Falleció Jesús Díez del Corral

Falleció Jesús Díez del Corral

Por Eduardo Scala

Díez del Corral renunció al mundo competitivo en 1983 para consagrarse a su carrera de Letrado de la Dirección General de los Registros y del Notariado, Registrador de la Propiedad, de la que es autor de varios libros y, principalmente, para cuidar a su familia. Hombre culto, muy reservado, un raro caballero del tablero. Hacía cuatro meses que don Jesús no acudía a su cita marciana (todos los martes de 17,30 a 19,30) en el Club Puerta del Sol, creado y financiado por Ricardo Lamarca Barrios, director de la cuidada revista Trebejos, excepcional testigo del ajedrez español en los últimos cincuenta años.

Lamarca, amigo de Díez del Corral, había conseguido lo que parecía imposible, que nuestro veterano gran maestro cancelara su tenaz renuncia a tocar las piezas de boj para maravillarnos con su talento y talante, jugando por amistad y amor al ajedrez partidas veloces, “relámpago” (diez minutos de duración, cinco por jugador), apasionante arte de pilotar, oficio semejante a la conducción de un Fórmula 1. Cuando, raramente, tenía algún error y perdía una pieza, aunque tuviera el juego ganado por reloj (solía jugar la partida en tres minutos), abandonaba noble y elegantemente. Tuvimos el privilegio de jugar con el Gran Maestro al final de sus días, recibir sus fulminantes lecciones y confirmar su sólido pensamiento estratégico, dominio técnico, creatividad, y aún el espíritu competitivo de campeón.

Don Jesús, hombre parco en palabras, nos relató cómo pasaba las noches en blanco, o mejor, en blanco y negro, en Leipzig, 1960, con motivo de la Olimpiada, jugando ajedrez blitz, relámpago, con Fischer y Pomar, a quien venció en su tierra, en una partida memorable en el histórico Torneo Internacional de Palma de Mallorca 1969. También nos comentó ―coincidiendo con la valoración que años antes nos hiciera Ricardo Calvo, maestro
internacional y ajedrólogo― cómo Petrosian, quien fue Campeón del Mundo y al que se enfrentó en diversas ocasiones, concebía el juego desde otra dimensión.

Díez del Corral nació el 6 de abril, en ese día aparecieron el escritor francés Jean-Baptiste Rousseau (1671), muy aficionado al ajedrez, y los grandes maestros Carlos Guimard, Argentina (1913) y Florin Gheorghiu, Rumanía (1944). Carácter correspondiente al signo astrológico Aries, ariete rompedor de enroques y estructuras de peones con el demoledor estilo de asedio que podemos disfrutar en el gigantesco archivo chessgames.com que registra 120 partidas de J. Díez del Corral a lo largo de 28 años de competición: la primera partida jugada con Borislav Ivkov, (asimismo nacido en 1933) en el Torneo de Hastings, 1955, y la última, curiosamente, también con el mismo gran maestro yugoslavo en el Torneo de Torremolinos en 1983.

Como homenaje, admiremos la magnífica partida de nuestro gran maestro, —siempre ajedrecista amateur o amador—, con Portisch, gran maestro húngaro, en aquella época uno de los jugadores más importantes del mundo, medalla de oro con el equipo magiar en la Olimpiada de Buenos Aires.

Blancas: Jesús Díez del Corral (España), negras: Lajos Portisch (Hungría)
Defensa Francesa. Variación Winawer. Buenos Aires 1978, Olimpiada de Ajedrez.
1.e4 e6/2.d4 d5/3.Cc3 Ab4/4.e5 c5/5.a3 Axc3+/6.bxc3 Dc7/7.Dg4 f5/8.Dg3 cxd4/9.cxd4 Ce7/10.Ad2 o-o/11.Ad3 b6/12.Ce2 Aa6/13.Ab4 Axd3/14.cxd3 Cbc6/15.Ad6 Dd7/16.o-o Tfc8/17.h4 Cg6/18.h5 Ch8/19.h6 g6/20.Cf4 Cxd4/21.Ta2 Db7/22.a4 Tc6/23.De3! Cc2/24.Txc2!! Txc2/25.Cxe6 Cf7/26.Cd4 Ta2/27.Cxf5! Cxd6/28.exd6 gxf5/29.Dg5+ Rf8/30.Te1 Df7/31.Te7 abandona.

Descanse en paz don Jesús Díez del Corral, excelentísimo señor, gran maestro de ajedrez que “es la vida” (Fischer dixit).

Eduardo Scala