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Por Johannes Fischer
"Jugaba bien la partida y controlaba adecuadamente la posición hasta que me pasó
aquel grave error. En principio me encontraba bien, calculé las variantes sin
problema y hasta logré alcanzar alguna ventaja. Jamás me ha pasado semejante
metedura de pata en toda mi carrera" comentó Kramnik.
Aguantó bravamente hasta el final de la rueda de prensa a pesar de que estaba, visiblemente, muy afectado por lo ocurrido. Todos los ajedrecistas conocemos la sensación desagradable que nos invade tras haber perdido una buena posición por un error tonto. Algunos jugadores se ponen a insultarse a si mismos, otros al oponente. Muchos, lo único que quieren en estos casos, es estar solos durante horas para hundirse en sí mismos, haciendo movimientos negativos con la cabeza continuamente. Si eso le pasa a uno en un torneo o campeonato jugando en equipo, normalmente no se suele hablar más del tema para no hacer aún más daño. Kramnik, sin embargo, sabe que todo el mundo está mirando y que su metedura de pata entrará en la historia del ajedrez. Desde luego, es una cosa muy desagradable.
"Las risas son siempre para el perdedor", dice una frase alemana y es cierto que raras veces los perdedores suelen recibir la compasión de la gente, especialmente en el ajedrez. Al fin y al cabo, siempre es culpa del propio derrotado el que haya perdido la partida, pues, no existe ninguna componente de suerte como es el caso, por ejemplo, en los dados o en el juego de cartas.
La metedura de pata de Kramnik en la segunda partida contra Deep Fritz ha sido típico caso de "ceguera ajedrecística", pero por el otro lado también es otra prueba más para demostrar que las personas pueden cometer errores que nunca les pasarían a las máquinas. Desde este punto de vista, la segunda partida ha sido un típico enfrentamiento "Hombre vs. Máquina". El hombre juega de manera estratégica, se desvía de unas cuantas amenazas tácticas, pero luego, en un momento dado, los nervios y el exceso de concentración acaban con él y se queda en blanco. No será ningún consuelo para Kramnik, pero, de todas formas está en buena compañía. Casi todos los Campeones del Mundo y jugadores de elite han cometido algún error inexplicable y grave a lo largo de su carrera. He aquí algunos ejemplos, para el consuelo de Kramnik y de todos los aficionados al ajedrez:
Tigran Petrosian, también llamado "Tigran el férreo", Campeón del Mundo entre
1963 y 1969, era uno de los más seguros jugadores de ajedrez de la tierra. Era
un experto en la defensa y no perdió casi nunca. Pero eso no quita que también
cometiese meteduras de pata. Por ejemplo en el Torneo de Candidatos en Amsterdam
1956, cuando perdió una dama en un movimiento contra David Bronstein:
La última jugada de las negras fue 35....Cd4-f5. Petrosian no estaba
en apuros de tiempo y jugó 36.Ce4-g5?? con toda tranquilidad. A
continuación se rindió inmediatamente tras ...Cxd6.
A veces pueden ocurrir graves acontecimientos al principio de la partida, como
en el caso de Petrosian como podemos ver a continuación:
A. Kotov - T. Petrosian, 17. Campeonato de la URSS en Moscú 1949
1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 Cf6 4.cxd5 exd5 5.Ag5 Ae7 6.e3 c6 7.Dc2
Petrosian deseaba simplificar la posición y jugó ...Ce4??. Y después de
8.Axe7 Dxe7 9.Cxd5 prácticamente ya se acabó la partida. Aún siguió
...cxd5 10.Dxc8+ Dd8 11.Ab5+ Cc6 12.Axc6+ bxc6 13.Dxc6+ y las negras se
rindieron.
Otro ejemplo para demostrar lo fácil que es pasar por alto un mate en h7 o bien
h2 dio Wilhelm Steinitz, otro maestro de las defensas entre los Campeones del
Mundo. En su partida contra el americano Voight, en Filadelfia 1885, alcanzó la
siguiente posición:
Probablemente, Steinitz se sentiría muy seguro en esa posición. Las blancas
tienen ventajas de desarrollo y espacio. Pero antes de entrar seriamente en
acción, Steinitz se planteó salvar a su rey. Pues, ¡vamos ya!: las blancos
jugaron 12.0-0?? lo cual en realidad no sirvió para
poner a salvo al rey ni mucho menos... Las negras contestaron con un seco
12...Dxh2# y le dieron mate en uno.
Anteriormente a Steinitz, el alemán Adolph Anderssen fue el mejor jugador del
mundo. Su "partida inmortal" contra Kieseritzky y su "siempreviva" contra
Dufresne manifiestan sus habilidades tácticas. Pero en el torneo de Londres en
el año 1851 le pasó un pequeño desliz contra en su partida contra Howard
Staunton:
Anderssen jugaba con negras y la última jugada de las blancas fue 29.Cf6+.
Después de ...Axf6 30.Dxe6+ Rh7 las blancas ya no pueden defender la
casilla g2 y las negras van ganando. Anderssen, sin embargo, jugó 29....Rf7??,
después de lo cual Staunton, sin realizar ni siquiera el movimiento dijo "jaque
y mate". 30.De8# acabó con el rey negro.
Anderssen se recuperó fácilmente de la derrota. A pesar de aquella metedura de
pata, logró ganar el duelo contra Staunton al final, igual que el torneo que
jugó a continuación.
Pero no siempre tiene que ser mate. A veces ya basta con perder una pieza. Hay
muchos ejemplos también para este caso. Uno sería el de la partida
Christiansen - Karpov, en Wijk aan Zee, en 1993.
Karpov jugaba con piezas negras y realizó la jugada 11...Ad6. Se
rindió inmediatamente después de 12.Dd1.
Otro error inolvidable también es el de Robert Hübner en su final de candidatos
contra Viktor Kortschnoi en 1980:
Hübner reflexionó la posición durante un buen rato y luego jugó 63.Rd5??
Tras 63...Ce3+ realizó el movimiento 64.Re5 y se rindió en el
mismo momento.
Son todos errores que han cometido los mejores jugadores y Campeones del Mundo
al enfrentarse con personas. Cuánto más difícil debe ser jugar contra un
ordenador, que obviamente no comete errores tácticos pero sí, se aprovecha en
seguida de los que vaya cometiendo su oponente. No es ninguna casualidad que
Kasparov no se equivocara casi nunca contra sus colegas pero sí, cometiese dos
errores muy graves contra Deep Blue.
Un auténtico desastre fue la sexta y última partida del duelo. Kasparov, un
jugador que sabía prepararse para torneos y partidas como ningún otro, optó por
una apertura contra Deep Blue de la que se sabía que era mala. Probablemente la
escogió porque creía que el ordenador tendría escrúpulos a la hora de sacrificar
una pieza tal y como lo sugería la teoría. Pero Deep Blue siguió la teoría y
Kasparov sufrió la más dolorosa derrota de su carrera:
Deep Blue - Kasparov, New York, 11.05.1997.
1.e4 c6 2.d4 d5 3.Cc3 dxe4 4.Cxe4 Cd7 5.Cg5 Cgf6 6.Ad3 e6 7.C1f3 h6 8.Cxe6
Las negras tenían una posición crítica. Kasparov se asustó y optó por ...De7,
una jugada que en la que, según la base de datos, las blancas solían ganar la
partida en 13 de 14 casos. Tras 9.0-0 fxe6 10.Ag6+ Rd8 11.Af4 b5 12.a4 Ab7
13.Te1 Cd5 14.Ag3 Rc8 15.axb5 cxb5 16.Dd3 Ac6 17.Af5 exf5 18.Txe7 Axe7 19.c4
se acabó la partida y "la fama de la humanidad sufrió un lastimoso daño".
En los enfrentamientos con la máquina, el hombre muchas veces se suele vencer a
sí mismo. Comete errores que solo pueden ocurrir en partidas contra ordenadores.
Otro ejemplo muy típico para ello es la segunda partida de Kasparov contra Deep
Blue en 1997.
En esta posición, Kasparov abandonó la partida. Más tarde resultó que
...De3 habría servido para mantener tablas. En una partida
contra una persona, Kasparov seguramente hubiera continuado jugando, pero en
este caso se fiaba tanto de los poderes de cálculo de la máquina que renunció a
la lucha.
Hoy, miércoles a las 15:00 CET, Kramnik tendrá una nueva oportunidad.
Traducción: Nadja Woisin