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Nota de prensa
Boris Gelfand, ganador de la segunda semifinal, se enfrentará a Leinier Domínguez, ganador de la primera frente a la china Ju Wenjun. La final se presenta muy equilibrada. Quizás Leinier sea actualmente algo más fuerte, pero de la categoría de Gelfand se puede esperar todo, así que es difícil decir que uno de estos dos grandes jugadores sea claramente favorito. Lo que es seguro es que este domingo, a partir de las 15.30 horas, nos espera un gran espectáculo ajedrecístico que decidirá quién se lleva esta XXXIV edición del Magistral.
En esta segunda semifinal podríamos decir que Gelfand ha sido superior, excepto tal vez en la primera partida, donde se ha visto superado por la preparación de Santos. Sin embargo, en el poco tiempo que va entre partida y partida ha sido capaz de descubrir cómo mejorar su juego en la misma variante en la tercera. En la cuarta ha sido muy superior y sólo el exceso de optimismo mostrado en la tercera, donde se ha embarcado en un innecesario sacrificio de dama, ha dado emoción al marcador. Merecida victoria pues de Boris Gelfand y más experiencia acumulada por Jaime Santos, que cada vez está más cerca del ajedrez que se practica en la élite.
Comentarios a cargo de los GMs Julio Granda y Carlos Matamoros
Jaime Santos se ha mostrado magníficamente preparado contra la apertura catalana de Boris Gelfand y muy pronto ha conseguido una magnífica posición en la que Gelfand ha pasado por momentos muy difíciles. Pero Jaime no ha podido precisar y no sólo se le ha escapado una ventaja que, en caso de acertar con la mejor jugada hubiese resultado decisiva, sino que ha caído en dificultades que han podido costarle la partida.
Afortunadamente, con muy poco tiempo en el reloj, Gelfand no ha podido consolidar su sobrevenida ventaja y todo ha terminado en un empate por repetición de jugadas. Una partida vibrante, que augura un enfrentamiento de poder a poder entre uno de los mejores jugadores del mundo y el GM leonés.
Jaime Santos no ha conseguido sacar positivo de la supuesta ventaja de las piezas blancas. Ha planteado el socorrido sistema Londres, arma temible en manos de Magnus Carlsen, más por el toque del campeón mundial que por los reales peligros que tal planteamiento encierra para las negras. Gelfand ha planteado una línea con la que ha obtenido una posición propia del Gambito de Dama con los colores cambiados y no ha tenido problema para igualar.
A partir de ahí, Santos ha tomado una decisión posicionalmente dudosa surgida, cuando su rival tenía ya cierta iniciativa, de un error de cálculo que Gelfand ha aprovechado muy bien. Ha forzado el paso a un final imposible de defender por las blancas frente a un jugador de la impecable técnica del israelí.
Boris ha venido muy bien preparado esta vez contra la variante de la catalana de Santos y con una mejora en la jugada 12 se ha hecho con una apreciable ventaja. La posición de Jaime parecía estar a punto de colapsar cuando el GM israelí ha preferido embarcarse en un interesante, aunque confuso sacrificio de dama en lugar de decantarse por una continuación, quizás más aburrida, pero que prometía una segura ventaja. A partir de ahí, Gelfand ha jugado de forma muy imprecisa. Dejando pasar la oportunidad de mantener un equilibrio dinámico, ha permitido activarse a la dama de su rival, lo que ha supuesto que las negras obtengan ventaja decisiva que Santos no ha dejado escapar al rematar con un preciso ataque de mate la partida.
La apertura simétrica elegida por Jaime Santos ha conducido a una posición clásica del Gambito de Dama cuyos planes típicos son conocidos desde hace más de cien años. Precisamente fue Akiba Rubinstein, uno de los más grandes de principios del siglo XX, quien con sus partidas demostró cómo conducir este tipo de posiciones, y decimos precisamente por qué Rubinstein es el jugador favorito de Gelfand y sobre el que ha escrito en numerosas ocasiones.
Así que en un tipo de posición que el israelí domina como nadie, Santos no ha podido aguantar a pesar de los esfuerzos que ha hecho para enturbiar el juego avanzando sus peones del flanco de rey en un intento desesperado de ataque que, a la postre, se ha vuelto en su contra cuando Gelfand ha penetrado en la séptima fila con sus torres y sacrificando la dama ha forzado el jaque mate.
