores que he tenido durante mi infancia y adolescencia, he podido seguir estudiando prácticamente durante toda mi vida.
Después, cuando vine a Bulgaria y entré en contacto con la Academia Nacional del Deporte, eso fue un sueño para mí, a pesar de tener que estudiar todo en búlgaro. Profesores increíbles, planes especiales para deportistas, contacto con otros deportistas de élite (más de una vez recuerdo de tener a un lado a un campeón del Mundo y al otro lado un campeón de Europa). Hacer las dos cosas te dificulta estar entre los 5-10 mejores del mundo, es muy probable, pero para estar a un nivel entre los 100-50 primeros del mundo (nivel al que espero volver en unos años, cuando se pueda jugar de nuevo al ajedrez de manera habitual), no lo creo. Alcancé el número 88 del mundo en 2016 cuando estaba en mi primer año de universidad (el más duro si tenemos en cuenta el idioma) y me mantuve cerca del 100 del mundo hasta 2018.
GM Iván Salgado | Foto: Ajedrez Social y Terapéutico
En diversas ocasiones te has definido como muy competitivo. Partiendo de que éste es un rasgo seguramente necesario para estar en la élite, ¿crees que esta carac terística te define especialmente? ¿Cuáles más te definirían?
Yo quiero ganar hasta a las canicas. Es algo con lo que he crecido. Sé que a mucha gente no le pasa, pero yo, si no hago todo lo posible por ganar, me siento fatal. Sin embargo, quisiera diferenciar entre el deseo de ganar a toda costa y el deseo de hacer todo el esfuerzo por ganar, que son cosas muy diferentes. Cuando quieres ganar a toda costa puedes hacer cosas que no están dentro del reglamento, realizar actos antideportivos u otros. Pero cuando tienes el deseo de hacer todo el esfuerzo por ganar buscas en ti mismo y te centras en todas las cosas que puedes controlar para conseguir el resultado que deseas. Si lo haces, incluso cuando no ganas, tienes una sensación de satisfacción (me pasa mucho). Eso sí, cuando pierdo por hacer el tonto o porque no he hecho lo que debía... Ahí me enfado... Mucho. Yo creo que lo que más me define es mi competitividad y mi confianza en el esfuerzo. Considero que soy una persona que trabaja mucho y se esfuerza mucho. A veces he conseguido los objetivos que he perseguido a veces no, como todos en la vida, pero eso no quiere decir que vaya a dejar de intentarlo.
Sorprende al hablar contigo la cantidad de lecturas que tienes, de calidad y temáticas variadas. ¿Influye esto en tu concepto del ajedrez? ¿Es frecuente la figura del “ajedrecista monotemático” en el ajedrez de élite?
A mí tanto me encuentras leyendo algo sobre economía como un artículo sobre ciencia o sobre psicología. Salto de un lado para otro. También debo reconocer que me ayuda mucho un curso de lectura rápida que hice hace muchos años, lo que me permite adquirir más conocimientos que los demás en menos tiempo. Como tú dices, el ajedrecista monotemático es bastante típico, pero sólo a partir de la época de Fischer, cuando el ajedrez se profesionalizó. La mayoría de los campeones del mundo anteriores eran grandes eruditos. Sin embargo, con el aumento de la cantidad de torneos y las prisas por conseguir unos resultados, así como los métodos de entrenamiento muy especializados han hecho que a veces te encuentres con ajedrecistas con los que, si no hablas de ajedrez, pues no sabes de qué hablar. En cuanto a mí, cambia mucho mi visión del juego, sobre todo desde que empezó la pandemia ya que he trabajado como entrenador de manera frecuente. En esos casos veo cómo puedo unir los puntos de todas las cosas que he estudiado durante mi vida y encontrar una nueva manera de afrontar algunas situaciones. Por ejemplo, utilizo muchos de los principios de entrenamiento que se utilizan en deportes físicos, adaptándolos al ajedrez.
Eres un consumado deportista, practicas incluso hípica. Fischer era un gran deportista, Carlsen igualmente. ¿Qué vínculos crees que hay entre ajedrez de élite y deporte?
Si no hago deporte, simplemente no soy persona, así de simple. Ahora mismo, pensando en los jugadores de la élite, creo que o he practicado deporte con ellos alguna vez o los he visto hacer deporte. Ajedrecista de élite y deporte están totalmente ligados. Es bien sabido que el cerebro necesita de un alto nivel de oxigenación para trabajar bien. Cuanto más deporte, liberas más endorfinas (te sientes mejor) y generas más testosterona (aumentan los niveles de concentración). Si realizas deportes muy explosivos es muy probable que aumentes tus niveles de fosfato de creatina, muy importante para las decisiones rápidas (no creo que sea coincidencia que Kasparov entrenara los 100 metros lisos). Creo que todavía estamos en pañales en cuanto a saber exactamente cómo ayuda el deporte al ajedrez, pero está claro que ayuda.
Bulgaria, donde vives (“vivo en demasiados sitios, me muevo entre Alemania, Grecia, España y Buglaria”), tiene una gran tradición en deportes de esfuerzo individual… ¿te estás interesando por el deporte en Bulgaria?
Los búlgaros son increíbles. No he visto ninguna nación que con tan pocos medios haya conseguido tantos éxitos individuales. Durante un par de años, el campeón y la campeona del mundo eran búlgaros (Veselin Topalov y Antoaneta Stefanova). Todo lo que sea deporte individual, creo que son los mejores del mundo (si tenemos en cuenta número de habitantes y éxito conseguido). Sin embargo, esa excelencia en deportes individuales hace que al mismo tiempo sean bastante desastrosos en deportes de equipo (si jugaras al fútbol con ellos lo entenderías). Tengo contactos con el deporte búlgaro a nivel de universidad y de los compañeros con los que he estudiado, aparte de Ivan Cheparinov que vive a 15 minutos de donde vivo ahora.
No parece asustarte ningún reto, y esto unido a tu polivalencia, hace pensar que tienes en mente muchos proyectos. ¿Hay alguno en perspectiva que pudiera contarse?, ¿alguno de ajedrez social y terapéutico?
Incluso demasiados proyectos diría yo, pero voy a compartir con vosotros el que más ilusión me hace y que ya lleva cocinándose un buen rato. En el momento en el que conseguimos subir con el Club Xadrez Ourense a División de Honor (algo increíble teniendo en cuenta que más del 50% del equipo era con jugadores de la ciudad), aprovechando la inercia y la alegría del momento, hablé con Elías (mi entrenador cuando era pequeño, el jefe del equipo ahora y un gran amigo) y le dije: ¨Es el momento de hacer algo distinto. Aprovechemos que el mundo está parado con la pandemia para nosotros movernos¨ y surgió una idea que tenía desde hace tiempo: un libro para enseñar a jugar al ajedrez, pero no un libro típico en el que se enseñan las normas del ajedrez y un montón de cosas técnicas, no. Un libro para los padres, profesores y abuelos que tienen niños a su alrededor. Un libro que sea un elemento de unión entre los más mayores y los más jóvenes. En el libro se encontrarán las normas del ajedrez explicadas de manera muy sencilla pero hay una novedad: habrá historias ilustradas sobre experiencias mías y de otros amigos. No queremos mostrar las jugadas, queremos mostrar las experiencias positivas que hemos vivido año a año en el ajedrez, nuestras emociones vivencias y personas increíbles que nos hemos encontrado. Creo que al hacerlo de esta manera, engancharemos a más gente a jugar al ajedrez. Espero que con este libro, podamos conseguir que el ajedrez sea un poco más social, algo que llevas defendiendo durante tanto tiempo.
Gracias, enhorabuena por tus éxitos.
La revista Ajedrez Social y Terapéutico #34 (febrero 20201) para descargar en formato PDF
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