Duelo de revancha Reshevsky – Najdorf (Capítulo IV)

por ChessBase
15/01/2010 – Juan Sebastián Morgado presenta las partidas 6 al 9 del match Reshevsky – Najdorf, luego de las cuáles el resultado está empatado a 4½ puntos. El hecho más destacable de este segmento del enfrentamiento ha sido el error de bulto de Reshevsky en la séptima partida, que permitió a Najdorf igualar el marcador. Asimismo, deben destacarse las increíbles notas ¨Najdorfmaníacas¨ del periodista Amílcar Celaya, además de su ¨lección¨ de técnica ajedrecística a Reshevsky. La cuarta entrega del estudio de Juan Morgado...

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Duelo de revancha Reshevsky – Najdorf (Capítulo III)

Por Juan Morgado


6ª partida, 10 de junio

(6) Najdorf,Miguel - Reshevsky,Samuel Herman [E56]
Buenos Aires match Buenos Aires (6), 1953
[Juan S. Morgado]
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.e3 c5 5.Ad3 0–0 6.Cf3 d5 7.0–0 Cc6 8.a3 dxc4 9.Axc4 Aa5 10.Ad3 Ab6 11.dxc5 Axc5 12.b4 Ae7 13.Ab2 a6 [13...Ad7 14.Ce4 Cxe4 15.Axe4² Ogaard,L (2435)-Kraidman,Y (2470)/Nice] 14.Tc1 Ad7 15.Ab1 Tc8 16.Dd3 Ae8 17.Dc2 Ca7 18.Tfd1 Db6 19.Cg5 g6 20.De2 a5 21.bxa5 Dxa5 22.h4 Ac6 [22...Axa3 23.Cce4 (23.Cd5 Axb2 24.Ce7+ Rg7 25.Dxb2 Txc1 26.Txc1 Db5 27.Da1 Da6 28.De5©) 23...Cxe4 24.Txc8 Cxc8 25.Cxe4 Ae7 26.Cf6+ Axf6 27.Axf6©] 23.a4 Tfd8 24.Ad3 h6 25.Cf3 Dh5 26.e4 Cg4 ½–½

Carlos Guimard

Najdorf no dio en la tecla

Otro empate. Najdorf obtuvo mejor planteo, pero no dio con la tecla para explotar su dominio posicional, y cuando quiso acordar Reshevsky contragolpeaba en el flanco dama y pasaba a inquietar a su rey. Atinadamente, propuso tablas, y el norteamericano aceptó. [Carlos Guimard, Mundo Deportivo nº 218 del 18 de junio de 1953]

La Prensa

Reshevsky se defendió con maestría

Le correspondió al argentino iniciar el juego, y lo hizo planteando una apertura de Peón Dama, a lo que las negras respondieron con la Defensa Nimzoindia, igual que en las partidas anteriores. En esta ocasión el sistema defensivo empleado por Reshevsky no resultó muy convincente, pues perdió varios tiempos con su alfil rey, y tal circunstancia fue muy bien aprovechada por Najdorf para colocarse decididamente en la ofensiva, presionando constantemente sobre el sector rey y obligando a su rival a entorpecer peligrosamente su posición. Najdorf trató en toda forma de sacar provecho de su posición superior, explotando el dominio que ejercía con su alfil dama en la gran diagonal, pero su adversario defendió la situación con verdadera maestría, y por medio del ingenioso avance del peón de la columna torre dama, creó problemas a las blancas. Parecía, a pesar de ello, que podían imponerse las blancas, pero después de una tentativa que hicieron, entregando un  peón que Reshevsky no aceptó, con muy buen criterio, se produjo una posición en la que las negras pudieron contraatacar, desapareciendo las esperanzas de Najdorf. Por tal razón, en la jugada 26ª la partida se declaró tablas. [La Prensa, 11 de junio de 1953]

Amílcar Celaya, y su insólita ¨lección al principiante¨ Reshevsky

Reshevsky movió cinco veces un alfil, y Najdorf perdió la cabeza

Najdorf estaba anoche nervioso, inquieto, enloquecido, mientras se disputaba la 6ª partida en el salón de actos Presidente Perón. En tanto, Reshevsky, tranquilo, pausado, meditaba frente al tablero, el Campeón Argentino corría por el escenario, irrumpía en el local destinado a los periodistas, bajaba a la platea, y se mezclaba con los espectadores. ¡Hablaba hasta por los codos!

—Si yo pierdo esta partida, me hago ésto y aquéllo, y lo de más allá—

Mostrábase frenético por la forma cómo le estaba jugando el Gran Maestro norteamericano. ¡Movió cinco veces al alfil! Reshevsky se defendió a la apertura del PD exactamente como lo hubiera hecho el más analfabeto de los aficionados. Perdiendo tiempos y más tiempos. Lo primero que se le enseña al estudiante de ajedrez es que, en la apertura, sólo por excepción debe moverse dos veces la misma pieza, y casi nunca tres veces. Es natural que se le enseñe esto, porque, mientras un bando se distraiga en danzas y contradanzas con la misma ficha, no desarrolla las otras, y por estar atrasado en el desarrollo, debe prepararse a soportar el rudo asedio del bando rival. Cuando los adversarios de Morphy perdían tiempos, los hacía papilla. Desde entonces, mediados del siglo pasado, nadie se ha atrevido a mover varias veces la misma pieza en la apertura. Nadie... ¡menos Reshevsky! Anoche movió su alfil negro en la apertura, ¡cinco veces!, para llevarlo a una casilla donde lo hubiera podido ubicar en una sola jugada. Imposible pedir mayor desprecio por los principios fundamentales del ajedrez.

Y esto es lo que Najdorf no podía admitir, y lo que lo llevaba al paroxismo. Para demostrar que para él, ¨el mejor jugador del mundo¨ según sus propias palabras, no hay posiciones perdidas ni malas, Reshevsky colocó un caballo en la banda, lo que también es, teóricamente, un absurdo, y retrocedió con su otro alfil a 1R, quitándole toda función, y por añadidura, incomunicando sus torres. Es decir, cometiendo otro pecado de leso ajedrez. ¡Y tan tranquilo! Najdorf no podía concebir que su adversario jugase de semejante manera, y tan luego contra él. El Campeón Argentino, con jugadas sencillas y lógicas, consiguió una posición muy superior. Hubiérase jurado que iba a hacer trizas a su rival. Reshevsky, en cambio, balanceando sus cortas piernas que no llegaban al suelo, parecía no darse por enterado de la tormenta que se cernía sobre su gran cabeza calva. Y ocurrió entonces lo que era presumible. El Campeón Argentino, impaciente, empezó a debilitar su posición en un ataque prematuro, en lugar de ahogar despacio y pausadamente a su flemático adversario para hacerle pagar poco a poco sus delitos teóricos, y dio así al norteamericano la posibilidad de contraatacar. Así lo hizo Reshevsky, y Najdorf, que había agredido siempre, se vio de pronto constreñido a defenderse. Su posición ya no era mejor: quizá ni siquiera fuese igual. Felizmente para él, el Gran Maestro norteamericano había meditado demasiado, de modo que cuando el argentino le ofreció tablas, las aceptó, por temor a perder por excederse en el tiempo reglamentario. Y de esta manera fue tablas la 6ª partida.

Este combate no aportará enseñanza alguna a los aficionados, porque ni se debe jugar como lo hizo Reshevsky, ni tampoco se debe perder la cabeza como lo hizo Najdorf, ante una serie de maniobras de principiante. Después de la partida, Najdorf quería jugarse a Reshevsky hasta la camisa, que él habría podido ganar si en la 21ª jugada hubiera hecho CD4R! en lugar de PxP. Esta jugada no se le ocurrió a ninguno de los dos maestros, sino al Dr. Rafael Castells Méndez, Director del match. Reshevsky, sonriendo, le dijo que no era cierto, pero, prudente, no apostó nada. A la salida, en medio de la calle, una manifestación de aficionados rodeó al Campeón Argentino, dándole consejos sobre la forma en que debía jugar, y pidiéndole que calmara sus nervios. [Noticias Gráficas, 11 de junio de 1953] 

Carlos Federico Juárez. Fútbol, boxeo y ajedrez

Boca y Ríver, razones y dólares

Las incidencias que ponen marco al match Najdorf – Reshevsky escapan al juego ciencia, y desbordan en los mismos comentarios que surgen frente a un encontronazo de fútbol entre Boca y River, o de boxeo entre Gatica y Espelucín(1), por ejemplo. Por eso, no es necesario conocer el juego para contagiarse de la emoción; basta con hallarse al tanto de sus entretelones. Los dos Grandes Maestros le dan vida y tono popular. La Caja Nacional de Ahorro Postal y la Plaza Congreso concentran el interés ajedrecístico, pues si bien las partidas se llevan a cabo en la primera, es en la segunda donde, en apretados grupos, siguen las discusiones en ese lenguaje particular de los ajedrecistas. Entre Najdorf y Reshevsky se discute en apuestas. ¡Lo que venga! ¿Quiere el yanqui jugarse 100 dólares en éste o aquél final? ¡Póngalos! Cuando finalizó la partida de anoche se reprodujo esa escena. Najdorf quedó perplejo al dejar escapar una posición muy superior en el planteo... ¿Pasó por alto alguna jugada mejor? En los análisis realizados en la sala de periodistas, ubicada detrás del escenario, advertíamos que con 21.CD4R el Campeón Argentino mantenía las preocupaciones del negro. Najdorf, enterado de esto, manifestó luego una ligera revisión mental:

—¡Tiene razón! ¡Era la mejor—

Corrió en busca del norteamericano, y le recalcó, al menos para que supiera, que pudo ganar, y que nuevamente, por infortunio suyo, se llevaba un medio punto discutido:

—¡Si yo le jugaba 21.CD4R, le ganaba!—

Reshevsky dejó escapar esa sonrisa suya, tan suave, tan tiesa, y quitándose el aludo sombrero, le contestó:

—¡Cien dólares!—

Pero la apuesta no llegó a formalizarse, porque el salón quedó a oscuras. Poco después Najdorf señalaba:

—¡Pero este hombre tiene un Dios a parte!—
—¿...?—
—Saco mejor partida, lo tengo en mis manos, se escabulle, y al fin se las arregla para empatar, o ganar. ¡Yo tendría que ir robando en este match!—  

Esto no hace más que dar cuenta de lo mucho que exige el milenario juego. No basta siquiera tener talento y capacidad para hacer valer ciertas ventajas. Jugando a 2 horas 30’, cada maestro, para hacer 40 jugadas, debe resolverlo todo en ese tiempo (limitado). Hasta la fecha, el reloj gravitó mucho en los apremios finales. Creíamos que Reshevsky era más pensador que Najdorf, pero resulta que andan por ahí nomás. De acuerdo aun balance normal de los resultados, el score tendría que favorecer al argentino, de quien se afirma que pudo ganar el final de la 4ª partida. Es tan complicada la posición, que ni siquiera los análisis convencieron a Najdorf. No se explica, de otro modo, su continuación de tablas. La partida de anoche se ofreció con un planteo de PD Nimzowitsch, ampliamente favorable a Najdorf, quien obligó a su tenaz rival a atrincherarse en las tres primeras horizontales. Es innegable que a Reshevsky lo sorprendieron esta vez con una nueva maniobra: 10.A3D, con la que el argentino reemplazó 10.D3D. Era tan promisorio su planteo, que se atrevió a decir:

—¡Si no gano esta partida, no juego más al ajedrez!—

Ahora Najdorf está en penitencia. ¡Se lo perdonaremos si gana el match! [Carlos Federico Juárez, Crítica, 11 de junio de 1953]

7ª partida, 13 de junio

(7) Reshevsky,Samuel Herman - Najdorf,Miguel [D02]
Buenos Aires match Buenos Aires (7), 1953
[Juan S. Morgado]
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.e3 c5 5.Ad3 0–0 6.Cf3 d5 7.0–0 Cbd7 8.De2 a6 9.a3 Aa5 10.Td1 dxc4 11.Axc4 b5 12.Ad3 Ab7 13.Ad2 [13.e4 cxd4 14.Cxd4 Tc8=] 13...Ab6 14.dxc5 Axc5 [14...Cxc5 15.Ac2 Ccd7 16.Tac1 De7 17.Cb1 Tac8 18.Ab4 Ac5= Donner,J-Unzicker,W/Hamburg] 15.Tac1 Db8 16.Ab1 Tc8 17.h3 Ce5 18.Cg5 Ae7 19.Cce4 Cxe4 20.Cxe4 f5 21.Cg3 Txc1 22.Txc1 Cc4 23.Ac3 De8 24.e4 Ag5 25.Td1 [25.Te1 Dc6 26.Dh5 Ae7÷] 25...g6 26.a4 Dc6 27.axb5 axb5 28.Ad3 Af4 29.Df3 Dc7 30.b3 [30.De2 Dc6„; 30.Cf1 Tc8 31.De2 Dc6„] 30...Ca3 31.Ce2 Ae5 32.Ab4?! [32.Tc1²] 32...Cc2 33.Tc1 Cd4?! [33...fxe4 34.Axe4 Cd4 35.Txc7 Cxf3+ 36.gxf3 Axe4 37.Tc5 Ad5³] 34.De3 Dg7= 35.Cxd4 Axd4 36.De2 fxe4 37.Axe4 De5 38.Af3 Dxe2 39.Axe2 Ad5 40.Axb5?? [40.Ae1 Axb3 41.Axb5=] 40...Tb8 41.Ac4 [41.Tc4 Axc4 42.bxc4 Ta8 43.Rf1 Ta2µ] 41...Txb4 42.Td1 Ab6 43.Axd5 exd5 44.Txd5 Txb3 45.Td2 g5 46.Rh2 Rf7 47.g3 h5 48.Rg2 Re6 49.Te2+ Rd5 50.Te8 Tb2 51.Tf8 Re4 52.Tf7 Ad4 53.Tf8 Te2 54.Tf3 Axf2 55.Tf7 Ad4+ 56.Rh1 Ae5 0–1

La Prensa

Correspondió a Reshevsky iniciar el juego, y lo hizo con la apertura de Peón Dama, contestando Najdorf con la Defensa Nimzowitch, desarrollando esta vez su caballo por dos dama, y no por tres alfil, lo cual constituye un sistema defensivo preferible. Más tarde colocó el argentino sus piezas convenientemente en el flanco de la dama, y al llegarse a la jugada 14ª, después de un cambio de peones que necesariamente tuvo que efectuar el blanco, quedó Najdorf con excelente posición. Sin embargo, luego de un movimiento de dama, con una eventual amenaza que no se concretó, perdieron las negras sus buenas perspectivas y la lucha se hizo dificultosa, con posibilidades equivalentes, aunque con mayor libertad de acción por parte de las piezas blancas. El juego quedó suspendido en la jugada 40ª, en posición ganadora para el Campeón Argentino. (Sic) [La Prensa, 14 de junio de 1953]

Carlos Federico Juárez

Como por arte de magia, el argentino volcó a su favor una partida difícil

Najdorf y Reshevsky juegan un match con demasiada cautela, sin arriesgar en lo más mínimo, y si acaso las partidas se conmueven, no es por en virtud de planificaciones estratégicas basadas en la explotación de vacilaciones del planteo, sino más bien a derivaciones naturales del combate, en el que surgen golpes tácticos circunstanciales (...) las más de las veces amparados en errores infantiles, frutos de una lucha nerviosa contra el tiempo. Por eso, el match tiene color, asoma en matices emotivos. No es lo que se esperaba, considerando los títulos y antecedentes de los dos Grandes Maestros, pero ya es algo. Al fin, la fortuna, algo esquiva, se ha inclinado hacia Najdorf, poniendo algo de justicia en el inmerecido score, descontando su victoria en la partida suspendida anoche. La repetición de la Apertura PD y la Defensa Nimzowitsch, en un duelo teórico estimable, no deja el saldo más convincente. Uno y otro juegan con demasiadas reservas, harto cautelosos. ¿Qué les pasa? Reshevsky y Najdorf juegan mucho más. Sólo cabe una explicación. Ambos están enredados en un duelo sin cuartel, aprisionados por los nervios, afanosos de ganar sin el menor riesgo, y por ello su propia capacidad se reduce a un nivel extraño. Y en este trance... ¡no ven dos jugadas seguidas! Golpes sencillísimos y claros, fáciles de captar con un poco de serenidad.

Anoche le pasó a Reshevsky. Pagó tributo al apremio de tiempo. ¡Cayó en la trampa! Este hombre, que, según nos informaron, juega a la ciega contra cualquier maestro, y le gana en partidas rápidas, no advirtió que la toma de un peón le significaba la pérdida de una partida que podía empatar sin inconvenientes. Miró su reloj, y enceguecido por la aguja próxima a caer, hizo lo que tenía a mano, sin darse cuenta de que a la jugada siguiente Najdorf  atacaba sus dos alfiles con la torre, y él queda sin defensa contra esta amenaza. En la jugada 20.CxC Najdorf medita largo rato. ¿Qué hacer? La situación es difícil, pues su rival amenaza con llevarlo a un final delicado en caso de que para eliminar el C4R realice el cambio AxC. Se observa que la D1C negra interfiere la acción de las torres. Tampoco puede permitir al blanco A3A sin tener contrajuego. Por fin, se decide por una jugada agudísima, la más difícil de la partida, y posiblemente una de las pocas, por no decir la única, que salva el empate. No creemos que ningún maestro del mundo la hubiera hecho, pues se trata de la jugada que haría un principiante. Tanto, que los que la vieron, la rechazaron con un ¨cómo va a hacer eso, si abre su enroque y queda con un rey a la miseria¨. Se convenía en lo peor, la delicada situación de Najdorf, pero nadie hallaba la solución. Hasta el mismo Najdorf movía la cabeza dubitativamente cuando jugó 20...P4A, y decía:

—¡Me siento muy mal!—     

¡Ni siquiera él estaba convencido! Pero esa jugadita intuitiva que hizo luego de una revisión general de sus posibilidades, era su última carta. Sorprendió a Reshevsky, y vibró el tablero. ¡Recién empezaba la verdadera batalla! Es maravilloso el subsiguiente hilván de maniobras de Najdorf: su dama y alfiles inquietan aquí y allá. Pero aún la partida es tablas. Y sigue siendo tablas hasta la jugada 40ª, cuando Reshevsky hace 40.AxP? En el camino, también el Campeón Argentino dejó pasar variantes más positivas; por ejemplo, a 34.D3R, el golpe 34...P5A en lugar de D2C. Veamos algunas variantes: 34.D4R P5A 35.D2D ... (Si 35.TxD PxD con ventaja) 35... CxP 36.TxD CxD, pues si 37.TxA T8T+ ganando. Al parecer, son alternativas muy difíciles de contestar bajo apremio de tiempo. Posteriormente, también era bueno 39...T7T en lugar de 39...A4D, que debió ser sólo tablas. Pero el grave error de Reshevsky afirmó la chance de Najdorf. Al terminar, el señor Bisno le dijo a Reshevsky:

—No creí que usted fuera capaz de cometer errores tan graves en un pin-pon

Y éste contestó filosóficamente:

—Ya ve que todo es posible— [Carlos Federico Juárez, Crítica, 14 de junio de 1953]

Crítica anticipó ayer las primeras jugadas del final

¡Hay que sacarse el sombrero! El maestro Reshevsky ofreció anoche una resistencia de 16 jugadas a Najdorf, en el final de la 7ª partida. Perdió, sí, porque estaba irremisiblemente perdido, porque ni aún eligiendo la variante más difícil podía arribar a un empate. Pero, ¡vaya si hizo lo posible! Se defendió como un león, y rindió su monarca en la jugada 56ª. [Carlos Federico Juárez, Crítica, 17 de junio de 1953]

Amílcar Celaya, Noticias Gráficas I

(De la euforia a la prudencia)

Reshevsky cometió al final un error milagroso

¡Alguna vez había de favorecerle la suerte a Najdorf, tan castigado durante el match por el Campeonato Mundial de Occidente! Anoche, en la 7ª partida disputada en el Salón Presidente Perón, el Campeón Argentino pasó por momentos muy serios. Mientras Reshevsky, con absoluta tranquilidad frente al tablero, iba cerniendo, poco a poco, un abrazo mortal a su adversario, Najdorf se levantaba mil veces de su asiento, se alejaba el tablero y comentaba, con quien quería oírlo, el aspecto poco favorable de su partida. Nos dijo en una de esas evasiones, tan suyas:

—Estoy inferior, ¿no es cierto?—

Asentimos. Después de hacer la responsabilísima jugada 20ª, que dejó atrapado su PR y debilitó la situación de su enroque, nos preguntó:

—¿No es cierto que estoy perdido?—

A fin de no influir en su moral, se lo negamos, aunque nosotros también abrigábamos esa íntima convicción.
El norteamericano condujo el ataque con suma pasividad, provocando con ello irreverentes apreciaciones de Pilnik, que es, como siempre, un excelente comentarista. Cuando Reshevsky jugó conservadoramente 13.A2D, Pilnik acotó así, en el tablero mural:

—Jugada sin sal, admisible en un aficionado, pero no en un Gran Maestro. La posición exigía que las blancas iniciaran ya un ataque violento con 13.P4R. Es lo que en esta posición habría hecho Alekhine. Los dos adversarios están jugando con temor, y se resienten las enseñanzas que hubieran podido obtenerse con sus partidas—

A raíz de esa jugada sin sal, Najdorf asumió la iniciativa, pero a costa de trasladar todas sus fuerzas al flanco de la dama, con la consecuencia de dejar desguarnecido el ala del rey, si Reshevsky emplazaba un ataque allí. Eso es precisamente lo que ocurrió cuando el Campeón Argentino, al responder erróneamente 17...C4R?, brindó a su adversario la oportunidad de una agresión que parecía iba a ser decisiva. Un estremecimiento corrió por toda la sala. Najdorf sintió, entonces, con toda su afinada sensibilidad ajedrecística en tensión, que iba a perder, y jugó 20...P4A, debilitando su posición. No es que pretendamos defender esta jugada del Campeón Argentino, pero ¿qué otra cosa hubiera podido hacer, si no quería permitir que el norteamericano irrumpiese con todas sus fuerzas sobre el desguarnecido monarca negro? Y si Najdorf perdía, Reshevsky, que ya le llevaba un punto en el score, le sacaría dos, y entonces, ¿cómo alcanzarlo? Se palpó un hálito de tragedia para el prestigio del ajedrez nacional en el Salón Presidente Perón.

Pero estaba escrito que también Reshevsky, a su turno, habría de equivocarse. Cuando Najdorf, en la jugada 24ª, le atacó la torre, el norteamericano la retiró a 1D. Si, en cambio, la hubiera retirado a 1R, amenazando ganar un peón, no se ve cómo hubiera hecho el Campeón Argentino para defender la posición. Ante esa indecisión del norteamericano, Najdorf consolidó y agrupó sus fuerzas, y ya su partida no fue más inferior, sino igual, y quizás hasta un poquito superior. Al llegar al epílogo de la lucha, muy apremiado Reshevsky por el tiempo, de acuerdo a su inveterada costumbre, Najdorf rayó a gran altura. EL norteamericano, para detener el reloj con más seguridad después de haber hecho su jugada, le pegó un puñetazo terrible, cuyo sonido repercutió en toda la sala. Murmuraron varios de los espectadores:   

—¡Qué puño tiene el petiso!—

La partida era, sin embargo, tablas, hasta la última jugada de Reshevsky. Ya iba a caer la roja flecha del maestro norteamericano, sancionando en su cont6ra la pérdida del punto. Reshevsky vio un peón indefenso de Najdorf, y sin tiempo para reflexionar sobre su captura, lo tomó. ¡El peón estaba envenenado!

El Campeón Argentino, que tenía todavía 5 minutos para pensar, examinó la posición con calma, e hizo una movida que ganaba un alfil. Virtualmente, Najdorf ha ganado la partida, y emparejado el score. Reshevsky, con sus nervios de acero, meditó largamente su jugada secreta, y sin que se le alterara ni un músculo de su rostro grave, la selló con toda tranquilidad. ¡Najdorf, en su lugar, hubiera tirado las piezas por al aire!

El Campeón Argentino, quien de nuevo había quedado muy nervioso, exigió entonces al Director del match, Dr. Rafael Castells Méndez, que esta tarde, en lugar de iniciarse la 8ª partida como está convenido, se iniciase la 7ª, pues él, que hoy conducirá las blancas, quiere saber a qué atenerse para ajustar el estilo de la 8ª a la situación del score. Gritó y pataleó para que se le hiciese caso. Pero el Dr. Castells, a nuestro juicio con razón, se atuvo a lo establecido, y rechazó el pedido de Najdorf. Creemos que hay que ser rigurosos en cumplir las convenciones, máxime cuando uno de los adversarios es extranjero, y la excepción no ha sido solicitada por él. Lo contrario no conduciría a la tradicional hidalguía argentina.

La Virgen María ayudó a Najdorf, que salió radiante de la Caja Nacional de Ahorro Postal, en medio de los atronadores aplausos del público que no había podido entrar por estar excedida la capacidad del local, pero que durante las 5 horas de juego había aguantado a pie firme el frío de la noche en la entrada de la calle Solís. El Campeón Argentino nos acaba de decir que acababa de recibir una carta del General Soto Larrea, ajedrecista mexicano, que le decía que su anciana madre había colocado dos velas a la Virgen María para que Najdorf ganase el match.

Nosotros ignorábamos que Nuestra Señora fuese aficionada al ajedrez, pero, después de volver a analizar la partida, estamos por convencernos de que en el triunfo virtual de Najdorf han tenido más que ver las plegarias de la viejecita mexicana, que las maniobras estratégicas del campeón Argentino. [Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, 14 de junio de 1953]

Amílcar Celaya, Noticias Gráficas II

¿Ganará Najdorf la 7ª?

Y ahora damos una mala noticia para los aficionados: el final de la 7ª partida no está tan ganado para Najdorf como parecía a primera vista. El Campeón Argentino se quedará, tal como lo pronosticamos, con un alfil de ventaja, pero la circunstancia de que el peón suyo que eventualmente se coronaría tiene por casilla de coronación un escape lateral, que no está dominado por ese alfil, hace que no sean inexistentes las posibilidades de tablas. Creemos, a pesar de todo, que Najdorf ganará mañana el final pendiente, aunque no lo ganará a los ponchazos, como habíamos supuesto ayer, sino maniobrando con gran precisión. [Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, 15 de junio de 1953]

Amílcar Celaya, Noticias Gráficas III

No era fácil, pero ganó

Que el procedimiento ganador no era fácil, lo prueba las declaraciones de Najdorf, formuladas al terminar la partida. Dijo que necesitó analizar durante 5 horas, en su casa, para encontrar la forma de adjudicarse este cotejo. Najdorf ganó la partida, y la ganó de la manera más bonita y elegante, de acuerdo a su innata propensión a buscar la belleza en el tablero: devolviendo la pieza de ventaja en el momento oportuno, para arrinconar al rey enemigo. Najdorf quiere apostar; Reshevsky sonríe. Una salva de aplausos prolongada, interminable, saludó este brillantísimo triunfo del Campeón Argentino. Najdorf estaba radiante, y fiel a su temperamento –¡tan criollo aunque no haya nacido en Buenos Aires!– buscaba a Bisno, el manager de Reshevsky, para apostar a sus propias manos. Bisno, que bajó del avión dando 3 a 2 de ventaja, revelóse anoche más prudente, y respondió:

—Veremos en la próxima partida—

En cuanto al maestro norteamericano, se mostró muy simpático en la derrota. Nos habían dicho que Reshevsky no sabía perder, pero nos habían engañado. Sonriente, dentro de su habitual gravedad, conversó con varios aficionados, pero no pudo, al final, dejar de dar rienda suelta a su temperamento. Dijo:

—El final, jugado entre dos Grandes Maestros, estaba perdido. Pero Najdorf pudo ganarlo antes—
Igualadas las posiciones, se presenta otra vez el mismo interrogante: ¿quién triunfará? Todo vaticinio es sumamente arriesgado. [Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, 17 de junio de 1953]

Carlos Guimard, Mundo Deportivo

En esta partida se hizo justicia a un score que en los azares se prendió más a la fortuna del ex campeón norteamericano que a sus demostraciones. Fue un duelo apático y reiterado de la Defensa Nimzoindia, y en el que Reshevsky jugó esperando siempre. Otro tanto hizo Najdorf, y así ambos iban hacia el empate, cuando el tablero puso en un dilema a éste: debía contestar, y no se veían respuestas satisfactorias; el final favorecía a Reshevsky. Ahí lo vimos a Najdorf: jugó lo que nadie esperaba, y muy pocos hubieran hecho, 20…P4A, abriendo su enroque, y lanzado a lidiar amparado en sus típicos contragolpes.  Reshevsky creía estar mejor, y se aferró a ese pensamiento. El combate se matizó agudamente, hasta que el norteamericano –siempre con el empate asegurado–se vio apretado por el reloj, y al llegar a la jugada 40ª hizo AxP?, un grave error que debe acarrearle la derrota. Poco antes, nuestro representante dispuso de golpes más fuertes, pero, también preocupado por el tiempo, no analizó dichas continuaciones. [Carlos Guimard, Mundo Deportivo nº 218 del 18 de junio de 1953]

Carlos Guimard, Democracia

Todo hace suponer que Najdorf puede ganar una pieza en la próxima jugada

El maestro norteamericano no quiere complicaciones, y está más bien dispuesto a esperar hasta que llegue el momento del contraataque. Najdorf ubica bien sus fuerzas, y domina mayor cantidad de espacio. Amenaza en forma indirecta el flanco rey, y deja una posibilidad en el flanco dama. La posición de Najdorf es ligeramente superior, y de esta forma se está desarrollando el juego cuando se llevan cumplidas 18 jugadas, y se han insumido 3 horas de tiempo. Puede decirse que en la jugada 20, después de P4AR de las negras, comienza la verdadera lucha. Es el blanco quien reacciona en el centro, pero Najdorf  encuentra una maniobra precisa para anular esta reacción con 24...A4C! Tórnase emocionante el juego. La posición es extremadamente compleja y las combinaciones surgen agresivas. Se mantiene, no obstante, el equilibrio, hasta que Reshevsky se resuelve en la jugada 30ª por P3CD, pretendiendo así obtener ventaja. Este intento es refutado de manera brillante por nuestro campeón. La jugada dio pie para que las fuerzas negras ocuparan una posición de ataque que torna muy difícil la defensa de Reshevsky, y en el momento de suspenderse, Najdorf tiene una ventaja, pues puede ganar una pieza, como para imponerse. [Carlos Guimard, Democracia, 14 de junio de 1953] 

La Razón

Esta partida brindó momentos de gran emoción. El público, los conocedores, quieren ver ganar a nuestro campeón; que el triunfo llegue aunque no sea después de una lucha impecable, de una partida entera, de un juego donde se obtiene una pequeña ventaja en apertura o medio juego, y se trabaja con ella como artífice, aumentándola, convirtiéndola en el eje del triunfo. El deseo de ver ganar a nuestro campeón se cumplirá en la 7ª partida. Tiene ventaja más que suficiente como para cristalizar la victoria. ¡Vaya una por otra! Ritmo de vértigo tuvo en algunos instantes la lucha. Primero, Najdorf obtuvo alguna ventaja en la apertura. Después, cundió el desaliento cuando Reshevsky, con 24.P4R, estableció un potente contacto central. Nadie hablaba del triunfo de Najdorf: con tablas se tenía bastante. Después se admiró la labor defensiva de nuestro campeón, que restableció el equilibrio en medio de la tormenta, y llegó la jugada de la sorpresa, 40.AxP?, la jugada del suicidio. Reshevsky, apremiado por el tiempo, captura el PCD con el propósito de efectuar cambios generales para arribar a una rápida posición de tablas, que es lo que surge del tablero, esperando contestar a 40...T1C con 41.A5A, pero pasa por alto la respuesta 41...A7C!, atacando a su torre.[La Razón, 14 de junio de 1953]  Reshevsky 3½:3½ Najdorf.

El análisis de la partida indica que ambos cometieron inexactitudes en las jugadas 32ª y 33ª, permaneciendo el juego aproximadamente igual hasta la jugada 40ª, en la que Reshevsky cometió un grosero error que le costaba una calidad; ofuscado, perdió directamente una pieza, siguiendo el juego en posición completamente perdedora hasta la movida 56. [Juan S. Morgado]

8ª partida, 14 de junio

(8) Najdorf,Miguel - Reshevsky,Samuel Herman [E58]
Buenos Aires match Buenos Aires (8), 1953
[Juan S. Morgado]
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.e3 c5 5.Ad3 0–0 6.Cf3 d5 7.0–0 Cc6 8.a3 Axc3 9.bxc3 b6 10.cxd5 exd5 11.Ab2 c4 12.Ac2 Ce7 13.Ce5 [13.Cd2 Te8 14.Te1 Af5 15.f3 Axc2 16.Dxc2 Cg6 17.Cf1 Dd7= Najdorf,M-Reshevsky,S/Buenos Aires] 13...Af5 14.f3 Axc2 15.Dxc2 Cd7 16.a4 Cxe5 17.dxe5 Dc7 18.f4 f6 19.exf6 Txf6 20.Aa3 Te8 21.Tae1 Cg6 22.e4? [22.Dd2=; 22.g3=] 22...Cxf4µ 23.exd5 Txe1? [Reshevsky no vio 23...Df7 24.Dd1 (24.d6? Te2–+) 24...Txe1 25.Dxe1 h6 ganando las negras el Pd, ya que no es posible ahora 26.d6? debido a 26...Ch3+!–+] 24.Txe1 Df7 25.De4 Cxd5 26.Dxc4 ½–½

Carlos Guimard, Mundo Deportivo

Empate simplificado

Esta partida deja un empate muy reñido. Najdorf saca buen planteo, pero las negras defienden con acierto simplificando el combate. Como advertiremos más tarde, la experiencia de 13.C5R servirá de mucho al Campeón Argentino. [Carlos Guimard, Mundo Deportivo, 22 de junio de 1953]

Carlos Guimard, Democracia

Najdorf buscó nuevos derroteros, pero sin  éxito

Nos dijo anoche, en uno de sus frecuentes paseos, al promediar la 8ª partida:
–El match tiene gran valor para enriquecer la teoría de la Defensa Nimzowich. Y en efecto, de las 8 partidas disputadas, en 6 se jugó esta defensa. La experiencia de este match tiene valor, pero no estamos convencidos de que la conservación del alfil negro (A4TD) sea correcta. Difícilmente soportará la experiencia magistral, porque no se pueden perder tantos tiempos con una pieza sin recibir castigo. Las blancas mantuvieron una buena posición, aunque restringida, luego del avance 11...P5A. La reacción típica, P3A y P4R, fue dificultada hábilmente por su rival. Najdorf buscó otro derrotero, entonces, jugando 13.C5R, pero este intento también fue frustrado. [Carlos Guimard, Democracia, 15 de junio de 1953] Reshevsky 4:4 Najdorf

La Prensa


La Nación

Tablas en 26

En el Club Argentino se jugó anoche la 8ª partida, comenzando el juego Najdorf con la apertura de Peón Dama, contestando las negras con la Defensa Nimzowitch, línea de juego que se ha planteado en este match en seis de las ocho partidas disputadas hasta ahora. Mantuvieron las blancas la iniciativa, y por medio de una maniobra a base de la constante presión sobre el punto 4R, prepararon con eficacia un ataque central. Sin embargo, cambiaron el plan las blancas, y en vez de avanzar el PR, buscaron la valorización del alfil dama. Contra tal procedimiento jugaron las negras muy acertadamente, encaminando el alfil rey blanco y abriendo luego la columna alfil rey, con lo que obtuvieron un contrajuego interesante, aun que a pesar de todo, Najdorf pudo efectuar en muy buen momento la jugada 22.P4R, arribándose a una posición donde las perspectivas eran equivalentes, razón por la cual ambos maestros resolvieron dar el juego por tablas cuando se habían efectuado 26 jugadas. [La Prensa, 15 de junio de 1953]

Carlos Federico Juárez, Crítica

Najdorf y Reshevsky hicieron una pausa anoche

Por 6ª vez tuvimos un planteo de PD Nimzoindia. ¿Habrá algo de nuevo hoy? Eso es lo que esperan los aficionados, para quienes el duelo teórico, repujado de graves erratas, no es muy convincente. Faltan 10 partidas, y si ninguno de los dos aspira a más, las tablas pueden sucederse, cual es habitual en matches entre maestros de fuerzas parejas. En el planteo de anoche, Najdorf maniobró con demasiada cautela, y no estuvo muy acertado con 11.A2C, en lugar de la cuál era preferible 11.P4TD, dejando libres dos caminos para desarrollar el alfil. Como se verá, este alfil tendrá dificultades en jugar, pues Reshevsky, explotando ese valioso tiempo, optará por 12...C2R, pieza con la que apoya A4A, cambiando el alfil fuerte de las blancas. La fuerza del juego blanco radicaba en la ejecución de P4R, peón con cuyo cambio se debilita la conformación de los peones negros avanzados, para fijar temas en el flanco dama, esto siempre que su avance a 5R no reporte otras ventajas.

Las posibilidades del Campeón Argentino se esfuman con la simplificación de piezas que realiza su adversario, y el empate se conviene en la jugada 26ª, en posición muy equilibrada. A esta altura, Najdorf pudo intentar 26.T1D en lugar de 26.DxP, creando algunos problemas. En efecto, ¿qué responder? Se amenaza el C, y no sirve 26...T5A por 27.DxC T8A+ 28.TxT DxD 29.T8A++, variante de principiantes. Si 26...T3R 27.DxP, y subsisten los temas sobre las piezas clavadas, aunque 27...C3A parezca suficiente para defender el empate. En síntesis, Reshevsky aprovechó magistralmente la pérdida de tiempo de Najdorf, para equilibrar la lucha y obtener el empate, siempre bienvenido cuando se llevan las negras. [Carlos Federico Juárez, Crítica, 15 de junio de 1953]

Amílcar Celaya, Noticias Gráficas

Tregua de cerebros

Fue una partida de tregua, explicable después de los violentos combates a que hemos asistido. También los cerebros, como los músculos, se fatigan, y los Grandes Maestros del tablero, al igual que los atletas, tienen derecho a ciertos rounds en que aflojan la tensión nerviosa y recuperan fuerzas para prodigarlas en batallas futuras.  Dijo Najdorf:

—Prefiero que improvise—

La partida de anoche marchó por los mismos senderos de la que jugaron Botvinnik y Taimanov hasta la jugada 11ª, en la que Najdorf respondió, menos bien que Taimanov, 11.A2CD. El joven pianista ruso había jugado 11.P4TD. Cuando le preguntamos al Campeón Argentino por qué no había elegido la jugada de Taimanov, Najdorf nos dijo: —Desde el momento en que Reshevsky había seguido el plan defensivo de Botvinnik, tendría preparada, sin duda alguna, alguna réplica contra esa jugada. Prefiero obligar a mi rival a improvisar, y no que me oponga una variante estudiada—

La lucha asumió, a continuación, la siguiente característica estratégica: Najdorf, buscando romper en el centro con el avance P4R; Reshevsky, bloqueando esa casilla central, para que el Campeón Argentino no lograse ese propósito. Terminada la partida, se acercó al ex niño prodigio un espectador, y le mostró una tarjeta postal en la que aparecía Reshevsky, encaramado sobre una silla y ante un tablero de ajedrez, en la época en que, a los 7 u 8 años, asombraba al mundo jugando partidas simultáneas. EL espectador fue rival de Reshevsky en ese entonces, hace 34 años, y le pidió al maestro que le firmara la tarjeta, verdadero documento histórico, y Reshevsky lo hizo, pero siempre preciso, poniendo la fecha de anoche. [Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, 15 de junio de 1953] 

El análisis muestra que la jugada 22ª de Najdorf fue un serio error, que felizmente no le trajo consecuencias mayores, porque Reshevsky devolvió la gentileza en la movida siguiente.

9ª partida, 15 de junio

(9) Reshevsky,Samuel Herman - Najdorf,Miguel [D02]
Buenos Aires match Buenos Aires (9), 1953
[Juan S. Morgado]
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.e3 c5 5.Ad3 0–0 6.Cf3 d5 7.0–0 Cbd7 8.a3 Axc3 9.bxc3 dxc4 10.Axc4 Dc7 11.De2 e5 12.Ab2 e4 13.Cd2 Cb6 14.Ab3 Te8 15.h3 cxd4 16.cxd4 Ae6 17.Tfc1 Dd7 18.Axe6 Txe6 19.Cb3 Dd5 20.Cc5 Tc6 21.Tc2 [21.a4 Tac8 22.Db5 Ce8 23.a5 Cd6 24.Db4= Ragozin,V-Szabo,L/ Budapest] 21...Tac8 22.Tac1 Ce8 23.Ac3 Cd6 24.Ab4 h5 25.a4 ½–½

Ambos rivales decidieron tomarse un respiro luego de varias arduas luchas. Hasta aquí, están igualados en el score.

Carlos Guimard, Mundo Deportivo

Mucha cautela

Ambos siguen las jugadas del duelo Ragozin – Szabó de Moscú/Budapest 1949 hasta la movida 20ª, en la que recién empiezan sus propias ideas. Pero al llegar a la jugada 25ª, es decir, cuando se inicia la batalla, Najdorf propone tablas, y Reshevsky acepta. Todavía reina la cautela. Posiblemente Najdorf recordó que, si bien Szabó ganó aquel encuentro, fue por errores de Ragozin. Sin embargo, su partida me gustaba hasta la jugada 22...C1R, donde es de considerar 22...CD2D para entrar en un final grato. [Carlos Guimard, Mundo Deportivo, 22 de junio de 1953]

Carlos Guimard, Democracia

Acciones muy equilibradas

De la partida de anoche muy poco podemos decir. Se convino el empate en la jugada 25ª cuando la lucha recién comenzaba, en una posición compleja de difícil cálculo. [Carlos Guimard, Democracia, 16 de junio de 1953]
 
Carlos Guimard, La Razón

Resultado sorpresivo

Luego de 25.P4TD, la partida fue declarada tablas. Resultado sorpresivo, no porque no exista equilibrio en el tablero, sino porque, en rigor de verdad, la lucha recién comienza. ¿Qué hay de una jugada como 25...CD5A, o bien 25...D4AR o D4CR? Todos los caminos están abiertos para una lucha intensa. La primera de ellas merece gran consideración por las complicaciones que provoca. [Carlos Guimard, La Razón, 16 de junio de 1953] El Mundo

Guimard, muralista

No cabe alguna de que varias de las producciones de este apasionante cotejo ya están siendo analizadas por lo más destacados ajedrecistas del mundo, con el objeto de perfeccionar sus líneas. El desarrollo de la 9ª partida fue seguido por numerosos aficionados, y en el salón anexo, el maestro Carlos Guimard se encargó de comentar en el tablero mural las alternativas de la brega, ante una atenta concurrencia. Hoy juegan el final pendiente de la 7ª partida. [El Mundo, 16 de junio de 1953]

La Prensa

Najdorf propone tablas, Reshevsky acepta

Se jugó anoche en el salón Presidente Perón de la Caja Nacional de Ahorro Postal. Ante una apertura de Peón Dama planteada por Reshevsky, respondió Najdorf una vez más con la Defensa Nimzowitch, y nuevamente colocó su caballo dama en dos dama, procedimiento que le dio un excelente resultado en el séptimo encuentro. Las blancas optaron por un camino distinto, y el juego se desarrolló entonces dentro de las líneas clásicas, en forma similar a juegos ya realizados en recientes competencias internacionales. Las negras colocaron su PR en 5R, y más tarde ubicaron sus dos torres en la columna abierta de alfil dama, ejerciendo así una fuerte presión, que obligó a  Reshevsky a maniobrar con gran precaución. Sin embargo, cuando todo hacía presumir una interesante y complicada lucha, al llegarse a la jugada 25ª el argentino propuso a su rival el empate, que fue inmediatamente aceptado por Reshevsky. [La Prensa, 16 de junio de 1953]

Carlos Federico Juárez, Crítica

Francamente, nos dejaron con las ganas...

¿Cansancio? ¿Cautela? No lo sabemos. Lo cierto es que el público que desafió la lluvia y el frío para seguir el desarrollo de la partida, salió tan descontento como quienes se regocijaban ante la inminencia de un combate que haría época. El match hace una pausa opaca, y ojalá, en resguardo de su propia jerarquía, retorne a la senda inicial. Pensamos que Najdorf debe liberarse de preocupaciones, y jugar convencido de que se ha ganado ya el respeto y la admiración de todos los aficionados, quienes advierten claramente que su derrota en el match anterior fue nada más que un accidente en su magnífica carrera. Queremos llegar a un punto crucial: ¿conformaría un empate en el match?

En este caso, Reshevsky mantendría, ante el mundo del tablero, el score del anterior, y la división del punto en calidad de visitante significaría para él todo un triunfo. Si Najdorf y Reshevsky no tuvieran en vista la próxima selección mundial de la que surgirá el desafiante de Botvinnik, no objetaríamos esa situación, pero es aquí, en este torneo, donde ambos rendirán la prueba de máxima eficiencia. Estimamos que Najdorf debe jugarse sin temor a perder su prestigio. Al contrario, sabedores que lo hace por brindarnos esa satisfacción, lo apreciaremos aún más. [Carlos Federico Juárez, Crítica, 16 de junio de 1953]

Amílcar Celaya y su ¨Najdorfismo¨, Noticias Gráficas

Najdorf ofreció tablas cuando estaba mejor

No, no estamos conformes con la actitud de Najdorf, que ofreció tablas anoche, al llegar a la jugada 25ª, la partida por el Campeonato Mundial de Occidente. No es que esa partida estuviera ganada por él; ninguna lo está en el planteo. Pero en pleno medio juego, cuando todas las posibilidades favorecían al Campeón Argentino, cuando la configuración de las piezas era propicia para que brillara la exuberante imaginación de Najdorf en un ataque sin cuartel contra la ciudadela enemiga, su propuesta de empate sorprendió y desilusionó. Está demás decir que Reshevsky aceptó volando. ¡No se fuera a arrepentir el argentino! Najdorf parecía estar ayer en una de sus grandes noches. Tranquilo, con una serenidad poco habitual en él, maniobraba con la rapidez que otrora hizo famoso a Capablanca.

En 4 minutos hizo las primeras 22 jugadas, es decir, prácticamente todas la partida. Es cierto que en su tarea fue ayudado por el recuerdo de una partida famosa, que le ganó brillantemente con las negras el húngaro Szabó a Ragozin, en el match Moscú-Budapest de 1949. Guimard, comentarista de turno anoche, decía al público que la posición de Najdorf era superior, concepto del maestro santiagueño que compartimos. La estrategia de las negras era ésta: ocupación de las casillas centrales con sus piezas, para hacer que los dos caballos de Najdorf fuesen más valiosos que el alfil y el caballo de Reshevsky. Pedro Martín, el ajedrecista que acompañó a Najdorf en Córdoba, cuando el Campeón Argentino se preparó para el match, nos decía, entusiasmado:

—Es la partida Ragozin – Szabó, que analizamos en Córdoba. Van a ver ustedes cómo Najdorf gana—

Pero nosotros teníamos nuestras dudas, porque al acercarnos al Campeón Argentino, nos respondió casi con una mueca:

—¿Les parece?—

Así se llegó a la jugada 25ª, el instante preciso en que el público se disponía a presenciar la gran batalla. Y entonces Najdorf, después de meditar muchísimo, ofreció tablas. ¿Qué habrá visto una mente privilegiada como la del Campeón Argentino en ese dilatado lapso?  Reshevsky las aceptó en el acto. La jugada de Najdorf hubiese podido ser 25...CD5A, y en ese caso el maestro norteamericano no hubiera podido intentar ganar dos caballos a cambio de una torre, 26.TxC CxT 27.TxC a causa de 27...P3CD. Esta variante fue, según dijo Reshevsky, lo que le indujo a aceptar con tal rapidez la propuesta de tablas.  [Amílcar Celaya, Noticias Gráficas, 16 de junio de 1953] Reshevsky 4½:4½ Najdorf

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(1) El ¨Mono¨ Gatica y Francisco Espelucín habían protagonizado una famosa pelea.

Juan Sebastián Morgado

El duelo Reshevsky vs. Najdorf en 1953

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