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Juan Blanco ha dedicado su carrera al estudio de las conexiones entre el ajedrez y la educación. Después de obtener su Doctorado en Educación, publicó un libro, en colaboración con Clemen Mazzarella, en el que analiza cómo el ajedrez mejora el proceso educativo de los niños, particularmente en regiones donde el juego-ciencia sirve como herramienta para compensar desventajas académicas y sociales.
Su interés por esta área del conocimiento nació naturalmente del trabajo previo que había realizado como ajedrecista, entrenador y organizador. De hecho, Blanco entrenó a Eduardo Iturrizaga —"Eduardito", como él lo llama— entre los 8 y los 12 años. Iturrizaga es ahora el quinto jugador mejor rankeado en Latinoámerica. Además de Eduardo, Blanco entrenó al equipo venezolano de ajedrecistas ciegos y con deficiencias visuales, además de haber sido instructor en numerosas escuelas e instituciones educativas en su país.
Como muchos otros venezolanos, vio necesario huir del país después de que la crisis económica provocara una de las más grandes devaluaciones de moneda de la historia. En primera instancia decidió trasladarse a Ecuador, donde pasó seis meses enseñando ajedrez en escuelas privadas. "El ajedrez me ha ayudado mucho", declaró, mientras explicaba cómo el prestigio del juego entre padres y educadores le ha permitido encontrar nuevas opciones laborales.
Su paso por Ecuador no fue del todo agradable, sin embargo, pues legalizar la residencia se está volviendo cada vez más difícil para los venezolanos en muchos países latinoamericanos. Además, pocas veces los emigrantes cuentan con el dinero para costear los trámites.
"La mayor parte de la gente sale por tierra, y generalmente salen solamente con el pasaje [sin dinero]. Hay historias de vida de gente que ha caminado durante meses para viajar de Venezuela a Perú o a Argentina".
Blanco tuvo que dejar Ecuador y se dirigió a Perú, donde está dando clases privadas y trabajando con niños con discapacidades, la mayoría de ellos con autismo. Esta labor lo está invitando a investigar más sobre el tema del ajedrez terapéutico, una disciplina que ha experimentado importantes avances en España.
Un factor clave para el subdesarrollo de muchas disciplinas en Latinoamérica, según Blanco, es la falta de apreciación por el capital humano.
"Un país desarrollado aprovecha el talento humano en cualquier área. Nosotros en Latinoamérica, incluyendo a mi país, no lo hacemos. Venezuela está desperdiciando el talento humano que formó gracias al dinero del petróleo. Con el dinero del petróleo, Venezuela mandó a su gente a estudiar a Chile, a Alemania, a Estados Unidos. Se formaron muchos buenos profesionales en muchas áreas".
Como ejemplo, menciona que le tomará bastante tiempo conseguir trabajo en su área de especialidad en Perú, dado que los requisitos burocráticos son financieramente prohibitivos:
"Soy profesor, tengo el título de maestría, de doctorado y posdoctorado. Registrar cada título cuesta 200 dólares; o sea, registrar tres títulos son 600 dólares, dinero que no tiene ningún venezolano. No puedes dar clases en la universidad si no tienes registrado tu título. En Perú también se desperdicia el talento humano".
Eduardo Iturrizaga, el número uno de Venezuela, participa en el circuito europeo año tras año | Foto: noticiaaldia.com
La revolución bolivariana de Hugo Chávez creó una economía nacionalista liderada por el Estado. Dadas las grandes reservas de Venezuela —sólo comparadas con Arabia Saudita— el régimen socialista se encontró capacitado para distribuir grandes sumas de dinero en proyectos que consideraba valiosos para el país. Los deportes recibieron mucho apoyo del gobierno, y el ajedrez no fue la excepción. En 2005, el "Proyecto Estratégico Nacional de Ajedrez" hizo del juego-ciencia una materia obligatoria desde preescolar hasta noveno grado. En ese momento arrancó un proceso que provocó el surgimiento de una cultura ajedrecística en el país. Como Blanco recuerda:
Antes, cuando veían a dos personas jugando ajedrez, se decía: "Mira, están jugando dominós". [...] Lo bueno es que se creó una fuerte cultura del ajedrez en Venezuela. Es más, ahora puedo decir que el ajedrez es el segundo deporte más masivo en Venezuela, después del béisbol. Me lo cuestionaron en Ecuador y Perú. Tenemos juegos nacionales escolares, juegos nacionales universitarios, juegos nacionales de médicos... una inmensa cantidad de juegos nacionales, en los que no se juega ni béisbol ni fútbol, pero sí ajedrez.
Juan continuó:
"Los niños talentosos recibieron mucho apoyo de empresas privadas, para que participen en torneos internacionales. Las autoridades del Ministerio de Deportes también apoyaron para que los jugadores vayan a eventos internacionales. [...] Cuando hemos viajado a torneos internacionales, los demás deportistas veían con mucho respeto a los ajedrecistas".
Además de incluir el ajedrez en las escuelas, también se lo incluyó en las entidades de educación universitaria:
"Tenemos un Diplomado en Ajedrez, dado por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Se está proponiendo crear una Maestría. Y existe la carrera de ajedrez en la Universidad de Yaracuy, donde se obtiene una mención en ajedrez dentro de la licenciatura en Ciencias del Deporte, como el básquetbol o el atletismo".
Pero no todo fue color de rosa, pues la inyección de fondos derivó en alarmantes niveles de corrupción, uno de los grandes culpables de la crisis en el país en general. Blanco explica:
"El Ministerio de Deportes se convirtió en una especie de motor de la corrupción. Empezaron a comprar material de tercera y se facturaba como si fuera de primera; se realizan juegos nacionales, donde se usan intermediarios para el pago de alojamiento, comida y transporte; el tema de la vestimenta se convirtió en negocio. Ya te imaginas cómo funciona".
La corrupción no sólo se ve en los niveles más altos de gobierno, sino también dentro de la federación de ajedrez, según Blanco, quien considera que las dos últimas gestiones han caído en este terrible hábito. De hecho, él comenzó a trabajar como consultor de la gestión actual, pero terminó alejándose, pues consideró que las nuevas autoridades buscaban enriquecerse y no estaban interesadas en promover el ajedrez.
Los dos más fuertes ajedrecistas venezolanos —Eduardo Iturrizaga y José Gascón— pasan gran parte de su tiempo jugando en Europa. Blanco también se enteró recientemente de que Fabián Vivas, el talentoso joven de 19 años que ocupa el décimo puesto en el ranking nacional, ahora vive en Perú, aunque Juan no sabe aún si seguirá persiguiendo sus ambiciones deportivas. Y la lista de fuertes jugadores que dejaron el país continúa: MI Daniel Pulte, MI Juan Rohl, MI Félix Ynojosa, MI Rafael Prasca, WGM Sarai Sanchez, etc.
"La crisis tuvo un gran impacto en los deportes en todo el país. Nuestros atletas no se alimentan bien, y no están compitiendo en sus ciclos internacionales".
De cualquier manera, Blanco se mantiene fiel a su pasión y explica:
"Los conocimientos adquiridos a través del ajedrez son permanentes. Los beneficios de la natación o del atletismo, por ejemplo, son temporales: desaparecen si dejas de practicarlos".