18/11/2002 – Con una sola mano hizo tambalear la estructura del ajedrez soviético
pero el propio gobierno de Fischer una vez creyó que su madre podía
ser una espía rusa y que Moscú también podía haber
intentado enrolar en sus filas al joven Bobby. Los documentos obtenidos por
el
Philadelphia
Inquirer también sugieren que su padre no era el biofísico
alemán Hans-Gerhardt Fischer sino Paul Nemenyi, un físico húngaro
que trabajó en el desarrollo de la bomba atómica, en el Proyecto
Manhattan en la Universidad de Chicago.