Anand sobre el ajedrez: desde la casilla uno al Campeonato del Mundo en Bonn
Transcripción de la entrevista
Ubicación: Chennai
Fecha: 26 de diciembre de 2008.
Entrevistadores: Sriram Srinivasan y Jaideep Unudurti (Outlook
Business)
Comenzaste a jugar torneos a la edad de ocho años más o menos...
Sí. Creo que incluso antes. Aprendí más o menos cuando tenía seis.
Probablemente durante los primeros seis meses, estuve en casa, luego me uní a un
club, así que es muy probable que mi primer torneo fuera en torno a esa edad.

¿Cómo era el ambiente ajedrecístico por aquel entonces? ¿Había algún
torneo próximo en el que tomar parte a intervalos regulares?
Seguro, teníamos un ambiente ajedrecístico razonablemente bueno. Teníamos
algunos organizadores muy entusiastas. Algunos chicos que se unieron para formar
un club. Recuerdo que solían ir allí prácticamente todos los días. Me acuerdo de
ver a muchos de ellos durante años. Así que era un círculo pequeño, pero muy
apasionado y comprometido. Ni siquiera teníamos nuestro primer gran maestro en
aquella fase. Creo que sólo teníamos un maestro internacional cuando yo empecé.
El Sr Aaron…
Manuel Aaron. Hacia 1980 empezamos a conseguir cuatro. Así que era un mundo
muy pequeño. Pero tuve bastantes oportunidades de jugar. Recuerdo que en el club
de ajedrez Tal, en un momento dado aquellos chicos decidieron que iban a
organizar un torneo cada semana. Fue fantástico para practicar. Podía ir al club
todas las semanas. Todos los fines de semana tenía en el torneo. Iba y jugaba el
torneo completo. Era bueno, porque esa es la mejor forma de crecer.

Manuel Aaron (nacido en 1935) fue el primer maestro de ajedrez indio en la
tradición moderna. Dominó el ajedrez en India desde los años 1960 a los 1980,
fue campeón nacional de India nueve veces entre 1959 y 1981.
¿Tenías ocho o nueve años? ¿Tenían los otros chicos tu misma edad? ¿O
eras tú el único niño del club?
Hubo una pequeña pausa. Creo que tenía ocho años u ocho y medio cuando
marchamos a Filipinas. Pasé allí un año y unos pocos meses y volví en algún
momento de 1980, cuando tenía diez años. Cuando volví comencé a jugar al ajedrez
otra vez. Creo que fue en 1980-81 cuando comencé a jugar torneos prácticamente
cada fin de semana.
Quizá jugué 30 torneos en un año. Todo 1981 fue así. Nada mas realmente, en el
sentido de que tenía el hábito de ir al club a jugar partidas relámpago
(Partidas de cinco minutos) El club funcionaba todos los lunes por la tarde,
jueves por la tarde, segundos sábados y domingos, así que ése era mi horario de
ir al club.
Volvamos a Filipinas. ¿Es justo decir que fue un año crítico porque en
aquel momento Filipinas tenía mejor infraestructura ajedrecística?
Creo que es correcto. Filipinas acababa de organizar un encuentro por el
campeonato mundial entre Karpov y Korchnoi. Así que en aquel momento llevaban
mucho más camino andado. Tenían una federación muy activa. Recuerdo que incluso
tenían un programa de televisión sobre ajedrez en aquellos días. Todos los días
entre la una y las dos de la tarde. Así que cuando estaba en la escuela mi madre
escribía las partidas y los problemas. Cuando volvía a casa desde la escuela me
mostraba lo que había pasado. También me acuerdo de haberme unido a un club allí
e ir a jugar muy a menudo. Mi interés por el ajedrez se hizo más profundo en
Filipinas y cuando volví estaba prácticamente enganchado.
Al principio era solo “Vale, el ajedrez es una actividad divertida”.
También jugaste al tenis. ¿Cuándo pensaste “Soy realmente bueno en esto y me
dedicaré a ello”? ¿Fue una decisión consciente o fuiste involucrándote
gradualmente?
Bueno en cuanto al tenis, nunca pase de los campos de entrenamiento y de ese
tipo de cosas. Nunca fui a torneos. Así que muy pronto mi ajedrez había avanzado
mucho más que mi tenis. Aún me acuerdo de ir a aquellos campamentos de tenis por
la mañana, con todos aquellos otros chicos. Me enfadaba mucho ya que a las 5:30
de la mañana no podía ni jugar al tenis. Te hacían correr alrededor de las
pistas unas pocas veces (risas) y luego tenías cuatro golpes de derecha, cuatro
de revés y entonces salías y entraba el siguiente grupo. .
Sencillamente me gustaba el ambiente del ajedrez mucho más porque podía jugar
todo lo que quería y era más de mi estilo. No obstante, jugaba muchas otras
cosas. Jugaba al badminton. Mi padre estaba en el ferrocarril así que en el club
ferroviario teníamos badminton, tenis de mesa... Jugaría con todos los demás
niños de ferroviarios. Tenía una mezcla de otros deportes. Pero ninguno de ellos
me era tan cercano. Ya en el segundo tercer año había avanzado más en ajedrez en
ninguno de los demás juegos porque estaba jugando torneos.
¿Viste el encuentro Karpov-Korchnoi en Filipinas?
No, llegamos a Filipinas sobre un mes después de que hubiera finalizado.
Fuimos a Baguio. Es un hermoso centro turístico en una ladera. Mientras
estuvimos allí, mis padres me llevaron a ese sitio, "Mira, aquí es donde jugaron Karpov
y Korchnoi. Fuimos a ver la sala. No lo sabía entonces por supuesto, Pero nueve
años más tarde iba a ganar el mundial en la misma sala.
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Una inspiración para el joven Anand: las grandes
batallas entre Anatoly Karpov y Viktor Korchnoi. La primera fue una final de
candidatos en 1974, en la que el ganador, Karpov, se convertiría en campeón
del mundo por abandono, cuando quien detentaba el título, Fischer, no
compareció para el encuentro. Después
Karpov fue retado dos veces por Korchnoi: en 1978 en Baguio (Filipinas)
y en 1981 en Merano (Italia). Karpov ganó los dos encuentros. |
¿Creíste subconscientemente incluso entonces que podrías optar por el
ajedrez como carrera?
Probablemente sí. Nunca vi otra cosa como mi carrera. El momento en que se
dudaría es primero en el "tenth standard" (equivalente a cuarto de E.S.O.)
porque necesitas conseguir un grupo de tu elección y luego en el "twelfth standard"
(equivalente a segundo de Bachillerato), cuando vas a pasar a la universidad.
Hasta entonces, puedes aplazar la decisión y hacer como que ambas cosas son
compatibles. Pero lo que claramente quería hacer era ajedrez. La razón por la
que hubiera podido no haber elegido en el ajedrez sería si no hubiese obtenido
progresos. Entonces empiezas a sopesar tus opciones de carrera. “¿Puedo ganarme
la vida jugando al ajedrez?” y todas esas cosas.
Pero yo en esos momentos críticos obtuve resultados increíbles. Sobre "ninth standard"
(equivalente a tercero de E.S.O.) logré progresos muy grandes; luego también
en "tenth standard" (equivalente a cuarto de E.S.O.) tuve un buen año. Conseguí
mi título de maestro internacional un poco antes. Así que eso era bueno.
Y en "twelfth standard" (equivalente a segundo de Bachillerato), justo tras
terminarlo, conseguí mi título mundial juvenil y el título de gran maestro en el
lapso de pocos meses. Así que en los momentos en que podía haber dudado, no tuve
necesidad de ello en absoluto. La elección llegó clara. Pero decidí ir a la
universidad para mantener abiertas mis opciones. Tenía la sensación de que, como
gran maestro, sería posible jugar al ajedrez para vivir. Sin embargo, también
quería ir a la universidad porque sencillamente no quería perderme esa parte de
la vida. No quería no haber ido nunca la universidad. Tras finalizar en la
universidad, estaba claro. Ya era el número cinco del mundo. Tenía muy buenos
resultados. En resumen diría que desde los seis años, a menos que viese muy
buenas razones para no jugar al ajedrez, eso era lo que quería hacer. No había
argumentos lógicos en contra.
En los 70s, Filipinas tenía a Torre. Finalmente India alcanzó a
Filipinas como potencia ajedrecística. ¿Podemos especular que se debió a que
Filipinas no tuvo un Anand, un jugador estrella que pudiese capturar la
imaginación de la gente?
¿Podemos decir que es por eso por lo que fuiste capaz de iniciar una
revolución ajedrecística en India?
Creo que es posible. Hay que decir que el efecto de Torre en Filipinas fue
muy similar. Hubo un auge. Decayó al cabo de un tiempo. Pero Torre tuvo el mismo
efecto y él tiene (creo) 15 ó 16 años más que yo. Así que el efecto también
comenzó mucho más pronto en Filipinas, hacía 1974.
Filipinas era un país asiático muy fuerte ajedrecística mente hablando. Ahora lo
es menos, pero aún tienen un equipo decente. Claramente nadie ha llegado a la
altura de Eugene. En India ha sobresalido más gente. India tiene varios
jugadores entre los cien primeros, otro más entre los cincuenta mejores. También
hemos avanzado en el ajedrez femenino. Tiene una base más amplia en India. La
situación es comparable; ellos comenzaron mucho más pronto.

Una leyenda del ajedrez filipino: el GM Eugenio Torre
¿Se necesita que surjan estrellas cada cierto tiempo para mantener alto
el ambiente o pueden las infraestructuras mantenerlo funcionando?
Creo que son ambas cosas. No se trata de una cosa o la otra. Se alimentan
mutuamente. Si ahora surgiese un jugador filipino muy fuerte, ya hay una base
sobre la que puede construirse. Creo que se necesitan ambas cosas. Se necesita
tener infraestructura, pero los niños ven muchos deportes y cuando se tienen
alguien a quién pueden seguir, lo hacen. En España, el tenis y la F1 han crecido
enormemente en los últimos tiempos. Se puede ver el efecto literalmente desde el
día en que Alonso empezó a competir en la F1. Si él desapareciese, no creo que
la F1 terminase allí. Se puede ver en Alemania que, tras Schumi, la F1 está
decreciendo rápidamente. Se necesita un constante aporte de buenos jugadores
para mantener una actividad viva. Para encender la imaginación de la gente.
Un factor muy importante son los torneos por grupos de edad. Se
necesita esa cinta transportadora de sub-10, sub-12, sub-14 para poder seguir
ascendiendo. ¿Cuál fue tu experiencia? ¿Pasaste los grupos de edad muy
rápidamente?
Bueno, en aquel entonces sólo teníamos sub-16 y sub-20. Posteriormente
encontraron que necesitaban subdividirlo tanto porque lo que estaba pasando era
que los GMs estaban llegando tan fuertes a la edad de dieciocho años que se
saltaban los mejores años del mundial juvenil. O quizá llegaban a grandes
maestros a los 14 y entonces la gente tenía miedo de que nunca jugasen un
mundial juvenil. En este momento diría que sub-20
no es tan importante; hay chicos de 17 años como Carlsen que no van a
participar.
Aún es un resultado muy impresionante, pero no tanto como solía ser. Érase
una vez gente como Spassky, Kasparov, Karpov, yo mismo que ganamos todos
campeonatos mundiales juveniles en algún momento. Hasta alrededor de 1990 eso
era un auténtico logro. Aún es bueno, pero Kramnik ya era tan fuerte a los 17
que no jugó el mundial juvenil. No ganó ninguno. Así que hay que mirar a los
resultados infantiles sub-16. Ahora es necesario seguir los sub-14,
sub-12 y ahí es donde te das cuenta de lo que están haciendo. Surya Ganguly, por
ejemplo, jugó contra mucha otra gente como Aronian, Grischuk en las etapas sub-14,
sub-16. Ahora todos ellos están en la cumbre del mundo del ajedrez.

Generaciones: (sentados) Mikhail Tal, Joel Lautier, Anand; (de pie) Bent
Larsen,
Viktor Korchnoi, Garry Kasparov, Bessel Kok, Jan Timman, Boris Spassky
Creo que cuanto más pronto comienzas, mejores son tus opciones. El sistema
está produciendo quizá jugadores muy jóvenes, que finalmente pueden convertirse
en estrellas adultas. Casi es inaudito que alguien comience a los 16 y tenga
alguna opción realista de llegar a lo más alto.
En cricket se tiene un camino muy claro. Juegas bien, entras en los
zonales, Ranji y así sucesivamente. Todo el énfasis está en entrar en la
selección de India. Una vez que lo consigues, el sistema se hace cargo. Cuando
comenzaste en los 1980s, ¿cuánta infraestructura había?
Esencialmente el objetivo era llegar a ser gran maestro. Creo que había
algunos sistemas de apoyo en India. Había unos pocos, digamos, patrocinadores o
mecenas que cuidaban de los ajedrecistas, que les darían empleo cuándo llegarán
a maestros internacionales. Cuando llegabas a gran maestro era cuando te pagaban
para tomar parte en torneos. Como maestro internacional en algunas pruebas
tenías algún tipo de compensación, pero esencialmente sabías que tenías que
llegar a gran maestro para tener esa opción.
Yo tenía doble bonificación porque me convertí en campeón mundial juvenil y
gran maestro. Fui invitado a pruebas muy prestigiosas, como el torneo Corus de Wijk
aan Zee. Aquel fue un salto muy grande para mi. Y cuando lo gané, todas las
puertas se abrieron. Comencé a recibir muchas invitaciones buenas. Básicamente
aquello era lo que se necesitaba hacer. Había que ser gran maestro. Ahora hay
muchos más grandes maestros de los que había en 1987, así que ahora
probablemente necesitas un Elo de 2650
antes de que se haga cargo de ti el sistema. En mi época el Elo era de 2500 o 2550.
¿Has pensado en otra manera de hacer que la economía ajedrecística
funcione? Hasta ahora la gente aquí ha sido muy precavida a la hora de hacer
carrera en el deporte. Se supone que los ajedrecistas tienen una inteligencia
por encima de la media así que presumiblemente tienen más opciones de hacer
carrera. ¿Cómo sería una economía ajedrecística ideal?
Creo que en general es un sistema bastante bueno. Tenemos torneos en todos
los niveles. Creo que una vez que el logras tu marca, de una forma u otra, o
bien llegas a ser el mejor jugador de tu país o bien te conviertes en uno de los
mejores del mundo. En el caso de Rusia, podrías ser el número ocho del país y
aún tener que trabajar bastante para ser el primero. Pienso en el sistema tal y
como es ahora, en tanto en cuanto sea estable. Hemos vuelto al sistema de tener
sólo un campeón del mundo; eso es muy bueno para el juego. Y ahora muchos nuevos
países están subiendo. Hay un noruego, Magnus Carlsen, que es cuarto del mundo;
hay un italiano, hay un armenio, hay un ucranio. Así que ya entre los diez
primeros se ve mucha diversidad, que es una cara muy interesante que presentar
al mundo. Así que creo que el sistema es saludable. Ahora si mantenemos la
estabilidad del campeonato mundial y crecemos a partir de aquí será muy próspero.
Creo que el razonamiento sigue siendo válido, cuando se llega a la edad de ir
a la universidad, se puede ser muy bueno en ajedrez, pero puede que no se esté
hecho para él. No se trata solo de que se puedes jugar al ajedrez, debes hacerlo.
También tienes que querer ese estilo de vida, que tiene viajes, disputa de
torneos... Es un tipo de vida diferente. A unos les gusta y a otros no. Quiero
decir que hay ajedrecistas que lo mantienen durante 4 o 5 años, aman al ajedrez
y luego dicen que ya no pueden soportar más los viajes y quieren intentar otras
cosas. Es una decisión tan personal que no se puede influir. No obstante, si ves
el planteamiento interesante tiras adelante.
Volvamos a los 80s. ¿Había una competición sobre quien sería el primer
GM de India? Estabas tu y había otros jugadores prometedores, como el GM
Barua. ¿Podrías describirnos aquellos años?
Realmente era una barrera mental. Alrededor de 1982 tuvimos esa idea de que,
bien, en algún momento algún indio tenía que llegar a gran maestro. Parecía tan
difícil de alcanzar.
Era un gran muro. De alguna manera cuando estaba jugando, si la norma de GM
estaba en 7, yo lograba 6
varias veces o incluso 6,5. Parecía que el último medio punto tenía truco.
Una vez en el Reino Unido tuve una conversación con un árbitro. Me decía que en
realidad cuando por fin llegase a GM sería muy suave. Seguirás fallando durante
muchos meses hasta que en un momento dado serás lo bastante fuerte y lo
conseguirás fácilmente, puede que incluso lo sobrepases. Así que no te inquietes
por ello. Había tenido tres intentos. El primero en Calcuta, el segundo en
Londres. Los fallé ambos por medio punto. En todos los casos tenía que ganar la
última partida. Gané el mundial juvenil, que me dio una norma. Luego en Delhi la
logré a falta de una ronda. No exactamente a falta de una ronda, sino que solo
necesitaba las tablas en la última ronda y eso era mucho más fácil. En Coimbatore,
incluso la superé. Necesitaba unas tablas en la penúltima ronda. Cuando por fin
sucedió, me pareció que había borrado el pasado. Así que está claro que me había
fortalecido mucho mientras intentaba lograr el título de GM.

Un Anand adolescente en su camino al título de GM
Resulta divertido que en los primeros dos o tres torneos tras llegar a GM no
pudiera hacer norma de GM. Cuando te conviertes en gran maestro dejas de tener
ese objetivo y de pronto no tienes ni idea de que estás haciendo o para qué
estás jugando. A finales de aquel año tenía una profunda sensación de que tenía
que apuntar a algo mucho más alto o de otro modo es fácil dejarse llevar. No
obstante fue un gran logro. Recuerdo que cuando obtuve el mundial juvenil y el
título de gran maestro estaba en todos los sitios en la prensa porque se veía
como un auténtico gran logro. Por fin teníamos un gran maestro en ese juego
intelectual y ese tipo de cosas.
Olvídate de convertirte en GM, había muy pocos indios que hubieran
vencido a un GM en una partida de torneo. Estaba el Sr Aaron que había
derrotado a uno…
Max Euwe…
Tu primera victoria fue contra el GM Mestel en 1985. ¿Puedes contarnos
algo al respecto?
Para mi fue algo grande porque había derrotado por primera vez a un gran
maestro. Por supuesto, posteriormente fui venciendo a otros grandes maestros con
relativa facilidad, así que es divertido pensar en ello como en un hito. Tu
observación es esencialmente correcta: el hecho principal que recuerdas de que
has vencido a un GM significa que no habíamos vencido a muchos hasta aquel
momento.
Hablamos de la victoria de Barua sobre Korchnoi varios años. Mi victoria contra
Mestel.
A comienzos de los 80s lo primero de todo era una gran barrera para
convertirse en gran maestro, así que como resultado se tiende a mirar a gente
que lo consiguió con un respeto reverencial y es difícil abrirse paso. En 1986
estaba derrotando a grandes maestros con bastante regularidad. Dejo de ser un
logro; ahora tenía que ser conseguir una norma de GM, porque sabías que uno de
ellos podía tener un mal torneo. El logro tenía que ser ganar el torneo o hacer
norma de GM.
Volviendo de nuevo al ámbito de India en los 1980s, en la era de la preliberalización.
Creo que tuviste problemas para viajar al extranjero a jugar torneos. ¿Puedes
contarnos aquellos casos?
Teníamos este sistema: dado que necesitabas divisas, primero necesitabas que
la federación aprobase tu viaje o que tramitase tu solicitud al ministerio de
deportes, que la validaría. No recuerdo exactamente cual era el proceso. Del
ministerio de deportes íbamos a aviación civil, con la aprobación del ministerio
de deportes, y ellos nos emitían un billete de avión para Air India. Una vez
tenías ese billete, ibas al Banco de la Reserva y obtenías la aprobación para
adquirir divisas. Entonces estaba una sucursal de SBI o Thomas Cook,
en algún sitio de Delhi, donde podías comprar divisas. Siempre me acuerdo que
era a alguna hora realmente tardía. porque el billete lo expedían solo a
las cinco de la tarde. A las nueve iríamos a ese Thomas Cook, que estaba abierto
hasta tarde, conseguíamos nuestra moneda extranjera y el vuelo era hacia las 23:30.
Era divertido porque incluso si pensaba en volar a Colombo había gente que iba a
Delhi para obtener su autorización para adquirir divisas, daba toda la vuelta y
luego volvía. A veces sucedía que llegaba tarde a los torneos porque la
autorización no llegaba con suficiente rapidez.
Pasaríamos unos dos días rebotando entre esos diversos ministerios en Delhi.
Es una historia que ya no puedo contar nunca más a nadie, porque India se ha
liberalizado tanto que no es posible explicarlo. Para resumir, ahora si
tienes la posibilidad de ir y no vas es porque no tienes dinero, no debido a la
normativa. En aquella época las normas eran bastante absurdas.
Teniendo eso en cuenta, si hubieras tenido elección, ¿habrías preferido
comenzar tu carrera ahora?
No estaba triste. Para ser justo, el ministerio de deportes nos daba mucho
apoyo. Siempre nos daban algo de ayuda para ir a torneos importantes: un torneo
importante al año y luego a alas olimpiadas. Si nos clasificábamos para
cualquier mundial, siempre lo aprobaban con bastante facilidad. FERA [Foreign Exchange
Regulation Act, Ley del Tipo de Cambio de Divisas] era una molestia, pero no
estaba dirigida contra el ajedrez. El ministerio de deportes apoyaba mucho al
ajedrez por los resultados que había logrado hasta entonces. Tenían que
financiar también otros deportes. En ese sentido la estructura de apoyo era
buena.
No tenía realmente ese sentimiento de que debería haber comenzado en otro
lugar.
Sin duda, si hubiese nacido en la Unión Soviética hubiera sido entrenado de una
forma distinta. Debido a que era el mejor indio, también tenía un cierto caché.
Muchos organizadores me invitaban primero a mi porque era el mejor jugador de
India, así que tenían un estupendo jugador asiático que llevar al torneo.
Hubiera tenido que ser el tercer o cuarto mejor ruso para obtener una invitación.
Así que sus ocho mejores puede que hayan tenido un entrenamiento mejor que el
mío, pero creo que al final la cosa se nivela. Realmente es un problema de lo
que se hace con las oportunidades que se tienen. Me las arreglé muy bien y
conseguir el título de GM durante la universidad también fue muy hermoso, porque
me quitó toda la presión de encima. Iba a la escuela de comercio, pero
interiormente sabía que no iba a ser contable.
¿Eras una estrella en la universidad? ¿Te apuntaba la gente con el dedo
y decía “¡Oh allí está
Anand!”?
Sí y siempre querían que apareciese para los actos culturales. Me hacían
desfilar por allí para que pudiesen ligar con chicas (Risas). El director y
todos ellos eran muy afectuosos. El subdirector me preguntaba: “¿Por qué has
venido a la universidad? Te hemos dado todo el permiso que quisieras”. Yo diría:
"No, no. Quiero encontrarme con los muchachos". Se alcanzó el punto en el que
había muy poca resistencia a perder clases siempre y cuando acudiese a los
exámenes.
Has mencionado a la Unión Soviética. En retrospectiva, tu éxito parece
increíble porque los Soviets tenían un sistema muy amplio de captación y
entrenamiento de talentos, no solo en lo que respecta al ajedrez, sino también
para otros deportes. Tenían jugadores de talla mundial, de manera que hubieras
podido tener compañeros de entrenamiento.
Además de los Soviets estabas tu y estaba Fischer. Fischer al menos tenía la
ventaja de provenir de EE. UU., que es un país rico. Tu tampoco tenías esa
ventaja. ¿Crees que hubieras sido un jugador más fuerte aún si hubieses
pasado por el riguroso entrenamiento de la “Escuela Soviética de Ajedrez”?
No, creo que mis días en el Club Tal [en Madrás] fueron más importantes que
un entrenamiento. Hoy en día se ven muchos chicos como Magnus Carlsen que no
llegan a través de un entrenamiento. Llegan de jugar al ajedrez en Internet. En
vez de ir a un gimnasio, juegan cuarenta partidas al día en un servidor. Se
pueden ver los resultados. Se pueden ver los reflejos tácticos que tienen.
El entrenamiento ayuda; tiene su papel, no lo it has its role, no lo
desmerezcamos. No creo que sea necesario en esa fase.

Anand en 1988
Casi diría que esa es la inspiración de lo que estamos haciendo en la
Academia
NIIT de Campeones de la Mente. Intentamos introducir a los niños en el juego y
dejarlos jugar entre si. Creemos que eso es el 90% del trabajo. Si alcanzas un
cierto nivel, que es tan fácil hoy en día, y la tecnología ha salvado la brecha
que teníamos en los 80s con la información y todo eso. En los 80s, por ejemplo,
con el Chess
Informant, esperábamos durante cuatro meses, seis meses después de haber sido
publicado. Si algún amigo tenía que viajar a Filipinas a un torneo incluyo lo
podría comprar allí antes y tenías esa ventaja sobre tus rivales durante tres
semanas. Y tenías muchos de los últimos avances que podías usar contra ellos.
En estos tiempos de mirar partidas en directo y de descarga instantánea de bases
de datos completas es difícil imaginar aquel mundo.
La tecnología ha equilibrado bastante la competencia. Por ejemplo, no hay
grandes desventajas en el ajedrez por ser australiano. Si mejoras, las opciones
están ahí. Es muy fácil jugar contra quien quieras. Para alguien de una remota
parte del mundo, siempre que se tenga conexión a Internet, se puede practicar,
interactuar con gente y acceder a las fases iniciales. Ahora es solo cuestión de
si mejoras lo suficiente. Sin desmerecer al entrenamiento y los torneos, pero
esto es una gran ayuda. Es por eso que en la academia es importante para me que
simplemente comiencen aprendiendo a jugar. Juegan unas pocas partidas con sus
amigos en la escuela y adquieren el hábito de jugar a menudo.
No tengo la impresión de que el entrenamiento fuese un problema (para mi).
Cuando me estaba preparando para los encuentros de candidatos, entonces sí que
el entrenamiento era muy importante. Si te metes en esto,
con una actitud de “¡Oh! He jugado unas pocas partidas relámpago!” entonces
estas adentrándote en ello un poco inocentemente. Allí necesitas a alguien que
te guíe a través de algunas estrategias del mundo real, que tus oponentes pueden
hacer. (El entrenamiento) no es necesario en una fase temprana. No creo que eso
sea ninguna desventaja.
Los Soviets tenían la Casa de los Pioneros. ¿Es la Academia de
Campeones de la Mente algo de ese estilo? ¿Quieres ampliar las fuentes del
talento para ver quien tiene esa habilidad?
Es muy similar. Aquellas casas de pioneros tenían un hombre. Los niños que
tenían la oportunidad de ir allí tenían tableros de ajedrez, la atmósfera, la
infraestructura se creaba de forma que si querían jugar, podían jugar. Rusia no
necesitaba empujar mucho a sus niños, lo hacían de manera natural. El trabajo de
aquel hombre era la de una especie de posibilitador, de hacer que las cosas
sucedieran y si alguien era interesante, señalarlo. Un nivel muy básico y luego
avanzaría a posteriores fases.
Nuestra idea es muy similar a ese concepto completo. Esperamos que haya
alguien en cada academia que quizás sea muy apasionado por el juego y que eche
la bola a rodar. La idea no es meterse a entrenar. Eso es para otros. Nuestra
idea es sencillamente que millones de niños aprendan a jugar. Nuestro
planteamiento va por ese lado, así que si en los próximos años puedo crecer de
una base de estudiantes de 2,5 millones a digamos diez millones, entonces el
número de niños que están participando es 170.000 y podemos ampliar a digamos
medio millón. Esas son las cifras que estoy deseando. La idea no es ir de uno en
uno. La idea es captar a muchos niños para el ajedrez. De forma automática, eso
será maravilloso también para el deporte. La idea es que jugar al ajedrez los
ayudará a invertir su tiempo de forma más productiva y también de mejorar un
poco sus habilidades académicas.
Te estás convirtiendo en un beneficio indirecto porque también estás
aumentando el público potencial del ajedrez.
Exactamente. El mayor obstáculo para el ajedrez como deporte de espectadores
es que la gente no sabe las reglas. De hecho no es que no pueda ser un juego
para ver,
sino que tiene ese obstáculo inicial. Si no sabes las reglas no tienes ni idea
de lo que pasa. Ni siquiera puedes ver un objeto moverse. Ese es el obstáculo
más grande. Por eso este proyecto me emociona. Si diez millones de personas de
alguna manera entran en contacto con el juego en algún momento, simplemente
aprenden las reglas, entonces sabes que algún día, incluso si no se han tomado
el ajedrez en serio, puede que quieran verlo y obviamente esa es una gran
oportunidad para el deporte. Así que el mayor obstáculo simplemente será
ponerlos en contacto con el juego. Sin duda tenemos aún un carácter muy regional.
El ajedrez siempre estuvo extendido en Tamil Nadu y el Sur. Tenía un punto de
apoyo en Bengala y Maharasthra también. Esos era los bastiones del ajedrez. El
Nordeste, el Norte por regla general casi no tienen vida ajedrecística real.
Aquí hay un efecto nivelador, estamos enseñando ajedrez en varias áreas donde el
ajedrez nunca tuvo apoyo. Y eso también es muy emocionante para mi.

Sriram Srinivasan, Viswanathan Anand y Jaideep Unudurti en el momento de la
entrevista
Muy pronto les ofreceremos la segunda parte (de tres)
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