Para ganar, primero debes aprender
La nueva versión 18 de ChessBase ofrece posibilidades completamente nuevas para el entrenamiento y el análisis de partidas: análisis del estilo de juego, búsqueda de temas estratégicos, acceso a 6.000 millones de partidas de Lichess, preparación del oponente tras una exploración de sus partidas en Lichess, descarga de partidas de Chess.com con API incorporada, motor de análisis en la nube y mucho más.
¡Vamos! ¿Quién quiere perder? Después de todo, el propósito de un juego es ganar. Es realmente terrible salir de la sala de juego del torneo viendo por el rabillo del ojo a tu rival contando sus amigos la victoria. Esos falsos apretones de mano y esa falsa sonrisa en la cara... ¡A nadie le gusta perder!
¡Vamos! ¡A nadie le gusta perder!
Pero esto es lo que siento: mientras que al ganar se consiguen más logros (o quizás incluso fama), perder te hace más sabio. También te ayuda a recordar con más precisión tus puntos débiles. Muchas personas pueden recordar las derrotas mucho más fácilmente que las victorias. Por ejemplo, yo recuerdo esos miniataques al corazón más vívidamente que los subidones por las victorias.
Perder con elegancia es el primer paso hacia el disfrute. Estaba en Taiwán para los campeonatos escolares de Asia y estaba en una posición de mate forzado (mi rival podía darme mate en la jugada siguiente). Todavía me quedaba mucho tiempo en el reloj y decidí esperar porque no quería salir como uno de esos que pierden en pocas jugadas. Además, repartían chocolatinas al final y me las perdería si terminaba la partida.
Y justo cuando pensaba que mi plan iba a funcionar, llegó el árbitro y dijo: “Si no hay nada que puedas hacer, debes hacer ahora una jugada”. Me puse rojo y tuve que realizar la jugada que me condujo a la derrota. Más tarde me acerqué al árbitro y admití con timidez que estaba esperando a quedarme sin tiempo. Llamé a mi rival y le pregunté si quería analizar. ¡Voila! Lo que recibí a cambio de sentarme con mi rival tras la partida fue un hermoso análisis, una palmada en la espalda, un buen amigo y un puñado de bombones. Esa fue la primera vez que degusté la alegría de perder. Y significa mucho para mi incluso ahora.
¡Un cero en la planilla a veces puede depararte un amigo de por vida!
Las derrotas te hacen más fuerte y sabio, pero también creo que perder tiene su propio encanto. Puede hacerte comprender y reflexionar sobre tus errores cometidos en el pasado. Después de todo, perder no es tan malo como la mayor parte de la gente piensa. Resulta tranquilizador oír “¡Está bien, chico! ¡A ver qué pasa la próxima vez!”. Te da una opción para motivarte. A veces es doloroso, pero no hay nada mejor que analizar con tu entrenador, que siempre está de tu parte.
Así que disfruta de la manera que sea. ¡Qué aburrida sería la vida si solo hubiera victorias! No resulta sorprendente que el ajedrez tenga los colores blanco y negro, ambos igualmente importantes. Celebremos ambos. ¿Hay algo más precioso que el abrazo de tu madre al final de una partida perdida? ¿Hay algo que te dé más paz que la calmada voz de tu padre en la lejanía? ¿Hay algo más relajante que tener a alguien con quien compartir la tristeza? ¿Hay algo más divino que esa pizza con extra de queso o que pasar el día en el cine tras una derrota?
Avathanshu Bhat es un ajedrecista de 11 años de Bombay. Además de ser un fanático del ajedrez, es un voraz lector y entre sus libros preferidos están Wonder por R.J. Palacio, El señor de los anillos por J.R.R. Tolkien y las aventuras completas de Feluda por Satyajit Ray. Le encanta Daniel King y le gustan mucho los DVD de la serie Power Play. Lleva su propio blog.
El original fue publicado en ChessBase India