Entrevista con el primer entrenador de Topalov

"Vesko es un talento natural con valor y carácter“
Una entrevista con el primer entrenador de Topalov, Dimitr Sinabov

Por Dagobert Kohlmeyer

El Campeón del Mundo y su primer entrenador

De nuevo fue una escena muy conmovedora ver cómo el primer entrenador de Veselin Topalov, Dimitr Sinabov, se asomó a la sala de juego del Grand Hotel Sofía para entregarle una rosa a su anterior pupilo, deseándole buena suerte con el M-tel Masters. "La rosa es un símbolo de victoria", explicó el entrenador de 70 años, que hoy en día todavía sigue dando clases de ajedrez y jugando de manera activa. Nuestro reportero Dagobert Kohlmeyer habló con el descubridor de Topalov que vive en la patria chica del Campeón del Mundo, en Russe, al norte de Bulgaria.

Dimitr Sinabov

¿Cómo empezó todo con su pupilo más famoso?

Empecé a trabajar con Veselin en el año 1982. Entonces solo tenía siete añitos. Un hombrecito delgaducho, pero con mucha energía. Trabajamos juntos durante cinco años, es decir hasta el 1987.

¿Usted se dio cuenta de su talento desde el principio?

Sí, muy rápidamente. Después de un mes ya tenía claro, que Vesko tenía un talento especial. Me di cuenta en seguida: este niño podrá ser uno de los mejores.

¿Qué virtudes cualidades tenía?

Muchísimo talento, afán de trabajar, espíritu deportivo y fuerza de voluntad. El niño, a pesar de su temprana edad, hasta resistía bien las derrotas. Era un hombrecito bajito y flaquito, pero con un gran corazón y carácter. Y también siempre ha sido muy ávido de aprender.

¿Quién se hizo cargo de la joya después de usted?

Su siguiente entrenador en Russe fue el maestro internacional Petko Tanassov. Con Tanassov, Topalov ganó el primer título de Campeón del Mundo, entonces en la categoría sub-14. Eso fue en 1989 en Puerto Rico. Por cierto, allí Veselin quedó mejor clasificado que Vladimir Kramnik, con quien se enfrentará por la corona del ajedrez ahora.

¿Cuándo estuvo usted seguro que el chico podría llegar a ser Campeón del Mundo de Ajedrez?

Al cabo de poco tiempo. Cuando aún seguían vivos los padres de Veskos, siempre les decía: "Tiene un don especial y hay que apoyarlo. Es un talento natural y hay muy pocos como él".

¿Cómo lo sabía?

Porque ya de pequeñajo tenía todo lo que necesita un buen ajedrecista: un estilo agresivo, mucho valor y maña para llevar a cabo las operaciones tácticas. Sacrificaba peones y piezas como si se lo hubieran inoculado. Yo también solía jugar de esa manera cuando era joven. Encajaba nuestro estilo de juego.

Sobre la familia de Topalov se sabe poca cosa, sólo que sus padres murieron pronto.

Su padre, Alexander, que había enseñado a jugar al pequeño Vesko cuando tenía cuatro o cinco años, era economista en una empresa estatal. Su madre, Sneshina, era médico. Los padres de Veselin eran dos personas muy inteligentes que, desafortunadamente, fallecieron muy temprano.

¿Qué pasó?

La madre falleció antes de cumplir 50 años de manera completamente inesperada. Sufrió una apoplejía. Veselin tenía 16 años y acababa de alcanzar su tercera norma de gran maestro. Al volver de un torneo en Madrid recibió la noticia. Entonces solamente pudo acudir al entierro.

¿Y el padre?

Murió doce años más tarde. Desgraciadamente, Alexander Topalov, ya no pudo ver como alcanzó su hijo el título del Campeón del Mundo de Ajedrez. Éramos muy amigos. Fue una tragedia.

Sr. Sinabov, ¿cuánto tiempo ha sido entrenador de ajedrez?

He trabajado más de veinte años como entrenador de ajedrez. Teníamos una escuela de ajedrez para los niños de Russe del Danubio. Me hacía mucha ilusión ver cómo se desarrollaban mis vástagos. Y si luego uno de ellos llega a ser Campeón del Mundo, no se puede ser más feliz.

¿Diría que Bulgaria es un país de ajedrez?

Sí, sin duda. El año pasado, en otoño, nuestro país de repente presentó a todos los portadores de título: Veselin Topalov en la sección masculina, Antoaneta Stefanowa en la femenina y Ljuben Spassow en la de veteranos. Todo el país adora este deporte. Recientemente hasta han sacado un sello especial en honor del título mundial de Veselin.

 

Traducción: Nadja Woisin