Giri define a Ivanchuk como “una leyenda viva”
Anish Giri se enfrenta este fin de semana a uno de sus ídolos de la infancia en un torneo cuyas partidas siempre estudió con interés. “Vasili Ivanchuk es una leyenda viva, y para mí es un honor jugar con él en un escenario tan prestigioso como el Auditorio de León. Cuando era niño, nunca imaginé que esto podía ocurrir”, dijo el prodigioso holandés, de 18 años, número uno del mundo sub-20.
Ivanchuk no siente ninguna envidia de los enormes avances tecnológicos (Internet, programas que calculan millones de jugadas por segundo, bases de datos gigantescas…) que los jóvenes talentos como Giri utilizan ahora para su entrenamiento. “Es verdad que yo no tenía nada de eso en 1986, cuando fui campeón del mundo juvenil, pero disfrutaba mucho estudiando ajedrez con libros, y lo sigo haciendo”, explicó el ucraniano, de 44 años, uno de los poquísimos ajedrecistas de élite con más de 40.
En su tercera participación en el Ciudad de León, Ivanchuk quiso contribuir al desarrollo de los jóvenes talentos locales con una clase magistral, en la que comentó dos partidas suyas, una que ganó y otra que perdió. Al acabar con la segunda, se puso muy serio ante la audiencia: “Jugué mal esta partida porque estaba muy dolido por otra derrota el día anterior. Espero que hayáis aprendido que al ajedrez no se debe jugar con los sentimientos, sino con la mente fría. Por mucho que quieras ganar, nunca lo harás si tus jugadas no son objetivamente buenas”, dijo a sus jóvenes alumnos, que le despidieron con un cariñoso aplauso.
Preguntado por sus países favoritos, de los muchos que ha visitado, Ivanchuk respondió: “Si tuviera que elegir sólo uno, sería Cuba, por su gran ambiente ajedrecístico y porque tiene algo especial; por eso voy todos los años. Pero también me encuentro muy bien en España, donde he venido muchas veces, y concretamente en León, cuyo torneo está siempre muy bien organizado”. Por su parte, Giri comparó los tres países en los que ya ha vivido, a pesar de su juventud: “En Japón la gente es muy cerrada, y cuesta mucho romper esa barrera. Dicen que en Rusia también, pero una vez que rompes el hielo es mucho más fácil. Y Holanda es todo lo contrario; ves que todos hablan con todos en la cola del pan, y supones que se conocen de antes, pero no es así, acaban de verse por primera vez, y necesitan hablarse”.
Giri, que jugará la primera partida con blancas el viernes (dos lentas), el sábado (cuatro semirrápidas) y el domingo (diez rápidas), cree que la facilidad para memorizar esquemas que desarrolla el ajedrez resulta útil para aprender idiomas. Él domina el ruso, inglés y holandés, comprende el japonés y el nepalí, y estudia alemán. Ivanchuk habla fluidamente en ucraniano, ruso, polaco, inglés, español y turco, y estudia el portugués y el chino mandarín.
Leontxo García (Jefe de prensa)
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