Anand: 'Nunca pensé en el ajedrez como carrera'

por ChessBase
06/09/2007 – Hace treinta años, en una ciudad del sur de India llamada Chennai (Madrás), un niño demostró un extraordinario talento para el ajedrez. A pesar de la idea generalizada de que era un juego para bichos raros, la familia de Vishy Anand invirtió tiempo, dinero y esfuerzo en apoyar las ambiciones de su hijo, que hoy por hoy según la clasificación de la FIDE es el mejor jugador del mundo. En una entrañable entrevista con Manisha Mohite de Sify Sport, Anand habló francamente de los principios de su carrera. Los comienzos de una estrella...

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Anand: 'Nunca pensé en el ajedrez como carrera'

Durante los años setenta, el ajedrez se veía como juego para bichos raros con pocos premio en metálico. En aquellos tiempos, muy pocas personas se habrían atrevido a permitir a su hijo a dedicarse al ajedrez. El escolar Anand de Chennai (India), tuvo suerte a este respecto con sus padres Susheela y Viswanathan, que no sólo lo animaron, sino que también invirtieron tiempo, dinero y esfuerzo apoyar las ambiciones de su hijo.

Resultó que Anand ganó todos los prestigiosos acontecimientos posibles, fue galardonado con cuatro Oscar del Ajedrez, ganó el Campeonato del Mundo y la Copa Mundial. Todas sus proezas han sido registradas con grandes titulares, pero se ha escrito muy poco sobre sus comienzos y las luchas que tuvo que sufrir antes de marcar sus hitos.

En una franca conversación con Manisha Mohite, Anand recuerda sus luchas y éxitos y nos permite echar un vistazo a su camino hacía la cima.

¿Quiénes eran los jugadores indios que admirabas cuando eras un principiante? ¿Hubo alguien que te animara especialmente?

No estoy seguro si admiraba a alguien. Estábamos todos metidos en una carrera para ser el primer jugador indio en alcanzar el título de gran maestro. Así que para mi todos eran rivales. En cada momento surgían nuevos competidores y algunos eran muy molestos para mi. Recuerdo que uno de los jugadores tenía el hábito de hacer girar su llavero y eso me irritaba mucho. Entonces una persona, que trabajaba con mi papá y que se solía encargar de cuidarme, decidió que debía llevar gorro y así fue como comencé a jugar con gorro. Como yo era el jugador más joven, de vez en cuando me parecía difícil encajar con la generación mayor. Un jugador se acercó a mi padre y le comentó que yo no tenía nada de talento y que mi manera rápida de jugar no me iba a conducir a ninguna parte. En aquellos tiempos nos dio bastante rabia, pero cuando lo recuerdo ahora, me puedo reír de ello.

¿Te acuerdas de alguna cosa en particular sobre las competiciones de las distintas categorías de edad?

En 1984, me enfrenté con el subcampeón del mundo juvenil. Tenía ictericia y durante todo el torneo jugué mirando hacia abajo para que no se me viesen los ojos amarillentos. Es curioso, fue allí donde me encontré por primera vez con Alexey Dreev, Jeron Piket y Vassily Ivanchuk.

Cuando comenzaste tú carrera, el ajedrez no era muy popular y no había dinero para él. ¿Hubo algún momento en el que vacilases en dedicarte al ajedrez de manera profesional?

Nunca pensé en el ajedrez como carrera. Simplemente disfrutaba jugando, especialmente aquellas partidas de ajedrez relámpago en el Club de Ajedrez Tal. Cuando comencé a viajar al extranjero, nos dimos cuenta de los problemas. Mi padre solía acercarse a Delhi para presentar los papeles en todos los ministerios y mi madre y yo solíamos acudir a Delhi para esperar. Si todos los permisos necesarios habían llegado, me llevaban inmediatamente al aeropuerto. Eran tiempos completamente diferentes. Hoy en día todo es mucho más fácil.

India fue tu base. ¿Cómo te las arreglaste al principio con los viajes y estancias en Europa??

Al principio era difícil porque teníamos que ahorrar las divisas. Mi madre y yo solíamos alojarnos en casa de amigos o parientes. Una vez estuvimos en casa de alguien y me iba bien en el torneo. Todas las mañanas el hombre solía preguntar: "¿Cuántos días dura el torneo?" Después de unos días nos acostumbramos y simplemente contestábamos que una semana sonriéndonos. Ahora cuando vuelvo a ver a las mismas personas dicen "¿Sabe? ¡Anand se alojó en mi casa!" De alguna manera es dulce. Tuve mucha suerte al encontrar buenos amigos en el extranjero y quizá gracias a eso fue fácil. Hasta 1991 estuve solo. Gané algunas libras en el torneo Lloyds Bank y pude comprar un bolso de mano para mi madre. A partir de 1991 fui Candidato y siendo el Campeón del Mundo Juvenil empecé a recibir invitaciones a los grandes torneos. Tras mi duelo con Karpov llegué a ser uno más del "club" y estuve en condiciones de jugar en el extranjero sin mayores problemas. En 1991 conocí a una pareja residente en España, Nieves y Mauricio, y a continuación nunca más volví a tener problemas a la hora de viajar a Europa. Siempre tenía una casa con amigos en la que estar. Se puede decir que Mauricio me adoptó al instante y luego Nieves tampoco se pudo resistir al "pequeño chaval indio". Nunca me preocupaba realmente por la comida o los hoteles. Tenía un walkman y mi hermana me solía enviar casetes que yo podía escuchar durante horas y horas.

Otro momento decisivo en tu vida fue el matrimonio con Aruna. Recuerdo que puñado de jugadores destacados te mandaron un mensaje especial, prediciéndote una pérdida de forma. ¿Pero en realidad la presencia de Aruna  en tu vida contribuyó a convertirte en un jugador incluso aún mejor y a sacar tu mejor ajedrez?


La periodista india Manisha Mohite
realizó esta encantadora entrevista
 

En 1996, los jugadores del torneo VSB en Amsterdam me mandaron una carta para felicitarme por mi boda con la siguiente frase: “Anand, felicidades por tu boda. Fuiste un gran jugador, ahora prepárate a perder 50 puntos". Cuando se la enseñé a Aruna ella se quedó asustada. Cuando fuimos a Dortmund, nuestra competición de luna de miel, no sabía nada de ajedrez y hasta tenía miedo a preguntar por el resultado. La verdad es que nunca nos sentamos para comentar cómo iba a ser nuestro matrimonio. Desde el primer momento, ella pareció adaptarse completamente. Hay veces que está en la habitación y ni siquiera se nota que está y eso es raro en una persona tan vivaz como ella. Durante los torneos probablemente no soy la compañía más agradable, pero Aruna andará de puntillas. Lo curioso es que durante el torneo puedo decir cualquier cosa y me escapo, pero el día que termina el torneo, Aruna ya no se priva y realmente estoy en apuros. De alguna manera vamos por días buenos y días malos, sabiendo que hay alguien que está al cien por cien de tu parte. Eso te da mucha confianza adicional.

¿Existe alguna anécdota de tu niñez que te apetezca contarnos?

Cuando estaba en quinto, era muy conocido por mi ajedrez y solía ganar todos los torneos locales. Cuando teníamos interescolares mis compañeros de clase presumían de que en modo alguno íbamos a perder en ajedrez. Un día cuando fuimos a una fiesta de cumpleaños alguien me preguntó: “Oye Anand, seguro que has aplastado a todos". Respondí: “Lo haré cuando juguemos el torneo". ¡En este momento me di cuenta de que el torneo ya se había celebrado y que me había equivocado de fecha! Todos se enfadaron mucho conmigo. Incluso ahora cuando nos vemos me dicen "Anand, eres el número uno del mundo, pero no te olvides de que nuestra clase no ganó el torneo".


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