Fritz 17 Incluye el módulo FAT FRITZ
Fritz 17 es la nueva edición de aquel mismo programa de ajedrez Fritz que ha fascinado al mundo del ajedrez desde hace unos 25 años (¡!): las victorias de Garry Kasparov y de Vladimir Kramnik; los métodos innovadores y modernos de entrenamiento para jugadores aficionados y profesionales; ajedrez cibernético en el servidor de Fritz, etc. Fritz es “el programa de ajedrez más popular de Alemania” (Der Spiegel) y ofrece todo lo que necesita el ajedrecista. La novedad más espectacular: Fritz 17 incluye el módulo basado en una red neuronal de inteligencia artificial, "Fat Fritz".
Dicho esto, nos complace mucho presentaros a nuestra entrevistada y personaje de portada, Miriam Monreal, una de las representantes más cualificadas que existen hoy en día del moderno ajedrez educativo. En un estilo muy directo, apasionado y con muchas dosis de realidad, Miriam nos habla de su exitoso programa “Ajedrez a la escuela”, heredado del gran Enrique Sánchez, y con el que está alcanzando enormes cotas de excelencia en Aragón.
El Coordinador de la Red Internacional de Ajedrez Social y Terapéutico, Alberto Paredes, nos presenta la segunda entrega de su sección fija en esta revista, dedicada a la labor que realiza la Red en América. Sección que promete durar, porque los resultados y los éxitos se suceden, y aquí tenemos otra prueba de ello. El presidente de MusiChess, Álex Sebastián Enesco, conjuga en su trabajo el ajedrez, la música y los juegos de estrategia, siempre adornado de un estilo moderno y de máxima calidad. Nos habla de la última edición de los premios anuales MusiChess, que muestra perfectamente la amplia gama de intereses en que se desenvuelve esta entidad.
Y Juan Antonio Montero, director de esta publicación y coordinador de programas sociales y terapéuticos del Club Magic Extremadura Deportivo-Social, firma un gran reportaje sobre el programa desarrollado en centros penitenciarios de Extremadura (España), conocido por el nombre de “Nuestro ajedrez reinserta”, y que constituye ya un hito sin precedentes por su permanencia (diez años), por su especial metodología inclusiva y por los éxitos conseguidos, en la historia del ajedrez en las cárceles. La magnitud de las cifras y los logros que exhibe Montero abruman. Un programa que es sin duda la gran referencia mundial del ajedrez en el ámbito penitenciario.
Ajedrez social y terapéutico Abril / MMXIX / Número 31 La Dirección Editorial
Artículo por Juan Antonio Montero
“Nuestro ajedrez reinserta” es un programa con bastantes peculiaridades, tantas, que durante una época en uno de los centros penitenciarios en los que se imparte (el de Badajoz), se le denominó taller de pensamiento estratégico, y no fue un nombre impuesto por nadie, sino por los propios reclusos. No iban muy desencaminados por otra parte, porque no es "exclusivamente” un programa de enseñanza y práctica de ajedrez: se enseña ajedrez, sí, pero hay bastante más, e invariablemente enseñamos estrategias basadas en el ajedrez para la vida cotidiana, o, y en esto estamos insistiendo más en los últimos años, entrenamiento cognitivo basado en el ajedrez ECAM, con la metodología creada por Juan Antonio Montero al frente del Club Magic Extremadura Deportivo-Social, la entidad que lleva a cabo este programa.
Clases de ajedrez en la cárcel | Foto: Ajedrez social y terapéutico
El apoyo para llevar esto a cabo, que no es una iniciativa altruista ni voluntarista sino que está plenamente profesionalizada, lo proporciona la entidad con la que coeditamos esta publicación, la Fundación Jóvenes y Deporte de mi tierra, Extremadura, en España.
No ha sido un apoyo incondicional, sino que nos hemos tenido que ir ganando la continuidad, como debe de ser: el primer periodo que se financió fue de solo tres meses: los objetivos que nos planteamos además, debían mostrar concordancia con los de la Fundación: promover a través del deporte la inclusión social. Y no nos conformamos ya entonces con eso de decir que ya jugando al ajedrez se promueve la inclusión. No lo creemos así quienes trabajamos en el club sobre esto, que por el mero hecho de aprender y practicar el ajedrez, el sujeto ya empiece a experimentar deseos de adaptarse mejor en la sociedad: no por lo menos en ámbitos como éste y similares. Contaré alguna anécdota creo que muy relevadora al final de este reportaje.
El programa se puso en marcha en diciembre de 2009 y en diciembre de 2019 cumplió su “primer” decenio de vida. En diez años ya son más de mil presos los que han tomado parte en “Nuestro ajedrez reinserta” que así se denominó inicialmente: tuvo un cambio de nombre varios años después, impuesto por razones que no vienen al caso, y tuvimos que llamarlo “Jaque mate a la exclusión”, pero duró justamente cuatro años. Después volvimos al nombre original, que es con el que nos sentimos más cómodos.
Juan Antonio Montero hablando con los reclusos | Foto: Ajedrez social y terapéutico
Más de diez años y más de mil internos que han tomado ya parte en él. Estamos seguros de que son datos que juntos constituyen una marca nunca igualada: creemos estar en lo cierto si afirmamos que en ninguna parte del mundo ha habido un programa igual basado en el ajedrez, con tanta participación de los internos, con la intervención de tantos profesionales –doce concretamente, entre monitores, psicólogos y terapeutas ocupacionales, todos ellos perfectamente formados en la metodología del club- y con unos objetivos que trascienden la “mera enseñanza” del ajedrez, para ir más allá y buscar a través de las sinergias y posibilidades del ajedrez, un cambio personal en quienes lo necesitan.
Las dos localidades donde llevamos a cabo el programa, o las dos prisiones, son las de Badajoz y Cáceres, las dos ciudades más grandes de Extremadura, aunque para los estándares modernos tampoco son demasiado grandes: algo más de ciento cincuenta mil habitantes la primera y algo menos de cien mil la segunda. La prisión de Badajoz alberga a un número respetable de presos, unos 700 habitualmente; la segunda cobija alrededor de 450. La tipología de los delitos es muy variada: hay de todo. Sorprende a veces la ingenuidad de algunas preguntas que te hacen en foros o conferencias cuando se habla de esto, sobre las razones por las que hay gente allí: pareciera que solo están por asuntos que tienen que ver con las drogas, y últimamente por maltrato… Hay bastante de ello, sí, pero hay mucho más, y hay delitos que son espeluznantes, mejor no saber lo que ha hecho cada cual. Sí es bastante curioso, porque sorprende desde el principio, la diferente proporción de presos con respecto a presas que hay en la cárcel; un dato que además se cumple con pocas variaciones –salvo en algunos países asiáticos- en todos los países del mundo: más del 90% son hombres. Dato creo que llamativo, en esta época en que vivimos.
Para celebrar los diez años de vida de “Nuestro ajedrez reinserta”, el día 5 de diciembre concretamente se programó una “Gala de los diez años” en uno de los dos centros penitenciarios, el de Cáceres. La mayoría de las imágenes que ilustran este reportaje pertenecen a ese evento. Evento que quisimos que sintetizara el sentido y el contenido de lo que es nuestro programa.
Para ello, tuvimos la suerte de contar con unos invitados muy especiales: la Directora Gerente de la Fundación Jóvenes y Deporte, Sonia Bejarano, atleta extremeña de brillante carrera deportiva, con numerosas medallas nacionales e internacionales en cross, fondo y medio fondo; el Gran Maestro, jugador del Club Magic Extremadura y miembro de la selección olímpica española, Manuel Pérez Candelario y el director del propio centro penitenciario, que estuvo durante las dos horas y medio que duró la celebración. También estuvieron, muy bienvenidos por lo que ello significa, la televisión pública extremeña, Canal Extremadura Televisión, y dos redactores del periódico Hoy, el de mayor influencia de nuestra región, que al día siguiente nos depararían la gran sorpresa de ilustrar con una foto de la Gala nada menos que la portada del periódico en papel. Y cómo no, no podían faltar el monitor permanente, Alberto Tardío, y el creador de la metodología y coordinador del programa, el psicólogo Juan Antonio Montero.
Hemos dicho que los tres ejes de nuestro trabajo en las cárceles se sintetizaron en este acto de conmemoración. Esto es lo que hacemos en los centros penitenciarios: “Entrenamiento cognitivo a través del ajedrez”, principios estratégicos del ajedrez aplicados a la vida, y la propia enseñanza y práctica del ajedrez en sí. Veamos cómo se plasmaron en esta ocasión tan señalada:
Entrenamiento cognitvo: Comenzó con una demostración de ejercicios de entrenamiento cognitivo a través del ajedrez con el sistema del Magic creado por Montero, ECAM, a cargo de Tardío y del propio Montero, que pusieron una buena batería de ejercicios de memoria (demorada, inmediata, Corto Plazo), que fueron resolviendo los internos y las internas haciendo gala de una destreza que sin exagerar un ápice, asombró a los invitados: Pérez Candelario elogió espontáneamente a varios de ellos al memorizar combinaciones realmente complicadas, combinaciones en las que no primaba la memorización de posiciones típicas de ajedrez, sino la evocación de otras posiciones tendentes a reproducir combinaciones basadas en los tipos de memoria antedichos. Este método, por lo efectivo que resulta y por la alta aceptación que tiene entre los participantes, se ha convertido en los últimos años en la piedra angular del programa.
Foto: Ajedrez social y terapéutico
Pensamiento estratégico: No fue en este caso y como es habitual en el aula, a través del ajedrez, sino a través del atletismo, y fue Sonia Bejarano la que habló sobre ello en relación a cómo lo aplica en su vida profesional e incluso personal. Sinceramente, su exposición y la charla posterior con los internos, fueron magníficas. Lo hemos comprobado ya bastantes veces a lo largo de los años, y es que quienes llegan a cimas muy altas en el deporte, no lo es solo por talento natural y entrenamiento: hay también un componente de comprensión estratégica y de fortaleza mental ciertamente muy importantes. Los internos del centro escucharon absortos la exposición de la directora gerente, y sus preguntas sin duda estuvieron también a mucha altura.
Manuel Perez Candelario (dcha.) jugando con y entrenando a los reclusos | Foto: Ajedrez social y terapéutico
Exhibición de simultáneas del GM olímpico español, Pérez Candelario: Entre los internos del taller están quienes son acérrimos partidarios del entrenamiento cognitivo ECAM; quienes gustan de estudiar las estrategias del ajedrez, aunque no sepan mucho del juego, porque reflexionan sobre cómo se pueden aplicar a la vida; y hay también un entusiasta grupo de aficionados al ajedrez, lo cual evidentemente es estupendo. Entre ellos, están quienes antes de ingresar en prisión conocían el juego y lo habían practicado ocasionalmente, pero una vez dentro lo habían redescubierto con ilusión; y hay también aficionados de nueva hornada, que han encontrado la magia del ajedrez en el taller. Estos eran los que más anhelaban la tercera parte de la Gala, la simultánea con Candelario, a quien ya varios conocían porque el Gran Maestro nunca se niega cuando se le llama a compartir su tiempo con los internos. Muy bonita la exhibición (a la que se unió Sonia Bejarano), que Pérez Candelario sabe ya dominar perfectamente para que todos disfruten de ella, con algún interno que demostró un interesante nivel competitivo, valorado en público por el gran maestro.
EL PROYECTO EN SÍ. Voy a hablar un poco del proyecto en sí, con su finalidad, comentaré un poco los objetivos, sin ser muy prolijo, y algunos detalles interesantes sobre el programa. Para los muy interesados sí les comentaré que tenemos un curso perfectamente diseñado y totalmente on line, donde enseñamos enteramente nuestro método dentro de la cárcel.
La finalidad del programa, tal como estaba contemplada en el proyecto inicial, es la de enseñar el juego del ajedrez a los internos para que lo empleen como alternativa lúdica durante su internamiento, aprendan los valores ético-cívicos que se desarrrollan practicándolo, y aprendan los principios estratégicos que caracterizan a este juego y los beneficios de su aplicación a situaciones concretas de la vida real, lo que puede contribuir beneficiosamente a una futura reinserción social. También en 2009 lo resumíamos de la siguiente forma: aprovechar las características y peculiaridades del ajedrez, para lograr un cambio personal en los internos, donde el análisis, la planificación y determinados valores, sustituyan a la impulsividad, la escasez de objetivos a medio y largo plazo, y la insuficiente conciencia social.
Las clases reintegrativas se dan desde hace diez años y son un gran éxito | Foto: Ajedrez social y terapéutico
Con el tiempo hemos ido incorporando que entrenen sus capacidades cognitivas con nuestro Método ECAM de Entrenamiento Cognitivo a través del ajedrez: éste forma ya parte importante de cada sesión, casi el 50%: es una forma sencilla y muy práctica de integrar en el grupo a personas novatas o no demasiado entusiastas del ajedrez en sí, y a la vez de mantener a quienes sí son muy ajedrecistas: todos asimilan muy bien este método, que a unos los introduce en el ajedrez, otros lo entienden como un complemento para su juego, y todos como una actividad muy interesante para mantenerse en forma mentalmente.
La programación de la actividad de acuerdo con todo ello, está actualmente establecida de acuerdo con estos ejes (añadiendo valores): Conocimiento ajedrecìstico, Entrenamiento cognitivo a través del ajedrez ECAM, Pensamiento estratégico y Educación en valores, por supuesto tomando como base el ajedrez. Con este planteamiento, el programa ha tenido un éxito enorme: un gran hito fue en 2012, cuando la Secretaría de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior español concedió conjuntamente a la Fundación Jóvenes y Deporte y al Club de Ajedrez Magic Extremadura, la Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario, y citamos textualmente los motivos en la carta de concesión, “por ser un medio favorecedor de la integración social y de generación de hábitos de solidaridad entre los internos”.
Otros hitos muy señalados del programa, que se ha caracterizado por su apertura hacia la sociedad, han sido los siguientes, desde los más recientes hasta los más antiguos, dejándonos muchos sin mencionar:
Marzo, 2019. Leontxo García, el mejor periodista europeo de ajedrez según la FIDE y alguien que no necesita presentación alguna, visitó el Centro Penitenciario de Badajoz para realizar un reportaje para el “El País Semanal”, el periódico español más influyente.
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Enero, 2019: Charla sobre marketing aplicado a la propia vida, con dos profesores de la Universidad de Extremadura, Alejandro del Moral y Pedro Rivero, titulada “Estrategias del Ajedrez para vender tu propia marca”. Actividad con el Bloque de Contenido Estratégico.
Noviembre, 2018: Visita del poeta Eduardo Scala, que habló sobre “La libertad del ajedrez”. Una disertaciónconferencia y charla posterior extraordinarias, que hizo las delicias de los internos de la cárcel de Badajoz. Impresionante cómo conectó el artista con los internos.
Todos los años intentamos organizar exhibiciones de Ajedrez con jugadores de la élite o que sean significativos: tuvimos la suerte de recibir al Gran Maestro esloveno Dmitri Svetushkin en 2014, al Maestro Internacional Diego Adla en 2016, a la Campeona Femenina extremeña Clara Gallego en 2018… Se realizan exhibiciones y también charlas sobre cómo los grandes ajedrecistas aplican las estrategias del ajedrez a su vida cotidiana.
Septiembre, 2013. Torneo entre los funcionarios de prisiones frente a una selección de presos en el centro penitenciario de Badajoz. Magnífica velada de convivencia, que transcurrió de un modo espléndido, con medallas para todos los participantes, en número superior a los treinta. Vencieron los funcionarios… cosa que no es de extrañar, porque tienen en Badajoz, y esto no puede detallarse demasiado pero sí se puede apuntar un poco, un sorprendente equipo con varios titulados, que podría competir sin demasiados agobios en la Segunda División española…
Febrero, 2013. Leontxo García visita por primera vez la cárcel de Badajoz para conocer de primera mano este programa, por el que siempre se interesó. Leontxo diserta con la misma maestría que lo hace en cualquier foro de los muchos que frecuenta, y la acogida de los reclusos fue espléndida.
Mayo, 2012: Un preso recupera la libertad, es contratado por el club para impartir clases en centros de mayores (ya era un buen jugador de ajedrez (jugador de torneos), antes de entrar en prisión, y ofrece una exhibición de simultáneas conjunta en el Parlamento regional, junto al GM Pérez Candelario. Un gran acontecimiento.
2012: Es concedida al programa la Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario, por por el Ministerio del Interior de España. Esta medalla se concede conjuntamente a la Fundación Jóvenes y Deporte y al Club Magic, porque, en palabras textuales en la motivación del premio, “es un programa que promueve la integración social y la solidaridad entre los internos”.
Mención aparte merece la participación del Gran Maestro Manuel Pérez Candelario en el programa. El ajedrecista olímpico español ha visitado innumerables veces los dos centros penitenciarios, Badajoz y Cáceres. Simultáneas, algunas de ellas por parejas, partidas a la ciega, charlas… La aportación de Candelario ha sido muy importante para el éxito del programa.
Me gustaría hablar de género, ya que es un tema recurrente hoy en día: En una ocasión me comentó una alumna de los cursos de ajedrez social y terapéutico, que imaginaba que nunca habríamos tenido mujeres como monitoras en las cárceles, por la peligrosidad, creí adivinar. La verdad es que no me había planteado esa cuestión, porque nunca hemos funcionado por cupos ni nos habíamos detenido en pensar en el peligro. Pero lo cierto es que sí, que hemos contratado a varias mujeres, nada menos que cuatro: dos psicólogas, una terapeuta ocupacional y una psicopedagoga: todas con conocimientos de ajedrez y todas especializadas en nuestro ajedrez terapéutico. Y todas estupendas en el trabajo.
Foto: Ajedrez social y terapéutico
¿No hay nunca problemas entonces en los centros penitenciarios? ¿Tanto entusiasma el ajedrez?, se me podría preguntar. De hecho, es una pregunta recurrente en algunas conferencias o en algunas charlas que he impartido en diversos foros. Me contestaré a mí mismo.
Sí que ha habido problemas en varias ocasiones, pero afortunadamente han quedado en anecdóticos (los hemos solucionado muy rápidamente) y han sido escasos, para diez años que llevamos trabajando y en dos centros penitenciarios simultáneamente. Es posible también, aunque no tengo la certeza absoluta, de que quienes se inscriben en el taller (que es voluntario), poseen ciertas características previas que nos facilitan el trabajo. Con todo, creo que el secreto, aunque nunca se está a salvo de nada, es el de insistirle a nuestros trabajadores en que sean profesionales: ceñirse al programa y dominarlo perfectamente, no entrar en cuestiones personales con los internos, respetar a estos como si fueran (que lo son) nuestros clientes, ser cumplidores en el trabajo con ellos, respetar en todo momento la privacidad, no entrar en ninguna forma de condescendencia y respetar absolutamente las normas que rigen en el centro penitenciario. Creo que circunscribiéndose a este protocolo, las cosas pueden controlarse razonablemente bien.
En relación con la segunda pregunta, tengo mis dudas acerca de si el ajedrez por sí solo tenga éxito en la cárcel; lo que sí sé es que nuestro método funciona. Me explico con respecto a la primera afirmación: no creo que un concepto de enseñanza del ajedrez como el que impera en un club o en un colegio, por ejemplo, tuviera éxito. Un taller en un centro penitenciario no transcurre de fecha a fecha (de septiembre a junio, por ejemplo) con alumnos de nivel similar, que asistirán durante todo el periodo “a clase” y que tienen una motivación parecida. Nada más alejado de la realidad en la cárcel. En un taller en un centro penitenciario, si tienes veinte internos puedes tener cinco o seis bajas cada dos o tres meses, si no más, porque se producen numerosas situaciones penitenciarias: pase a tercer grado, puesta en libertad, traslado de centro, conducción a otro centro penitenciario mientras se celebra juicio, suspensión de asistencia a taller por infracción penitenciaria, problemas con otro interno que se traducen en abandono del taller… Además, se da una distinta motivación (hay algunos que se inscriben solo por estar con amigos o familiares, o poder ver a alguna mujer, o por ocupar el tiempo), distinta edad, distinto nivel cultural, distinto conocimiento del idioma, porque los hay que apenas hablan español… Como se verá, todo es muy voluble, todo es muy cambiante, y solo un taller que admita todas estas circunstancias y que las integre perfectamente, cual es una de las grandes virtudes de nuestro método, creo que es capaz de funcionar, sin estar supeditado a los cinco o seis a los que les gusta jugar al ajedrez. En nuestro caso, lo normal es tener unos veinte alumnos por centro con lista de espera incluida.
Me referí al comienzo del artículo a un par de anécdotas que me sucedieron al comienzo del programa, allá por 2009. Creo que ilustran muy bien, para finalizar, lo que quiero decir con respecto al ajedrez en la cárcel.
Foto: Ajedrez social y terapéutico
Cuando pusimos en marcha el taller en el centro penitenciario de Badajoz, dos internos que estaban muy ilusionados por participar en el programa, de los cuatro o cinco que permanecían en la cárcel desde los tiempos en que un monitor estuvo allí para dar clases de ajedrez, se me acercaron para expresarme su satisfacción por incorporarse al programa, y me contaron que jugaban mucho entre ellos, todas las tardes en el patio. Para ilustrarlo, el primero de ellos me dijo con risas, que el día anterior le había ganado a su compadre por siete a dos; el otro se picó un poco por la confianza, pero contraatacó respondiéndole, “¿y por qué no le dices que el martes te gané por 5 a 1? Intrigado por la velocidad (no tenían allí relojes) y por la variabilidad en los resultados, indagué en la cosa días después, porque aquello resultaba un poco raro. Y la explicación era sencilla: se ponían a jugar, y en cuanto uno perdía un caballo, o la dama, o dos peones, cosa habitual y que además pasaba bien pronto, se rendía y empezaban otra partida… Más que ajedrez, aquello era algo así como el juego de la oca, pero sin dados.
En la cárcel de Cáceres, y también al comienzo y en las presentaciones, conocí a cuatro o cinco que ya jugaban allí y se reunían con permiso de los responsables del centro para jugar de vez en cuando, incluso tenían su campeón del centro penitenciario, que lo era desde hacía varios años consecutivos. El primer día del taller, el campeón ya quería jugar conmigo medir fuerzas: normal, muy lógico y comprensible; lo que ya no lo era tanto, es que en las dos partidas que perdió el primer día –tenía un juego muy cafetero-, y en las otras dos que perdió en la siguiente sesión, solo encontraba excusas y no muy halagüeñas para mí (“le tenía ganado”, “se ha aprovechado de un fallo tonto”, “tiene usted bastante suerte”), para justificar sus derrotas. Tampoco era muy normal cómo era la cosa antes de nosotros llegar, en su sala de ajedrez: de los cinco que eran, nuestro campeón jugaba preferente con uno y ocasionalmente con otro, y de los otros dos que había, de un nivel muy elemental y plagado de inexactitudes, ninguno de los otros se preocupaba de enseñarles algo, solo eran “carne de cañón” para el torneo anual.
Juan Antonio Montero | Foto: Ajedrez social y terapéutico
Cuando abrí el taller a mucha más gente, y el programa incluyó el pensamiento estratégico y el Entrenamiento cognitivo, nuestro protagonista mostraba muy poco interés hacia ello, aunque siempre se mostraba respetuoso, reservando mayormente su atención y esfuerzo a la parte del ajedrez: lo curioso (o más bien lo consecuente con su actitud) es que cuando yo explicaba nociones de aperturas o de finales, donde estaba absolutamente en pañales, su afán era, más que intentar aprender algo, encontrar los fallos que podiera haber en la explicación. Varios años después, ahora ya en la cárcel de Badajoz adonde fue trasladado, y sin haberme tenido de monitor a mí personalmente en los últimos tiempos, jugó contra Pérez Candelario en unas simultáneas. Lógicamente no tuvo ninguna opción frente al Gran Maestro, que por otra parte tampoco juega a tope en estos casos; aun así, el desastre fue de órdago, jugó rematadamente mal. Se aproximó cuando terminó todo a Candelario, y le explicó en su mejor estilo la causa de la derrota: desde que me tuvo a mí como “profesor de ajedrez”, él no había hecho más que empeorar en su juego.
Foto de familia | Foto: Ajedrez social y terapéutico
Nunca llueve a gusto de todos, aunque el programa haya sido tan exitoso. Los que sí se lo pasaron muy bien (y nosotros con ellos), fueron los internos de Cáceres en la Gala de los diez años. Todos estaban muy contentos, aunque a una solo le tocara el juego de ajedrez que sorteamos.
Revista Ajedrez social y terapeutico no. 131 PDF descargable