Para ser un Gran Maestro se debe saber como luchar cada tipo diferente de batalla.
Para ser un Campeón del Mundo se debe saber cómo hacer que tu
oponente luche en tu campo de batalla. Vladimir Kramnik salió de una
posición inferior para sobrepasar a Fritz en una dura lucha de cinco
horas.
El equipo de Fritz tenía razones para el optimismo tras la apertura,
aunque resultó fuera de lugar. Aunque la posición con la que salió
Fritz de la venerable Apertura Escocesa era buena, resultó el tipo de
posición que requiere maniobras estratégicas que los ordenadores
no comprenden en absoluto pero que los campeones del mundo dominan. Kramnik
poco a poco fue superando a Fritz con un brillante despliegue de ajedrez que
acaparó constantes elogios de los Grandes Maestros que comentaban la
partida.
"¿Cuánto tiempo podrá Kramnik seguir jugando a este
nivel?" se preguntaba el cuatro veces campeón británico Julian
Hodgson. "18...Cb4 fue brillante e inesperada", dijo el GM Danny King
sobre la jugada que le llevó a Kramnik una pensada de más de 30
minutos. Y bien valió ese tiempo porque tras las simplificaciones Fritz
quedó en una posición pasiva que le venía como anillo al
dedo a Kramnik.
Incluso se tomo un descanso para fumar un cigarrillo mientras decidía
su décimooctava jugada. Cuando se le preguntó sobre esto en la
conferencia de prensa Kramnik respondió que no creía que el fumar
le ayudase en el juego sino que había intentado dejar de fumar 40 veces
claramente sin éxito. También dijo que supo que iba a ganar desde
la jugada 19.a3, cuando Fritz debilitó sus peones en el ala de rey. Le
llevó 30 precisas jugadas más embolsarse el punto.

Fue casi una vergüenza ver estropearse la estupenda posición que
Fritz había creado como si fuera un pudding bajo el sol de Bahrein. El
super-programa sabía que estaba en un lío pero no era capaz de
ver la forma en que Kramnik iba a exprimirlo. El centro del tablero cayó
bajo el control de sus torres y suavemente transformó la partida en un
final de peones ganado. Este modelo es muy simlar al de la última partida
y resalta a la perfección una bien conocida debilidad de los ordenadores
en la planificación de los finales a largo plazo.
Al equipo de Fritz le queda el consuelo de haber superado a Kramnik en la fase
de apertura de la escocesa, una de las favoritas del anterior campeón
del mundo Garry Kasparov. Kramnik debió haberse preparado ampliamente
contra ella antes de su duelo con Kasparov por el título mundial pero
Fritz logró una posición muy cómoda. El problema fue como
el del eunuco que se encuentra con un harén: Fritz no tenía ni
idea de que hacer.

Así que Fritz ganó las escaramuzas de la apertura pero Kramnik
había escogido el campo de batalla: un mediojuego sin damas, con una
estructura de peones rígida que pudo abrir a su conveniencia. Requirió
una técnica excelente el mantener a Fritz bajo control durante el resto
de la partida y el campeón del mundo la tiene.
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la partida