06/10/2004 – La primera ronda del
I
Mundial de Personas contra Ordenadores ha resultado desastrosa para los de
carne y hueso. Los ingenios binarios ha demostrado una vez más que resultan
implacables y que el más mínimo resquicio les sirve para exprimir al rival.
Ponomariov
parecía haber encontrado el camino de la igualdad frente a
Hydra
al modo tradicional, es decir, bloqueando las cadenas de peones. Pero cuando le
dio por abrir la columna a, destapó la caja de los truenos. El monstruo
multicabezón no dejó pasar la oportunidad y su pensamiento gélido le indicó
como meterle el agua en casa al que fuera campeón del mundo FIDE. Hoy no fue el
día de suerte de los ucranios.
Karjakin
y
Fritz
se enzarzaron en una partida escocesa. Pero el germano neerlandés no quiso
saber nada de posiciones cerradas y se vio una locura de partida en la que la
potencia de cálculo apabulló a cualquier concepto estratégico. El medio tanto
del honor lo logró el búlgaro
Topalov
frente a
Junior.
En una Defensa Berlinesa de la Apertura Española, en la jugada 27 ya había
conseguido bloquear al eternamente joven israelí. Lo que siguió hasta la
jugada 40 fue sólo juego de piernas, sin intercambio de golpes.
Partidas
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