Además del título, Hikaru Nakamura recibió 100.000 dólares, y una escultura de piedra de lava.
El mini-match de cuatro partidas fue reñido y deparó varias partidas interesantes. Pero fue Nakamura el primero en conseguir una victoria, pues ganó la primera partida del encuentro, jugando con negras.
Foto: FIDE / David Llada
Pero Nepomniachtchi se recuperó. Después de un empate en la segunda partida, el ruso ganó el tercer encuentro. Unas tablas rápidas en la cuarta partida indicaron que los finalistas estaban conformes con definir el título en una partida de Armagedón.
En este torneo, los jugadores tenían que hacer oferta para indicar con cuánto tiempo estaban dispuestos a jugar en la muerte súbita. El jugador con la puja más alta jugaría con las blancas. Naka ofreció jugar con 14 minutos y le tocaron las blancas, pues Nepo había propuesto jugar con 13 minutos en el reloj.
La partida del Armagedón se jugó, por lo tanto, con estos tiempos.
