Tras más de 600 artículos del Taller de ChessBase y su predecesor (en
conjunto), se hace difícil recordar columnas concretas ya que se difuminan en la
memoria; a estas alturas, creo que quizás unas tres docenas se mantienen vívidas
en mi cabeza. Una de ellas fue escrita hace una década y cuenta la historia de
una partida que jugué contra un ajedrecista novato. Ella no llevaba mucho tiempo
jugando y generalmente realizaba jugadas perdedoras. Yo hacía una jugada que
amenazase algo (bien material o bien una gran mejora posicional) y su respuesta
normalmente no tenía en cuenta mi última acción; ella jugaba algo que no solo
ignoraba la amenaza sino que no tenía relación con nada de lo que sucedía en el
tablero. Así que le permitía retroceder y le explicaba lo que amenazaba mi
jugada anterior. Para mi sorpresa, entonces no solo hacía una jugada que se
contrapusiese a mi amenaza, sino que hacía la mejor contrajugada (si era posible
más de una) y lo hacía casi inmediatamente, pensando lo mínimo.
Tuve una especie de epifanía aquel día, aunque es algo que rara vez he visto
mencionado en los libros de ajedrez: la capacidad de identificar las amenazas de
un rival es una piedra angular de la propia capacidad de jugar al ajedrez.
Volviendo atrás a mis comienzos como jugador, así como a las acciones de
numerosas personas a quienes enseñé a jugar, me di cuenta de que esa afirmación
es cierta. En las fases iniciales normalmente se realizan jugadas que no
conducen a nada (incluso esencialmente "aleatorias") Eso comienza a cambiar
cuando un jugador desarrolla el hábito de decir "¿Por qué ha hecho eso
ahora?"
en respuesta a las jugadas del rival; aunque el juego se haya vuelto reactivo
(realizar jugadas en respuesta a las amenazas), es una mejora con respecto a
jugar sin objetivo y es un hito hacia un juego más proactivo (aprender uno mismo
a desarrollar amenazas).
En aquella columna de hace diez años pasé a ocuparme de muchas razones, de
las cuales no era la última el hecho de que esta columna y aquella traten del
mismo tema: la función "Amenaza" de Fritz. Aunque el número de
las versiones haya cambiado, la idea básica de la función sigue siendo la misma:
dar a los jugadores novatos el rumbo de lo que intenta hacer a continuación Fritz,
lo mismo que yo hacía en la partida descrita aquí y en aquella columna anterior.
Antes de continuar, vamos a desviarnos un momento y definir (una vez más) que
se quiere decir con la palabra "amenaza" en ajedrez. Una amenaza no
es otra cosa que lo que un jugador haría si pudiese realizar dos jugadas
consecutivas.
Realmente es así de simple. Piense en dar jaque. Mueve su alfil para atacar
al rey enemigo y anuncia "jaque" (traducción: "estoy amenazando
su rey"). El rival tiene que hacer una jugada que detenga el jaque. Si no
puede, se acabó la partida (y el "jaque" se ha convertido en "mate"). O
consideremos una jugada de caballo que amenaza a una torre del rival: si no se
captura al caballo o se mueve la torre, el caballo comerá la torre (y ganará al
menos la calidad) en su siguiente movimiento. Así, el caballo amenaza a
la torre (y la base de muchos golpes tácticos, como las horquillas, consiste en
dos o más amenazas simultáneas de las que solo se puede parar una).
Ahí está todo: mi amenaza es la jugada que yo haría si pudiese hacer dos
jugadas consecutivas, sin que el rival tenga posibilidad de reaccionar. En los
términos electrónicos de Fritz, es lo que su rival electrónico
jugaría si pudiese hacer esas dos jugadas consecutivamente.
Es hora de un ejemplo (de Gligoric-Smyslov, Memorial Donner1994). Conduce
usted las blancas.
Las negras acaban de jugar ...Dh8. ¿Por qué? ¿Qué se amenaza?
Los jugadores experimentados que lean esta columna es probable que vean la
amenaza, pero recordemos a los jugadores novatos de los que hablamos antes en
esta columna; para ellos la amenaza no va a ser casi tan obvia. Es por eso que
Fritz11 incluye la función "Amenaza": un jugador puede
sencillamente ir al menú Ayuda y hacer clic en "Amenaza" (o
pulsar la combinación de teclas Mayúsculas-T):
Y tras un momento (su duración dependerá del ajuste establecido en
Herramientas > Opciones > Partida, en el tiempo establecido para el entrenador)
veremos la respuesta: ...Cd6.
Se que algunos pueden haber pensado que la amenaza era ...Th1, pero tras Rf2
las blancas quedan relativamente bien. El movimiento ...Cd6 prepara la jugada
siguiente ...Ce4, desde donde el caballo cubre f2 y convierte en mortal ...Th1.
De hecho, la jugada ...Cd6 es exactamente lo que jugó Smyslov. Gligoric lo vio
venir y jugó Te1, dejando un aliviadero para su rey. Smyslov siguió adelante con
...Cd6 de todas formas, ya que sirve para sumar otra pieza al ataque. Puede
mirar en su base de datos como continuó la partida.
Es importante advertir aquí que "Amenaza" no es una función que
siempre esté activa; se tiene que activar según sea necesario en cada jugada.
Sin embargo, hay una función similar que se puede activar para que esté en
ejecución continuamente y la abordaremos en el próximo taller.
¡Hasta la próxima semana, diviértanse!
© 2009, Steven A. Lopez. Reservados todos los derechos.