05/08/2012 – ¿Las buenas personas nacen o se hacen? Yo no estoy muy segura. Probablemente influirán tanto los genes como la gente y las circunstancias que rodean a una persona, especialmente durante la juventud, pero también cuando uno ya es adulto. Algunas personas se amargan más con la edad y otras se dulcifican. En los años sesenta se realizó un estudio para encontrar las causas y la cura de la falta de rendimiento de los alumnos en los barrios pobres. Investigaron los métodos de enseñanza y los currículos de esos niños y jóvenes. Se comprobó que el programa preescolar de alta calidad efectivamente influyó de manera positiva en su éxito escolar y económico, además de tener efectos sociales también favorables, como menor delincuencia y una disminución de los embarazos de adolescentes. El ajedrez está demostrando ser un potente factor coadyuvante en ese tipo de iniciativas. Ayuda a romper el hielo y a acortar la distancia entre los conocimientos y los alumnos. ¡Pensar deja de ser algo de mayores, empollones o bichos raros! ¡Puede uno pasarlo bien pensando! El ajedrez suele ser inexorable con los fallos y los aciertos, pero siempre puede uno volver a colocar las piezas (para hacerlo en Fritz solo tiene que pulsar la combinación de teclas CTRL+N) y comenzar de nuevo, tras haber digerido los errores. ¿Quiere aprender más? Entonces
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