Noticias de ajedrez
¿Se acuerda de cómo aprendió a jugar al ajedrez? ¿Tal vez fue de la manera típica, clásica: con el abuelo como profe que nunca perdía la paciencia? ¿O en el club de ajedrez, en uno de esos cursillos dados por un tío algo raro pero a la vez simpático? ¿Quizá fue un autodidacto, que aprendió con la ayuda de un libro de bolsillo? Ahora ChessBase y la renombrada editorial alemana Terzio, especializada en software para niños, acaban de publicar un programa interactivo de enseñanza para aprender y entrenar ajedrez.
Sin duda, la representación celebrada el pasado sábado 27 de julio puede considerarse como una de las mejores del Ajedrez Viviente de Jávea/Xàbia en sus veintitrés años de andadura. El recinto albergó a casi un millar de asistentes que abarrotaron las gradas y los asientos instalados en la avenida de Lepanto, aforo que se quedó insuficiente pues muchos tuvieron que contemplar la obra de pie en los alrededores.
Se representó Una familia de músicos, cuatro monstruos y un puchero, obra escrita y dirigida por Raquel Violero (tiene compañía propia, La Col·lectiva Imaginària) y Héctor Cruañes (forma parte del grupo de teatro universitario de Valencia Assaig) que además actuó encarnando al rey de las negras, contando ambos con la colaboración de Loreto García y Ana Cruañes como ayudantes de dirección. La partida que sirvió de base para la representación teatral fue Mikhail Botvinnik-José Raúl Capablanca, disputada en el mítico Torneo del AVRO de Holanda en el año 1938.
Los jugadores
En el preámbulo, que fue conducido por Irene Wittwer, Vicente Gavilà, presidente de la Comisión de Fiestas Virgen de Loreto —entidad organizadora del evento—, entregó una placa conmemorativa al niño Pau Nieto Bou, clasificado en el Torneo de Ajedrez Hogueras de San Juan, que dirigió las piezas negras; y el alcalde José Chulvi hizo lo propio con la pianista xabiera Marta Espinós, Invitada de Honor de la presente edición, que leyó las jugadas de las negras, obsequiándole con una escultura cedida por el reconocido escultor, también de Xàbia, Toni Marí.
Marta Espinós con los autores de la obra y con su hijo Martín
Contar con la presencia de Marta Espinós fue un privilegio para el Ajedrez Viviente, pues se une al destacado elenco de destacadas personalidades que han participado en esta iniciativa, siendo la primera músico. Desde corta edad se sintió atraída por la música, cursó estudios de piano con las máximas calificaciones en el Conservatorio Superior de Música de Alicante y después se desplazó a Estados Unidos donde obtuvo el Certificado de Artista y el Master de Interpretación Pianística en la Meadows School of the Arts de Dallas con el Maestro Joaquín Achúcarro. En la actualidad es pianista apadrinada de la Fundación Joaquín Achúcarro para la conservación y desarrollo del legado del aclamado pianista a través de sus discípulos, y gracias a esta fundación realiza giras de forma regular por EEUU que incluyen tanto recitales como clases magistrales.
Pese a juventud, ha alcanzado un reconocido prestigio en el panorama artístico internacional, y hace dos meses clausuró con un deslumbrante recital la exposición de Joaquín Sorolla que se ha celebrado en la National Gallery de Londres y que fue inaugurada el pasado mes de marzo por la reina Letizia y el príncipe Carlos de Inglaterra. Además, pertenece a Música en Vena, una asociación sin ánimo de lucro dedicada a transformar en alivio el sufrimiento de las personas en los hospitales a través de la música en directo.
La coordinación general del evento corrió a cargo de Rafael Andarias Estevan, director del Ajedrez Viviente; José Erades, miembro del comité organizador; y el mencionado Vicent Gavilà, presidente de la Comisión de Fiestas.
La función, que capturó al público desde el primer momento, resultó espectacular al aunar, en el peculiar escenario del tablero de ajedrez, que proporciona cuatro ángulos de visión al espectador, el teatro, la música sinfónica en directo, las canciones y la danza, y todo ello acompañado de una luminotecnia y efectos especiales que aportaron gran vistosidad a la obra. Hemos de subrayar que sorprendió comprobar cómo los pequeños actores y actrices habían memorizado sus diálogos a lo largo de las casi dos horas que duró la representación. A buen seguro que tenemos a más de una figura de la interpretación en ciernes. Y no debemos olvidar a los narradores, la encantadora niña Iris Cholbi, que mostró unas innegables dotes de actriz pese a su corta edad, y al veterano Bartolomé Bas que nos obsequiaron con unos momentos inolvidables al bordar sus magníficos diálogos. En realidad, más que narradores fueron auténticos actores integrados con los que actuaron sobre el escenario.
En esta vigésima tercera edición, asistimos a una obra de indudable calidad con la base de una sólida historia, excelentemente coordinada y entrelazada. Incluso, podemos afirmar — y apropiándonos de un término propio del lenguaje del guion cinematográfico— que fue escrita con un libreto de hierro. Se escenificó una historia cuya sinopsis breve es la siguiente: “El protagonista Joanet, de tan solo doce años, quiere ser artista, pero su familia se opone, motivo por el que abandona su hogar e inicia un periplo que transcurre entre la realidad y la fantasía, en busca de conseguir su máximo deseo en su vida”. Se trató de una obra coral (dieciséis figurantes portaron micros inalámbricos), conmovedora y, sobre todo, muy divertida, cuyo tema de fondo, reflejado en el alegato final, fue hacernos reflexionar sobre el significado del arte, los valores de nuestra cultura y tratar de recuperar nuestras tradiciones olvidadas.
Participaron más de un centenar de personas entre músicos, cantantes, bailarines y figurantes, además de los treinta y dos escolares que desempeñaron el papel de piezas de la partida. Intervino la Orquesta Sinfónica de Xàbia bajo la batuta de Joan Bou, miembros del Taller de Teatro Joven de Xàbia y el Estudio de Danza Salomé Rodríguez que corrió a cargo de la coreografía. La autoría de las canciones originales que se interpretaron fueron compuestas ex profeso para la obra por Danai Delipetrou, Maria Ferri y Javier Miragall.
Y no podemos olvidar a la treintena de personas integrantes de la comisión organizadora y colaboradores que hacen posible que este evento se lleve a cabo, año tras año, mediante su trabajo en las más diversas áreas: decoración del recinto y la tarima de los jugadores, maquetación e impresión del programa, artista autor del cartel anunciador, montaje del tablero, vigilancia y seguridad, ayudantes de escena, megafonía y luminotecnia, fotografía y grabación de la actuación, vestuario, maquillaje y atrezzo.
La iniciativa que desde 1996 organiza la Comisión de Fiestas Virgen de Loreto con la colaboración del Ayuntamiento, y que en 2002 recibió el galardón de Fiesta de Interés Turístico Nacional, pronto se pondrá en marcha con vistas a preparar la próxima edición, preámbulo de la que tendrá lugar en un par de años con ocasión de su veinticinco aniversario.
Foto de familia | Foto: Xàbia al Día
Nada más comunicar a Marta Espinós que el Ajedrez Viviente de Xàbia había decidido elegirla como Invitada de Honor de la próxima edición, nos concedió una breve entrevista que transcribimos a continuación.
¿Cuál es tu experiencia con el Ajedrez Viviente de Xàbia?
Pues voy a revelar un pecado inconfesable: ¡no he podido verlo nunca en directo! Aunque parezca increíble, supongo que la mayoría de años no me he encontrado en Xàbia: las fechas en que se celebra son complicadas por estar repletas de viajes, festivales de música, conciertos… ¡Nunca hubiese imaginado que mi primera vez sería como invitada de honor!
¿Qué supone para ti haber sido elegida como Invitada de Honor de la XXIII edición?
Para mí es un bonito reconocimiento en mi tierra. Es fantástico poder participar en un evento tan original que fusiona el ajedrez viviente tradicional con el teatro, un fenómeno que solo ocurre en Xàbia, que perdura año tras año, y que ha merecido ser proclamado como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Además, es un auténtico honor el formar parte de una lista de invitados de renombre que incluye hasta tres Premios Príncipe de Asturias como el astronauta Pedro Duque, el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga y el científico Santiago Grisolía. Y también deportistas como la yudoca Isabel Fernández y el tenista David Ferrer, la diplomática Consuelo Femenía, los escritores Javier Reverte y Pepa Guardiola, el actor Álvaro de Luna, el periodista Matías Prats… Aprendí a jugar al ajedrez de pequeña: recuerdo haber tenido varios libros de ajedrez para niños (que aún conservo), pero desgraciadamente nunca jugué con asiduidad. Así que espero estar a la altura el sábado 27, ¡y darlo todo hasta el jaque mate!
Posteriormente, cuando Marta Espinós llegó a Xâbia tuve la oportunidad de conocerla personalmente y enseguida le pregunté sobre su afición al ajedrez (yo lo desconocía).
Comentamos que ajedrecistas de alto nivel se habían sentido muy atraídos por la música. Recordamos a Mark Taimánov que era un virtuoso pianista, así como a Erwin Nievergelt, también pianista, fallecido el pasado año. (Es recomendable el libro Erwin Nievergelt: Entre la emoción y el talento de Antonio Iglesias Martín que contó con un texto de presentación de Anatoly Karpov. Hemos de señalar que el libro se presentó en su día en la Casa de Cultura de Calpe en Alicante con la asistencia de Iglesias, Karpov y Nievergelt, y en cuyo acto ofreció al público un delicioso concierto). Y como era natural, también mencionamos en nuestra conversación a Vasily Smislov, consumado barítono. (Como es sabido, como ajedrecista buscaba la armonía en el tablero; y acostumbraba a decir la similitud que encontraba entre el ajedrez y la música, pues ambas artes combinan elementos en busca de la belleza: en el ajedrez los movimientos y en la música los sonidos).
En un momento de nuestra charla, Marta Espinós me mostró el enlace de un magnífico artículo de Albert Silver, publicado por ChessBase en 2015, en que recogía la pasión de destacados músicos de la historia por el ajedrez (es un artículo de indudable interés (en inglés).
En definitiva fue un honor contar en el Ajedrez Viviente con la presencia de Marta Espinós, pianista y jugadora de ajedrez, que una vez más reafirman los vínculos de estas dos disciplinas artísticas.
Texto: Rafael Andarias
Material fotográfico gentileza de Xàbia al Día
El pequeño Fritz (2ª parte) Ajedrez en el Castillo Negro
Después del gran éxito de “El pequeño Fritz – Aprende y entrena ajedrez“, por fin llega la segunda parte de la historia.
