Entrevista con Ana Matnadze, campeona de Benidorm 2011

Jueves, 15 de diciembre de 2011

Entrevista con Ana Matnadze, ganadora del III Torneo Internacional Femenino de Benidorm

Por María Isabel Pardo Bernal (Reproducción de la entrevista con el amable permiso de Nibaldo Calvo Buides)

Fotos:  Adrian y Sergio Pérez Pardo  y Pascual Guillermo Pérez Martinez

Ana Matnadze, Maestra Internacional, de Georgia, (Elo 2438) se ha coronado campeona del Torneo Internacional Femenino Cerrado de Benidorm, disputado entre el 2 y el 11 de diciembre de 2011 en Benidorm, Alicante, España. Ana ha obtenido el impresionante resultado de 8 puntos de 9 posibles con 7 victorias y dos empates.

Ana con Eduardo Rodríguez

Hoy Benidorm ha sido noticia en los medios de comunicación. La imagen de sus playas llenas de turistas bajo el sol y de los más animados dándose un baño, sorprendía. No olvidemos que estamos en Diciembre, a poquito de entrar nuestro invierno y los termómetros marcan 25 grados. Los hosteleros de la zona no dan crédito. En contraste con los destinos de nieve, que siguen solitarios y tristes, las playas en el Levante están a rebosar de alegría. Aquí parece que estamos en temporada alta. En el interior del gran Hotel Bali, sigue la fiesta. Todo es ajedrez, las competiciones son tantas y tan variadas que parece que nos hemos vuelto todos locos. Se juega ajedrez a todas horas, mañana, tarde y noche. Allí donde vas, se respira ajedrez. Los participantes son incansables, aprovechan cada segundo del día para estar junto al tablero.

Me acerco a ver como avanza el “cerrado” de las chicas-estrella. Las partidas se alargan. Ana Matnadze, está terminando su partida. Acaba de ganar a su contrincante.. Me acerco a saludarla. Es tarde, hora de cenar y descansar. Ana me dice que ella cena más tarde y que es buen momento para hablar. Le digo que debe estar agotada y me sonríe…” Para hacerme fotos y hablar nunca estoy cansada”. Esta chica de aspecto aniñado me da muy buenas sensaciones. Creo que voy a descubrir una mujer altamente interesante.

“¡Primero fotos!” me dice Ana. Le gustan las fotos mucho, muchísimo.

Te haré miles de fotos. Eres muy fotogénica y la estrella del festival.

Ana posa, sonríe, cambia de postura. Pregunta: "¿Estoy bien así?" Sigue posando, gesto serio, interesante, de duda, de asombro… Esta chica es increíble…

 
Se nos acercan curiosos, aficionados que quieren un autógrafo de Ana… Chicos en busca de una foto con ella, de estar cerca de ella, de hablar con ella. Ana responde a todos con cortesía, con la mejor de sus sonrisas. Está acostumbrada a ser popular y se mueve con soltura en estas situaciones.

 
Seguimos hablando mientras terminamos con las fotos. Se muestra cercana, con cierta dosis de dulzura, la justa para asegurar que es sincera. Buscamos un lugar tranquilo para poder charlar sin que nos molesten. Caminamos despacio, seguimos nuestro diálogo, nos paramos cada pocos pasos, hablamos, hablamos y hablamos… Nos sentamos en unos grandes sillones que hacen que Ana aparente ser más niña. Sus ojos oscuros, están serenos. Su gesto casi angelical difiere mucho a ese aspecto frío y duro que “asusta” a sus rivales durante la competición.

Acomodadas ya, Ana, no pone problemas a nada, se adapta con facilidad. Sus movimientos son serenos, transmiten paz. Me comenta que una de las cosas que le ha aportado el ajedrez  es TENER MUCHA PACIENCIA.

Me mira y espera expectante una batería de preguntas indiscretas o estúpidas.

 
María Isabel: Ana, vamos a hablar. No pienso interrogarte, no te asustes.
 
Aquí, se relaja totalmente y empieza a contarme:

Ana Matnadze: Soy de Georgia. Mi primer contacto con el ajedrez fue a los 6 ó 7 años. Mi madre fue la persona que me enseñó a jugar.”

Cuando habla de su madre, la voz de Ana, adquiere un tono más tierno, su expresión se ilumina y un pequeñito destello de añoranza aflora a sus grandes ojos.

Mi madre es una jugadora excelente, solo que no se planteó nunca dedicarse profesionalmente a esto. No entró dentro de sus prioridades, pero es buena, muy buena. ¿Te cuento un secreto? Es posible que al año que viene venga a jugar El Torneo de Aficionados a este Festival de Ajedrez.
 
¿Síííí?

Sí, me hace mucha ilusión, imagina: ¡Encontrarnos en Benidorm y jugando! ¡Sería genial! Debo mucho a mi madre y a toda mi familia. Mi madre es mi mejor amiga. Con ella puedo hablar de cualquier cosa. Siempre encuentro apoyo en mi familia; no hay nada de lo que no podamos hablar. Ahora que están lejos todavía aprecio más a mi gente. Nunca perdemos el contacto y eso me ayuda mucho."

¿Desde cuando estás viviendo en España?
 
Desde hace más o menos 4 años. Pero supe que quería vivir en España desde el primer momento que pisé esta preciosa tierra. Cuando tenía 13 años vine a jugar un Campeonato del Mundo en Menorca.

España me enamoró perdidamente. Supe que aquí era donde quería estar. Cuando tuve que irme, me fui triste. Le dije a mi madre que no quería irme. Me impactó mucho España. Me enamoró todo lo español, su clima, su gente, sus paisajes, su gastronomía… todo. Desde entonces, cada vez que venía a España a jugar, siempre me iba con lágrimas; me quería quedar. Ahora ya estoy aquí. Vivo en Barcelona.”

 
¿Por qué has elegido Barcelona?
 
 Me gusta cualquier lugar de España. De Barcelona, me gusta que es una ciudad abierta al mar, que es muy cosmopolita, que está bien comunicada y muchas otras cosas más.
 
¿Cómo ha llevado tu familia que tuvieras que viajar tanto desde tan pequeña y ahora el que vivas tan lejos?
 
Cuando le decía a mi madre que quería venir a España, imagina, soy hija única y claro que no le gustaba, pero me comprenden y ahora, respetan y apoyan todas mis decisiones. Tanto mi padre como mi madre saben que son lo más importante para mí. Son parte de mi equilibrio personal. Llevamos bastante bien la distancia porque nos comunicamos continuamente."

 
¿Influyó el ambiente ajedrecístico también a la hora de afincarte en España?
 
España es un paraíso del ajedrez. Todo el mundo quiere venir aquí. No es mi caso, puesto que en Georgia el ajedrez es importantísimo. Si destacas en ajedrez, te tratan como una verdadera estrella. Puedes vivir muy bien del ajedrez y todo el mundo te demuestra su respeto y admiración. Cuando llegué a mi tierra siendo campeona del mundo con nueve años, me esperaba un autobús, parecido a como recibieron aquí a los futbolistas que consiguieron el Campeonato del mundo. Yo, entonces era tan niña que pensaba que eso era normal. No me daba cuenta de lo que realmente pasaba. A pesar de todo eso y de lo bien considerada que estaba en Georgia como ajedrecista, renuncié a esa parte del estrellato para vivir en un lugar que me enamoró.

 
¿Se puede vivir del ajedrez en España?

No, para nada. Tengo muchísima suerte. Me considero un ser muy afortunada. Me dedico de manera profesional al ajedrez y puedo vivir bien de ello. Es una pena que tan poquísima gente lo consiga. Mira, el ajedrez es muy cruel, en cualquier otra disciplina que se le dedique la energía y el tiempo de esfuerzo y trabajo que se le dedica al ajedrez, tienes asegurado vivir de ella. El ajedrez es totalmente distinto. Por mucho que te esfuerces, por mucho que trabajes, si las cosas no salen, no salen.

Puedes quedarte estancado y no progresar en mucho tiempo. Es duro. Conozco a muchos compañeros que lo pasan muy mal, que han abandonado. Yo tengo mucha suerte, puesto que, le dedico menos tiempo y esfuerzo que otros y a pesar de ello, obtengo magníficos resultados Las cosas me salen bien y aprovecho mis oportunidades.”

¿Te planteas algo distinto en el futuro?
 
Tengo estudios de Filología germánica y Periodismo. Algunas veces me apetece hacer algo distinto. De hecho, colaboro en varias publicaciones, hago alguna traducción y soy relaciones públicas de un importante torneo de Barcelona, el Casino de Barcelona.

Ana como relaciones públicas en el torneo Casino de Barcelona

Luego, me paro a pensar y me digo: El ajedrez me ha dado todo lo que soy, me da la posibilidad de viajar que es una de las cosas que más me gustan, de conocer gente, de realizarme personalmente. El ajedrez me hace realmente feliz. ¿Qué más puedo pedir?
 
Llegadas a este punto, Ana me mira y me pregunta: “¿Tu tienes hijos que juegan al ajedrez, verdad?”
 
Si, los gemelos que te he presentado. En confianza, no quiero que ellos se dediquen profesionalmente a esto.

 
Ana, pone gesto grave y me confiesa:
 
Si alguna vez tengo hijos, no les voy a dejar que jueguen al ajedrez. Si es necesario, esconderé todos los tableros para que no los vean. No propiciaré cuando sean niños que se aficionen a el. No quiero que sufran. Prefiero que estudien y que se dediquen a ser felices.
 
Ana, tu has conseguido ser feliz en esto.

Si, pero es muy difícil conseguirlo. Lo ideal sería que el niño eligiera lo que quiere cuando ya es mayorcito. El problema es que en ajedrez si se empieza tarde, ya no se llega a la cima. Si empiezan siendo niños, el ajedrez los engancha y ya no pueden salir de el. Aunque no es del todo lógico lo que te digo, soy sincera: No quisiera que mis hijos se dedicaran profesionalmente al ajedrez. 

¿Y todo lo que ayuda el ajedrez a los niños respecto a su capacidad de concentración, a su rendimiento escolar, a su capacidad para decidir, etc.?
 
Sí, sí, estoy de acuerdo con ello. El problema es que conviertan el ajedrez en su profesión.

 
¿Dónde está la línea que te lanza al abismo, al punto de no retorno?
 
Precisamente cuando pasa de ser un juego, una diversión, para convertirse en tu profesión. Ahí deja de ser divertido y se puede convertir en una verdadera obsesión si no tienes el equilibrio ni la capacidad suficiente para manejarlo.

Seguimos hablando de los niños, de los padres, del colegio, de los profesores de ajedrez… Ana habla despacio, mide sus palabras, se escucha, “no da puntada sin hilo”. Mueve sus manos lentamente, se acaricia el pelo con cierta coquetería. Todo en ella es grácil y femenino. Todo en ella me recuerda a una GEISHA.

 
Ana, creo que la moda te apasiona ¿Es así?
 
Si, me encanta. Me gusta todo lo que tiene que ver con la moda.
 
Eres una chica muy popular. De hecho tus páginas en las redes sociales son muy visitadas. Los que nos hemos acercado a esas páginas sin conocerte personalmente, deducimos de manera equivocada que eres un poco frívola. Tengo que decirte que ganas mucho a corta distancia. Que eres una mujer inteligente, muy segura de sí misma, que sabe perfectamente lo que quiere. ¿Es compatible mucha vida social y la competición de ajedrez?

Me gusta divertirme, la noche, salir, estar con amigos. No me quedo estudiando día y noche. Disfruto de la vida y del momento. Eso no quiere decir que cuando tengo que trabajar no lo haga al 100%.

 
Supongo que será muy importante estar en forma tanto mental como físicamente para afrontar con ciertas garantías un torneo.
 
Es muy importante cuidarse físicamente. La competición te absorbe mucha energía, hay que estar muy en forma. De hecho, muchos jugadores acuden regularmente a un gimnasio. La alimentación también es muy importante, nada de atiborrarse antes de jugar. Siempre comidas ligeras, equilibradas y muchos líquidos.
 
Ana, tu pareces comer muy poquito. Has terminado de jugar y como siempre, te veo con tu eterna botella de refresco de cola. ¿No te apetece cenar un poquito?
 
Como bien aunque poquito. Después de jugar no suelo comer mucho. Máximo dos manzanas y un lácteo.

Ana, mira hacia arriba, sonríe y me dice:

 
Las compañeras hacen apuestas cuando llego al comedor. Dicen: "A ver qué come Ana hoy, una o dos manzanas".
 
Pues, debes de comer bien equilibrado porque bajo tu aparente fragilidad aflora una energía que apabulla. “Más o menos como tu, flaquita”.
 
No puedo evitar una carcajada. Esta chica no deja de sorprenderme. Tiene ángel y chispa. Y ¡Chicos! ¡Está soltera!

¿Cómo viste el nivel de las chicas españolas en este “cerrado”, Ana?
 
Vi un nivel muy alto. Irene, la chica de Alicante, está jugando con una gran madurez, está muy bien. De hecho, me ha costado ganar. Y el resto de chicas también tienen un gran nivel. Son todas grandes jugadoras, pese a ser casi niñas muchas de ellas. Las chicas de fuera tienen una categoría incuestionable.

¿Qué opinas de los hombres que creen que las mujeres no estamos igual dotadas para jugar al ajedrez?
 
He dejado de discutir con ellos sobre eso. No merece la pena gastar tiempo en discutir eso, es absurdo.
 
¿Opinas que las mujeres estáis mucho más mimadas y protegidas que los hombres?
 
Somos muchas menos jugando y más que mimarnos, lo que ocurre es que se favorece que la mujer se vaya incorporando a este mundo. En Georgia esto está demás. Allí hay muchas más mujeres que hombres jugando al ajedrez y además las mujeres juegan mucho mejor que ellos.

Ana (dcha.) con sus colegas Anastasiya (de Rusia) y Liana (de Armenia)
 
¿En serio, es así?
 
Muy cierto y muy en serio.
 
¿Te aceptan los hombres como contrincante sin ningún tipo de reticencia?
 
Normalmente son los chicos más jóvenes y los hombres menos maduros los que tienen problemas a la hora de jugar con mujeres. Tienen miedo de perder y de las burlas de sus compañeros. Cuando se hacen mayores y maduran, no tienen el más mínimo inconveniente. Te aceptan de igual a igual.
 
Finalmente…
 
¿Ya acabamos? ¿Tan pronto?

 
Ana, ya han cerrado el comedor… Me quedo sin cenar. ¿Sabes el tiempo que estamos charlando?
 
Se me ha pasado volando.
 
¿Te encuentras a gusto en este Torneo cerrado femenino? Sabes que las diez chicas sois la atracción máxima de todo el Festival.
 
Me encuentro muy, muy a gusto. Ya vine el año pasado, este, y pienso repetir. Es uno de los más prestigiosos a nivel mundial. La Organización es impecable. Te arropa, está pendiente de ti, de que estés lo mejor posible. Hace que te sientas como en casa. Mención especial a Patricia Claros Aguilar que es increíblemente buena en su trabajo y un diez como persona. Es adorable.

¿Animarías a que participaran el próximo año todos aquellos jugadores que no conocen este Festival de ajedrez?
 
¡Por supuesto. Sin dudarlo, desde ya!
 
Sin dudarlo, así, es posible que pueda definir a esta mujer de ojos profundos y gestos cálidos. SIN DUDAS, decisiva, reflexiva. Sabe lo que quiere y cuando lo quiere. Una perfecta dualidad de ternura aniñada y de mucha fuerza interior.

Quedamos para mañana. Tenemos que hacernos más fotografías y jugar a posar. Eso le gusta mucho. Sus posados tienen ya tanta fama como sus logros ajedrecísticos.

Ana atrapa igual que el ajedrez y la verdad, cuesta dejar de escribir sobre ella. No tardaré mucho en hacerlo, estoy segura. Ana siempre va a interesar, siempre va a ser noticia.

Muchas gracias, Ana.

De izquierda a derecha:  Maria  Isabel  Pardo  (entrevistadora),  Nadja Wittmann (redacción de la página web española de ChessBase), Patricia Claros (secretaria y relaciones públicas del Festival de Ajedrez “Bali” en Benidorm) y Ana Matnadze

Fotos:  Adrian y Sergio Pérez Pardo,  Pascual Guillermo Pérez Martinez y Ana Matnadze

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