
La parte superior de la página se dedica a estadísticas de accidentes,
ilustrándose con la chica ligera de ropa de mitad de la página las partes del
cuerpo que más se lesionan en los accidentes: cabeza 4.3%, ojos 5.8%, brazos y
manos 53.0%, tronco 8.1%, piernas y pies 28.8%.

Aquí tienen el texto completo sobre ajedrez, para su disfrute y goce:
Cómo una corbata chillona ganó una partida de ajedrez
¿Qué es lo que le saca de quicio?
Ningún talento es tan valioso para cualquiera como la concentración. Su
capacidad de pensar con lógica es la ventaja principal de un hombre sobre un
gorila, que sustituye la actividad cerebral con balancearse colgado por la cola.
Pero el arte de la concentración es como una prueba deportiva. Siempre hay un "obstáculo mental".
Un escritor muy conocido, por ejemplo, puede concentrarse en una sala de
calderas, pero se angustia inmediatamente si alguien comienza a silbar.
Otro se pregunta porqué es ilegal el homicidio cuando un vecino tamborilea en
una mesa. Sin embargo, en ninguna profesión son tan evidentes los “obstáculos
mentales” como en la de los maestros de ajedrez: elementos desquiciantes como
cigarros fuertes, corbatas chillonas y lápices sobredimensionados frecuentemente
han resultado ser factores decisivos en partidas disputadas estrechamente.
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Detalle: Jose R. Capablanca, el único
entre los grandes maestros que no temía a los elementos desquiciantes. Su
capacidad de concentración maravillaba a sus rivales. |
Entre los campeones más taimados está el Dr. Emanuel Lasker, de Alemania.
Aunque de ordinario sólo le gustan los puros habanos más finos, invariablemente
aparece en los torneos fumando los cigarros más bajos, vomitivos y baratos. Un
rival, el gran Maroczy, se dice que una vez se rindió para no tener que soportar
el humo. Lasker también hace uso del bostezo para poner de los nervios a sus
oponentes. Por último, el Dr. Janowsky, un jugador muy nervioso, reclama haber
perdido un importante campeonato en Austria porque su adversario usaba lavanda y
un pañuelo de cuello rojo.
Frank Marshall, campeón norteamericano, entra en una crisis de pánico si
alguien lo felicita antes de una partida. El Dr. Alexander Alekhine, campeón
francés, enferma con facilidad sin su “lápiz de la suerte”. Sólo Capablanca es
inmune al desquiciamiento.
No tiene debilidades, dicen sus rivales.
| Detalle: Una vez el maestro Maroczy le dio la partida
al
Dr. Emanuel Lasker porque no podía soportar el humo de su puro.
El campeón norteamericano
Frank J. Marshall, sufría una crisis de pánico si alguien lo felicitaba
antes de un torneo.
El maestro francés
Dr. A. Alekhine enferma con facilidad en un torneo sin su lápiz de la
suerte. |
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Detalle: Corbata chillona.
Primer plano del pañuelo de un ajedrecista que consternó tanto a un rival
que perdió la partida.
"Truco" de Lasker
Un bostezo enfurece tanto a muchos que ajedrecistas que sus partidas
se resienten.
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| Detalle: El mago alemán
Dr. Emanuel Lasker, cuyo repertorio de tretas le permitió ser Campeón del
Mundo durante 29 años. |
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La información y los escaneados fueron facilitados por Lawrence Totaro,
un investigador y coleccionista de Las Vegas (Nevada) Lawrence es miembro de la Ken
Whyld Association, la UACC, The Manuscript Society y The Ephemera Society.