27/11/2007 – "No existe tanto misterio en diez asesinatos como en una partida de ajedrez” opinó ya Akiba Rubinstein. Alexander Pichushkin no es ninguna figura del ajedrez: no tiene título ni figura en ciernes. Pero, sí que está relacionado con este juego porque es el denominado “asesino del tablero”, que se había propuesto matar a 64 personas, tantas como casillas tiene un tablero. Sin embargo, en realidad es un juego pacífico el nuestro, jugado por personas que en general controlan muy bien los impulsos agresivos inherentes a la naturaleza humana. A lo más que se llega es a entregar algún peón envenenado al adversario, intentar hacerle la tortura española y poquito más.
Artículo por Juan Antonio Montero...