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El ajedrez es un deporte muy apto para muchos niños y adultos con autismo, un trastorno del desarrollo del cerebro. El tema todavía carece de suficientes investigaciones científicas, también en el ámbito internacional, pero la experiencia muestra que el ajedrez sirve para estimular el desarrollo social, emocional y cognitivo.
"¡Mate!", anuncia Jaap de Vries (9 años) con firmeza. Tras un ataque al rey enemigo, Jaap logra sumar su tercer punto en el campeonato nacional de alumnos de ajedrez en Gouda (Holanda). "Mi Elo se está disparado por las nubes!", grita.
Jaap de Vries
A Jaap no le gustan mucho las conversaciones con personas completamente desconocidas. Pero eso cambia si se le permite jugar una partida de ajedrez con él. Entonces comienza a hablar sin cesar entre las jugadas. "Al jugar al ajedrez, voy aprendiendo más y más. Es un deporte francamente divertido". Jaap quiere aprender a jugar al ajedrez muy bien. "Esto es un súper campeonato", dice.
Jaap sufre de Síndrome de Asperger. Debido a esto, tiene pocos contactos sociales. Entre las rondas del torneo, suele jugar con sus videojuegos de Nintendo. La verdad es que es precisamente eso lo que le permiten ponerse en contacto con otros niños, que se acercan a él, para ver a qué está jugando. "Si uno comparte sus intereses, sí está abierto para entrar en contacto", observa su madre Annemieke. "Estos juegos tienen pinta de ser muy de individualista, pero para Jaap son una oportunidad para estar en contacto con otros niños".
"Jaap nota los sonidos mucho más fuerte que otros niños", explica su madre. "Su cerebro no es capaz de filtrar los sonidos de fondo". Por eso suele llevar tapones en los oídos cuando juega al ajedrez con otros niños. Mantiene su inquietud cinética bajo control con la ayuda de una serpiente de juguete con la que puede jugar.
Jaap juega al ajedrez todas las semanas en la sección juvenil de De Wijker Toren. El entrenador Jan Sinnige da clases a un grupo de principiantes. ‘Jaap tiene un buen contacto con los demás niños del grupo, pero no con los niños de las otras secciones de edad", comenta.
‘En el club de ajedrez, poco a poco puede establecer contactos", me cuenta la madre de Jaap. ‘No tiene amigos entre los vecinos. Se siente en casa en el club de ajedrez".
Durante la próxima temporada, Maarten Beekhuis (de 26 años) debutará en el segundo equipo del Homburg Apeldoorn. Tiene un Elo de 2126 puntos. ‘Llevo jugando ajedrez desde hace casi veinte años ahora. Durante una partida me pongo fanático, pero no suelo estudiar mucho. Creo que el ajedrez me gusta, porque soy buen jugador".
Maarten Beekhuis
Maarten sufre la forma clásica del autismo. Después de una estancia de varios años de duración en la Casa Leo Kanner (un centro para personas jóvenes con autismo) en la ciudad holandesa de Doorwerth, ahora está viviendo en un grupo especial de un hogar en Twello. Allí trabaja a media jornada en la biblioteca pública. ‘El resto del día voy haciendo cosas de la vida cotidiana, como ir de compras y cocinar. Trabajo con el ordenador, leo y juego al scrabble", comenta.
En el ajedrez, Maarten ha obtenido ciertos éxitos. Se coronó campeón de Holanda con el equipo del grupo E del club De Schaakmaat y triunfó con el equipo del Instituto de Apeldoorn. En el campeonato de Holanda juvenil (sub-12) ocupó el cuarto lugar.
‘Probablemente soy una persona más introvertida que la mayoría de la gente, pero me gusta tener contactos sociales. Mi autismo me lo pone difícil". Los autistas se toman el idioma en el sentido literal. ‘A veces la gente quiere decir otra cosa con lo que dice y muchas veces eso se me escapa. Eso me hace sentir inseguro".
El autismo se puede presentar en diversas formas. ‘En todo caso, el autismo se hereda y hay ciertos síntomas típicos: en mi caso, necesito estructuras y claridad. Mi perfeccionismo me hace difícil separar los asuntos importantes de los menos importantes. Y me asustan las cosas nuevas".
Durante una partida de ajedrez, Maarten se siente en su elemento: ‘Me puedo concentrar muy bien. En el instituto de salud GGNet suelo jugar al fútbol sala. Es divertido, pero también es duro. Pienso un poco lento y a veces no puedo capturar la situación al instante: ¿debo pasar el balón o debería actuar yo mismo?"
Tom Meurs (17 años) tiene Asperger. Este alumno lleva jugando al ajedrez desde que tenía once años. "Necesitaban un jugador para el equipo escolar. Así que rápidamente aprendí las reglas y me gustó". Pronto se apuntó al club de ajedrez en Ermelo, y participó en el campamento de ajedrez de De Schaakmaat en el Campeonato Abierto Juvenil de Holanda. Tom se entrenó con la Fundación para la promoción de ajedrez en Apeldoorn, Stichting Bevorderen Schaken Apeldoorn, y ahora juega en el segundo equipo del club Homburg Apeldoorn. Tiene un Elo de 2175. "Quiero superar la barrera de los 2300 puntos dentro de un año. Mi entrenador es el MI Yochanan Afek, que me da clases dos horas a la semana y también me entreno vía correo electrónico con el MI Tibor Karolyi, con quien estuve en Hungría durante una semana".
Tom Meurs (izda.) entrenándose con MI Merijn van Delft
Tom a veces no comprende lo que la gente quiere decir. "A veces le doy demasiada importancia". Una ventaja de su síndrome Asperger es que no le cuesta concentrarse. "Especialmente durante el entrenamiento. A la vez puede ser una desventaja en los torneos porque a veces me preocupo demasiado y eso es malo para mi rendimiento".
En los últimos meses ha empezado con el boxeo. "Es un deporte estratégico. Sufriendo y dando golpes. Es bueno para ganar autoconfianza porque también te tienes que preocupar de atacar. Es muy parecido al ajedrez".
"Lo más bonito del ajedrez", así opina Tom, "es que es un juego muy estratégico. Te ofrece el aplicar todos tus conocimientos y tu creatividad. Realmente tienes que trabajar duro, analizar, hacer planes, calcular más profundamente que tu oponente".
Tom tiene un consejo para los entrenadores de ajedrez. "En De Schaakmaat intentaron frenarme un poco cuando había logrado el cuarto nivel en tan solo una semana. Otros niños logran terminan dos páginas a la semana, pero un niño con Asperger que es entusiasta puede lograr mucho más. Deberían permitir a estos niños seguir adelante a su ritmo". Sus capacidades sociales han mejorado muchísimo en comparación con hace diez años. "Si esto es por el ajedrez, no lo sé. He aprendido mucho gracias al apoyo de mis padres".
El autismo es un trastorno neurológico congénito. Los síntomas son: falta de habilidades sociales, la necesidad de una estructura fija, problemas con las emociones, la empatía, la auto-imagen, el lenguaje, poder de la imaginación y la locomoción. Los autistas tienen problemas para internalizar los estímulos sensoriales como conjunto. Los autistas a menudo tienen un campo limitado de interés, en el cual se pueden especializar profundamente. Para poder hacer frente a las complejidades del mundo exterior, los autistas buscan refugio en los hábitos y fórmulas fijas. Hablamos de los diferentes tipos de los Trastornos del Autismo. Existen la siguientes clasificaciones: autismo clásico, MCDD (Trastorno Complejo Múltiple de Desarrollo), el trastorno de Asperger y el PDD-NOS (trastorno generalizado del desarrollo no especificado).
Aproximadamente una de cada 200 personas padece un trastorno autista. Hay seis veces más niños que niñas que sufren del mismo. Cuanto mejor se adapta su entorno a sus necesidades, tanto más capaces serán los autistas de desarrollar sus cualidades.
"El ajedrez definitivamente es apto como deporte para los autistas. Las reglas del juego están claras y no hay contacto físico, es bonito y tranquilo", dice Heleen Kers de Apeldoorn. A través de Heleen, una docena de niños de De Ambelt, un colegio de educación especial, se han apuntado a la escuela de ajedrez De Schakel. "Les puedes enseñar las cosas de manera normal, pero hace falta darles atención individual. Y el profesor debe utilizar un lenguaje muy claro".
En Putten, la ‘Fundación de Talentos Innovadores‘, organiza clases de ajedrez para gente joven con ASD (desorden del espectro autista). Esto se realiza en colaboración con el club de ajedrez PSV DoDo. La iniciadora Jacqueline van den Brink: "Muchas veces son capaces de pensar de manera muy lógica y eso encaja con el ajedrez. El juego es muy estructurado y analizable. Los autistas muchas veces son perfeccionistas. Cuando juegan al ajedrez, saben lo que están haciendo". La experiencia de Poulien Knipscheer, entrenadora de ajedrez y pedagoga de Rotterdam es que es necesario expresarse de manera muy clara y dar muchas información. "Al enseñar a jugar al ajedrez a niños autistas, es mejor explicarles todo a la vez en lugar de ir introduciendo las reglas y sus excepciones poco a poco".
El ajedrez es una herramienta fantástica para crear contacto mutuo, así la conclusión del coordinador de actividades recreativas, Wicher Struik, de la Casa Leo Kanner. "Al apuntarse a este pequeño club, tienen un sitio donde se sienten a gusto y esto refuerza su identidad". Peter Hamers da clases de ajedrez en la Casa Leo Kanner como voluntario. "Para dar clases de ajedrez a autistas, el grupo de personas debería ser pequeño. Tienes que explicar con palabras claras, qué es lo que vas a hacer durante la clase y no te puedes desviar de ello. Sus logros con el ajedrez aumentan autoestima. Les hace sentirse más apreciados".
Willem van der Hulst da clases de ajedrez a un grupo de cuatro chicos que tienen entre siete y doce años. "Lo más importante es tener paciencia. De vez en cuando están muy acelerados e impulsivos. Hay que explicarles claramente qué es lo que se espera de ellos. Además hay que motivarles porque muchas veces les cuesta tomar la iniciativa por su cuenta. Se puede ver lo bien que se lo pasan. Tengo la impresión que el ajedrez es muy bueno para su desarrollo, intelectualmente, socialmente y emocionalmente. También les da confianza en si mismos porque aprenden cómo es hacer bien una cosa". El Centro InsideAut en Alkmaar tiene un club de ajedrez. A muchas personas que padecen de autismo les gusta jugar al ajedrez y lo hacen bien, dice la empleada Carola Zwartjes. "Aquí todo es seguro y tiene su estructura clara. En un club ‘normal’ las personas con autismo muchas veces se pierden el contacto social con los demás miembros del club".
El MI australiano Alex Wohl ha entrenado al talento Trevor Tao durante los años noventa. "Tienes que explicar todo de la manera más simple posible", comenta. "No debes esperar que ciertos conocimientos estén presentes o que algo será sobreentendido. Tienes que asegurarte siempre si captan o no lo que estás diciendo. Con muchos autistas es posible comunicarse muy bien, pero de una manera diferente".
El entrenador y GM Artur Jussupow trabajando con los jóvenes
Por Karel van Delft and IM Merijn van Delft.
Traducción al inglés: Peter Boel.
Introducción: GM Artur Yusupov.
Se trata de una traducción del libro holandés ‘Schaaktalent ontwikkelen’. Será publicado en abril de 2010 por KVDC (Apeldoorn, Holanda)
Contacto: karel -at- kvdc.nl.
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Traducción de este reportaje al castellano: Nadja Woisin, ChessBase