Anand: 'Nunca pensé en el ajedrez como carrera'
Durante los años setenta, el ajedrez se veía como juego para bichos raros con
pocos premio en metálico. En aquellos tiempos, muy pocas personas se habrían
atrevido a permitir a su hijo a dedicarse al ajedrez. El escolar Anand de
Chennai (India), tuvo suerte a este respecto con sus padres Susheela y
Viswanathan, que no sólo lo animaron, sino que también invirtieron tiempo,
dinero y esfuerzo apoyar las ambiciones de su hijo.
Resultó que Anand ganó todos los prestigiosos acontecimientos posibles, fue
galardonado con cuatro Oscar del Ajedrez, ganó el Campeonato del Mundo y la Copa
Mundial. Todas sus proezas han sido registradas con grandes titulares, pero se
ha escrito muy poco sobre sus comienzos y las luchas que tuvo que sufrir antes
de marcar sus hitos.
En una franca conversación con Manisha Mohite, Anand recuerda sus luchas y
éxitos y nos permite echar un vistazo a su camino hacía la cima.
¿Quiénes eran los jugadores indios que admirabas cuando eras un
principiante? ¿Hubo alguien que te animara especialmente?
No estoy seguro si admiraba a alguien. Estábamos todos metidos en una
carrera para ser el primer jugador indio en alcanzar el título de gran
maestro. Así que para mi todos eran rivales. En cada momento surgían nuevos
competidores y algunos eran muy molestos para mi. Recuerdo que uno de los
jugadores tenía el hábito de hacer girar su llavero y eso me irritaba mucho.
Entonces una persona, que trabajaba con mi papá y que se solía encargar de
cuidarme, decidió que debía llevar gorro y así fue como comencé a jugar con
gorro. Como yo era el jugador más joven, de vez en cuando me parecía difícil
encajar con la generación mayor. Un jugador se acercó a mi padre y le
comentó que yo no tenía nada de talento y que mi manera rápida de jugar no
me iba a conducir a ninguna parte. En aquellos tiempos nos dio bastante
rabia, pero cuando lo recuerdo ahora, me puedo reír de ello.
¿Te acuerdas de alguna cosa en particular sobre las competiciones de
las distintas categorías de edad?
En 1984, me enfrenté con el subcampeón del mundo juvenil. Tenía ictericia y
durante todo el torneo jugué mirando hacia abajo para que no se me viesen los
ojos amarillentos. Es curioso, fue allí donde me encontré por primera vez con
Alexey Dreev, Jeron Piket y Vassily Ivanchuk.
Cuando comenzaste tú carrera, el ajedrez no era muy popular y no había
dinero para él. ¿Hubo algún momento en el que vacilases en dedicarte al
ajedrez de manera profesional?
Nunca pensé en el ajedrez como carrera. Simplemente disfrutaba jugando,
especialmente aquellas partidas de ajedrez relámpago en el Club de Ajedrez
Tal. Cuando comencé a viajar al extranjero, nos dimos cuenta de los
problemas. Mi padre solía acercarse a Delhi para presentar los papeles en todos
los ministerios y mi madre y yo solíamos acudir a Delhi para esperar. Si todos
los permisos necesarios habían llegado, me llevaban inmediatamente al
aeropuerto. Eran tiempos completamente diferentes. Hoy en día todo es mucho más
fácil.
India fue tu base. ¿Cómo te las arreglaste al principio con los viajes
y estancias en Europa??
Al principio era difícil porque teníamos que ahorrar las divisas. Mi madre y
yo solíamos alojarnos en casa de amigos o parientes. Una vez estuvimos en casa
de alguien y me iba bien en el torneo. Todas las mañanas el hombre solía
preguntar: "¿Cuántos días dura el torneo?" Después de unos días nos
acostumbramos y simplemente contestábamos que una semana sonriéndonos. Ahora
cuando vuelvo a ver a las mismas personas dicen "¿Sabe? ¡Anand se alojó en mi
casa!" De alguna manera es dulce. Tuve mucha suerte al encontrar buenos amigos
en el extranjero y quizá gracias a eso fue fácil. Hasta 1991 estuve solo. Gané
algunas libras en el torneo Lloyds Bank y pude comprar un bolso de mano
para mi madre. A partir de 1991 fui Candidato y siendo el Campeón del Mundo
Juvenil empecé a recibir invitaciones a los grandes torneos. Tras mi duelo con
Karpov llegué a ser uno más del "club" y estuve en condiciones de jugar en el
extranjero sin mayores problemas. En 1991 conocí a una pareja residente en
España, Nieves y Mauricio, y a continuación nunca más volví a tener problemas a
la hora de viajar a Europa. Siempre tenía una casa con amigos en la que estar.
Se puede decir que Mauricio me adoptó al instante y luego Nieves tampoco se pudo
resistir al "pequeño chaval indio". Nunca me preocupaba realmente por la comida
o los hoteles. Tenía un walkman y mi hermana me solía enviar casetes que yo
podía escuchar durante horas y horas.
Otro momento decisivo en tu vida fue el matrimonio con Aruna. Recuerdo
que puñado de jugadores destacados te mandaron un mensaje especial,
prediciéndote una pérdida de forma. ¿Pero en realidad la presencia de Aruna
en tu vida contribuyó a convertirte en un jugador incluso aún mejor y a sacar
tu mejor ajedrez?
La periodista india Manisha Mohite
realizó esta encantadora entrevista
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En 1996, los jugadores del torneo VSB en Amsterdam me mandaron una carta para
felicitarme por mi boda con la siguiente frase: “Anand, felicidades por tu boda.
Fuiste un gran jugador, ahora prepárate a perder 50 puntos". Cuando se la enseñé
a Aruna ella se quedó asustada. Cuando fuimos a Dortmund, nuestra competición de
luna de miel, no sabía nada de ajedrez y hasta tenía miedo a preguntar por el
resultado. La verdad es que nunca nos sentamos para comentar cómo iba a ser
nuestro matrimonio. Desde el primer momento, ella pareció adaptarse
completamente. Hay veces que está en la habitación y ni siquiera se nota que
está y eso es raro en una persona tan vivaz como ella. Durante los torneos
probablemente no soy la compañía más agradable, pero Aruna andará de puntillas.
Lo curioso es que durante el torneo puedo decir cualquier cosa y me escapo, pero
el día que termina el torneo, Aruna ya no se priva y realmente estoy en apuros.
De alguna manera vamos por días buenos y días malos, sabiendo que hay alguien
que está al cien por cien de tu parte. Eso te da mucha confianza adicional.
¿Existe alguna anécdota de tu niñez que te apetezca contarnos?
Cuando estaba en quinto, era muy conocido por mi ajedrez y solía ganar todos
los torneos locales. Cuando teníamos interescolares mis compañeros de clase
presumían de que en modo alguno íbamos a perder en ajedrez. Un día cuando fuimos
a una fiesta de cumpleaños alguien me preguntó: “Oye Anand, seguro que has
aplastado a todos". Respondí: “Lo haré cuando juguemos el torneo". ¡En este
momento me di cuenta de que el torneo ya se había celebrado y que me había
equivocado de fecha! Todos se enfadaron mucho conmigo. Incluso ahora cuando nos
vemos me dicen "Anand, eres el número uno del mundo, pero no te olvides de que
nuestra clase no ganó el torneo".