Mensajes subliminales
por
Manuel López Michelone
Cómo pensar correctamente en una partida de ajedrez es quizás uno de los
grandes afanes de los jugadores. Una partida de torneo es un intrincado alúd de
las más diversas emociones. Un encuentro de ajedrez tiene no solamente las
jugadas efectuadas, sino un sinfín de pensamientos que los jugadores
involucrados tuvieron que experimentar. Desde luego que las emociones intensas
son parte de una partida oficial. Los jugadores pasan por momentos difíciles,
temores, fallas en el cálculo de variantes, falta de confianza en sí mismos,
alegría cuando adquieren a ventaja y un especial gozo final para el ganador si
es que existe. Y en ese momento de la muerte momentánea del que perdió
(como definiría la derrota el GM Lautier), viene el post mortem, en
donde se dedican los minutos finales a revisar qué pasó, qué cosas se
hicieron bien y mal.
Desde luego que para jugar correctamente al ajedrez se requiere de
concentración, de conocimientos, de entender lo que está pasando en el juego.
Eso no se puede aprender de la noche a la mañana y lleva muchos años en
general, aunque los nuevos prodigios, como Magnus Carlsen o Karjakin nos
muestren que no se necesitan demasiado años para llegar a comprender
profundamente el juego ciencia.
En el libro How to Think in Chess, de Jan Przewoznik y Marek
Soszynski, de la editorial Russell Enterprises, los autores plantean algunas
interesantes ideas para progresar en este curioso arte de hacer las buenas
jugadas. A diferencia de la mayoría de los libros de ajedrez, aquí los autores
armaron todo un capítulo sobre el entrenamiento psicológico. Dicen los
autores (la traducción es mía): "No hay duda alguna de que todo
jugador de ajedrez que intenta un desarrollo ulterior debe trabajar en sus
propios métodos de auto-disciplina, regimen de torneos, preocupación por
alcanzar el pico en la forma deportiva y física, etc. Aquí mostraremos un
posible modelo de un método sistemático de auto-desarrollo". Y sigue
más adelante: "El programa descansa en cinco 'pilares':
- Hacerse de metas
- Pensamiento positivo
- Manejo del stress
- Desarrollo del carácter
- Imagen propia positiva"
Sin duda que hay un amplio margen para la psicología dentro de lo que es el
ajedrez. Los estudios de Adrian de Groot, por ejemplo, apenas rozan la
superficie de este tema dentro de nuestro juego.
A partir de este método, bosquejado por Przewoznik y Soszynski, se me
ocurrió que utilizando la computadora era posible ayudarse a llevarlo a cabo. Y
de ahí surgio la posibilidad de incluir en la preparación ajedrecística los
mensajes subliminales.
Se denomina percepción subliminal a la captación de un estímulo que, por
diversas circunstancias, como baja intensidad, falta de atención o breve
duración del mismo, no alcanza la representación consciente y, sin embargo,
determina la conducta de la persona al margen de su voluntad consciente. El
nombre de percepción subliminal, atendiendo al significado de la palabra, alude
solamente a la captación de estímulos por debajo del umbral sensorial mínimo
y, por extensión a los que se hallan encima del umbral absoluto superior. Todo
mensaje que es transmitido en un nivel inferior a la percepción consciente es
considerado subliminal, sea éste auditivo o visual.
Podemos señalar tres tipos de estímulos subliminales:
- Los visuales: palabras o dibujos camuflados en un anuncio publicitario,
una película...
- Los auditivos: mensajes de baja intensidad que se esconden tras algún
tipo de música o sonido
- Los visuales de corta duración (milésimas de segundo)
Una de las técnicas más utilizadas en la percepción subliminal es la de
pasar de una forma rápida una serie de imágenes, una tras otra, con escaso
margen para registrarlas en la mente. A veces a se aplica de forma tan rápida
que apenas es posible captar conscientemente el mensaje. Otra técnica es el uso
de ciertos sonidos que pueden impactar en la mente y pueden estimular los
recuerdos y hacer que se asocien ideas determinadas a esa música. Nuestras
emociones pueden ser utilizadas para provocar un deseo de respuesta.
Un poco de historia
La primera mención registrada sobre la percepción subliminal es la
realizada en los escritos de Demócrito (400 a.C.), que sostuvo que "mucho
de lo perceptible no es percibido por nosotros". Platón habló de esta
noción en su escrito Timeo. Aristóteles explicó de modo más detallado los
umbrales de la conciencia subliminal en su Perva Naturalia hace casi dos
mil años, y parece se el primero en sugerir que los estímulos no percibidos de
modo consciente bien podrían afectar los sueños. Hace 2.250 años Aristóteles
explicó en su teoría del Sueño: "Si los impulsos que tienen lugar
durante el día no son demasiado fuertes y poderosos pasan inadvertidos debido a
impulsos altamente despiertos. Pero mientras dormimos tiene lugar lo contrario,
entonces los pequeños impulsos parecen grandes. Esto aclara lo que pasa en el
sueño. Cuando sólo hay ecos débiles en sus oídos los hombres creen que se
trata de algo relampagueante y extraordinario".
Ya en 1957, James Vicary, investigador del mercado norteamericano, demostró
el taquistoscopio, máquina que sirve para proyectar en una pantalla mensajes
invisibles que pueden ser captados por el subconsciente. Durante la proyección
de una película aparecía un fotograma (En el cine se muestran 24 por segundo)
con el siguiente mensaje: "Tienes hambre, come palomitas. Tienes sed,
bebe coca-cola". El resultado fue asombroso: La venta de palomitas se
disparó un 57.7%, mientras que la de la bebida tan sólo un 18%.
¿Cierto o falso?
Independientemente de que sea cierto que es posible influir en el
comportamiento y hábitos de las personas a través de mensajes subliminales, es
evidente que se hace uso de estas técnicas desde hace muchos años. No se
necesita ser un genio para darse cuenta que, por ejemplo, en la televisión, los
actores y actrices influyen en la moda cotidiana. Si ciertas estrellas de la
farándula usan algunos accesorios, o fuman, o se visten de una peculiar manera,
sin duda alguna su influencia alcanzará a un nicho (pequeño o grande) de la
población expuesta a estos estímulos. Porque estos mensajes sobre la
vestimenta, los accesorios o modos de comportarse no se dan directamente (como
en un anuncio comercial de un producto), sino que aparecen como parte de dichos
actores y actrices
La computadora, el ajedrez y los mensajes subliminales
Es claro que en la actualidad, el uso de la computadora es prácticamente
universal. Empresas, grandes y chicas, así como escuelas y finalmente, los
domicilios particulares, cuentan cada vez más con computadoras personales. En
el ajedrez, quien actualmente no usa computadora para apoyar su estudio está en
desventaja contra quien sí lo usa. Los jovencísimos que ahora juegan a un
nivel extraordinario, no me cabe duda, son producto en muchos sentidos, de este
apoyo computacional que durante muchos años no se tuvo.
Algunos piensan que mediante la computadora personal es posible ayudar
-mediante mensajes subliminales- a dejar de fumar, por ejemplo, enviando
letreros alusivos al respecto a la pantalla por muy poco tiempo, tan poco como
para que el consciente no pueda advertirlo. De esta manera se han diseñado
multitud de programas que precisamente hacen esto: enviar mensajes muy
específicos a la pantalla, por tan poco tiempo que los usuarios simplemente no
lo notan, pero que de ser cierta la teoría subliminal, podrían estar
influyendo en el comportamiento y hábitos de las personas.
A partir entonces de todo este conocimiento previo y de la idea de los
autores de How to Think in Chess, desarrollé un pequeño programa que
permite incluir mensajes subliminales cuando se usa la computadora. El usuario
puede entonces incluir los mensajes que quiera y guardarlos para ser usados una
y otra vez. Tenga en cuenta que los mensajes subliminales deben ser cortos,
directos y al grano. Por ejemplo: "Juego bien al ajedrez",
"Busco ser gran maestro", "haré una norma de MI en mi
próximo torneo", "debo confiar en mi cálculo de variantes",
etc. La intención al final de cuentas es hacerse de una auto-imagen positiva,
amén de adquirir confianza en nosotros mismos (¿no le ha pasado que uno tiene
desconfianza de sus propias fuerzas ajedrecísticas cuando enfrenta a un jugador
supuestamente superior?).
Es evidente que todo sistema de mensajes subliminales podría ser usado con
fines malintencionados. Para evitar esto, mi programa no esconde al usuario
información alguna de que está ejecutando un programa de esta naturaleza.
Puede, además, apagarlo si se fastidia o si ya no le interesa. El asunto es que
siempre esté informado de lo que hace este sistema, todo mientras los
investigadores en el tema se ponen de acuerdo si los mensajes subliminales
funcionan o no.
Desde luego, y como en todos los temas, hay opiniones encontradas. Unos
aseveran que los mensajes subliminales funcionan, otros en cambio afirman que lo
que no se ve no se puede procesar, y por ende, no puede llegar a afectarnos o a
modificar nuestro comportamiento. Por ejemplo, el ahora en dificultades, el
excampeón del mundo, Bobby Fischer, a la pregunta de si creía en la
psicología contestó: "No creo en eso, creo en las buenas jugadas".
(en la Monografía
sobre Robert Fischer, del GM Huebner, de Chessbase, aparece el vídeo donde
se muestra precisamente esto en una entrevista quer se le hiciese a Fischer en
sus años de gran jugador).
Para quien le interese el programa de los mensajes subliminales, lo puede
pedir a mi cuenta morsa@la-morsa.com y a
vuelta de correo lo recibirá de forma totalmente gratuita.
Nota final: es posible usar el sistema de mensajes subliminales para
otro tipo de aplicaciones o temas. Aquí se ha enfocado al ajedrez, buscando
precisamente un elemento más para mejorar en el propio juego.