15/08/2002 – Normalmente, como cualquier jugador novato puede atestiguar, el rey es una pieza muy delicada. Debe protegerse y tenerse a buen recaudo. Debe enrocarse tan pronto como sea posible y hay que protegerla de las fuerzas enemigas. A menos, claro está, que sea usted inglés. En ese caso no se aplica el principio anterior. Por alguna razón insondable, los campeones ingleses tienden a usar su rey como una rabiosa pieza de ataque. Lev Khariton nos lo cuenta en su última
columna de ajedrez histórico.