Bob Dylan: músico, ajedrecista, nobel

por Albert Silver
29/10/2016 – Se puede decir sin exagerar que 2016 está siendo poco común, incluso dejando aparte todos los líos políticos que hay en todo el mundo. Una de las sorpresas más recientes (de las agradables) ha sido cuando hace dos semanas, el famoso músico Bob Dylan fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Su obra se ha prolongado durante décadas y además de haber sido la voz de toda una generación, también es aficionado al ajedrez. Albert Silver nos cuenta más cosas...

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Bob Dylan pasa por ser un entusiasta ajedrecista y solía jugar muy a menudo

No cabe ninguna duda de que Bob Dylan no solamente ha sido un ícono de la música de los últimos 50 años, sino también la ha revolucionado de muchas maneras. A lo largo de su carrera, ha explorado muchos estilos: folk, blues, country, gospel, rock y rockabilly, e incluso música folk europea (inglesa, escocesa e irlandesa) o jazzy, como en el "Great American Songbook". Aunque su trabajo como artista grabando discos haya sido el punto central en su carrera, también se reconoce que su contribución más grande ha sido componer y escribir canciones.

A pesar de que en nuestros tiempos parece mentira que haya podido ser así, en los años 60 Dylan tenía ciertos problemas para ser aceptado por el gran público estadounidense a pesar de que varias de sus canciones se convirtieron en "himnos nacionales" de los derechos civiles del pueblo estadounidense y de los movimientos contra la guerra.

Por ejemplo, su legendaria canción “Blowin’ in the Wind” ("Soplando en el viento"), grabado por él mismo a finales del año 1962, fue interpretado no solamente por él mismo, sino también por grupos como los Bee Gees, y Peter, Paul and Mary. Parece un poco irónico que justamente la versión interpretada por Peter, Paul, and Mary, que fueron acompañados por el que también era representante del propio Dylan, Albert Grossman, se conviertiera en una canción de éxito aplastante, que ensombreció por completo el original por Dylan, vendiendo unos 300.000 discos tan solo en la primera semana a la venta.

Blowin' in the Wind, cantado por Bob Dylan

A algunos les repugnaba la manera áspera del canto de Dylan pero otros se sentían justamente atraídos por su voz particular. Joyce Carol Oates escribió: "Cuando escuchamos esa voz áspera, muy jovencita, al parecer no entrenada, más bien nasal, un poco como si un trozo de papel de lija se pusiera a cantar, el efecto fue dramático y electrizante".

Muchas de las primeras canciones compuestas por Dylan tuvieron más éxito en las versiones que interpretaban otros artístas, por ejemplo, Joan Baez, que llegó a ser la "abogada" musical de Dylan y tuvo mucha influencia en su carrera al recordar varias de sus primeras composiciones e invitándole a subirse al escenario durante sus conciertos.

Dylan con Joan Baez durante la marcha "March on Washington for Jobs and Freedom", el 28 de agosto de 1963 (Foto: wikipedia)

A todo eso, hay una curiosa historia que contó la madre del autor de este artículo, Rosana Maria Martins. [Redacción: ¡Sí, correcto, Rosana Maria Martins es la madre de nuestro colega Albert Silver!] En aquellos tiempos, ella era una de las niñas prodigio más destacadas de la música clásica, una pianista. Al haber ganado varias competiciones internacionales de piano en Sudamérica y después en Europa, viviendo allí cuando era adolescente para estudiar con los maestros del piano más famosos. De esta manera, se afincó en Londres durante varios años y a los 16, en 1964, se mudó a Nueva York.

Al ser una bellísima pianista brasileña con unas credenciales inmaculadas, pronto iba a recibir muchas invitaciones a muchos encuentros sociales, entre ellos también a una fiesta en casa de Solomon, fundador de Vanguard Records. Había comenzado vendiendo discos de música clásica, pero pronto también incluyeron en su catálogo jazz y folk. Y una de las estrellas más importantes en ese ámbito era Joan Baez.

Rosana Maria Martins cuando tenía 21 años (en 1969) en la portada de la grabación de piezas para piano de  Mozart

Aquella noche, Joan acudió a la oficina de Solomon junto con Bob Dylan para convencerle de que contratara a Dylan también. Joan tomó su guitarra y comenzó a cantar una de las canciones de Dylan pero el jefazo de la empresa de discos no se mostró convencido. Un año más tarde, despues de que Dylan fuese galardonado con el disco de oro con su canción “Like a Rolling Stone”, una canción que dura 6 minutos y que fue elegida como número uno por la revista "Rolling Stone" en su lista de los “The 500 Greatest Songs of All Time”, Solomon lamentó profundamente de haber dejado pasar su oportunidad.

The Times They are a Changin' (1964)

Dylan también le preguntó a Rosana por su número de teléfono y se lo dio. Pero no tuvo noticias de Bob Dylan durante unas semanas y se olvidó de él. La razón se debía a los compromisos que tenían por su gira, pero nada más volver a la ciudad, la llamó por teléfono para invitarla a salir. La brasilana estaba bastante contenta por poder quedar con él, pero pronto chocaron con otro obstáculo: la abuela.

Como Rosana era hija de una familia tradicional sudamericana, siempre la acompañaba y protegía su abuela, al estar lejos sus padres, que no podían abandonar el país porque ambos trabajaban para apoyarla en su carrera.

Ella describe a Bob como un chico increíblemente dulce que pacientemente aguantó todos los interrogatorios estrictos a que lo sometió la abuela de Rosana. La abuela hablaba en portugués y Rosana tenía que traducirlo todo para Bob. Al parecer, a la abuela le satisfacieron las respuestas de Dylan, pues les dio permiso para salir juntos.

Al ser una artista de música clásica, con una percepción un tanto diferente de la de Dylan, le hizo muchas preguntas acerca de su estilo. Él explicó que la música prácticamente no tenía ningún tipo de importancia y que lo que importaba era la letra de las canciones. Rosana comentó en muchas ocasiones que una cosa que siempre le había parecido rara era que Dylan le comentó que también había sido influído profundamente por Johann Sebastian Bach, pero nunca había visto ninguna mención de ello en otro sitio.

Knockin' on Heaven's Door (1973) interpretado por Bob Dylan en directo en 1995 en MTV Unplugged

Su concentración en la composición de canciones y aún más en idear las letras de las mismas durante toda su vida han sido su distintivo y se pueden comparar a la poesía en su más alto nivel. Mientras que muchos críticos de música opinan que Dylan es uno de los compositores de música más serios, el Premio Nobel de Literatura ha causado polémica entre las autoridades de la literatura: ¿realmente se pueden considerar las letras de canciones en el galardón más prestigioso de la literatura?

Una grabación especial del año 1966 con Bob Dylan interpretando "Like a Rolling Stone" en Newcastle (Inglaterra)

"Lo suyo es un arte de los medios mixtos," comenta Christopher Ricks, codirector de Editorial Institute at Boston University, reconocido crítico de literatura y de libros sobre T.S. Eliot, Lord Alfred Tennyson y John Keats. "Creo que la cuestión no es si merece o no recibir el Premio Nobel por su arte. La pregunta más bien debería ser si su arte puede ser descrito como literatura".

El Premio Nobel de literatura se otorga anualmente por los 18 miembros permanentes de la Academia Sueca, que ya tiene 218 años. Los candidatos pueden ser propuestos por miembros de las academias e instituciones de literatura, profesores y laureados. Cada año, la Academia Sueca recibe unas 350 propuestas de aproximadamente 200 candidatos, que se van eliminado hasta dejar cinco finalistas.

Gordon Ball, autor y profesor de literatura en el Instituto Militar de Virginia en Lexington, EE.UU. ha estado proponiendo a Dylan un año tras otro, desde 1996. Ball comentó que la primera vez propuso a Dylan porque el rescritor Allen Ginsberg le sugirió hacerlo. Ginsberg, un poeta beat cuyo círculo literario de amigos incluía a Jack Kerouac y Neal Cassady, propuso a Dylan en 1996.

El que durante 20 años se hayan ignorado las propuestas de Dylan sugiere que los jurados más conservadores no estarían de acuerdo, pero no ha sido así en todos los casos.

En 2008, el jurado del Premio Pulitzer le concedió una mención especial reconociendo su "profundo impacto en la música popular y la cultura estadounidense, determinados por unas composiciones líricas con unas fuerzas extraordinariamente poéticas".

Quizá eso haya influido este año o quizá simplemente se trata del reconocimiento de la misma y en 2016, el Premio Nobel de Literatura fue para Bob Dylan, por las letras que escribió para sus canciones.

BREAKING 2016 #NobelPrize in Literature to Bob Dylan “for having created new poetic expressions within the great American song tradition” pic.twitter.com/XYkeJKRfhv

— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 13, 2016

Fotos: via Albert Silver
Texto: Albert Silver (ChessBase)
Traducción: Nadja Wittmann (ChessBase)


Editor y escritor de la página de ChessBase de noticias en inglés. Vive en Río de Janeiro (Brasil)

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